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Discursos dados por Sai Baba

20. 28/04/98 El amor es la esencia de la vida divina

28 de Abril de 1998

Sai Sruthi, Kodaikanal

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La humanidad entera quiere disfrutar de una vida sin problemas,

un alto nivel de vida y una vida próspera,

pero no desean la sabiduría,

el buen comportamiento, ni la devoción a Dios.

¡Qué más puedo decir a esta augusta audiencia

de buenos buscadores de la Divinidad!

(Poema en telugu)

Hoy en día, en todo el mundo se ve una variedad de formas, objetos materiales de diversos tipos, funciones multifacéticas y personas en diferentes condiciones.

Hay una proliferación de científicos y eruditos dedicados a la investigación y experimentación en diversos campos. No hay nada que no sea objeto de investigación, pero la persona que investiga y comprende todos los objetos y sucesos externos no sabe nada de sí misma.

Winston Churchill afirmó una vez que el hombre lo ha conquistado todo, pero no se ha conquistado a sí mismo. El hombre conoce todo lo que le rodea, pero no conoce su propia realidad. ¿De qué le sirve conocerlo todo si no se conoce a sí mismo? Habiendo alcanzado la sagrada vida humana, si el hombre no sostiene su estatus de humano manteniendo puro su corazón, su vida resulta desperdiciada.

Si tigres y chacales entran en el establo donde se cobijan las vacas, ¿qué ocurrirá? El corazón humano es un lugar donde reinan la verdad, el amor y la paz. Si el chacal del odio y el tigre de la ira y los celos entran en este sereno corazón ¿qué ocurrirá con las piadosas vacas del Amor, la Paz y la Verdad? El hombre es privado de su piadosa disposición natural hacia la paz, por la intrusión de pensamientos malvados. Entre los hombres están aumentando las cualidades perversas de los celos, la ira y el odio. Mientras sea así, ¿cómo se puede esperar que en los hombres se reflejen las buenas cualidades y los valores humanos?

Cuando una persona construye una casa, pone una puerta para facilitar la entrada de sus amigos y parientes. No le gusta que por esas puertas entren los perros de la calle y los monos. El cuerpo es el templo de Dios y tiene varias puertas. Se describe como la ciudad de las nueve puertas, Navadwara Puri. Por el solo hecho de tener esas entradas, no se puede permitir que entre todo el mundo. Pero el hombre está permitiendo que entren las malas cualidades, con el resultado de que sus buenas cualidades naturales están en peligro.

El amor es la cualidad humana básica. El amor que posee un ser humano puede clasificarse en tres categorías. La primera es swartha o amor egoísta, la segunda es anyonya, y la tercera es pavartha o amor supremo.

La primera categoría corresponde a quienes solo piensan en su felicidad, comodidad y placer, sin preocuparse en lo más mínimo por los demás. La segunda categoría se refiere a los que piensan en su familia y buscan el bienestar de los que consideran suyos. La tercera categoría corresponde a quienes desean que todos los miembros de la sociedad sean felices. «Lokassamastha-sukhino-bhavanthu» es la oración de esta categoría de personas. Este es el amor supremo.

La primera categoría puede compararse a la luz de una habitación, que iluminará solo esa habitación. La segunda es comparable a la luz de la luna, que ayuda a ver las cosas, aunque no muy claramente, dando pie a la duda. Por ejemplo, a la luz de la luna se puede ver una soga y confundirla con una serpiente, o un tocón con una persona. La tercera categoría es como la luz del sol, que permite ver todo con claridad, sin lugar a dudas.

Si uno tiene una perspectiva espiritual, el amor no se limitará a sí y a su familia. El amor anyonya es el amor demostrado solo a los miembros de la familia o parientes. De hecho, todos son parientes de ustedes, en el sentido más amplio. Si siguen el principio del Atma, considerarán a todos como suyos, ya que el mismo Atma brilla en todos los seres. Todos son hijos de Dios, y todo sucede según el mandato o la voluntad divina.

Por ejemplo, supongamos que una persona adulta viaja en un tren con sus hijos, llevando los pasajes para todos ellos, y les dice que no se bajen en ningún punto del trayecto, sino que esperen a que él se baje, cuando ellos también podrán hacerlo.

