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Discursos dados por Sai Baba

34 Disc. en 1984 sobre Bhagavad Gita, caps. 12 y 2

04/09/84 d-23 Que todo les satisfaga, así ganarán el amor de Dios

4 de Setiembre de 1984

Prashanti Nilayam

  

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El entendimiento básico que subyace en todo el Samkhya Yoga es lo siguiente: sólo lo que tiene nacimiento tiene muerte. Y sólo lo que tiene nacimiento y muerte también sufre seis modificaciones, que son las siguientes: nacimiento, crecimiento, desarrollo, decadencia, vejez y muerte. No obstante, si no nace tampoco tienen lugar las modificaciones. ¿Qué es aquello que no tiene nacimiento? ¡Atma! Atma es No nacido. Atma no sufre modificaciones. Atma no muere. Es permanente, inmutable, eterno, no cambia, carece de atributos. Eso es nuestra verdadera naturaleza. Sólo el cuerpo tiene nacimiento, sólo el cuerpo pasa por las seis modificaciones y sólo el cuerpo muere. En cambio, el Morador del cuerpo, el Dehi, permanece inafectado por todos estos cambios que sufre el cuerpo. Y ese Morador interno es Atma. Ese Morador interno es Nirmaya, el carente de Mãyã, el libre de ilusión. Una vez que entendamos el Principio de Atma, reconoceremos la impermanencia de todo lo demás. Es por ello que cada hombre debería reconocer este Principio Atmico.

Uno no debe estimular la proliferación de deseos. Es mejor contentarse con lo que uno tiene. El Gita Acharya ha declarado en el capítulo dedicado al Bhakti Yoga que existen 26 cualidades que debería tener un devoto y que harán que el Señor lo quiera. De todas ellas, el contentamiento sobresale como una de las características más importantes del devoto. Un Sadhaka no debería albergar el deseo por los goces del mundo. Habiendo visto y experimentado tantos tipos de lujos de cosas sensoriales sin haber logrado paz ni plenitud, uno debería contentarse con lo que tiene, considerando lo que uno ya posee como todo lo que se necesita.

El corazón de aquel que no está contento se puede comparar con una cesta de mimbre llena de agujeros. Si trataran de sacar agua del pozo con esta cesta de mimbre, toda el agua se escurriría por los agujeros antes de llegar a la boca del pozo . No quedará ni una gota en la cesta para calmar la sed. De manera similar, cualquier persona que sea acosada por numerosos deseos y por los tormentos de la codicia se encontrará con que todo su contento se habrá escurrido antes mismo de que pueda gozar del cumplimiento de sus deseos. Todo contento se habrá desvanecido de su corazón y habrá quedado solamente el descontento. Porque los deseos engendran cada vez más deseos.

Una persona que no tiene nada se sentirá feliz y contenta al recibir 100 rupias. Pero una vez que las ha recibido, la misma persona pensará en lo bueno que sería si pudiera recibir 1000 rupias. Si, por ventura, recibiera las 1000 rupias, deseará tener miles de rupias y luego aspiraría a ser un terrateniente. De terrateniente querrá llegar a ser rey, gobernante. Y del estado de rey deseará alcanzar el estado de Madhavatva, la Deidad. Mas uno jamás podrá lograr el estado de Madhavatva con ayuda del dinero y la riqueza. Entretanto y mientras los deseos del hombre pasan de todo límite, este se siente cada vez más descontento, de modo que toda su fortuna no le habrá proporcionado en absoluto algo de paz interior. Un individuo debe llegar a encontrar el método para lograr el contento con lo que tenga, con el dinero que logre o que pueda lograr. La responsabilidad de cada individuo es el de cuidar de la fortuna y las posesiones que haya recibido por la Gracia de Dios y de estar contento con ellas.

Todos alabamos a Dios, pero lo que es mucho más importante es que Dios nos alabe a nosotros. Declaramos nuestro amor por Dios, pero debemos descubrir si Dios ha declarado Su Amor por nosotros. Creemos que Dios es nuestro, pero lo más importante de lo que Dios nos dice es: "Ustedes son Míos". Supongamos que le enviamos una carta certificada a una persona. Sólo cuando hayamos recibido el acuse de recepción de la persona en cuestión podremos sentir que nuestra acción de enviar la carta ha sido completada. El decir simplemente que Dios es grande se puede comparar al envío de la carta certificada. Sólo cuando recibimos la confirmación de Dios: “Si, tú también eres grande”, tendremos la sensación del contento y habremos logrado la plenitud. Debe llegarnos una palabra de Él, diciendo: “Tú eres mío” “Tú me eres caro".

