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Discursos dados por Sai Baba

21 Discursos 1960 a 1992

21 de nov 1985 (matutino) Estadio Hillview ( no figura en SSS 18 )

Divinas Palabras

( Extraido de Divinas Palabras 1985 I )

Divinas Palabras

21 de Noviembre de 1985

Estadio Hillview

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primer discurso

(Estadio Hillview)

¡Hombre! Dedica tu vida y santifica tu vida en actividades de servicio, que así podrás purificar tu corazón. Empeña toda tu fuerza, toda tu capacidad y todo aquello con lo que cuentas en esta vida, en bien de los demás. Vive tu vida por el bien de los otros y sigue haciendo sella hasta tu último aliento.

¡Encarnaciones del Amor! Esta conferencia ha atraído hacia un solo sitio a gentes de diferentes países, que hablan diferentes idiomas, que visten de distinta manera y que tienen diferentes antecedentes culturales y diferentes tradiciones. En lo exterior, existe esta gran diversidad. No obstante, en el fondo de lo interno se encuentra un principio unificador fundamental y él es Divinidad.

El mundo de hoy está agobiado por muchísimos problemas. Por un lado está el miedo ala guerra, por el otro están paralizados ante el temor a la sequía y la escasez de alimentos. En un frente tienen el egoísmo y en otro, el ansia de poder. Desde esta dirección tienen esta tendencia del hombre a olvidarse de su Divinidad innata y a asumir cualidades demoníacas que lo tornan en un verdadero demonio. Entonces, tienen ideas como los chauvinismos regionales, los problemas financieros y monetarios, las diferencias establecidas en base a casta, credo o re¡igión, las alteraciones producidas por la generación joven... Son muchos los problemas que confrontan al hombre.

Cualquiera sea la dirección en que miren el mundo, sea lo que fuere que perciban, todo les produce una sensación de temor y de angustia. Mas hay una cualidad en el mundo que les puede dar una sensación de seguridad, y ella es el desapego o vairaghya. Este desapego no es sino una cualidad mundana; no obstante, el hombre debería aspirar a comprenderla y entenderla y hacerla parte suya como para que pueda lograr la Realización.

Mientras el cuerpo esté entregado al sentido del ego y ala innata fascinación consigo mismo, no lograrán desvincularse de todas estas posesiones materiales. Y mientras no logren acallar el clamor por las posesiones materiales no lograrán que los abandone el temor.

Aquellos que busquen alcanzar el estado de intrepidez en la forma de este desapego, deberían emprender la senda del advaita, del no dualismo. Y, los que emprendan el camino del advaita deberían, a su vez, tratar de buscar la unidad que le es connatural a esta inmensa diversidad. Los que deseen llegar a esta unidad subyacente, deberán desechar su sentido del apego, su sentido de lo mío y lo tuyo. Los que deseen encontrar este sentido del desapego, que deseen sobreponerse al sentimiento de lo "mío", lo "tuyo" y del "yo", deberían enfrascarse en las Actividades del Servicio, porque el servicio ala sociedad es lo que le confiere al hombre esta plenitud de la existencia. Lo hace expandirse hasta la Divinidad y lo hace realizar su propia naturaleza. Es por ello que esta idea del servicio ala sociedad no ha de tomarse como una cosa cualquiera, porque únicamente el que posea !a pureza del corazón podrá aprehender el significado interno de la sagrada idea que se esconde tras este servicio.

Si desean purificar y limpiar sus corazones, deberán reflexionar respecto de la acción o karma. El tipo de acciones que llevemos a cabo hoy en día determinarán lo que será el futuro. Y las transformaciones que estemos produciendo hoy se convertirán en parte de nuestra naturaleza de mañana. Los hábitos de hoy se vuelven nuestra naturaleza de mañana y nuestra naturaleza de hoy constituirá el destino que nos espere mañana. De modo que, invariablemente, ¡nuestro destino está en nuestras manos! El tipo de acción que realicemos determinará nuestro futuro destino.

Ya sea que alcancemos nuestro destino o que nos quedemos en el camino, la vida está en nuestras propias manos, en la forma de karma. Y es también gracias a esta idea del karma o acción que la vida tiene un sentido. El tipo de nacimiento determina el dharma y este dharma, a su vez determina nuestra meta. Y se debe a ello que estas ideas de karma, nacimiento, vida y destino estén realmente a nuestro alcance.

