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Discursos dados por Sai Baba

Discurso del 06/04/93 ( también en SaiBabaDice/26/39 )

6 de Abril de 1993

Sai Sruti, Kodaikanal

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Este discurso no se publicó en la serie 'Sathya Sai Speaks'. Se publicó en Sanathana Sarathi, May 2016.

Encarnaciones del amor:

La vida del hombre es muy peculiar en el mundo moderno. Aun sabiendo muy bien lo que es bueno, lo que es malo, lo que es noble y lo que es mezquino, el hombre no puede transitar el camino recto. Sabe lo que es bueno, pero no avanza en esa dirección. Sabe lo que es malo, pero le resulta imposible apartarse de ello. ¿Por qué razón? La única razón es la debilidad humana. Quiere tener el mérito de las buenas acciones, no está dispuesto a aceptar las consecuencias de las malas acciones. Se limita a realizar mala acciones.

Dos poderes se han introducido en el corazón humano y lo llevan por mal camino: uno es la ira (krodha), y el otro es el deseo (kama). El deseo desvía el corazón humano hacia la animalidad. Convierte la cualidad humana en cualidad animal. Por más altamente instruido que esté, ese hombre no puede controlar sus deseos ni distinguir lo bueno de lo malo.

No solo debemos tener control sobre los deseos; debemos tener control sobre los sentidos. Por el solo hecho de tener ojos, no debemos utilizarlos sin propósito. No vean lo malo, vean solo lo bueno. Solo por que tenemos oídos, no significa que tengamos que escuchar todo lo que dicen los demás. No oigan lo malo; oigan solo lo bueno. No solo por tener lengua deben hablar sin razón. No deben hablar de un modo que moleste a los demás. Nunca deben lastimar ni ofender a nadie. No digan lo malo; digan solo lo bueno.

Tenemos al corazón (hridaya), que se mueve por iniciativa propia. Hay un límite para la velocidad del viento, pero para la velocidad del corazón no hay límite. El corazón pasa el tiempo en cosas innecesarias. No piensen en lo malo; piensen en lo bueno. Tenemos las manos: no las deben utilizar para cualquier cosa. Si lo hacen, las manos no son las responsables; el responsable es el deseo. No hagan lo malo; hagan lo bueno.

Debemos cuidar de que en nuestros sentidos entre solo lo bueno. No debemos dar cabida a cosas malas. Las malas compañías son responsables de lo malo. Swami dijo ayer que huyan de las malas compañías, como primera medida. Por culpa de las malas compañías, la vida humana toma por mal camino, el camino de la maldad.

Tenemos el polvo de la tierra. Si se reúne con el aire, va hacia arriba, aunque carece de alas. El mismo polvo, si se reúne con el agua, va hacia abajo, aunque carece de piernas. ¿Cuál es la razón de que vaya para arriba o para abajo? La razón son las amistades. Cuando el polvo es amigo del aire, va para arriba; si es amigo del agua, va para abajo. La naturaleza del aire es subir, y la del agua bajar; aunque se vierta el agua sobre una montaña, igualmente bajará. Así como sucede en la naturaleza, el hombre se hace bueno o malo según con quién se relaciona.

No es suficiente con que se alejen de las malas compañías. Supongamos que ustedes padecen de diabetes. No es suficiente con tomar medicamentos; además hay que respetar una dieta. Háganse amigos de buenas personas. ¿Quién es malo, quién es bueno? La vida humana tiene limitaciones, y así también la sociedad tiene reglas. Según las reglas de la sociedad, es buena la persona que reúne tres cualidades. 1) Amor a Dios 2) Temor al pecado 3) Moralidad en la sociedad. Estas cualidades llevan al hombre a nobles alturas. Si hay temor al pecado, sentirá amor a Dios. Cuando tenga amor a Dios, será capaz de tener moralidad en la sociedad. Solo quien tiene estas tres cualidades es un verdadero ser humano. Estas tres cualidades se relacionan con el corazón, con las palabras y con las acciones, que son tres valores humanos, por lo cual hablamos de Educación en Valores Humanos.

Por otra parte, tenemos las 3 “H”: el corazón, la cabeza y las manos (1) Debemos tener control sobre estas tres H. Solo entonces mejorará la calidad humana en el hombre.

