16. 22/04/98 El amor de Dios con el servicio a la sociedad | 22 de Abril de 1998
Kodaikanal
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Sin disposición caritativa,
sin seguir los principios de la justa conducta,
desprovisto de compasión y amor,
el hombre se arruina a sí mismo.
[Poema en telugu]
¡Encarnaciones del Amor! En este ancho mundo, entre la vasta humanidad, encontramos tres tipos de personas: pushti jivas, samashti jivas y pravaha jivas.
El primer tipo, los pushti jivas, son aquellos que, debido a actos meritorios en vidas pasadas, disfrutan de la gracia de la Divinidad, aunque ahora no se dediquen a ritos auspiciosos, estudio de las Escrituras, contacto con santos, emprender peregrinaciones, etc. El mérito de vidas pasadas los hace siempre felices en compañía de la Divinidad. Bailan encantados, experimentando la bendición divina. De la misma manera que no se necesita leña después de haber cocinado, estas personas no necesitan sadhanas espirituales (ejercicios espirituales), puesto que ya han alcanzado la meta de todos los sadhanas. Probablemente no encontrarán a este tipo de personas haciendo ejercicios espirituales, pero ellos llevan una vida verdadera y experimentan Brahmananda, Nityananda, Advaithananda y Paramananda. No hay necesidad de que tales personas emprendan ninguna búsqueda espiritual.
El segundo tipo, los samashti jivas, leen muchos textos de las Escrituras y están ansiosos por ganarse el nombre y la fama de eruditos. Como se enorgullecen de su erudición, no son aptos para recibir la gracia divina. Si siguen leyendo hasta el final de sus vidas, ¿cuándo tendrán tiempo para practicar los ideales? Pueden participar en seminarios y conocer a almas nobles, pero están lejos de la gracia de Dios porque no tienen tiempo para pensar en Dios y consagrarlo en sus corazones. Esta es la difícil situación de este segundo tipo de personas, los samashti jivas.
El tercer tipo, clasificado como pravaha jivas, está siempre ocupado en actividades mundanas en busca de comodidades físicas y placeres mundanos. No piensan en Dios y creen que son capaces de lograr lo que quieran. Al menos, los malvados piensan en Dios en situaciones difíciles. Las personas pravaha no tienen ninguna posibilidad de percatarse de la Divinidad. Siguen naciendo una y otra vez. No tienen ninguna posibilidad de liberación. Algunos pueden tener buenos sentimientos latentes, pero no se unen al satsang y no adhieren a la buena conducta ni la recta acción, aunque algunos pueden ser conscientes de la Divinidad que reside en su corazón. Hay una pequeña historia para ejemplificar algunos casos excepcionales de este tipo de personas.
Había una familia de esposa y esposo, de los cuales la esposa era muy devota a Dios y siempre estaba pensando en la Divinidad. Se preocupaba porque su marido nunca pronunciaba el nombre de Dios, ni una sola vez. Ella confiaba en la verdad de que pronunciar el nombre de Dios es la mejor manera de conseguir la liberación y es un barco para cruzar el mar de la vida. Rezaba a Dios rogándole que se apiadara de ella haciendo que su marido pronunciara el nombre de Dios. Incluso le preguntó al Señor si era su desgracia tener un marido así, y si Él, como El Compasivo, no podría transformar a su marido en un devoto como ella.
La misma noche en que dirigía estas súplicas a Dios, oyó de pronto a su marido pronunciar en sueños: «Rama, Rama». Su alegría no tuvo límites cuando oyó a su marido pronunciar el nombre de Rama, cosa que nunca antes había hecho. Pensó que su plegaria a Dios había sido escuchada.
Por la mañana, se levantó antes de lo habitual, decoró la entrada de su casa con rangoli e hizo que tocaran Mangala Vadya. Cuando el marido se levantó, se sorprendió al ver los adornos y oír la música auspiciosa, y se preguntó si sería un día de fiesta. Cuando preguntó a su esposa la causa de estos extraordinarios arreglos que había hecho, ella le dijo que en todo este tiempo él nunca había pronunciado el nombre de Dios, pero que la noche anterior había dicho «Rama, Rama» mientras dormía. Por lo cual ella se sintió profundamente feliz y decidió celebrar este acontecimiento de manera apropiada.
Al oír esto, el marido quedó perplejo y exclamó: «¿He dejado salir al Señor que tuve entronizado todo este tiempo en mi corazón, con tanto cuidado? ¡Qué pena!» Dicho esto, exhaló su último suspiro.