Por otra parte, en estas ideas de actuar o karma se inscribe un concepto denominado utulam. Este término significa en sánscrito "uno que ha experimentado el estado de Atman". A ello se une también otro sentido. En el Bhagavatha, en el 7° episodio, se encuentra el siguiente concepto respecto de lo que ustedes asocian con karma o acción: el hecho de que la acción es la que tiende a determinar nuestro nacimiento.

Vemos que estos seres ,laya y Vijaya, que son los guardianes de la entrada a la Morada Celestial del Señor, tuvieron que nacer como demonios. ¿Cuál podría haber sido la razón? La causa por la que tuvieron que asumir la forma de demonios fue que se volvieron en contra de las leyes y preceptos de los seres divinos y santos, incurriendo con ello en su enojo. Y fue así que Jaya y Vijaya, que una vez residieran en el Vaikunta o Cielo, tuvieron que renacer como "rakshasas" o demonios, lo que se debió, principalmente, a su propio sentido del ego que los llevó a realizar acciones que, luego, determinaron el tipo de nacimiento. El caso contrario lo representa Prahlada, quien, si bien se inscribía plenamente en el plan demoníaco ya que había nacido de un rakshasa, obedeció y se atuvo a los mandamientos de los mayores y, gracias a ello, llevó una vida plena de santidad y virtud. Esto es lo que cosecha todo el que sigue este camino. De modo que deben entender que todo lo que experimenten, ya sea para bien o para mal, es responsabilidad solamente de sus acciones.

El hombre se lanza a la acción siguiendo el impulso de sus sentidos, mas no entiende que está totalmente sumido en su acción y que se está asegurando plenamente la experiencia que ella le depare.

A nadie en este mundo le resulta posible desechar esta idea de "hacer" algo. Siendo éste el caso, todos y cada uno deberían preguntarse: "¿Qué es lo que debemos hacer ante todo y en primer lugar?". Pues para que podamos ver la unidad en esta inmensa diversidad, deberemos asumir algunas tareas y actuar. Sólo esta circunstancia hace que uno pueda santificar su existencia.

Un acto desinteresado, por insignificante que sea, puede acarrearles insospechados beneficios. Si no poseen un corazón tierno y si carecen de espíritu de sacrificio, de tolerancia y de resignación, nada de lo que hagan, por magnífico y elevado que sea, tendrá algún significado. Lo poco que hagan llevados por un sentimiento de simpatía, les hace recibir amistad. Y en la vida de uno el concepto de la amistad reviste gran importancia.

Se ha dicho que se logra la liberación o moksha sólo en la convivencia. En los preceptos védicos se declara que juntos podremos hacer algo, que juntos hemos de luchar. ¡Juntos hemos de vivir! Este es el significado interno de este mandamiento védico. Existe una impresión equivocada, ya desde tiempos antiguos, que los Vedas han tomado formas diversas y contradictorias y que, debido a ello, han conducido a la humanidad por caminos de división y de diferenciaciones. ¡No es ése el caso! Los Vedas son ilimitados, su sentido interno es pleno y les da un cuadro total. En ellos no hay lugar para divisiones o diferenciaciones.

En el Purusha Sukta, por ejemplo, se ha declarado de manera categórica que Dios es, en verdad, este vasto conglomerado de individuos, el género humano todo. La sociedad que los rodea es, en verdad, Dios, y vuestra tarea primordial es la de servir a Dios en ella. Es así que el servicio ala sociedad es verdaderamente servicio a Dios, y es esto lo que deberíamos sentir. Deberíamos afincarnos en esta convicción, mas el hombre se ha entregado hoy en día a pensar de diferentes maneras, tergiversando con propósitos erróneos aquello que le ha sido legado.

El hombre forma parte de la sociedad, pero tiende a extralimitarse escudriñando en busca de faltas, aunque no estén allí. De todas las características que uno tiene, la más malvada es la de tratar de descubrir los defectos de los demás. Tienden a ignorar los defectos en sí mismos, pero los buscan en otros y luego tratan de menoscabarlos y ponerlos en ridículo.

En este contexto fue que Jesucristo dijera: "Hombre, remueve primero la viga que hay en tu ojo, antes de ver la paja en el ojo ajeno". Vamana también dijo: "Aquel que quiere descubrir los defectos en los demás no piensa en los defectos propios". Si desean señalar los defectos de otros, deben reconocer ante todo los propios. Aquel que está libre de defectos tiene el derecho de señalar los de los otros. Mas ésta es una tendencia maligna y en nuestra organización nos esforzamos por no ver los defectos que puedan tener otros. Es como si al mirar a los devotos pensaran en exhibicionismo. Si algún devoto luce un buen traje, decimos que se está tratando de lucir. Así también, si una persona permanece en silencio, decimos que carece de inteligencia, en tanto que si una persona habla, decimos que es una cotorra... Es así que los malvados sólo buscan ver los defectos en cualquier cosa.

