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Discursos dados por Sai Baba

10 de jul 1968 Compartiendo el amor - Kampala

Mensaje a Voluntarios en Kampala

Mensaje a Voluntarios en Kampala

10 de Julio de 1968

Durante los últimos diez días, han trabajado ustedes sin descanso, proveyendo los medios para que miles de personas en esta ciudad tuviera Darshan y concurrieran a los encuentros y reuniones. No tenían experiencia de servicio como voluntarios en tales reuniones masivas o para atender semejante flujo de visitantes, pero, aun así, han cumplido bien. Esto se debe a la devoción, entusiasmo y al respeto mutuo que ustedes tienen.

El tiempo es el principio básico de la existencia. Desde el nacimiento hasta la muerte, uno trata con el Tiempo. Trata con el tiempo, usa el tiempo, hace mal uso del tiempo y gana a través del tiempo, la entidad sin tiempo. Para ganar lo sin tiempo, en el corto lapso que ustedes tienen, la Gracia de Dios -que está por encima del tiempo- es esencial. El nacimiento es una oportunidad para escapar a futuros nacimientos, si se llega a la fusión final. La vida es otro nombre que tiene el esfuerzo por conocer la Verdad. Y este "voluntariado" es sólo un medio para tal fin. Cualquier trabajo que se haga, sin mirar los beneficios de ahí en más, con intenso amor inegoísta, es un medio para alcanzar la Verdad. El servicio a otros remueve el apego por el ego, además confiere dicha, dicha de una naturaleza altamente satisfactoria.

Hanuman es un buen ejemplo de "voluntario" cabal, la persona dedicada a la más elevada forma de servicio. Tenía una fuerza física tremenda, fuerza como para llevar montañas en la palma de su mano. Tenía el preciado tesoro de la sabiduría, virtud y gracia, en un grado superlativo. Pero, así y todo, era el supremo sirviente de Dios. Saltó a través del mar y estuvo de pie, desafiante, ante el trono de Ravana, el poderoso líder de los demonios. Cuando se le preguntaba quién era, no se relacionaba con sus logros sobrehumanos o con sus proezas personales, sino que se presentaba como "¡el servidor de Rama!". Cuando Rama una vez le preguntó qué deseaba, ya que él podía darle todas las cosas que un hombre podía pretender, sólo pidió esto: "Dame la oportunidad de servirte sin interrupción".

Krishna también dejó sentado un gran ejemplo de servicio. Aunque Él es el Avatar del Señor, el Señor mismo, el Maestro de los mundos, el Arquitecto, el Guía, el Guardián, estuvo de acuerdo en actuar como conductor del carruaje de Arjuna, bañaba los caballos, atendía sus heridas, los alimentaba y enjaezaba. Todo esto es un ejemplo para el hombre que se está arruinando a sí mismo al desarrollar una cabeza henchida, llena de su propia importancia.

Han tenido ahora esta exaltada experiencia de servicio. Retengan este entrenamiento y dicha. Desarrollen esto, utilicen tal habilidad para servir a otros, no sólo cuando se realicen grandes encuentros, sino, aun en los días ordinarios, en lugares recónditos, donde quiera que se hallen, cualquiera que sea la oportunidad. Soporten el desencanto, las calumnias, las críticas, los problemas, las preocupaciones, lo que sea que la gente les atribuya en su ignorancia o envidia. Tengan fortaleza y ecuanimidad. Algunas personas pueden discutir con ustedes y desafiarlos, en lenguaje rudo; soporten esto, el mundo está compuesto por todo tipo de hombres. Sean calmos, hablen suave y dulcemente cuando se dirijan a ellos, eso aflojará su enojo y aquietará sus iras.

Deben de haber entendido que "renunciar" a su comodidad en beneficio de otros da gran alegría. Thyaga o renunciación es el sendero de la plenitud. Entreguen, y esa plenitud se sumará al ser de ustedes. Acumulen y se restará de su ser. Ésa es la ley del espíritu. Entreguen y ofrezcan lo entregado a los Pies de Loto de Dios. Cuando ven a una persona anciana y enferma, de pie y bajo los rayos del Sol, y le ceden su lugar a la sombra, se sentirán más frescos que si hubieran permanecido en la sombra que le cedieron.