De esta manera, las personas pravaha pueden no estar pronunciando el nombre de Dios ni haciendo adoración exterior, pero pueden tener el pensamiento de Dios consagrado en su corazón. Algunos jóvenes modernos cantan bhajans y participan en nagarsankirtan. Al ver esto, algunos de los mayores se preguntan: «¿Por qué estos jóvenes tienen que emprender este tipo de actividades a esta edad? Deberían hacerlo después de retirarse del servicio, en su vejez». Esto es totalmente erróneo. Recordar a Dios y cantar Su nombre debe hacerse sin descanso siempre, en todo lugar y en toda situación: «Sarvada Sarvakaleshu Sarvatra Harichinthanam». No hay restricción de tiempo o lugar para cantar el nombre divino.
No se puede saber cuándo, dónde y cómo llegará el final, en que habrá que desprenderse de la envoltura mortal. No podrán cantar el nombre en ese momento.
(Swami cantó una canción indicando que es imposible pensar en Dios cuando los mensajeros de la muerte les están apretando la soga alrededor del cuello, el cuerpo es sacado de la casa y las esposas y parientes lloran. Sólo las buenas acciones que hubieran hecho anteriormente vendrían a rescatarlos. Por eso, hay que empezar a hacer acciones meritorias desde el principio de la vida).
Había un sacerdote en un templo que, en virtud de su larga experiencia, solía sostener el Arathi en una mano y tocar la campana con la otra. Cuando falleció, lo sucedió un nuevo sacerdote. Pero este sacerdote no podía hacer ambas cosas simultáneamente. Si con una mano tocaba la campana, con la otra no podía agitar el Arathi. Si hacía bien el Arathi, no podía hacer sonar la campana. Esto se debía a la falta de práctica. Por lo tanto, la práctica del canto del nombre de Dios debe iniciarse desde una edad temprana.
Tal vez ustedes sepan que un soldado del ejército tiene que recibir entrenamiento en todos los aspectos antes de estar en condiciones de participar en el servicio activo en el frente. Cualquiera que se incorpore a las fuerzas armadas, ya sea como lavandero, cocinero o soldado raso, tiene que calificarse obligatoriamente en dos cosas. Una es el manejo del fusil y la otra es el ejercicio de marcha. Cualquiera que sea la vocación de uno en el ejército, debe someterse a estas dos partes del entrenamiento.
Del mismo modo, en el campo espiritual, uno debe realizar obligatoriamente dos cosas, a saber, amar a Dios y servir a la sociedad. Estos son los dos componentes principales de la vida divina, que ayudan a tomar consciencia de la Divinidad.
Ustedes tienen que empezar a practicar a una edad temprana, para que puedan reconocer su propia identidad como Dios antes de dejar el mundo. No saben cuándo llegará el final. Deben estar preparados en todo momento. El fotógrafo les pide que estén listos cuando les saca una foto, y les da tiempo para prepararse. Pero el camarógrafo divino no les avisa. Deben estar siempre preparados para afrontar la situación.
Si se dedican a los bhajans y a daivachintanam —es decir kirtanam y smaranam— no serán tomados por sorpresa. Supongan que su amo tiene un perro 'pastor alemán' en la puerta y él mismo está en el primer piso. Hay dos maneras de llegar a él. Una es hacerse amigos del perro y entrar en la casa; la otra es llamar al amo desde el suelo en voz alta para que salga y les permita entrar, controlando al perro. Maya (la ilusión) es el perro. Dios es el amo. O controlan a maya, o cantan su nombre y su gloria para que Él baje. Hay que atesorarlo en nuestro corazón, ya que el corazón es Su altar.
Draupadi rezó a Krishna cuando fue humillada en la corte de Duryodhana. Dijo: «¡Oh, Dwaraka Vasa, Brindavan Sanchara, ayúdame!». No obtenía respuesta y estaba sintiéndose agotada. Finalmente, suplicó con débil voz: «¡Oh Hridayanivasa (Residente de mi corazón)! ¿No vendrás a rescatarme?». Inmediatamente, Krishna la salvó de su problema.
En una ocasión posterior, ella preguntó a Krishna por qué tardó tanto en responder cuando ella estaba angustiada y le rezaba fervorosamente. Krishna respondió: «Tú decías Dwaraka Vasa, Brindavan Sanchara, etc. Yo tenía que respetar tus palabras, así que tuve que ir desde tu corazón hasta Dwaraka y a Brindavan, que están muy lejos, y no tengo un vehículo para ir rápido. Cuando dijiste Hridayanivasa ( mi corazón ), donde estoy residiendo, vine en tu ayuda instantáneamente.
Todo el mundo debe instalar la Divinidad en el corazón, con plena fe. No es correcto pensar que Él solo está en una mezquita, una iglesia o un templo. La sede de Dios es el corazón del devoto. Por eso dice el Gita: «Pasyanapicha na pasyathi» (aunque ve, no es consciente de la presencia de Dios en el corazón).
Todo lo que ven fuera es un reflejo del ser interior. «Sarvathah Panipadam thath Sarvathokshi Siromukham». Todos los pies, manos, ojos y cabezas son de Él. ¿Qué significa esto? Significa que Él está en todo ser.