Hoy hemos perdido el valor humano. ¿Cuáles son las causas de esta decadencia? El deseo y la ira. Ravana no hizo buen uso de su visión, mirando a Sita de modo indebido. Miren a quien miren, ustedes tengan en mente cosas buenas; sus ojos son sagrados. El ojo es como un texto sagrado. La visión es como la creación. La visión puede convertir al mundo en cenizas, y la visión puede proteger al universo. Por lo tanto, hagan uso adecuado de la visión. Por el uso inadecuado de la visión surgen malos pensamientos.

Debido a su uso inadecuado de la visión y a sus malos pensamientos, Ravana fue a la ruina. Hanuman reconoció que lo hecho por Ravana había sido una mala acción. Pensó que a pesar de ser Ravana una persona tan malvada, no era justo abandonarla. De modo que comenzó a criticar a Ravana en su propia corte: “Eres rico, fuerte y educado, pero ¿lo mereces? Tu visión es inapropiada para tu calidad. Estás en buena posición según las normas del mundo, pero tus sentidos han descendido. No podrás escapar al castigo.

Cuando Hanuman criticó a Ravana, este se puso furioso y ordenó que se prendiera fuego a su cola. Hanuman pensó que esto le venía bien, y con su cola prendió fuego a todo Lanka. ¿Por qué? Por la ira que sentía hacia Ravana. Las llamas se esparcieron por doquier y se quemó la totalidad de Lanka. Hanuman se sentó sobre el árbol de sindhura, pensando que ellos se merecían el castigo. Solo entonces se disipó su ira.

Después de que su ira se extinguiera, pensó: “En la misma Lanka está mi madre Sita. No he utilizado mi discernimiento. He quemado Lanka; ¿qué le pasará a mi madre Sita? Vine aquí pensando en el bienestar de Sita, vine para conocer la sacralidad de Sita, pero he arruinado el propósito mismo por el cual fui enviado. La causa fue mi ira.

Quien es presa de la ira no puede triunfar en ninguna empresa, y carga con su culpa.

Hace todo tipo de maldades y se lo destierra,

pierde sus propiedades y el respeto de los demás.

Es separado de su familia y lo pierde todo por causa de su ira”.

(Poema en telugu)

Así pensó Hanuman.

Lo que arruinó a Ravana fue su deseo. Su deseo no era controlado. Su deseo era erróneo, estaba en contra de su cualidad natural.

Es natural que el hombre tenga deseos, pero estos no deben ser excesivos. Cuando ustedes tienen sed, es suficiente con que beban un vaso de agua. Si en la selva tienen sed, añoran un vaso de agua, no piensan en una bebida fría; no podrían obtenerla en la selva, sería un deseo excesivo. Cada pensamiento del hombre tiene la posibilidad de resultar exitoso; pero los malos pensamientos dan malos resultados. Solo los buenos pensamientos dan buenos resultados.

El universo es la encarnación de Vishnu, el Señor. Es la forma misma de Dios. El mundo entero es un árbol que cumple los deseos (kalpavriksha), y satisfará todos los deseos de ustedes. Satisfará todo deseo que ustedes tengan.

Había una vez un viajero, que se dirigía a la aldea vecina en pleno verano. Hacía mucho calor, de modo que se sentó a la sombra de un árbol y pronto se sintó fresco y cómodo. Pensó: “Pasé mucho calor, y aquí se está fresco, pero tengo sed, y no tengo agua. Si tuviera agua, mi bienestar sería tanto interior como exterior, tendría comodidad para el cuerpo y satisfacción para la mente”. Se sentía triste por no tener agua. Del árbol cayó un vaso con agua. El hombre pensó: “¡Qué suerte! Con solo desearlo, tuve agua”. Se bebió el agua. Estaba exhausto físicamente, y también fatigado mentalmente. Quería descansar, pero pensó: “No puedo acostarme sobre piedras y espinas. ¡Qué bien me vendría una cama!”. Inmediatamente, apareció una cama. Él se acostó sobre la cama, pensando: “No tengo en mi casa una cama tan buena. Si mi esposa pudiera verla, se sentiría muy feliz”. Inmediatamente, descendió su esposa. Él pensó: “¿Dónde está mi aldea? ¿Dónde estoy? ¿Cómo pudo venir mi esposa desde tan lejos? ¿Es mi esposa o es un demonio?”. Ella se convirtió en un demonio. Él pensó: “Este demonio me puede devorar”. Entonces, ese demonio lo devoró.