Los niños se quedan prendados de los productos que se venden en los andenes de algunas estaciones durante el trayecto, y tienen muchas ganas de bajar a comprarlos. Pero no bajan porque podrían tener problemas si el tren se pusiera en marcha y se quedaran atrás, porque no tienen los pasajes consigo. El mayor de los hijos dice: «Por orden de papá, no podemos bajar cuando queramos. Los pasajes los tiene papá, así que tendremos problemas si bajamos y no podemos volver a subir antes de que arranque el tren».

Dios es el padre de todos. Todos son Sus hijos, que avanzan en el viaje de la vida. Dios nos ha dicho: «Sigan mis órdenes, no se bajen donde quieran».

La pena es que en el mundo nadie sigue sus mandatos. Sin embargo, Dios tiene los pasajes, así que tenemos problemas. Los que viajan en tren habrán visto vagones de mercancías con una marca pintada como «Devolver 5-98». Esto indica que el vagón debe ser devuelto al taller en la fecha prevista para su atención. Solo el jefe de estación lo sabe y actúa en consecuencia.

En el caso de la humanidad, Dios es el amo que sabe cuándo tiene que volver cada uno (aquí la fecha no está pintada como en el vagón de carga). Solo el amo tiene que ocuparse de esto.

Nosotros empezamos a preocuparnos por nuestro regreso, debido a nuestra debilidad. Dios es la autoridad suprema, y todo sucede según su voluntad. Pero el hombre dice con orgullo: «Lo hice yo», y de ahí sus problemas. Deben darse cuenta de que nada sucede sin Su voluntad.

Aquellos que creen en la voluntad divina y llevan a cabo todo con el sentimiento de que solo son instrumentos en Sus manos encontrarán feliz la vida, mientras que aquellos que no creen, encontrarán la vida miserable. Los primeros son punyathmas (personas que hacen méritos) mientras que los no creyentes deben ser considerados apathmas (pecadores). El mérito o el pecado surgen solo de nuestras acciones.

Cuando los pensamientos perversos penetran en los seres humanos, estos se vuelven peores que los animales salvajes. Hacen daño al blando corazón, que es comparable a las vacas. Ustedes tienen que expulsar a los animales salvajes de las malas cualidades, y salvaguardar la buena naturaleza de vaca de la que están dotados. No se demoren. Hay un dicho: si se tarda mucho en consumir, hasta el néctar se vuelve veneno. Cuando entran pensamientos malvados, deben ahuyentarlos al instante, y cultivar buenos pensamientos y buenos sentimientos.

Sath es lo que no cambia y es constante en todos los periodos de tiempo: pasado, presente y futuro. Tienen que desarrollar este Sath. Esta es el verdadero sadhana (práctica espiritual). En la práctica espiritual nunca deben permitir que los malos pensamientos entren en su mente.

Supongamos que están enrollando varios metros de hilo en un palo. Mientras siguen enrollándolo, el ovillo de hilo se hace cada vez más grande. Si aflojan en su acción y dejan que el hilo se les escape de las manos, todo el ovillo se desenrollará y se esparcirá por todas partes, haciendo que todos los esfuerzos sean en vano y obligándolos a empezar el proceso de nuevo. Del mismo modo, una pequeña falla de concentración en el sadhana frustrará sus esfuerzos. Deben mantener la ecuanimidad en todo momento, ya sea que obtengan placer o dolor, ganancias o pérdidas.

El hombre debe practicar la devoción y el sacrificio; solo así podrá prosperar el país. La política sin sacrificio y la devoción sin amor son prácticamente inútiles. Para ser feliz, uno debe rezar por la felicidad de todos y debe estar dispuesto a sacrificarse por el bien de la sociedad y el bienestar del mundo. El espíritu de sacrificio es absolutamente esencial para la liberación. Thyaga (la renuncia) es yoga, y yoga es también cumplir eficazmente con el propio deber. Patanjali dice que el yoga es el control de la mente. Uno debe conocerse a sí mismo primero, antes de conocer otras cosas en el mundo

Annie Beasant dijo: «La gente dice que todo buscador está buscando a Dios. Es un error. Dios es omnipresente. ¿Cuál es la idea de buscar aquello que lo impregna todo? De hecho, Dios está en busca de un devoto verdaderamente bueno».

