05. 12/03/99 Gloria de la cultura Bharatiya | 12 de Marzo de 1999
Delhi
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Punar Vittham Punar Mithram
Punar Bharya Punar Mahi
Etath Sarvam Punar Labhyam
Na Sareeram Punah Punah
(Poema en sánscrito)
Encarnaciones del Amor:
Si se pierde dinero, no hay que preocuparse, porque se puede ganar de nuevo. Si se pierde un amigo, se puede tener otro. Si se pierde una esposa, uno puede casarse de nuevo. Si se pierde tierra, se puede comprar más tierra. Todo esto se puede recuperar, pero si se pierde el cuerpo, este no se puede recuperar.
El cuerpo humano es sagrado y tiene un valor incalculable. Por lo tanto, hay que cuidarlo con sumo esmero. «Janthoonam narajanma durlabham» (el nacimiento humano es el más escaso y noble entre todos los seres vivientes). Pero el hombre, incapaz de comprender su verdadera identidad, malgasta su vida. Desde tiempos inmemoriales, la cultura de Bharat (la India) ha propalado tres valores importantes. «Sathyam bruyath» (decir la verdad). Nunca digan una mentira para complacer a nadie. Este es el valor moral. «Priyam bruyath» (hablar de forma agradable). Este es el valor social. «Na bruyath sathyamapriyam» (no digan una verdad de modo desagradable). Este es el valor espiritual. El Bhagavad Gita dice: «Anudvegakaram vakyam sathyam priyahitham cha yat» (uno debe pronunciar solo palabras veraces, agradables y bien intencionadas, que sean beneficiosas para los demás).
El hombre de hoy ha olvidado su verdadero Sí Mismo y se deja llevar por la ilusión. ¿Cuál es la razón? Un pequeño ejemplo para ilustrarlo. El oro puro brilla intensamente y tiene un valor muy elevado. Sin embargo, cuando se alea con metales como plata, cobre, bronce, etc., pierde no solo su identidad sino también su valor. Del mismo modo, el hombre, que puede compararse con el oro puro, ha perdido su verdadera identidad y también su valor, ya que su mente está contaminada con pensamientos mundanos y sentimientos impíos. El hombre de hoy no puede ser llamado ser humano en el sentido estricto del término. Ha perdido su humanidad a causa de los malos pensamientos y las malas compañías.
Lo que el hombre necesita cultivar hoy es el valor del Uno Mismo, siempre brillante y refulgente. Los valores humanos no pueden adquirirse desde fuera. Son innatos. Sin embargo, el hombre ha olvidado estos valores, que son inherentes a él desde su nacimiento. El hombre moderno es humano solo en su forma, pero no en su comportamiento.
Desde la antigüedad, Bharat ha estado a la vanguardia de los valores humanos, a saber, sathya, dharma, santhi, prema y ahimsa. El hombre está dotado de amor, pero lo ha adulterado en gran medida con el egoísmo y el interés personal. Debe cultivar el amor desinteresado. Solo entonces su vida brillará intensamente. Cuando la corriente eléctrica entra en un foco a través del cable, se obtiene luz. La verdad, la rectitud, la paz y el amor pueden compararse con la corriente eléctrica, el cable, el foco y la luz, respectivamente. Así pues, para experimentar la luz del amor, hay que cultivar la verdad, la rectitud y la paz. El amor es Dios, y Dios es amor. Por tanto, vivan en el amor. Desde el pobre hasta el millonario, nadie puede sobrevivir sin amor. El hombre ama a su mujer, su riqueza y sus hijos. Pero la grandeza reside en compartir su amor con todo el mundo, no solo con su familia.
El Vedanta dice: ama a todo el mundo, pero no confíes en nadie.
La razón es que el cuerpo humano es temporal.
Está hecho de carne y huesos, y está lleno de suciedad.
Está afectado por muchas enfermedades.
No puede cruzar el mar del Samsara.
¡Oh, mente! Date cuenta de que este cuerpo es efímero,
y refúgiate a los pies de loto del Señor.
(Poema en telugu)
Este cuerpo es valorado y considerado Sivam (auspicioso) mientras haya vida en él. Se convierte en savam (un cuerpo muerto y absolutamente inútil) en el momento en que el principio vital lo abandona. Por tanto, comprendan la naturaleza transitoria del cuerpo, y actúen en consecuencia. Compartan su amor con todo el mundo. Toda su vida se basa en el amor.
