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Discursos dados por Sai Baba

21 Discursos 1960 a 1992

24 de nov 1985 Estadio Hillview ( no figura en SSS 18 )

Divinas Palabras

( Impreso en castellano en Divinas Palabras 1985 I )

Divinas Palabras

24 de Noviembre de 1985

Estadio Hillview

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Hill View Stadium Prashanti Nilayam

El individuo que no posee cualidades buenas, virtuosas y nobles no es en absoluto un ser humano. Si no posee el innato sentido de la humildad, ¿cómo se le podría creer si se ufana de tener un carácter bueno y noble? Esta es una clara verdad que les comunico.

¡Encarnaciones del Amor! De todas las virtudes, la primerísima es este amor puro y sublime. Otro nombre para el amor es "la compasión". El amor es tal que, en la medida que sigan amando, se desarrollará. Hace mucho tiempo, el sabio Tukaram describió al amor de la manera siguiente: "Oh Señor, los mayores nos indicaron que lo que se obtiene con la mente orientada hacia un propósito único es el jñana, el conocimiento supremo. Luego aprendimos lo que es advaita o no dualismo y ello es jñana. Pese a que es esto lo que nos enseñaron los mayores, no nos resulta posible a nosotros, simples mortales, llegar a realizarte, Señor, por el camino del conocimiento o ¡'nana, y es por ello que nada quiero saber de esta senda. Tampoco Te puedo alcanzar por medio del japa, el tapas o el dhyana. ¡No tengo confianza en que Te he de alcanzar por medio de ninguno de estos rituales! ¡Siento una convicción innata y un firme propósito de que sólo a través del Amor puedo llegar con seguridad a Ti! ¡Bendíceme, Señor, como para que pueda llegar a este sublime Amor!"

¿Qué significa "amor"? Tendemos a considerarlo como una relación entre dos individuos. Otros piensan que este "amor" es algo como una relación entre un individuo y un objeto. Hay incluso otros que hablan del "amor" como un tipo de vínculo entre un ser humano, un individuo y las cosas materiales. De este modo se trata de definir el amor como un artículo externo, un vínculo que existe entre un individuo y otro o entre un individuo y todo el mundo material que lo rodea. Desde mi punto de vista, es cierto que se le puede llamar amor a esto, pero se trata de un amor que es egoísta en su naturaleza. Este amor es el que promueve vuestra propia causa, y ¿cómo podría ser un amor puro aquello que motiva vuestros propios intereses y vuestra propia causa?

El amor no es algo que pueda ser tomado o dado en préstamo. Por ende, el amor que es santidad, que es pleno y puro, no debe tener nada de egoísmo, no debe ansiar fruto alguno. Y aquel amor que es desinteresado, que no busca frutos y no tiene motivación egoísta, ése es el Amor de Dios. Si no ven ninguna de estas cualidades en él, no pueden llamarlo amor. Y es a través de este amor puro e inmaculado que pueden obtener a Dios.

Una vida carente de amor, una senda carente de amor, jamás podrán conducirlos hacia el destino correcto. Esto lo he mencionado en innumerables ocasiones anteriores: si desean cultivar el campo de vuestro corazón, tienen que darle un papel preeminente al amor.

Las gopikas le cantaban así al Señor Krishna: "Oh Señor, haz que podamos cultivar este campo de nuestro corazón y que podamos plantar en él la semilla del Amor, haz que ésta se transforme en el brote del Amor bajo la influencia de la lluvia de Amor, y que ésta llegue a convertirse con el tiempo en un río que lo inunde todo para que todo florezca en el Amor". Así como los rayos de luz provienen del sol y el viento riza la superficie del océano y saltan las chispas del fuego, así el Amor se origina en Dios y, por ello, el Amor es la corporificación misma de Dios. Así como pueden ver y sentir las venas y las arterias que llevan la sangre por el cuerpo, así también podrían ver y percibir esta fuerza de Dios en la forma de Amor. De modo que si desean realizar a Dios, sólo el Amor les puede otorgar esta realización.

