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Sus cartas

40 Saciar la sed. 3/9/76

Los saludos que todos ustedes han mandado han sido recibidos. Distribuyan gotas de mi amor a todos.

La flojera es inútil en cualquier campo de trabajo. En el campo de la espiritualidad es totalmente inútil. Las tendencias como la holgazanería, el tomar las cosas sin esfuerzo o un sentimiento de maldad no tienen lugar alguno en el campo espiritual. Un alumno, para poder pasar un examen, está dispuesto a desempeñar un gran trabajo. Si la educación mundana ordinaria requiere de tal esfuerzo y atenta dedicación para alcanzar la meta, pídanles a los muchachos que se imaginen qué esfuerzo tan tremendo, severo e intenso se requiere en la esfera de la educación supramundana.

No es ni bueno ni saludable pasar el tiempo en debates innecesarios y fútiles, satisfacerse con objetos asociados con los sentidos y correr tras los deseos. Estar bajo la ilusión de que hay agua en un espejismo no rinde ningún dividendo. Eso no va a saciar la sed. Aquel que se vuelve esclavo de los sentidos y corre tras los deseos será guiado hacia el desengaño, la frustración y la desesperación.

El venado almizclero, sin saber que el perfume que busca emana de él, imaginándose que proviene de algún otro lugar, lo busca en todas partes. De la misma manera, el hombre, inconsciente de su verdadera identidad, su verdadera naturaleza, y pensando que Dios está en algún otro lugar, abriga la ilusión de que quiere ir a Puttaparthi. Esto indica una mente que no es segura ni fuerte. La situación de nuestros muchachos es como la de alguien que se sienta en las riberas del río de la vida pero aún sufre de intensa sed. La actitud de nuestros muchachos es como la del que se sienta junto a un montículo de arroz pero aún sufre de los dolores del hambre. Los niños no se dan cuenta de que el refulgente Sai está dentro de ellos y lo buscan por todas partes.

El mundo de la bienaventuranza está ahí; sin embargo, no se le puede ver con los ojos. La única razón de esto es una vida basada y vivida en los sentidos. ¡Qué afortunados serían si tan sólo se sumergieran en la aventura de experimentar a Sai poniendo el esfuerzo adecuado! De verdad que los muchachos de Brindavan son definitivamente punyulu y rotundamente dhanyulu.

Pero aun así no están poniendo en práctica los ideales de Sai en la medida requerida. No han podido satisfacer a Sai plenamente. También hay demasiada plática; la plática excesiva se debe reducir. Si actualmente rectifican esto, se asegurarían el amor de Sai. Ellos no creen que Sai esté dentro de ellos, alrededor de ellos y presenciando y escuchándolo todo. No hay nada más grande ni nada puede traer más crédito que comprender este hecho.

Baba

3-9-1976.