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Libros escritos por Sai Baba

7. Upanishad Prasna

EL UPANISHAD PRASNA es un anexo del Atharvana Veda. Se le llama de esta manera por el hecho de estar dispuesto en forma de preguntas (prasna) y respuestas. En esa forma expone de manera más elaborada algunos tópicos tratados someramente por el Upanishad Mundaka, lo que lo convierte en un comentario de este último.

El Mundaka dice, por ejemplo, que el Vidya es de dos tipos: Para y Apara, y que, a su vez, el Aparavidya es de dos clases: karma y upasana. De estos últimos, el segundo y tercer prasna de este Upanishad se ocupan del upasana; mas, puesto que la disciplina del karma es cubierta en su totalidad por el karmakanda, no se desarrolla aquí en detalle. En los casos en que se practiquen tanto el karma como el upasana, sin consideración por sus frutos, con ambos se promueve la renunciación y el desapego. Ésta es la conclusión a la que se llega en el primer prasna, lo que hace más claro el contexto del Upanishad Prasna si se estudia después del Mundaka.

De las entidades Parabrahman y Aparahrahman, esta última no es capaz de conferir los purushartas que posean un valor duradero. Dándose cuenta de ello y ansiosos por alcanzar al eterno Parabrahman, los aspirantes buscaron al maestro competente: Pippalada. La palabra aveshamana (búsqueda) que se usa aquí para significar la actitud del discípulo, muestra que los que están adheridos al Aparabrahman (el ser inferior no relacionado con el Alma Suprema) no logran identificar su propia realidad con el Atma. Por ello "buscan" todavía en algún lugar externo la verdad de su ser. El único y eterno principio del Parabrahman sólo puede llegar a ser conocido a través de la disciplina de los Shastras y bajo la dirección de un maestro o gurú.

Los buscadores deben aproximarse al gurú como un Samithpani, lo que quiere decir que no sólo deben "mantener la llama del ritual, el fuego del sacrificio", sino también presentar otras valiosas ofrendas. Los buscadores llegan a Pippalada y éste les dice: "Las escasas y preciosas enseñanzas que se refieren al misterio fundamental del universo y del Ser y que se conocen como Brahmavidya, no pueden ser reveladas a los no iniciados. Ante todo, los neófitos deben someterse a ser observados y probados durante un año".

Pasado ese tiempo, Kathyayana le pregunta a Pippalada: "¿A qué se debe que nazcan los seres?" "Aquellos que desean progenie son los prajakamas. El deseo corresponde, básicamente, a querer perpetuarse uno mismo. Hiranyagarha, el que no está separado del Parabrahman, es Prajapati. En cuanto Prajapati, Hiranyagarha desea progenie; desde orígenes remotos tiene adheridas a él trazas de Aparavidya, y por ello induce en él este deseo". Ésta fue la respuesta del gurú.

Surya o el Sol ilumina a todos los seres de las diez regiones. Surya es el propio ser de Prajapati y, por lo tanto, todos los seres -en las regiones así iluminadas- llegan a convertirse en el ser mismo de Prajapati. Por lo tanto, el término prana se refiere a Aditya mismo, porque Aditya (el Sol) da prana, la esencia vital. Puesto que todos los seres viven gracias al consumo de alimento, el Sol también es conocido como Viswanara. Todo el universo es de su naturaleza, de modo que también se le conoce como Viswarupa. El samvatsara o año es un indicador del tiempo de acuerdo con la posición del Sol. El tiempo no es más que una serie de días y noches, y estas fases existen por el Sol. La rotación de la Luna es causa de los thitis o fases lunares. Las fuerzas gemelas del Sol y la Luna son, a su vez, producto de Prajapati, de modo que también el tiempo -que está marcado por las estaciones, los meses, etcétera-, participa de la misma naturaleza. Asimismo, Prajapati tiene aspectos norte y sur.

La contemplación y adoración de Prajapati en su aspecto universal es considerada como el jñana mismo. Aquel que está dotado de este jñana y que domina sus sentidos teniendo, al mismo tiempo, fe en los Vedas, puede fácilmente convencerse a sí mismo de que es el Atma. Al seguir el Uttaramarga o Camino del Norte, puede llegar a alcanzar el nivel espiritual conocido como Suryaloka. Este loka o mundo constituye el refugio de todos los seres vivientes. Sólo los que se dedican a cumplir sus deberes diarios considerándolos como adoración, sin deseo alguno por los frutos que pudieran obtener, podrán entrar a este loka.

Las estaciones, como la primavera, representan los pies del Sol, el símbolo del tiempo; los doce meses constituyen sus rasgos personales, él es la causa del mundo: estas verdades se encuentran expresadas en los mantras cuarto y sexto. También las lluvias tienen su causa en el Sol y así, él es el señor de otro loka, el tercero: el Dyuloka (Mundo de la Luz).

Akasha, vayu, agni, jala, bhumi, los elementos que componen el cuerpo, tienen sus deidades regentes. Los sentidos activos como el habla (por la articulación de los sonidos) y los sentidos de conocimiento como el ojo, también poseen sus deidades que residen en ellos e impulsan las funciones. La mente y el intelecto también tienen sus propias deidades. Todas ellas son como pilares que sirven de apoyo al ser y evitan que la estructura del cuerpo se derrumbe.