La senda del Amor es fácil de distinguir para el hombre común. Sólo que su naturaleza debe ser desinteresada. Deberíamos utilizar el amor sólo por sí mismo. El amor jamás debería ser orientado hacia una cosa material o una pasión. Las dos sílabas "pre" y "ma" que componen la palabra prema que significa amor, pueden llevarlos a conseguir lo que se encuentra en este mundo y en el de más allá.

La lluvia que cae del cielo puede caer sobre las montañas, o sobré los ríos, o hacerse parte del océano, o caer en la tierra; la lluvia que cae es pura en cuanto a su naturaleza, mas aquello en lo que se transforme dependerá de las cosas sobre las que caiga. Así, por ejemplo, si cayera sobre la arena de una playa, será absorbida, si cayera en una planicie quedaría como agua y si cayera en una concha podría, incluso, llegar a convertirse en una perla. Si cayera sobre una superficie oscura y de color negro, el agua de lluvia adoptaría ese color; si la misma agua cayera sobre un paño rojo, se vería de ese color; si cayera en el océano se haría salobre, en tanto que en un río, se convertiría en la dulzura misma.

De igual manera, este amor, el Amor de Dios, que es puro en cuanto a su naturaleza fundamental, tomará diferentes formas, dependiendo del receptáculo en el que caiga, y será egoísta o desinteresado.

Se debe a ello que consideramos a Dios como quien tiene atributos y cualidades, cuando, en verdad, Dios no tiene cualidad alguna, no sufre ningún cambio. El cambio que le atribuyen a Dios no es sino un reflejo del pensamiento del hombre, responde ala manera que le es propia de pensar y de ver las cosas. La manera en que miran las cosas es lo que les hace percibir una forma y una conformación. La naturaleza humana, pura y desinteresada en sí, tampoco debería sufrir cambios. Si dibujaran una guirnalda de flores sobre una hoja de papel, las flores no se moverían ni aunque soplara una fuerte brisa, en tanto que la misma brisa, al soplar sobre un prado de flores, las sacudiría a todas. De igual modo, todo lo que ven en el mundo que los rodea, tiende a agitarse y responder a cosas como la crítica y la alabanza y otras por el estilo, en tanto que ese amor puro, cuando se encuentra firmemente implantado en vuestro corazón, permanece inalterable ante cualquier estímulo externo, sin que importe su intensidad. No debemos permitir que las influencias externas afecten nuestros propios pensamientos y sentimientos. CUALESQUIERA SEAN LAS CIRCUNSTANCIAS EN QUE NOS HALLEMOS, NUESTRA FE Y CONVICCION NO DEBERAN JAMAS ALTERARSE.

En este contexto que notamos el incidente que involucró a Udhava, quien fuera una vez a visitar a las gopikass. Pude ver, por sí mismo el amor y la devoción que le profesaban a Krishna, y vuelve hacia El. Relatándole la devoción de las gopikas que había podido observar, Le dice: "Oh Krishna, aunque las suegras se dedican a hostilizarlas y los maridos afilan sus cuchillos y espadas para herirlas, las gopikas no pronuncian palabra ni muestran señales de ansiedad o miedo. Se mantienen firmes, decididas y serenas. ¿Por qué razón hacen esto?". La razón es que Krishna está firmemente implantado en sus corazones y, al igual que un grabado impreso en una hoja de papel, no puede ser separado, ni removido, ni alterado.

En vuestros corazones debería implantarse firmemente el amor, debería llegar a ser parte de ellos. Nuestro amor no debería ser algo que decaiga o que huya de nosotros. Ni debería poder ser descartado, ni debería disiparse ni marchitarse. Deberá ser este amor estable, desinteresado y sublime, el que con propiedad se llame VERDADERO AMOR.