Un devoto preguntó a Dios:
—Tú dices que estás en mí, encima de mí, debajo de mí. ¿Cómo es que no me proteges?.
Dios respondió:
—Siempre estoy en ti y a tu alrededor. No Me busques exteriormente.
—¿Estás realmente detrás de mí?
—Mi sombra es tu cuerpo.
Cuando el devoto se volvió para ver si Dios estaba detrás, no pudo verlo., y preguntó:
—¿Dices la verdad? No te encuentro.
—Cuando te vuelves, Yo también tengo que volverme. Por eso no has podido verme. No has comprendido la Verdad.
Supongan que están ante una silla; la silla está delante de ustedes. Si se dan vuelta, la silla está a sus espaldas. Dios se manifiesta según sea el bhava (sentimiento). Cuando rezan diciendo: «¿No puedes oír mis plegarias?», ven a Dios oyendo con Sus oídos. Cuando rezan diciendo: «¿No puedes ver mi sufrimiento?», solo ven Sus ojos. Cuando rezan diciendo: «¿Por qué no te quedas conmigo?», oyen Sus pasos. Tienen que mantener un silencio perfecto.
Los antiguos videntes dedicaban su tiempo a escuchar la voz de Dios, que es el Pranava. Incluso ahora, ustedes pueden experimentar esto. Tápense suavemente los oídos. Oirán el sonido OM desde su interior.
Dios proclama: «Oh devoto, estás viendo con ojos físicos y escuchando con oídos físicos. Permanece en completo silencio y podrás escuchar los pasos de Dios». Tales caminos sagrados han sido mostrados por grandes devotos. Aquel que no entiende esto está en la ignorancia
Surdas, un gran devoto de Krishna, fue una vez tras una mujer y la siguió hasta su casa. El marido lo reprendió diciendo: «¿Para qué te han dado los ojos? ¿Para que persigas impíamente a la mujer de otro hombre? ¿Por qué no te concentras en Dios?».
Inmediatamente, Surdas se iluminó, y se atravesó los ojos con las espinas de un tilo cercano. Se dirigió a Dwaraka, al templo de Krishna. En el camino, estuvo a punto de caer en un pozo. Krishna apareció en forma de pastor de vacas, lo tomó de la mano y le preguntó:
—¿Adónde vas?.
—Voy a Dwarka.
—Te mostraré el camino y te guiaré.
Al día siguiente, descansaron en una cabaña junto al camino. Krishna quería irse, pero Surdas no quería dejarle. Surdas puso su mano sobre el muchacho mientras dormía y le pidió que pusiera su mano sobre él. Sparshanam papanasam. Gracias a este toque divino, Surdas quedó liberado de todos sus pecados.
Entonces Krishna dijo a Surdas:
—Yo soy Krishna, a quien siempre rezas. He representado esta obra teatral para mostrarte Mi forma.
Tocó los ojos de Surdas, y éste recobró la vista, contempló la forma divina y entró en un éxtasis de dicha.
Cuando Krishna le pidió que conservara la visión, Surdas dijo:
—Te he visto a Ti; no quiero ver nada más con estos ojos. No quiero mi vista. Mucha gente tiene ojos. Acaso te han visto? Muchos tienen oídos, pero no tienen la suerte de oír tu melodiosa música. Yo sólo quiero jnanachaksus (los ojos del conocimiento).
Krishna mantuvo Su mano sobre la cabeza de Surdas, y Surdas se fundió con la Divinidad.
Nadie puede saber cuándo Dios bendecirá. Ustedes deben considerar todo como un regalo de Dios y tomarlo con placer. Había un rey que se cortó un dedo, y el ministro le dijo: «Es para bien». El rey se enfadó y ordenó que enviaran al ministro a la cárcel. El ministro lo aceptó con una sonrisa, diciendo: «También es por mi bien». Más tarde, se demostró que era cierto porque, cuando el rey fue solo a un bosque a cazar, fue capturado por los tribales para ser entregado en sacrificio. Como el cuerpo del rey no era perfecto, pues le faltaba parte de un dedo, se salvó. Más tarde, el ministro dijo que si no hubiera estado en la cárcel, habría acompañado al rey y podría haber sido sacrificado.
Todo lo que Dios hace es por el bien de los devotos. Él es desinteresado. Teniendo el árbol de los deseos en el jardín, ¿por qué van en busca de frutos? De ustedes deben fluir puros pensamientos de amor hacia Dios. Entonces, el amor de Dios fluirá hacia ustedes. Cuando envían una carta certificada a otra persona, la prueba de que esta carta ha llegado al destinatario es el acuse de recibo que reciben. La prueba de la sinceridad de su amor será el flujo de la gracia de Dios hacia ustedes.
Con intenso anhelo por la gracia de Dios, deben esperar pacientemente, cantando Su nombre sin cesar. Seguramente percibirán la forma de Dios manifestándose ante ustedes.
Traduccion SBd
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