El cuerpo es un compuesto producido por la combinación de los cinco elementos. Los jñanendriyas, o sentidos y órganos de percepción, son una consecuencia de esta combinación. Así, el cuerpo es un manojo de causas y efectos; al igual que los rayos de una rueda, se apoyan en el eje del prana. Del mismo modo, los himnos y mantras del Yajurveda y del Samaveda, los sacrificios rituales en los cuales se emplean, el soldado que protege a la gente del peligro, la fuerza brahmánica que consagran los ritos... todos provienen de la naturaleza del prana. Cuando Prajapati se convierte en la nube y deja caer la lluvia, todos los seres están jubilosos y reciben la vida. "Todas las cosas que contribuyen a la felicidad provienen de ti; nos amas como la madre. Tú eres quien otorga la fortuna y el bienestar espirituales, así como la protección física. Otórganos esa riqueza y esa sabiduría"; ésta es la plegaria dirigida a Prajapati. Los mantras de los Vedas Rig, Yajur y Sama constituyen la riqueza brahmánica; los bienes materiales constituyen la fortuna de los kshatriyas . Por ello, este Upanishad se ocupa del prana como Prajapati y de sus funciones y atributos.

Más adelante, Pippalada responde la pregunta del bhargava , y luego Kosalya, el aswalayama, lo interroga respecto al prana. Entonces, Pippalada dice: "Mi querido muchacho, como la sombra que proyecta una persona, el prana es producido por el Atma. El prana se dedica al Atma por medio de la función mental de la voluntad (manas). Como un regente que organiza todo para el gobierno de sus posesiones, el Mukhya Prana, o Prana Principal, designa a diferentes pranas, asignando funciones y áreas de trabajo a cada uno. El Mukhya Prana tiene a Aditya y a otros dioses como su fuerza impulsora. Como chispas que saltan de las llamas de un voraz fuego, surgen los seres del Paramatma imperecedero, y se pierden en ese mismo fuego". Esto se menciona en el Mundaka (II, 1, 1).

Luego, Pippalada le responde a Gargi de la siguiente manera: "Los rayos del Sol poniente se sumergen en el horizonte con el Sol mismo; emanan y se difunden de nuevo cuando el Sol sale al otro día. De la misma manera, durante el sueño, el mundo se reabsorbe en la conciencia que refleja la mente, y cuando uno despierta, las impresiones sensoriales emanan como antes y se desplazan hacia afuera de manera natural. Por eso, el Ser o Purusha no oye ni ve ni toca ni goza; no camina ni habla".

"El Atma que es puro resplandor durante el sueño, en la etapa de vigilia ve, oye y experimenta en la forma de tendencias o inclinaciones todo lo visto, oído y experimentado. Cuando se declara que "el Atma es la base de todo", se crea la impresión de que todo es algo diferente de él. No obstante, esta aparente distinción entre la base de todo y los jivas que descansan sobre ella no pasa de ser una ilusión causada por las circunstancias; es una diferencia mental sin fundamento".

Pippalada indicó también que cualquiera que sea el loka simbolizado por la deidad adorada a través del Pranava, se alcanzará ese mundo, es decir, ese nivel mental o espiritual.

A continuación fue Sukesa, el hijo de Bharadvaja, quien interrogó al maestro, y la respuesta de éste fue: "El Purusha sobre el que preguntas está en tu propio cuerpo, como residente del Cielo Interior, tu corazón. Y se debe justamente a su presencia allí que tú brillas en la plenitud de tus logros y tu personalidad. Ambos fenómenos se originan en él y se funden en él. Como hitos interdependientes que se incrementan progresivamente, la Tierra, Durga, el Alimento y Purusha son cuatro Principios que se originan el uno del otro (de acuerdo con la segunda sección del Thaitiriya). El origen puede no ser evidente a los ojos, mas, puesto que el origen de los jñanendriyas y los karmendriyas ya ha sido descrito, puede darse por comprobado el del Purusha. Todos los ríos se unen en el océano y allí pierden sus nombres y sus formas: después de su fusión con él, todos se llaman "el mar". Así también, sólo el Purusha es lo que permanece. Él carece de objetivos, de todo rasgo y cambio. Es imperecedero e infinito. Esto es todo lo que sé respecto a Brahman, y es todo lo que hay que conocer", dijo Pippalada a Kadandi y los demás discípulos.

Este Upanishad termina con el respetuoso homenaje que le rinde el discípulo al maestro. Un padre no hace más que dar el cuerpo, pero Pippalada les dio el Brahmasarira, el cuerpo o doctrina de Brahma, al enseñarles el Atmatativa. Al final, los seis discípulos, Kadandi, Vaidarbi, Kosalya, Souryayani, Sathyakama y Sukcsa, plantean seis preguntas en total. El Para y el Apara mencionados en el Mundaka, así como su naturaleza y la forma en que Brahman es exaltado, después, en la misma sección, son considerados de valor transitorio. En la sexta pregunta es comentado en su totalidad el Pranava en su carácter de base de todos los métodos para adquirir Para y Apara. Estas preguntas y sus respuestas correspondientes sacan a relucir las implicaciones del Upanishad Mundaka y sirven como sutil y exacto comentario al breve texto.

Las preguntas son:

1. ¿Qué es exactamente Para y Apara? 2. ¿Quién protege a los seres creados?

3. ¿Cómo emerge Hiranyagarba del Paramatma?

4. ¿Cómo ocurre la creación a partir del Paramatma?

5. ¿Cómo entra en el cuerpo el principio pleno de Chaitanya, el prana, para encauzarse por cinco canales?

6. ¿Cuáles son los sentidos que operan durante la vigilia, el sueño y el sueño profundo?

Éstas son las líneas de indagación que se siguen en este Upanishad.