Por medio de tal amor uno podrá alcanzar a Dios, quien es el Amor personificado. Si sondeáramos un poco más profundamente, hasta en las cosas más comunes podríamos entender su sentido. Si desean ver al sol que se levanta en las primeras horas de la mañana, no necesitan recurrir a cosas artificiales, como una linterna o una lámpara. Pueden ver al sol por su propio resplandor, tal como ven la luna por la fresca luz que irradia. Para verlos, no necesitamos de ninguna fuente exterior de luz. De manera similar, si desean lograr este sentido del conocimiento y del amor, los medios que necesitan son solamente el conocimiento y el amor. El amor es fulgor, el amor es, verdaderamente, vuestra vida, el amor es Dios. Por ello deberían esforzarse por obtener a Dios a través del amor. Y es este amor puro el que Dios busca en ustedes.

No obstante, el hombre no entiende la naturaleza de este amor puro, le da diferentes interpretaciones, versiones distorsionadas y se confunde así mismo en este proceso. Los cambios que observa se deben a que su sentido del amor toma diversas formas, nada tiene que ver con el Amor de Dios. Cuando la superficie del agua permanece quieta, pueden ver en ella también quieto el reflejo de la luna. Mas si esa superficie se agita, también el reflejo de la luna se agitará. Si el agua está sucia e impura, también será sucio e impuro el reflejo de la luna en ella.

El caso es que la mugre y la suciedad que ven están en la naturaleza del agua y nada tiene que ver con la luna.

Así también, si nuestro corazón está agitado, aparecería agitado e inestable el Dios que reside dentro. Por ello, si el corazón está lleno de este tamoguna, Dios se les aparece como tamas. En cambio, un corazón que sea sagrado, real, permanente y duradero, les mostrará a Dios en esa misma forma. Porque Dios nada tiene que ver con lo que el individuo lleve en el corazón, ya sea que éste tenga una naturaleza inestable o se mantenga puro y sacro. Porque, dentro de todo, Dios permanece eternamente puro, sacro y noble. Lo que hacemos, empero, es que observamos lo que es el hombre y pintamos a Dios de acuerdo a ello, lo que es un error.

Nuestros pensamientos han de mantenerse puros; deberíamos tener un corazón constante y tener en nosotros todo lo que es noble y, entonces, mirar a Dios. Pero, tes posible lograrlo?

¿Cuál es la ofrenda que hemos de presentarle a Dios? "Oh Señor, te ofrezco ese mismo corazón con que me has dotado. ¿Qué otra cosa te podría dar? ¡Te ofrezco este corazón a través de mi propia intensa y sincera plegaria, Señor! ¡Sé bondadoso y acéptalo! No hay nada nuevo que pueda ofrecerte, de modo que te presento lo que Tú me has dado". Del mismo modo en que se acercan al Ganges y beben de sus aguas y se la ofrecen a Dios al tiempo que pronuncian algunos de Sus nombres, ¡no hacen sino ofrecerle el agua que ya le pertenece! ¡No hay nada vuestro que puedan darle, todo lo que le ofrendan son las mismas cosas que El les ha dado! No tendemos sino a manifestar nuestra propia debilidad cuando nos complacemos en proclamar: "He hecho esto o aquello por Dios". ¡Dios jamás quedará impresionado por tales actos superficiales! Nunca lo atarán con lo que le ofrenden en un sentido materialista de la palabra. El preferirá mirar en el corazón, en el sentimiento que sustenta cada una de vuestras acciones, su motivación.

También no es más que un caso de ilusión de vuestra parte el pensar: "Dios está aquí o Dios está allá". Porque está presente en todas partes. Pero es sólo bajo ciertas circunstancias, en algunos lugares y ante ciertas situaciones, que podemos realizar esta Verdad. Y ello, a su vez, será el índice de nuestro propio sentido de pureza de pronóstico. Cuando una persona de corazón puro se sienta a pensar en Dios y a meditar en El, Dios se muestra ante ella.