Este es el tesoro perdurable. Para lograr este resultado, cada Sadhaka deberá emprender una serie de prácticas espirituales. Si no hemos obtenido este resultado al final, todos nuestros esfuerzos y nuestro Sadhana habrán sido en vano. La esperanza, la expectativa y el fruto de todas las prácticas espirituales que emprendemos es llegar a recibir del Señor la siguiente declaración: “¡Amado, eres mío!” Arjuna recibió esta confirmación. Puede que él haya albergado un gran número de deseos, mas renunció a todos ellos y a todos sus requerimientos y se rindió por entero al Señor. Dijo Arjuna: Swami, “Tú lo eres todo para mí, ¡soy tuyo!” Desde ese instante en adelante se hizo merecedor para recibir Su Gracia. Es eso lo que todos debemos alcanzar, ello es la única meta, el único objetivo, el único propósito: la finalidad de nuestra vida es el llegar a merecer Su Gracia.

Cuando una persona quiere viajar al extranjero, por muy educada que sea, por alta que sea su posición en la sociedad, por grande que sea su fortuna, por importantes que sean sus funciones, de todos modos le será necesario tener un pasaporte para poder viajar. Una persona puede declarar: Soy catedrático, o soy inmensamente rico, o soy un gran terrateniente ... deseo tener un pasaporte. .. No obstante, ¿se le entregará un pasaporte sólo por pedirlo así? Todas estas cosas pueden representar logros y éxitos personales, mas si quieren viajar al extranjero hay un procedimiento específico que se debe seguir. En este procedimiento no se hacen diferencias entre la persona educada y la carente de instrucción, entre la persona pudiente y la menesterosa. Incluso para una cosa tan nimia como el viajar a cualquier parte ya sea por tren, por autobús o por avión, a nadie le importará cuales son los logros o la posición que hayan alcanzado: en tanto tengan su pasaje, nadie les preguntará si son ricos, educados o importantes. Los encargados se satisfarán únicamente con revisar sus pasajes y les llevarán hasta el destino que hayan elegido. Si carecen del pasaje, no podrán viajar ni con todos los pergaminos y credenciales que presenten.

De manera similar, si desean entrar en el Reino de la Liberación, deberán contar con la Gracia de Dios, únicamente con ella podrán ganarse el ingreso; ella representa vuestro pasaporte. Sin embargo, una vez que se tiene el pasaporte puede que uno necesite aún otras cosas, como por ejemplo una visa. La visa es lo que les da el derecho de entrar al país de destino. Además de la Gracia de Dios, también deben asegurarse la Gracia del Ser interior, del Antarãtman [1]. Puede que el dador esté pronto a dar, pero el receptor del regalo también debería estar capacitado para recibirlo. Si desean entrar en el Reino de la Liberación deben tener el Amor de Dios y haber obtenido como Sadhakas, el mérito de vuestro Sadhana. Sólo cuando estos dos se unan, podrán obtener la liberación.

El Bhagavad Gita enseña que toda persona que desee entrar al Reino de la Liberación y lograr Moksha, deberá adquirir las 26 virtudes. Sin embargo, también puede calificar para ello con la adquisición de una sola. De todas ellas, la más importante es el contentamiento. Aquel que no posee contentamiento, no podrá tener alegría, felicidad ni paz. Únicamente aquel que lo ha logrado es grande. Swami a menudo preguntará: ¿Quién es el hombre más grande en este mundo? Y la respuesta es: "Aquel que siempre se siente satisfecho y contento”. De modo que es esta satisfacción y este contentamiento lo que debemos cultivar dentro de nosotros.

No debemos extraviarnos en el mundo por aspirar a alegrías efímeras, riqueza transitoria y lujos y posición pasajeros. Mientras estamos vivos podemos gozar de las alegrías que aparecen en nuestro camino. Mientras mantengamos todavía algunos apegos al cuerpo, tendremos algunos apegos por un lugar o un país. Mientras mantengamos esta asociación con los cinco grandes elementos, tendremos que cuidar del cuerpo que consiste precisamente de esos cinco elementos. Pero no deberíamos malgastar ni nuestro tiempo ni nuestro cuerpo estancándonos en estas cosas. Deberíamos recordar siempre la meta. Veamos una pequeña ilustración.

Había una vez un hombre muy rico que había viajado por todo el mundo. Un buen día resolvió construir una casa que no tuviera igual, una casa de tal grandeza como nadie hubiera visto o imaginado antes. Tal mansión jamás habría sido vista, ni pensada ni soñada por nadie. Y decidió edificar esta estructura permanente y única aunque le costara una fortuna. Para este propósito fueron convocados ingenieros y arquitectos de todas partes del mundo. Finalmente, completó su bella mansión y logró la casa que satisfacía a todo el mundo desde todo punto de vista. Miles vinieron a admirarla, y el dueño hizo todos los preparativos para realizar una grandiosa inauguración. Antes de esta inauguración volvió a llamar a numerosos ingenieros y expertos para preguntarles si le encontraban algún defecto, por pequeño que este fuera, en la construcción. Nadie pudo encontrar ningún detalle de imperfección, todo parecía perfecto."