Es por ello que se dice: "Así como les cabe en suerte a estos seres de mente malévola buscar los defectos en otros, también está en la naturaleza del perro el desenterrar huesos". Una vez que estos rasgos negativos entran en el hombre, su mente misma se vuelve malévola. Tal como cuando una enredadera cubre y tapa la visión del árbol junto al cual buscó protección, estos rasgos negativos crecen en torno al hombre y ocultan su naturaleza a la mirada exterior.

En nuestro corazón no debería haber cabida para todo lo malo y lo perverso. No deberíamos herir ni dañar nunca los sentimientos de otros a través de nuestras palabras de crítica. No deberíamos hablar despectivamente de otros. Y, aun cuando alguien se goce de ello, no debemos prestarle oído. Porque tanto el que habla así como el que le escucha corren el riesgo de hacer que sus corazones se corrompan. El verdadero sadhana implica también el hecho de que tratemos de dominar estas tendencias en nuestras vidas diarias.

No hay nada de malo si no llegan a hacer japa ni a sentarse en dhyana ni a entonar bhajans. Porque aunque se lo pasen en japa, dhyana o bhajans, albergando malos pensamientos respecto de otros, ello no podrá considerarse verdadera devoción. Tanto el criticar a otros o el escuchar la crítica en contra de otros son actitudes malas e indeseables. Es por ello que, ya en muchas oportunidades en el pasado, les di a conocer algunas cosas.

Rama, quien era el parangón de las virtudes, quien era todo Santidad y Divinidad, fue víctima de las historias que inventó Mandara sobre este dechado de nobleza. Y bien, ¿qué sucedió con Mandara, la que se entregó a este tipo de habladurías y con Kaika, que le prestaba oídos? ¿Han sabido de alguna mujer que hoy en día use el nombre de Mandara o de Kaika? Ello nos muestra que jamás deberemos llegar a ser como ellas. También los malvados Kauravas gastaron todas sus energías en ridiculizar, desprestigiar y criticar a los nobles e ideales Pandavas. Al final, ¿qué sucedió con los Kauravas? ¿Hay algún hombre que desee ser nombrado por ellos? En esta mundana existencia nuestra tenemos numerosos ejemplos que nos muestran estos rasgos negativos.

Lo que se sitúa más allá, la Divinidad, carece de toda egolatría. Esta Divinidad que carece totalmente de egolatría, que es toda desinterés y altruismo, es algo cuya naturaleza no entendemos y que no podemos comprender, y en el proceso tendemos a perder de vista nuestra propia vida. Se dice que el árbol no come sus propios frutos. ¿En bien de quién, entonces, tiene estas flores y frutos? Así tampoco la vaca bebe su propia leche, la leche es para otros; y el río no bebe de sus propias aguas: ellas fluyen en beneficio y por el bien de otros. Un árbol puede estar cargado de frutos, pero no los aprovecha para sí; el río puede estar rebosante de agua, pero no la aprovecha para sí; tampoco la vaca bebe de su propia leche. De manera similar, el Dios Supremo que lo tiene todo en Sí y de nada carece, lo hace todo en bien de otros y no para Sí Mismo. No obstante, el hombre no centra su confianza en esta desinteresada entidad llamada Dios, sino confía en sus congéneres... ¡Y el resultado es el desastre! 2Y qué solución habría para estos problemas?

Piensen bien y actúen bien, la real quintaesencia de todos los Puranas y los Sastras está contenida en estas palabras. Y ello, a su vez, les confiere rasgos nobles y positivos. Esta bondad innata se puede mostrar en la forma de compasión, misericordia y resignación.

Cada persona debería aspirar a asegurarse estas cualidades. El carácter es nuestro aliento vital, representa la vida, y ésta es la idea que deberíamos plantearle a los demás. La única solución para todos los problemas que angustian al hombre de hoy es: ¡vuélvete desinteresado!

Además, hoy no hay gestos de amor en parte alguna, ésta es la causa principal de todos estos problemas. Entre un individuo y otro imperan tendencias como el odio y la envidia. ¡Y no pueden llegar a enfrentarse cara a cara con Dios sin un asomo de amor!