Muy a menudo se enfrascan en hablar de que antes, Dios estaba en Shirdi y que ahora está en Puttaparti. Esta es vuestra manera de interpretar los eventos, porque, en todo tiempo, en todo lugar, en todos los puntos, en toda situación y circunstancia, a los ojos de los verdaderos devotos de Sai, Sai ha estado presente. Sólo que tienen que buscarlo con los ojos abiertos. El no es de los que puedan ser influenciados ni seducidos por palabras vacuas, ni gusta de palabras vacuas ni de aseveraciones vacías. El está aquí para que todos vean, perciban y vivencien, en todo momento, bastando con que tengan la 'pureza de corazón y de propósito.

No está allí para ser influenciado o seducido por palabras o por acciones vacuas, mas si los devotos clamaran: "¡Señor Sai, ven en nuestra ayuda y asístenos para cruzar este océano!"; El estará, en verdad, allí, AYUDANDOLOS CON FIRMEZA Y DANDOLES SU APOYO. Mas, ¿qué es este Sai? Sai no es simplemente una persona pequeña y menuda que está aquí. ¡Con sólo mirar en vuestro derredor, ALLI ESTA!

Es parte de la naturaleza de Sai que, en oportunidades, se complazca en hacer bromas, ser alegre y entusiasta; mas en todo lo que haga o diga hay un profundo significado interno. Sin embargo, no todos tienen la capacidad de comprender este significado profundo. De acuerdo ala propia capacidad y al propio poder de percepción, le dan diferentes interpretaciones a lo que Sai dice o hace, o implica. Pero no es sino vuestra propia interpretación la que tratan de sobreponer a estas palabras y acciones de Sai, ya que cada palabra y cada acción de Sai está preñada de sentido y significado, y nunca dejan de tener fuerza y propósito. En todo lo que enuncia existe esta fuerza, esta suprema fuerza de la convicción que ustedes pueden sentir.

Puede que, por el momento, no sean capaces de entender su connotación, pero gradualmente irán logrando percibir el significado. El otro día, por ejemplo, al hablarles, Sai se refirió al tema del límite á los deseos e indicó que El no tiene nada que ver con ese dinero y que, todo lo que han acumulado por esta vía, pueden usarlo ustedes mismos para vuestro propio beneficio. Puede que no sepan respecto de esta Verdad, y estoy haciendo cuestión de ello para grabar en ustedes la Verdad y nada más que la Verdad. Ella es que Sai no siente atracción ni aspiraciones por cosas materiales. Cuando hay perfecta armonía entre los pensamientos, las palabras y las acciones de una persona, se tratará de un hombre de la Verdad. Cuando hay contradicciones entre los pensamientos, las palabras y las acciones de una persona, se tratará de una persona insincera. Este Sai es SATHYA SAI, de modo que la palabra de Sai, el pensamiento de Sai y la acción de Sai estarán siempre en perfecta armonía. Este pensamiento que expresó respecto a los seis millones que fueron acumulados, ¡y no era que quería simplemente impresionarlos!: quería mostrarles en la ACCION, lo que significaba realmente. Y no se trata únicamente de que se me entreguen 6 millones o 60 millones; los descartaría tal como descartaría el céntimo más insignificante... ¡TODO LO QUE SAI ETERNAMENTE PIDE ES UN AMOR PURO E INCONTAMINADO!

A la persona que le entregue este puro amor, Sai está dispuesto a darle todo: ¡SAI SE LE ENTREGARA A SI MISMO A UNA PERSONA ASI! Y desearía ahora que todos aquellos que de tiempo en tiempo son asaltados por las dudas, lo entiendan claramente. La mente del hombre es, por naturaleza, inestable. Debido a este continuo proceso de pensar, la mente tiende a descartar lo que es bueno y noble. Es por ello que Arjuna le dijo lo siguiente a Krishna respecto de la mente: "No cabe duda, Krishna, que la mente es una cosa muy poderosa, puede realmente lograr milagros, pero al mismo tiempo, es de naturaleza vacilante".

Y espero que esta vacilante naturaleza de la mente sea detenida por ustedes, que ejerzan un control estricto sobre ella, y no dejen que sea influenciada por consideraciones superficiales. Por un lado, viven proclamando que Dios es Omnisciente, Omnipotente y Omnipresente, mas por el otro, son apartados por sentimientos de duda. ¡Y ello es más una indicación de debilidad que de fuerza!