Invitó a todo tipo de gente a la fiesta, a los ricos y poderosos y a altos funcionarios. Invitó a grandes Rishis para solicitarles su bendición. Entre los invitados también se encontraban una serie de Stithaprajnas [2]. Se llevaron a cabo todo tipo de preparativos para alojarlos. Luego de tenerlos reunidos, les rogó: A todos les pido humildemente que me hagan saber si encuentran algún defecto o inconveniente en esta morada. Los ingenieros presentes declararon: ¡Quién podría atreverse a señalar una sola falta en este magnífico edificio! ¡Es absolutamente perfecto, grandioso, magnífico único y moderno! En este punto un Yogui parado en un rincón, se adelantó y se dirigió al dueño para decirle: Estimado señor, veo que hay dos defectos mayores en este edificio. Toda la concurrencia quedó asombradísima y mostró gran curiosidad por saber a qué se refería. El rico dueño de casa juntó sus manos suplicante y le dijo al Mahatma: Swami, dime por favor cuales son los defectos que has detectado. Todos esperamos ansiosos tu respuesta. El Yogui contestó: Oh poderoso señor, el corregir estos defectos no está a tu alcance.  

Uno de los defectos es que este edificio se derrumbará y quedará absolutamente destruido con el paso del tiempo. Y es un defecto que no puede ser corregido. El segundo defecto es que la persona que lo construyó también perecerá. Tampoco esto se puede alterar, aunque sí se puede postergar por un breve período de tiempo. Al no darse cuenta de estas verdades, usted cree que ha llevado a cabo algo grande y que su logro es perfecto, pero son estos los defectos que prevalecerán al final.

Este es el estado de las cosas respecto de quienes se olvidan de la muerte y que piensan que van a ser permanentes. Sólo aquella persona que se mantiene consciente respecto a la entidad permanente Atman, tendrá alegría, felicidad y contentamiento. Y cuando tengan eso, tendrán una mansión que será la mansión del mismo Atman, con la que jamás nada se podrá comparar. Contrariamente a las mansiones que encontramos en el mundo, esta es perfecta, perdurable y libre de defectos. Por ello debemos reconocer la verdad de que en este mundo todo es impermanente. Debemos mantener nuestra visión y nuestra concentración en el permanente Atman y llevar a cabo nuestro Sadhana para alcanzarlo.

Fue en base a esto que Krishna le dijo a Arjuna: "Arjuna, piensas que vas a matar a algunas personas, pero eso es un sentimiento equivocado. Eres una entidad permanente y aquellos a quienes piensas que vas a matar también son la misma entidad permanente. El principio que encarnas está asociado a Atman. Atman no nace. Atman no muere". Sólo si entendemos y practicamos esta verdad estaremos siguiendo las enseñanzas entregadas en el Samkhya Yoga. Krishna dijo: "Tú no eres el que va a morir ni eres el que va a matar. Así tampoco morirá ni matará otra gente que conoces. Esto es algo que debes entender claramente. Arjuna, reconoce el significado más profundo de estos principios y, mientras estés vivo, cumple como corresponda con todos tus deberes”. Entonces Arjuna dijo: "Krishna, no tengo deseo alguno, ni siquiera estoy interesado en el cielo”. Mas Krishna le preguntó: "Arjuna, ¿dices esto porque has entendido las verdades que se esconden tras la existencia corporal o porque eres un tímido cobarde y la debilidad se ha enseñoreado de ti?"

Las palabras que se pronuncian con un sentido de apego a los parientes y con la sensación de que eres tú el que los va a matar son palabras que no se vinculan a Atman. En cambio, si reconoces la verdad del Principio de Atman, tomando conciencia de su naturaleza permanente, de que no puede haber en él ni defectos ni mácula de ningún tipo, no podrán entrar en tu mente elementos perturbadores de ningún tipo ni habrá duda alguna que nuble tu entendimiento.

Todo esto es lo que se enseña en el capítulo sobre el Samkhya Yoga del Bhagavad Gita y es algo que debe ser comprendido en su significado interno. No hay nadie que no acepte de inmediato y de manera literal estos enunciados respecto a que uno no mata y que uno no es muerto, sin preocuparse del sentido más profundo que se relaciona con el Principio de Atma. Si se preguntan sobre cómo van a practicar estas enseñanzas y observan para ver como son aplicadas por otros, se darán cuenta que la gente no las practica en absoluto, aunque repita estos planteamientos e incluso aleccione a otros sobre estos principios. Veamos un breve ejemplo.

