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Sus cartas

35 Siempre con ustedes 31/1/76

¡Queridos muchachos!:

Reciban mis bendiciones. Aunque los he dejado y me he alejado físicamente de ustedes, para aquellos que conocen y comprenden la verdad de que yo estoy siempre con ustedes, en ustedes y alrededor de ustedes en mi forma de amor, su experiencia misma es la prueba.

He puesto todas mis esperanzas en ustedes. Tengo la esperanza de que ustedes cumplirán mis aspiraciones. Los bendigo para ello. No quisiera que jamás siguieran sus insignificantes estudios sin valor simplemente para obtener alabanzas. Mi esperanza y deseo es que sigan aquella educación que es la Verdad misma para que puedan conseguir y experimentar la paz duradera mostrando así esa paz al mundo.

En este mundo hay miles de colegios que imparten una educación desprovista de cualquier significado o valor. ¿Por qué entonces gasto una enorme cantidad de dinero para establecer escuelas? Una razón para traerlos aquí con el pretexto de impartirles educación material es que sus padres y ustedes mismos tienen una particular fascinación por este tipo de educación. Mientras por un lado yo les doy ese tipo de educación, por el otro es la voluntad de llenar sus corazones y mentes con educación adhyátmica que es la base de los estudios mundanos. La educación Artharthi y la Jigñasa son también necesarias.

Jñana está hecha de estas tres. Jñana es la esencia misma de la educación. Jigñasa es el centro (el jugo en el caso de la fruta), Arthaarthi es la pulpa, Aarthi es la piel de la fruta. No puede haber fruto sin piel, pulpa y jugo, ¿no es así? De tal manera que aquel que desea probar la dulzura del fruto tiene que recibir la fruta entera: la piel, la pulpa y el jugo, todo junto.

Si ustedes se convierten en estos jugosos frutos formados de estas tres entidades, Sai los aceptará. Desechará la cáscara y tomará el dulce jugo y lo exhibirá al mundo. Si de los 160 frutos, por lo menos alguno se convierte en un fruto así, será posible tener todo el mundo en la mano. Se tienen que convertir en frutos que se tienen que ofrecer a Swami. Deben convertirse en la ofrenda misma. Deben convertirse en el instrumento de Swami, deben convertirse en el bienamado de Swami. Deben dar cada paso para mantenerse al paso de Swami, deben estar al lado de Swami como sus compañeros, como su sombra. Estoy necesitado de gente así; son la encarnación misma de mi amor. “Ellos son yo, yo soy ellos”. Deben ser de tal forma que cuiden al mundo en relación al cuerpo, la mente y el espíritu. Deben comportarse de acuerdo con las ideas y aspiraciones de Swami; sólo entonces habrán otorgado consuelo y felicidad a sus padres, al mundo y a Sai.

Su Hrudaya Sai

31-1-1976.