Sin importar cuál sea la provocación o la circunstancia, vuestra palabra debería apoyar vuestra convicción. Y si alguien llegara a pronunciar algo que se contradiga con lo que creen, de inmediato tienden a sentirse influenciados. Y, si tienen una mente que se deja influenciar así y que vacila ante la sola mención de algo que no recuerdan haber pensado, ¿de qué serviría ofrendarle esta mente y este corazón a Dios?

Cuando tratan de expresar que hay un Dios, tienen la firme convicción y creencia de que DIOS EXISTE, mas viene alguien y los desafía arguyendo que Dios no existe; entonces debemos tener la fuerza como para enfrentar este reto del otro. Mas ello no es algo que nos llegue del exterior, ¡debe ser vuestro propio sentido de la fe el que nazca desde el interior!

En este mundo hay dos categorías de personas. Una categoría es la que proclama que Dios existe. La segunda es la que dice: "Bien, si Dios existe, ¿me lo puedes mostrar?". Si están negando la existencia de Dios, ¿cómo pueden pedir que se les muestre? ¡No tienen derecho alguno a hacerlo! Si realmente no creen en la existencia de Dios, no tienen derecho a pedir que se les muestre; en lo que a ellos concierne, no hay Dios, y no tienen derecho a presionar a nadie.

¿Cuál es la respuesta que damos? Deberíamos contestar: "Mira, no hay Dios. Eso es lo que tú dices, en tanto que yo digo que Dios existe, y si existe para mí, Zqué derecho tienes a decir que no existe? Puede que tu Dios no exista para ti, pero no tienes derecho a decir que mi Dios no existe". Es ésta la firmeza de propósito y la convicción que deberíamos proyectar en esa situación. Otra respuesta sería: "Si realmente deseas ver a Dios, sígueme. ¿No quieres seguirme, aunque deseas ver a Dios? ¿Cómo es posible? Si realmente deseas verlo, cultiva la fe y sigue tu fe". Yo digo que hay mantequilla en la leche, la otra parte dice: "Muy bien, aquí está la leche, ¡muéstrame la mantequilla!". ¿Cuál es la respuesta que hemos de darle?: "¡Pero, hombre, no tienes más que procesar la leche y allí está la mantequilla para que la veas! Porque, si sigues manteniendo el tiesto con leche en la mano, puedes mirarla todo el tiempo que quieras y nunca sacarás la mantequilla de ella, sólo se descompondrá. Si quieres verla, tienes que llevar a cabo sadhana". Lamentablemente, no hacemos lo que debemos para ver la mantequilla... ¡no obstante queremos obtenerla! Esto es un caso de clara necedad.

En las edades pasadas, había dos pundits en la corte del rey Janaka que se llamaban Panchasika y Disika. Ambos eran eruditos y firmes creyentes. Mas también había personas que podríamos llamar racionalistas y ateos. Y fue que algunos de esta segunda categoría se acercaron a los pundits y les dijeron: "Deseamos entablar un debate con ustedes". Los pundits no deseaban un debate, mas accedieron debido a la presencia del rey. El argumento básico de los racionalistas y los ateos era: "Aquello que ustedes sostienen que existe, nosotros probaremos que no existe". Esto representa un debate sin sentido. Representa también la cumbre de la necedad que se desee refutar a quien sostiene que algo existe. Uno de los eruditos se preparó para entrar en el debate; Panchasika comenzó con la siguiente declaración: "La mujer del rey Janaka es una virtuosa mujer". Los racionalistas, por naturaleza tienden a negativizar una declaración, mas al verse enfrentados con ésta, no encontraron respuesta, de modo que permanecieron en silencio. Entonces, Panchasika expuso su segunda premisa: "Oh hijo, ¿tú eres aquel que le ha nacido a tu padre, no es así?" A esto, el racionalista no supo cómo responder, pues ¡cómo podía argumentar que no era el que había nacido por su padre! Luego, Panchasika expuso su tercera declaración: "Oh hijo, tienes una madre". El racionalista se sintió perturbado nuevamente, porque ¡mal podía decir que no tenía una madre!