Encarnaciones del amor:
Desde la antigüedad, la cultura de Bharat ha hecho gran hincapié en la necesidad de tener buenos pensamientos, buena compañía y buenas acciones. «Sathyam vada, dharmam chara» (digan la verdad y practiquen la rectitud). El hombre puede alcanzar alturas excelsas siguiendo este mandamiento. solo los bharatiyas (indios) comprendieron esta verdad. Pero, ¡ay! los propios bharatiyas hoy la han olvidado.
Hoy en día los propios bharatiyas no están haciendo
ningún esfuerzo por comprender su propia cultura,
que está impregnada de sentimientos nobles y divinos.
La humanidad se ha extinguido en el hombre
debido a la falta de temor al pecado y de amor a Dios.
¡Qué mayor desgracia puede caer sobre la humanidad!
(Poema en telugu)
El hombre debe percatarse de su divinidad innata. Esto solo es posible cuando el hombre hace un uso adecuado de los cinco elementos y los cinco sentidos dados por Dios.
El deber primordial del hombre no consiste en proteger su riqueza y objetos de valor, sino en custodiar los cinco elementos y proteger los cinco sentidos de los efectos del mal. El mismo mensaje fue propagado por Buda Gautama. Al principio, estudió muchas escrituras, se acercó a muchos preceptores y emprendió diversos tipos de ejercicios espirituales. Pero su sed espiritual no se saciaba. Al final, se dio cuenta de que solo la utilización adecuada de los cinco sentidos le conferiría paz mental.
Ante todo, hizo hincapié en la importancia de samyak drishti (ver lo bueno). Todo lo que se ve, sea bueno o malo, se graba para siempre en el corazón. Por tanto, no vean el mal; vean lo que es bueno. No escuchen el mal, escuchen el bien. Esto se llama samyak sravanam (escuchar lo bueno). Samyak drishti y samyak sravanam conducirán a samyak bhavam (buenos sentimientos). Su vida se santificará una vez que ustedes cultiven samyak bhavam. La vida humana se basa en los sentimientos. La vida humana no puede existir sin sentimientos. Hoy en día, el hombre carece de paz mental porque no tiene samyak drishti, samyak sravanam y samyak bhavam.
Culpamos a los demás de nuestros sufrimientos. No acusen a los demás de sus sufrimientos, porque ustedes mismos son la causa de sus propias penurias. La felicidad o la tristeza son obra de ustedes. Todo lo que experimentan no es más que el reflejo, la reacción y el eco de lo que hay en ustedes. Buda, habiendo comprendido esta verdad, dio a sus cinco sentidos un uso apropiado, con el cual pudo alcanzar el Nirvana. En el momento de alcanzar el Nirvana se encontraba en un estado de dicha suprema. Ese estado puede describirse así: siempre dichoso, productor de felicidad, encarnación de la sabiduría, más allá de la dualidad, infinito como el cielo, primordial, la meta final, uno, eterno, puro, inmutable, el testigo omnipresente, ubicado más allá de las emociones, libre de los tres gunas (cualidades).
Cuando Buda estaba a punto de alcanzar el Nirvana, su hermanastro Ananda, que estaba a su lado, comenzó a llorar. Al ver esto, Buda sonrió y dijo: «Querido mío, es muy sorprendente que te sientas triste porque yo haya alcanzado el estado de dicha suprema. Por el contrario, también tú deberías procurar este estado de dicha suprema, controlando tus sentidos».
Bharat es la patria de muchas almas nobles. Por lo tanto, es esencial para todos los bharatiyas comprender la historia sagrada de Bharat. Pero, hoy en día, nadie parece estar interesado en conocer la historia y la cultura de Bharat. La cultura de Bharat se basa en el dharma. La palabra dharma se ha malinterpretado como «religión». El dharma es como un vasto océano, mientras que la religión es como un estanque. La cultura de Bharat es pura, inmaculada, eterna e inmortal. Antiguamente, a los niños desde la edad de cinco años se les enseñaban los valores sagrados de la cultura india. Su educación comenzaba con mantras sagrados como Aum Namah Sivaya y Aum Namo Narayana. Pero en el sistema educativo moderno, no tienen cabida los nombres divinos como Siva y Narayana. A los niños se les enseñan rimas sin sentido como «ba, ba, black sheep». La gente no se esfuerza por comprender la eficacia de los mantras.
Sin duda, la educación mundana es necesaria, pero junto con este conocimiento secular, uno tiene que hacer un esfuerzo para imbuirse también de los valores culturales. Debido al crecimiento del conocimiento mundano, privado de valores culturales, el hombre se ha convertido en un depósito de dudas. Incluso padres e hijos, marido y mujer carecen de fe los unos en los otros. En los tiempos de Jesús, había un solo Tomás que dudaba, pero en la Era de Kali, ¡todo el mundo es un Tomás que duda!