La solución para todos estos problemas es ¡EL AMOR Y SOLO EL AMOR! Y el hombre se ha aprisionado en este templo de las tinieblas, ha extraviado el camino, se ha vuelto egoísta, se ha envenenado a sí mismo y se ha apartado por sí mismo de Dios.

Corre tras placeres efímeros y efímeras fuentes de alegría, aunque se atreve a decir: "Estoy tratando de refrenar mis sentidos".

Ahora hoy en día, los sadhakas se pueden reconocer por el hecho de que persisten en hacer una serie de cosas, ¡sin saber lo que están haciendo! Hacen japa, dhyana o bhajans y se comportan como si fueran devotos. Todo ello está muy bien, pero no hay que olvidar que, mientras hacemos todo eso, el objetivo último es el de PONERLE FRENO A NUESTROS SENTIDOS. ¡Sin esta idea del control de los sentidos, de nada sirve dedicarse a todo lo demás!

El que ha llegado a concretar esta idea del control de los sentidos es llamado sakshara en las Upanishads. Este término se refiere a quien ha llegado a controlar sus sentidos. Ello también se denomina dama, y el que ha logrado este dama para sí puede alcanzar la Divinidad.

No obstante, hoy en día vamos en contra de esta idea del dama. Esta misma palabra, leída de atrás hacia adelante indica mada u orgullo. Esta es una característica malévola y demoníaca. En tanto tengan este moda jamás podrán alcanzar la Divinidad. Habría que dominar primero a este sentido del ego. Sin perseguir a este ideal del dama, no importa cuántas cosas hagan como sadhana, porque jamás lograrán llegar a la meta.

Con el objeto de cuidar las fronteras de un país se estaciona a un grupo de soldados que las custodian y aseguran que ningún enemigo ha de cruzar por allí. Un buen día, alguien cruzó la frontera. De inmediato un soldado le gritó a su superior: "¡Señor, señor, he apresado a un ladrón!". El oficial gritó: "¡Tráemelo!". El soldado gritó nuevamente: "¡Señor, este hombre se rehúsa a ir hacia allá!". Entonces, el oficial le gritó: "¡Bien, en ese caso átalo a un árbol y ven a reportarte!". Y el soldado respondió: "¡Señor, no me deja ir, me ha apresado!".

La cuestión básica es quién apresó a quién: ¿Apresó el soldado al ladrón o el ladrón al soldado?... Y, ¿quiénes son los ladrones de hoy? Estos seis malévolos bandoleros son kama, krodha, lobha y sus afines. Ellos nos han apresado en la actualidad, y si le gritamos al superior, ¿de qué nos sirve?

La moraleja es que deberíamos empeñarnos en entender qué es lo que debemos hacer primero, de modo que, para llegar a controlar los sentidos, debemos llevar a cabo sadhana. Cuando experimentamos enojo u odio debemos tratar de dominarlos. En todo lo que hagamos debemos ser modelos e ideales para los que nos rodean. Sea lo que fuere que otra persona diga, debemos OLVIDAR y PERDONAR, y seguir adelante ocupados de nuestras cosas.

Si alguien los critica y ustedes lo critican a su vez, ¿en qué serían superiores a él? Saben que ciertas cosas son negativas y, sin embargo, continúan haciéndolas; ¿siguen, entonces, los dictados del dharma? Si otro cae en algo que consideramos una gran injusticia, debemos velar por que no cometamos los mismos errores. Cuando repetimos los mismos errores de otros, no tenemos derecho a hablarles a ellos al respecto. De modo que los trabajadores funcionarios de la Organización de Seva de Sathya Sai, al asumir esta tarea de servir a la sociedad, deben velar por no buscar defectos en otros, y no repetir lo que otros, por error, hagan.

Tampoco ustedes entienden la naturaleza de Sathya Sai. Traten de comprenderla y de entender lo que Sai representa, y de conducirse de acuerdo a ello. Encarnaciones del amor: El tiempo ha pasado muy rápidamente y ustedes están soportando estos poderosos rayos del sol, y si están sufriendo así al sol, no está bien que los retenga más tiempo. Todos nos reuniremos nuevamente en la tarde para continuar con nuestra conversación. Voy a concluir mi discurso ahora. Debemos tratar de buscar los medios para ponerle fin a nuestros problemas. En la tarde de hoy discutiremos algunas cosas correspondientes a este aspecto.


Traduccion Herta Pfeifer