¿Quién es un buen devoto? Uno con sat-acara (buen carácter), sat-bhavana (buenos sentimientos) y sat-pravarthana (buena acción) puede ser calificado como un buen devoto. Esto no significa que quien cante bhajans sea bueno. Incluso un grabador puede repetir los bhajans. Pero no tiene vida y es solo una reproducción mecánica. Quien canta bhajans debe hacerlo con todo el corazón. Cada palabra debe reflejar amor, ya que el corazón es la sede del amor. El Atma es prema (amor). Es Brahman. Está dentro de ustedes. Todo el Cosmos es Brahman. ¿Cuál es la idea de buscar a Dios?

Anoche les decía a los chicos que deben aspirar a ser buenas personas, no grandes personas. Si uno es bueno, todos lo respetan. Si es grande, solo los egoístas buscan sus favores. Si hay grandeza, la bondad puede estar ausente.

¿Quién es grande y quién es bueno? El que encuentra cualidades divinas en todos es bueno. Aquel que solo encuentra calidad humana en lo Divino es grande. Ravana consideraba a Rama, la Divina Encarnación, como humano. Solo veía la forma humana, no la Divinidad encarnada en la forma. Pero Rama veía a Narayana en todas las criaturas. El espejo de prithivi (el mundo) refleja la Divinidad en cada ser.

Dios ha dado a la humanidad el espejo de prithivi para que se corrija y perciba el reflejo de la Divinidad en todos. Pero el hombre mantiene el espejo frente a los demás, y ve solo su propio reflejo.[1]

Un inocente pastor de vacas estaba sentado entre dos colinas tocando su flauta, y oía su propio eco. No podía entenderlo y se quejó a su madre de que otro hombre imitaba sus notas musicales. Su madre acompañó al niño al día siguiente y descubrió la verdad. Lo que el oía, era solo el eco de su propia música.

El mar es agua, la tierra es barro y el cuerpo es carne, pero todo es solo reflejo, reacción y resonancia. Este es el efecto de la naturaleza. El cuerpo es prakriti (la naturaleza). Tienen que controlarlo. Si controlan el cuerpo, los sentidos y la mente, verán al Atma (el verdadero Uno Mismo).

Si solo ven el cuerpo, se hacen bestiales y demoníacos. Si ven el cuerpo, la mente y el Atma, se hacen humanos. Si solo ven al Atma, se hacen divinos. En la vida humana tienen estas tres entidades. Gradualmente, deben renunciar al apego al cuerpo y a la mente, para que puedan percibir al Atma, lo cual es la meta de la vida humana. Deben tener plena fe en que todo es Daiva Sankalpa (la voluntad divina).

Deben resistir todos los desafíos, jugar el juego de la vida y salir victoriosos. La vida es un desafío, enfréntenlo; la vida es un juego, juéguenlo; la vida es amor, disfrútenlo; la vida es un sueño, dense cuenta.

No se desanimen por los obstáculos. Nunca abandonen sus esfuerzos, ni siquiera los disminuyan. Si se confunden, se funde el fusible del corazón. Solo tienen dudas si no conocen la verdad. Una vez que conocen la verdad de que son el Atma, no hay cabida para la duda, en absoluto.

Toda la verdad está contenida en la esencia de Prema thathwa (el Amor Divino). Esta es la esencia de todas las esencias: es Premasara. No cabe duda de esto.

Mediante el amor pueden resistir cualquier desafío. Ver bien, oír bien, hablar bien, pensar bien y ser buenos es la mejor manera de tomar consciencia de la Divinidad. Fortalezcan su fe. Quien duda, nunca puede progresar. Nadie que tenga fe en Dios se ha arruinado jamás. Deben considerar que todo lo que les sucede es por su bien y es un don divino. Si tienen plenamente esta fe, no hay lugar en su vida para el miedo.

[1] El espejo frente a si mismo. Se mira en el, y no ve a los demas, que quedan tras el espejo.


Traduccion SBd