Había una vez un cazador, un hombre malo y perverso que había dado muerte a un gran número de animales. Su hábito de matar pronto se extendió también hacia seres humanos. Empezó a asesinar a toda persona que se ponía a su alcance, como para poder robarle aquello que traía consigo. Cuando fue apresado y convicto, el juez decidió condenarle a muerte en la horca como castigo por todos los crímenes que había cometido. Se anunció que la sentencia se leería en la Corte al día siguiente. Cuando fue traído a presencia del magistrado para escuchar la lectura de su sentencia, el criminal llevaba consigo un ejemplar del Bhagavad Gita que mantenía en un bolsillo.

Luego de escuchar la sentencia del juez, el criminal se dirigió a él y le espetó de manera descarada: Usía, ¿por qué me inflige una pena tan drástica? El juez le respondió: "La sentencia se ha dictado debido a que has dado muerte a mucha gente inocente. Entonces el bandido sacó de su bolsillo el Bhagavad Gita y se lo mostró al magistrado, diciendo: "De acuerdo a esta sagrada escritura, Usía, no soy el que le ha dado muerte a esa gente, ni ella ha sido muerta. Y agregó desvergonzadamente: "¡Cómo puede Usía negar lo que Dios mismo ha declarado! El juez que era al menos tan sagaz como ese hombre, le contestó imperturbable y sin vacilaciones: "Si, es muy cierto que no has dado muerte a ninguna de esas personas y que ninguna de ellas ha muerto. Así tampoco, de acuerdo a mi sentencia, yo tampoco estoy matándote ni vas a morir. Sin embargo, estarás listo para recibir tu castigo mañana, a las 7 de la mañana".

No podemos hacer uso del Bhagavad Gita para alterar las circunstancias como para adecuarlas a nuestra propia conveniencia. Debemos practicar las verdades que encierran estos enunciados, luego de haber comprendido su significado interno. El Bhagavad Gita no representa una enseñanza dirigida exclusivamente a Arjuna, sino implica un sagrado Dharma valedero para toda la gente que nace en la tierra.

El Gita fue entregado para todo el mundo utilizando a Arjuna como instrumento. Arjuna se yergue como representante de todo el género humano y es por ello que la totalidad de las Enseñanzas que se le entregan es aplicable a la humanidad en general. Para seguir estas Enseñanzas debemos proceder a reducir gradualmente nuestros deseos y exigencias y llegar a entender el Principio de Atman para alcanzar, por este medio, el estado del contentamiento".

Los Sadhakas deberán comenzar por hacer el examen de sus vidas diarias para comprobar si están practicando estas verdades en sus actividades de cada día. Las verdades más profundas deben ser experienciadas directamente, ya que se irán revelando bajo diversas circunstancias de nuestras vidas cotidianas. No nos será posible vivenciar las verdades que encierran los 700 Slokas del Gita por el mero proceso de memorizarlas. Debemos comprender claramente las cualidades que deben ser llevadas a la práctica en el cumplimiento de nuestros deberes diarios; debemos reconocer la forma en que estas 26 cualidades nos ayudarán a alcanzar nuestra meta y proceder, entonces, a aplicarlas en nuestra vida".

El punto principal de la lección de hoy es el que debemos mantener nuestros deseos y nuestra codicia bajo control, para poder alcanzar así el estado de contentamiento y, también, que debemos realizar todos los esfuerzos necesarios para merecer el Amor de Dios. No sirve de mucho el que nos conformemos meramente con amar al Señor.

Deben saber cómo ganarse Su Amor y hacer que Su Gracia se dirija hacia ustedes. De nada vale que griten y proclamen que Dios es vuestro, deben aspirar a oírle decir a

El que son Suyos. Esto es lo que hay que alcanzar. Esto es lo que hay que lograr.

Comiencen a desarrollar desde este mismo momento las cualidades que provoquen una tal declaración del Señor y santifiquen sus vidas por este medio. Ya discutiremos más adelante estas cualidades en detalle.

Notas del revisor :

[1] Antarãtman (NR) : El ‘Sí-mismo’ interior, la chispa divina; la instancia que evalúa todas las experiencias, desarrolla el conocimiento espiritual y eventualmente alcanza la realización divina. El Yo interno, alma, corazón. El Antarãtman Sadhana es la práctica concerniente a la profunda búsqueda del autoconocimiento, saber ‘Quién Soy yo’.

[2] Stithaprajna (NR) : Aquel que disfruta de este perfecto control sobre los órganos sensoriales es descrito como un Stithaprajna. El considerar con igual actitud mental la alegría y el pesar, el calor y el frío, la ganancia y la pérdida, el honor y el deshonor, y el establecerse en la identidad de la Realidad, representan las características de un Stithaprajna.  ( SaiBabaDice.org/texto/1840823 )


Traduccion Herta Pfeifer

Revision Marcos Erize