Muchos de ustedes están en la etapa juvenil y por ello, les debo advertir sobre ciertas trampas que acechan a la juventud. La juventud es la etapa en la cual es urgente regular, controlar y conservar. Durante su transcurso, predominan las tendencias, los placeres sensuales echan sus redes, el ojo, el oído y la lengua arrastran la mente hacia la ruina. Tenemos hombres voluntarios y mujeres voluntarias, y así, cuando trabajan en el mismo lugar y sus tareas son complementarias, es natural que malos pensamientos surjan en mentes poco disciplinadas. Deben ustedes descartar tales pensamientos. Todos son hermanos y hermanas, de modo que cualquier mal pensamiento es un sacrilegio frente al Dios que mora en todos. Fijen la mente en Dios y ella no se perderá en la selva de los placeres sensuales. Sita estaba en el Asokavanam, en Lanka, un hermoso jardín lleno de pimpollos y parrales. Pero su mente estaba afligida por la agonía de hallarse separada de Rama, su Señor. En consecuencia, no encontraba ninguna alegría en la belleza externa de ese jardín. Fue entonces cuando oyó el nombre Rama, cantado por un mono (Hanuman) sentado en un árbol. Él era un animal feo, extraño en esa isla, pero ese sonido le dio a ella una dicha extraordinaria. El placer y la felicidad residen en el corazón, no en el encanto exterior o en la belleza o el confort. La mente es la que hace el cielo o el infierno. Los embelesos externos son una trampa, una burbuja, "un hechizo de siete días", que incita y aprisiona.

Había una vez un príncipe que no aprobaba como novia a ninguna de las candidatas a princesa que el rey le proponía. Un día, mientras cabalgaba por la orilla elevada del río, su vista se posó en una encantadora muchacha, que iba caminando hacia el río, evitando ser vista por los hombres, ya que era una ermitaña cuyo único deseo era únicamente vivir una vida ascética de disciplina espiritual. El príncipe se enamoró y le comunicó a su padre, el rey, sus deseos de desposarla. El rey mandó a buscar al padre de la muchacha. El padre no estaba a favor de esta alianza con la familia real, tampoco la hija quería seguir los dictados de nadie, por poderoso o afectuoso que fuera, sobre todo con miras al matrimonio. Finalmente, por la Gracia de Dios, las oraciones de la niña fueron escuchadas y le comunicó a su padre que podía informar al príncipe que ella lo desposaría, con una condición. Debía esperar una semana y en el séptimo día, tener un encuentro privado con ella. El príncipe se alegró mucho y casi no podía esperar al fin de la semana.

Mientras tanto (la verdad debe ser dicha), ella consultó a un médico y tomó durante los siete días un fuerte purgante, que la dejó exhausta y reducida casi a un esqueleto, tan demacrada que daba miedo veda. Recolectó sus heces en frascos separados y los llevó hábilmente a la sala de la audiencia con el Príncipe, el séptimo día. Cuando se anunció a la futura novia, el príncipe se apresuró a entrar, pero recibió el mayor impacto de su vida. "A causa de haber eliminado esta materia horrible, he perdido todo el atractivo que a usted lo tentaba. La belleza es sólo un encanto temporario, adquirido por retener cosas que ahora han sido removidas" Cuando la muchacha dijo esto, al Príncipe se le aclararon los conceptos. Determinó que no cedería a la atracción física o apegos sensuales, renunció a las cosas mundanas y buscó el progreso espiritual.