Aquí es donde se encuentra la necedad. Pueden entrar en un debate si hay un punto a discutir, ya que cuando las declaraciones son claras y precisas, ¡cómo podría alguien entrar en argumentaciones! ¡Eso es tontería!

Y el mundo de hoy abunda en gente como ésta que se trenza en estas discusiones bizantinas. No saben nada, pero están prestos a argüir. Esto no es sino un pasatiempo para ellos. Se trata de un caso para "pusilánimes" y no necesitamos molestarnos por gente así, no necesitamos entrar en debates. Además, porque nuestro corazón y nuestros pensamientos podrían ser sacudidos.

Aquí hay un pequeño ejemplo. Vamos a visitar a un orfebre, hemos ido vestidos de blanco y, después de haber estado sentados por un rato, nuestras ropas se han ensuciado ya que él sopla con su fuelle, y con ello, también nuestra camisa termina por ensuciarse. De modo que si seguimos buscando la compañía de un orfebre, en el proceso vamos siendo cambiados para peor. Lo mismo sucede si buscamos la compañía de los malos, también somos influenciados. Es por ello que desde tiempos muy antiguos se ha enfatizado la eficacia del satsanga.

Es seguro que debe haber un cierto número de personas que estén pensando: "Sai Baba debe haber acumulado cientos de miles de rupias en nombre del 'límite a los deseos"'. Gente educada, por otro lado, dice: "En el nombre de una organización, Sai Baba está acumulando dinero y una gran fortuna". Mas estas personas pueden clasificarse como ignorantes y necias que no conocen a Sai Baba. Puede que sean educadas, mas de qué les ha servido tanto estudiar y estudiar. Más bien deberían dedicarse al tipo de educación que les puede conferir la inmortalidad.

El estudio y la educación, como les dijera el otro día, no necesariamente significan "saber". Mucha gente educada e intelectual también está sometida a este sentimiento. No puede entender la verdad de que, sin ningún propósito, Sai Baba no se embarcaría en tarea alguna. No dan nada, sin embargo critican a aquellos que se adelantan a ayudar. Por sí mismos no ayudan realmente, y no es lo que importa, pero no toleran a los que están dispuestos a ayudar.

De modo que ahora la voluntad de Sai es abrirles los ojos a estas personas ignorantes y necias. También forma parte de la voluntad de Sai que, a través de una acción correcta, El logrará abrirles los ojos. Asimismo, ellas deberán reconocer la verdad de que todo lo que emprenda Sai es en pro del bienestar y la prosperidad de todo el género humano. Luego de estas palabras, voy a anunciar ahora que todo el dinero que se ha acumulado en relación con el tema del "límite a los deseos", lo voy a devolver a los respectivos estados, como para que ellos, a su vez, puedan distribuir los montos respectivos entre los diferentes distritos y canalizar estos fondos hacia el desarrollo de los diversos proyectos que hayan programado. Cada estado deberá establecer un pequeño comité con este propósito. Estos comités deberían estar constituidos por el presidente estatal y el representante del Trust, como asimismo de unos pocos otros miembros, y ellos deberían supervisar la distribución de este dinero. Incluso podrían depositarlo en el banco y dejar que acumule algo de intereses que puedan ser aplicados a estos proyectos. Esta es mi esperanza.

Es muy probable que, si depositan este dinero en un banco, algún Estado pueda recibir entre 200 y 300 mil rupias al año en intereses únicamente. Con este dinero pueden llevar a cabo cualquier cantidad de actividades de servicio, no tendrán que salir a pedir dinero.