¿Qué significa esto? Según sea el pensamiento, así será el resultado. Cuando el hombre deseó agua, el agua llegó. ¿No debía haber quedado satisfecho con eso? Sin embargo, quiso una cama. ¿No tendría que haberse sentido satisfecho? Por culpa de sus excesivos deseos, sus pensamientos lo llevaron hacia el peligro. Debemos tener control sobre nuestros deseos.

Todos llevamos en el corazón algo de ira (krodha) y de deseo (kama). En cualquier actividad que ustedes quieran emprender, los deseos son un obstáculo. No pueden hacer el bien, porque los deseos los obligan a hacer cualquier cosa mala que piensen. En el mundo hay enemigos. Todo aquel que los hiera a ustedes es un enemigo. Esos enemigos están en nuestro interior. Tanto la ira como el deseo los hieren. Están siendo lastimados por la el deseo y la ira.

La intranquilidad mental se debe a la ira y al deseo. Cuando ustedes pongan un techo a los deseos, podrán controlar la ira. En la vida humana hay deseos, y esto debe ser así, no están allí por error. Pero deben ser limitados. Si son excesivos, ustedes no podrán satisfacerlos. Según sea el recipiente, así será el contenido. Hay mucha agua en el Ganges y hay mucha agua en el mar, pero solo pueden recoger cuanto cabe en su recipiente. Si quieren más, deben tener un recipiente más grande.

Desarrollen la Fuerza Divina. Satisfacer los deseos mundanos sin desarrollar la fuerza divina es contradictorio con la vida humana. La ira y el deseo son las cualidades de un animal. Tenemos que mantener a raya las cualidades animales; esto es la espiritualidad. ¿Qué es la espiritualidad? No se trata de austeridades ni de adoración. Tenemos que librarnos de las malas cualidades que hay en nuestro interior, que son nuestros verdaderos enemigos: la ira y el deseo. Ustedes deben mantenerlos bajo control. Si les permiten apartarse del buen camino, ustedes no podrán escapar del peligro, no podrán evitar la inquietud (ashanti), tendrán que enfrentar problemas, no podrán dirigir correctamente sus pensamientos.

Control, control, control. Todo necesita un control. Tiene que haber límites. En el Vedanta se dice que no puede haber riqueza sin disciplina, control y límites. Los límites proporcionan seguridad. Cuando no hay límites, la situación equivale a una enfermedad.

Una temperatura corporal de 37 grados es perfectamente normal. Si es de 37,1 grados, ya comienza la fiebre. Una presión arterial de 120/80 es perfectamente normal, pero si la mínima es de 90 comienza la enfermedad cardíaca. La visión puede sentir la luz hasta cierto punto pero una luz demasiado intensa puede dañar la retina. La duración de nuestra vida tiene un límite, por eso Swami dice “la vida humana es una empresa de responsabilidad limitada”. Una empresa tiene que pagar impuestos, y si va más allá de sus límites tiene que pagar multas. No es necesario pasar por esos castigos, ni por ningún castigo.

Para evitar los castigos, para alcanzar la divinidad, ustedes deben desempeñarse con ciertos límites. Límite a lo que se dice, límite a lo que se mira, límite a lo que se camina, límite a lo que se piensa; todo tiene sus límites. Sin embargo, hoy estamos más allá de todos los límites. Nuestros deseos son ilimitados. Para reducir esos deseos, el Vedanta indica la renunciación (vairagya). Esto no significa abandonar la familia y la casa, huyendo al bosque. La vida es un largo viaje, y la renunciación es como llevar menos equipaje para hacer más placentero el viaje.

Llevar demasiado equipaje produce muchos problemas. El equipaje son los deseos. Redúzcanlos gradualmente. Cuando reducen sus deseos mundanos, pueden crecer los deseos espirituales. Hoy el hombre aspira a la espiritualidad, pero incrementa sus deseos mundanos, y así desarrolla mucho apego. En cambio, es el desapego el camino real de la espiritualidad. ¿Cómo lograr el desapego, teniendo familia, hijos y casa? Cumplan con su deber. El deber es Dios. El trabajo es adoración. Deben educar a sus hijos, alimentarlos, cuidarlos, pero el apego no tiene que abarcar toda la vida.