Rama y Ravana eran igualmente competentes en 36 formas de conocimiento. Pero el sabio Valmiki, redactor del Ramayana, describió a Ravana como un necio y a Rama como un noble, porque Ravana hizo mal uso de sus conocimientos, mientras que Rama los utilizó correctamente. Por eso, Valmiki describió a Rama como virtuoso y noble. Ravana se convirtió en la causa principal de la muerte de sus hijos y hermanos, porque fue incapaz de controlar su lujuria. Todo su clan pereció debido a sus malvadas cualidades y a sus perversas acciones. En cambio, Rama llevó una vida ideal. Hoy en día, muchas personas aspiran a ocupar puestos de autoridad en el ámbito político, aunque no lo merezcan. Pero Rama renunció al reino mismo, a pesar de que como primogénito le correspondía ser rey. Sacrificó todo en bien de la verdad. Él creía firmemente en el mandato védico «Sathyannasti paro dharma» (no hay mayor dharma que la verdad). Hizo un gran sacrificio, y marchó a la selva para defender la palabra de su padre. Los Vedas también afirman claramente «Na karmana na prajaya dhanena thyagenaikena amruthatwamanusu» (la inmortalidad solo puede alcanzarse mediante el sacrificio; ni la riqueza ni la progenie ni las buenas acciones pueden conferirla). De hecho, tyaga (el sacrificio) es el verdadero yoga. Si no se exhala el aire inhalado, loss pulmones se verán afectados. Si no se excreta lo ingerido, habrá trastornos digestivos. Del mismo modo, deben dar en caridad el dinero que ganan, con espíritu de sacrificio. En esto reside la dicha.
La cultura de Bharat no da cabida a diferencias basadas en casta, credo, color, religión y nacionalidad. En esta cultura se dice:
Avancemos juntos y crezcamos juntos.
Compartamos el conocimiento y mejorémoslo.
Vivamos en amistad y paz, sin diferencias de ningún tipo.
(Poema en telugu)
Esta cultura habla del principio de ecuanimidad: «Loka samastha sukhino bhavantu» (Que el mundo entero sea feliz). Trata a todos por igual, independientemente de casta, credo, color, religión y nacionalidad. El mismo principio fue enunciado por Jesús. Él dijo: «Todos son uno, hijo mío, sé igual para con todos». De hecho, el principio subyacente de todas las religiones es uno y el mismo. Pero la gente ha olvidado esta unidad y se ha vuelto estrecha de miras.
Encarnaciones del Amor:
El amor es vida. Por lo tanto, uno tiene que canalizar este amor en la dirección correcta. No permitan que vaya en dirección equivocada. Pueden lograr cualquier cosa en la vida si ejercen control sobre el amor. La cultura de Bharat habla de Sathyanveshana (la búsqueda de la Verdad). ¿Por qué hay que buscar la Verdad, que es omnipresente? ¿Cuál es el significado profundo de la palabra Sathyanveshana?
La cultura de Bharat ofrece una bella analogía al respecto. Los ojos con los que ustedes ven a su madre, a su mujer, a su hija y a su nuera son los mismos, pero los sentimientos con que las ven son diferentes. Aquí Sathyanveshana se refiere a la indagación sobre los sentimientos que deben tener al mirar a cada una de ellas. La cultura de Bharat pone gran énfasis en la autoindagación.
Hay quien dice que, como Dios no tiene forma, no existe. Pero Dios tiene forma. En este mundo, no hay nada que exista sin forma. Según la ciencia, el mundo entero está hecho de átomos. Ellos también tienen forma. Los Vedas dicen: «Anoraneeyan Mahatomaheeyan» (Dios es más pequeño que el átomo más pequeño y más grande que el objeto más grande).
El átomo es Dios. Desde el agua que ustedes beben hasta los alimentos que comen, todo está repleto de átomos. Los científicos tardaron miles de años en comprender esta verdad. Pero la misma verdad fue proclamada hace siglos por el pequeño Prahlada, que dijo: «No creas que Dios está aquí y no está allá, porque Él está en todas partes. Puedes encontrarlo dondequiera que lo busques».
Bharat ha sido el lugar de nacimiento de muchas almas nobles como Prahlada, que experimentaron a la omnipresente Divinidad. Desde la antigüedad, los bharatiyas adoraban la tierra, los árboles, los hormigueros y las montañas, con la convicción de que Dios está en todo y en todas partes.
Sarvata pani padam tat, sarvatokshi siromukham,
sarvata srutimalloke, sarvamavritya tishtati.
Con manos, pies, ojos, cabezas, bocas y oídos que lo impregnan todo,
Él impregna el universo entero.