Usen el cuerpo como un instrumento; denle sólo importancia relativa. Manténgalo en buen estado, pero no olviden el propósito, el objetivo, el esfuerzo. Cuando el "Propósito más elevado" llama, estén preparados para entregarse de corazón y de alma a ello. Las Gopis (pastoras) de Brindavan eran así. Hablaban de Krishna, escuchaban sólo hablar de Krishna, pensaban en Él, soñaban con Él. Cuando escuchaban el sonido de su flauta, corrían hacia el sonido, sin importar los obstáculos ni quien se interpusiera en el camino, así fuera padre, madre, marido o hijo. Hasta las vacas dejaban de pastar y caían en trance, por la música de la flauta. Los terneros que estaban mamando quedaban quietos como si fueran una pintura. Ésa era la profundidad de la concentración que la Flauta inducía en ellos. Es llamada Eka-agratha, concentración en un solo punto. El punto hacia el que se dirige el ojo es el objetivo, el punto hacia el que se enfoca el oído es el "mensaje", el punto hacia el que la mente nos lleva es el "deleite"; el punto hacia el que la mente nos lidera es "Dios". Son sólo ojos enfermos los que buscarán otras cosas. Son sólo oídos defectuosos o una lengua "de trapo" los que buscarán otros "puntos". Así también, cuando la mente busca otra cosa que no sea Dios, pueden estar seguros de que está enferma o defectuosa. Cuando la mente está fija en Dios, es perfectamente saludable. Cuando se fija en el mundo objetivo, padece alguna clase de fobia u otra manía como, por ejemplo, megalomanía. Si no derivan dicha al servir a sus padres o ancianos o maestros, entonces, pueden estar seguros de que tienen alguna enfermedad en la mente, ya que tal servicio trae gran recompensa, la recompensa de la Gracia de Dios. Estén agradecidos con aquellos que encendieron en ustedes la lámpara del conocimiento. Pundaleeka, un gran devoto de Panduranga, estaba un día masajeando los pies de su madre. Entonces, su Panduranga, la Forma de Dios que él había instalado en su altar y en su corazón, ¡apareció en todo su esplendor y se paró delante de él! ¡Qué tentación de dejar el servicio a su madre y correr a los Pies de Su Dios! Pero Pandaleeka dijo: "Por favor, espere unos minutos. Terminaré este servicio y después, le rendiré homenaje a usted". Le dio a Panduranga un ladri1lo sobre el cual pararse, ¡ya que es el primer deber de la hospitalidad, ofrecer un asiento al huésped!

El Gurú de Pundaleeka, Kabir, le dijo que uno hace servicio a la madre para poder ganar la Gracia de Dios, pero aun así, él no abandonó el servicio a medio hacer. Tal era su firmeza y su fe.

Deben tener amor por ustedes mismos. Desde ya que a nadie le falta esto, pero no saben cómo expresarlo. El amor debe ser transmitido en beneficioso esfuerzo, esfuerzo por realizar la Verdad. Dios es el océano de Amor, de modo que aun si el amor de ustedes es algo defectuoso, no importa, viértanlo en el océano. Se mezclará en el vasto y profundo océano y será Divino. No esperen a que su amor sea absolutamente altruista y puro. Empiecen a ofrecer todo el apego y afecto que ustedes tienen por los objetos, a los Pies de Loto, Él lo Purificará, Él puede limpiarlo. La sola actitud lo hará puro. A través del Sadhana, como Japa, Dhyana y Namasmarana, el Amor es purificado como si pasara por un filtro. La borra quedará, los pensamientos limpios llegarán a Él.

Han sabido, por experiencia, que se hace mejor trabajo mediante la cooperación y la confianza mutua. El ojo ve una fruta en un árbol; la mente la desea, los pies caminan hacia el árbol, la espalda se encorva, los hombros se balancean, los dedos recogen una piedra y la tiran con buena puntería hacia la rama que sostiene la fruta, la fruta cae al suelo, es recogida por los dedos que la llevan a la boca, donde es empujada por la lengua, mordida por los dientes, tragada por la garganta y digerida por el estómago. Ahora, a su vez el estómago, la garganta, los dientes, la lengua, los dedos, los hombros, la espalda, el ojo y la mente toman fuerza de la esencia de la fruta. Es toda una cadena de amor y cooperación. Sean semejantes a este bien comunicado y bien orientado equipo.

Amor, Paz y Verdad son la verdadera naturaleza de Dios, Quien expresa su Divinidad a través de ellas. Por eso, enfatiza a Sathya, Shanti, Prema y Dharma (Verdad, Paz, Amor y Rectitud) como los cuatro pilares de la hermosa mansión de la vida.

Sepan que hay fuentes de Verdad, Rectitud, Paz y Amor en todos los corazones, aunque parezcan mezquinos, bajos o rencorosos por su oscura ignorancia. Honren a todo ser humano. Simpaticen con cualquiera que sufre. Regocíjense con cualquiera que se regocije. Después de que Yo me vaya de África, físicamente (Yo siempre estoy aquí y en todas partes), deben seguir con el servicio que mantuvieron por tanto tiempo. Busquen las oportunidades para brindar servicio. Además, entrénense para hacer mejor servicio de mejores maneras, en más áreas. Los estoy delegando al Sathya Sai Seva Samithi de Kampala en Uganda, Nairobi en Kenya y Dar-es-Salaam en Tanzania. Bajo el auspicio de ellos, muy pronto, se formarán centros de Servicio y entrenamiento. Aprovechen esas oportunidades y prepárense para la gran tarea de realizar a Dios en su interior, a través del Servicio a Dios, el mismo Dios que está en todos, cualquiera que sea su color, credo o país.