Si además hay gente que se presInte para hacer donaciones y participar en estas actividades, pueden recibirlos y acogerlos entre ustedes. ¡La Organización de Sathya Sai no malgasta ni un mísero céntimo! ¡Hay innumerables trabajadores en nuestra Organización que están preparados incluso a dar sus propias vidas por esta noble causa! La gente que trabaja bajo el emblema de la Organización de Sathya Sai posee una virtud y una nobleza que son incomparables y ejemplares. Muchas organizaciones carecen de gente tan noble. ¡Trabajadores con estos elevados objetivos y que sean puros y virtuosos, se pueden encontrar únicamente en la Organización de Sathya Sai! Hay cientos de miles de trabajadores así en la Organización de Sathya Sai. Y deseo que los presidentes estatales y los demás funcionarios hagan uso de estos inmensos recursos humanos. Si se ofrecen para actuar los presidentes y los demás funcionarios, juntamente con estos incontables trabajadores, se podría cumplir con cualquier tipo de tareas. Todos los que detentan cargos que también estén motivados por un sentido de propósito y de amor, deberían igualmente ofrecerse y sacrificarse, ya que este sacrificio constituirá el principal sustento en sus vidas.

Puede que piensen que sus compromisos de negocios, sus trabajos y otro tipo de actividades son lo que los sustenta... ¡no! Tarde o temprano los abandonarán. El único apoyo permanente que tienen es este seva o servicio. Todas sus actividades no son sino como las nubes, efímeras y siempre en movimiento. Mientras están vivos, pueden ser vuestros el dinero, la fábrica, el negocio; cuando mueren ya no hay nexo alguno entre todos ellos y ustedes. En tanto que el espíritu de sacrificio, el amor y el seva o servicio seguirán con ustedes, incluso después de muertos. Y todo lo que se integre a ustedes y forme parte de ustedes ahora y en el porvenir, constituirá vuestra única posesión verdadera... ¡nada más! Es así que espero que, de hoy en adelante, emprendan estas actividades de servicio con mayor dedicación y esfuerzo.

Deben desarrollar además, el sentimiento de fraternidad entre todos. Debe haber una ecuanimidad de propósito y no deben existir diferencias de opinión. Incluso si llegaran a surgir diferencias, deberán eliminarlas por medio del amor.

Esta unidad es la que representa el sadhana supremo y nuestro ideal. Junto a este sentido de unidad, es importante nuestra pureza innata. Para lograrla es necesario el sacrificio. Sin sacrificio no hay lugar para la pureza y sin pureza no hay propósito de unidad. De modo que tienen CARIDAD, PUREZA y UNIDAD, y las tres juntas les conferirán la DIVINIDAD. Y éstas son las cuatro llamas que han de mostrarle al mundo.

Al hablar de los cuatro Purushartas pensamos en dharma, artha, kama y moksha, mas no son éstos, en realidad, los verdaderos Purushartas; son la caridad, la pureza, la unidad y la Divinidad. Estos son los verdaderos Purushartas, y sin estos aspectos esenciales, la vida carecerá de sentido. ¡Será infructuosa! ¡Será una vida en vano! Es por ello que, como parte de las deliberaciones de esta Conferencia Mundial y de todo lo que se ha hecho en los últimos días, deben llevarse esta lección básica: caridad, pureza, unidad y Divinidad son los hitos que deben buscar y lograr.

Hoy estoy devolviendo estos seis millones de rupias a los Estados, como lo dijera antes, y espero que este dinero se use de la manera indicada. Eso es lo que espero y les bendigo por ello y así le doy fin a este discurso.

Y no se trata únicamente del tema del "límite a los deseos", ya que también fue mucha la gente que hizo donaciones para los programas de alimentación para los pobres, y reunieron miles de rupias. Esto también lo estoy devolviendo. El amor que Me han dado ha llegado hasta Mí... ¡Acepto ese amor, pero no quiero su dinero! El dinero no sobrepasa en valor a este amor. ¡De hecho, no hay nada que pueda tener más valor que el amor! Es así que, juntamente con los montos que se devolverán en concepto del "límite a los deseos", se retornan también las sumas entregadas con el objeto de servir y alimentar a los pobres. Que este dinero lo usen en sus respectivos lugares de origen y obtengan la alegría del propósito cumplido. Espero que logren esta alegría.