Dios está en todas partes. Esta es la enseñanza de nuestra antigua cultura. Como la mente humana se ha debilitado, el hombre está perdiendo la fe en estos antiguos valores. Así como otros metales mezclados con el oro hacen que este pierda su brillo y valor, las malas cualidades y los malos sentimientos hacen que el hombre pierda su valor y brillo.
Encarnaciones del Amor:
Cultiven la fe en Dios, para su propia felicidad. Si la gente desarrolla la fe en Dios, todo el país será feliz. Ustedes padecen penurias porque carecen de fe en Sí MIsmos. La confianza en el Uno Mismo es esencial.
No se dejen llevar por la educación mundana. De hecho, todo lo relacionado con la mente y los sentidos no es más que ignorancia. La auténtica sabiduría es la aniquilación de la mente. La mente es un conjunto de pensamientos e impulsos. Por lo tanto, todo lo relacionado con la mente está sujeto a cambios. Solo el Atma es verdadero y eterno.
En el hombre se producen muchos cambios con la edad, pero el hombre sigue siendo el mismo. Cuando uno nace, es un bebé. Después de diez años, la gente lo llama niño. Después de treinta años, se convierte en un hombre. Después de 75 años, lo llaman abuelo. El bebé, el niño, el hombre y el abuelo son la misma cosa. Pero ustedes se engañan viendo los cambios físicos. Siempre deben tener en mente la inmutable Verdad. Ese es el verdadero valor humano.
El conocimiento mundano también es necesario, pero no es el objetivo de la vida humana. El conocimiento mundano es para la felicidad en este mundo, pero el conocimiento espiritual es para la felicidad en el más allá. El conocimiento espiritual está en ustedes, sobre ustedes, debajo de ustedes y a su alrededor, y es lo que los protege.
Algunas personas niegan la existencia de Dios porque no se lo ve a simple vista. ¿Pueden, con la misma analogía, negar la existencia del aire, que tampoco es visible a simple vista? Aunque el ojo humano no puede ver a Dios, el hridaya (corazón) puede verlo, oírlo y experimentarlo. Esta es la enseñanza de nuestra antigua cultura. Esta gran cultura ha permanecido vibrante durante miles de años. Einstein dijo que la energía no puede crearse ni destruirse. Solo cambia de forma. Lo mismo puede decirse de nuestra antigua cultura.
Entre los números uno y nueve, el uno es mayor porque no se puede tener el segundo sin el primero. Del número uno han surgido millones. El cero adquiere valor si le precede el número uno, y ese valor aumenta con el incremento del número de ceros. El uno es el héroe, el mundo es cero. [1] Ese héroe es Dios. Todos ustedes son como ceros. Procuren tener al héroe junto a ustedes.
Desarrollen la fe en que Dios existe. La mera repetición de las palabras «papas y chapati» no calmará el hambre. Del mismo modo, no es suficiente el mero leer textos espirituales o escuchar discursos de personas espirituales. En lugar de eso, pongan en práctica al menos una enseñanza sagrada. Solo entonces experimentarán la felicidad.
Consideren este ejemplo: pongan dos cucharadas de azúcar en un vaso de agua. El azúcar queda en el fondo del vaso. Si beben el agua sin mezclar el azúcar, no tiene sabor. Tomen una cuchara y revuelvan; entonces todo el vaso de agua sabrá dulce.
El corazón humano es como un vaso que contiene agua. La Divinidad puede compararse al azúcar. Revuélvanla con la cuchara de buddhi (el intelecto). El proceso de revolver es la indagación. Una vez hecho esto, la dulzura de la divinidad se extenderá a todos los miembros del cuerpo. Entonces todo lo que vean, oigan, hablen y hagan estará impregnado de divinidad. Su vida misma estará llena de amor.
Para desarrollar el amor tienen que crecer en la fe. Mucha gente considera que la fe es una tontería. En realidad, lo que puede calificarse de tontería es el conocimiento teórico sin conocimiento práctico. No se conformen con el mero conocimiento teórico y superficial. Tienen que desarrollar el conocimiento general y el conocimiento que proviene del discernimiento. Solo entonces alcanzarán el conocimiento práctico, que es esencial. Pero hoy en día muy pocos parecen tener conocimiento práctico. La mayoría de las personas están desperdiciando sus vidas en la adquisición de conocimiento superficial.
En el campo de la espiritualidad, no pueden conseguir nada si no tienen fe y determinación. Cuando van al mercado, no pueden conseguir ni siquiera un pañuelo si no pagan cierta cantidad de dinero. Del mismo modo, no pueden alcanzar la gracia divina a menos que ofrezcan a Dios su amor.
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