Un pequeño ejemplo: en las aves, la madre cuida y alimenta a los pichones. ¿Hasta cuándo? Hasta que desarrollan sus alas. A partir de entonces, la madre los expulsa del nido para que vivan su vida. En cambio, el hombre sigue apegado hasta la muerte. ¿Es así la espiritualidad? Por supuesto que no. Deben reducir gradualmente sus apegos. Si siguen apegados a sus hijos hasta la muerte, ¿cuándo se liberarán? Hagan todo lo que corresponde hacer, y cuando lo hayan hecho, vuelvan su apego hacia la Divinidad, no hacia lo mundano. Es necesario un apego a lo mundano hasta cierto punto. Cuando hayan puesto todos los límites adecuados, tendrán la dicha suprema (paramananda). Debido a su apego, el hombre está padeciendo mucha intranquilidad (ashanti).

Muchos de ustedes vienen de lugares lejanos, donde dejaron a sus padres, dejaron su casa y sus relaciones. ¿Por qué hacer nuevas relaciones aquí? Mucho de “hola, hola”. Si quieren respetarlos, digan “hola” y “adiós”. Pero ustedes están estableciendo nuevas relaciones. Por eso, su equipaje se hace cada vez más pesado.

Un pequeño ejemplo: si sueltan un copo de algodón, se va hacia arriba; si dejan un papel en el viento, se va hacia arriba. ¿Por qué razón suben? Porque son livianos. Asimismo, si el hombre está liviano ascenderá. Pero hoy el hombre está pesado, desde el punto de vista físico y también pesado de deseos, y así se arruina. ¿Cómo espera lograr la liberación? Dice mucho pero hace poco. Debemos hacernos livianos, debemos reducir el peso, si queremos ascender a nobles alturas.

Si ustedes tienen cada vez más apegos, se arruinarán. Si tienen amistades, no deben tener relaciones íntimas. Una persona con apegos no es devota. Antiguamente, para cortar los vínculos la gente solía retirarse a los bosques. Pero ustedes deben cumplir con su deber, en la casa donde hay esposa e hijos; deben cuidar de ellos. Háganlo sin pensar en cosas exteriores. Si les solicitan ayuda, ayúdenlos, pero no incorporen todo en su corazón. Ustedes avanzan en edad, pero en ustedes no hay sacrificio (thyaga). Por la ausencia de sacrificio están enfermando. Su enfermedad empeora por su continuo deseo de prosperidad. En cambio, el sacrificio aumenta el yoga. El sacrificio es yoga, y las comodidades (bhoga) son enfermedad (roga). Todo debe ser limitado; deben reducir sus deseos.

A pesar de leer libros y escuchar charlas sobre Vedanta, aquel que no practica logra solamente convertir su cabeza en un libro; es un ignorante, un tonto, el tonto número uno. En el gran edificio de una biblioteca hay cientos de miles de libros, y cada libro explica algo. Sin embargo, no se puede preguntar nada a la biblioteca, porque no responde preguntas. De la misma manera estamos acumulando cosas mundanas en nuestra cabeza como si fuera un edificio. Todo está allí dentro, pero no hay ni siquiera una respuesta. ¿Por qué razón? Porque ustedes no ponen en práctica el conocimiento.

No tenemos que convertir nuestra cabeza en una biblioteca, sino que tenemos que entrar en el terreno de la práctica; esto es la verdadera espiritualidad. A pesar de llegar a una edad avanzada, a pesar de escuchar charlas sobre Vedanta, si no practican, todo será en vano. Han venido desde lugares lejanos; ¡qué agradable es encontrarse aquí en un lugar sereno! Si embargo, ustedes forman nuevas e innecesarias relaciones, y en consecuencia su mente sigue intranquila. Es preferible que se sienten en soledad y piensen en el Señor. Ekam sath vipra bahuda vadanthi: en el Vedanta se dice: “La verdad es una sola, aunque los eruditos la llaman de diversas maneras”. Debemos cambiar nuestra mirada; debemos considerar al universo como el verdadero rostro de Dios; no debemos considerar a la naturaleza solo como naturaleza.

Cuando se observan joyas, se piensa en el nombre y forma de cada una; por ejemplo, collar, pulsera, aro. Sin embargo todo está hecho de oro. Cuando miran las joyas, no piensan en el oro; cuando miran el oro, no piensan en las joyas. Toda la materia, todos los objetos, son resultado de una y la misma Divinidad. Debemos ofrendar todos nuestros actos para satisfacer al Señor. Nunca dividan, pensando que Dios está en algún lugar y ustedes en otro. Deben observar la unidad; solo entonces comenzarán a percibir sentimientos divinos.

Gradualmente, digan cada vez menos, caminen cada vez menos, escuchen cada vez menos. Es esencial que miren cada vez menos. Su mirada debe tener un límite. Ustedes, cuando no ven a nadie a simple vista, buscan a alguien con binoculares. ¿Acaso puede pasar algo malo por no mirar? Vean lo que es necesario ver; ¿para qué ver cosas innecesarias? Esto les genera ataduras a los sentidos y a la mente. Hablamos mucho del Vedanta, pero no practicamos ni siquiera uno de sus principios. Somos héroes en la palabra y ceros en la práctica. Debemos ser héroes en la práctica; solo así halla cumplimiento nuestra vida.

La vida de una persona de carácter es sagrada, noble y fragante. A esta vida humana tan valiosa la estamos cambiando por carbón. La vida humana es importante, es valiosa; en este mundo no hay nada más valioso. Pensamos que un diamante es valioso. ¿Qué le otorga valor al diamante? ¡El hombre! El oro es valioso. ¿Quién otorga valor al oro? El hombre. Una casa es valiosa. ¿Quién le asigna valor? El hombre. La tierra es valiosa. ¿Quién le otorga valor? El hombre. El hombre es más valioso que todo el dinero del mundo. El dinero no es importante. La salud no es importante. Lo importante es el valor humano.

Debemos cultivar los valores humanos. Cuando no hay valores, ¿qué tiene de bueno tener todo lo demás? Dhritharashtra tenía abundancia de todo. Tenía muchos hijos, tenía acompañantes. ¿De qué le servían? Por sus malos pensamientos se sentía continuamente intranquilo (ashanti). Podemos ser ricos, tener lujosas camas y sillones, podemos tener aire acondicionado, pero aun estando en su frescura, la mente puede estar caliente. La razón es que no tenemos paz mental. Entonces, de nada sirve el aire acondicionado. La situación es inadecuada; debemos acondicionar la situación. Controlen a la mente. La mente es muy importante, es la responsable de la esclavitud o la liberación.

Tenemos esta puerta; si ponen en ella un candado, al girar la llave hacia la izquierda se abre, y hacia la derecha se cierra. Es el mismo candado, es la misma llave, pero la diferencia está en el sentido del giro. Su corazón es el candado y su mente es la llave. Gírenla hacia Dios, y eso es el desapego. Gírenla hacia el mundo, y eso es el apego. La mente es responsable tanto del apego como del desapego. Dirijan a la mente hacia Dios.

Cuando miran a su madre, vean a Dios en ella. Cuando vean a su hijo, vean a Dios en él. Cuando vean a su marido, vean a Dios en él. Vean a Dios en todos. Cuando saludan a alguien, el saludo va a Dios. No tengan excesivas relaciones.

Swami lo observa todo. Ustedes avanzan en edad, escuchan los discursos de Swami durante años, pero en cuanto se retiran, recuperan los apegos. Al ver a tales personas, el ateísmo en la población va en aumento. La razón es la falta de devoción. Nadie tiene fe en tales personas, porque no hacen lo que predican. ¡Hagan lo que predican! Solo así serán respetados. Pasen cada día con el amor sagrado, con el amor divino, y así tendrán la verdad y la dicha. A esto no lo pueden obtener de los libros. Nadie puede enseñárselos. Esto proviene solo de Uno Mismo. Esto es tomar consciencia de Uno Mismo. Ese Uno Mismo es Dios. Uno mismo es Dios. Esto es la verdadera dicha.

Apártense de la visión exterior; vuelvan la mirada a su interior. Pregúntense: “¿Lo que hago está bien o está mal?”. Plantéense la pregunta a sí mismos. “¿Sí o no?”. Entonces, la consciencia les dará una clara respuesta. Hagan que su consciencia vaya por buen camino; canten el nombre del Señor.

(1) Juego de palabras en inglés, con “head, heart, hands” ( Cabeza, Corazón. Manos ).


Traduccion SBd