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Libros escritos por Sai Baba

0. Flujo de enseñanzas sobre Brahman

La validez de los sastras proviene de su fuente: Los Vedas. Ellos establecieron normas y costumbres en consonancia con los propósitos fundamentados en los mismos. Al Discriminar entre el bien y el mal, se recurre a los sastras.

Los Vedas son impersonales: es decir que no tienen autores humanos identificables. Han emergido de Dios mismo y la voz de la Divinidad fue escuchada por los oídos de afinados sabios. Ellos transmitieron la palabra a sus pupilos y los transformaron en sus discípulos. Este proceso de enseñanza de los Vedas y la sabiduría venerada en ellos ha continuado de generación en generación, de maestros a discípulos hasta nuestros días.

Las upanishad-s son la médula de los Vedas, la esencia de sus enseñanzas. El Brahma Sutra y el Bhagavad Guita contienen la esencia de las enseñanzas de las upanishad-s. Estas tres escrituras, en consecuencia, son designadas como Prâsthâna Thraya, los Tres Textos Fuentes. Desde entonces han sido aprendidos escuchando al gurú; son, junto con los Vedas, los llamados sruthi, lo “escuchado”.

La adquisición de este elevado conocimiento puede satisfacer el principal propósito de la vida humana. Cada conocimiento crea la conciencia de que uno no es un cuerpo inerte, insensible, sino que es la Conciencia Misma manifestada como la encarnación de Sat-Chit-Ananda, Ser-Conciencia-Bienaventuranza. Cuando esta verdad se establece y es experimentada, el hombre es liberado; es liberado de la espesa niebla de la ignorancia, ajñana, mientras sobrelleva la vida hasta el final. Entonces llega a ser un jivan-muktha.

La Kaivalyopanishad declara:

“Na karmanâ na projayâ dhanena thyâguena ekena amruthathwamânasuh”

“No por los recursos del trabajo, ni el poder o la riqueza, sino por la renunciación es que se puede alcanzar la inmortalidad”. Los trabajos aludidos son rituales tales como sacrificios, rituales del fuego sagrado, votos, beneficencias, donaciones, proyectos santos, peregrinaciones, baños ceremoniales en ríos y mares. Por cualquiera de estas actividades, uno no puede lograr la moksha o liberación, es decir librarse del velo de la ignorancia. Na prajayâ (no por el poder) significa que la adquisición de posiciones de autoridad y poder, habilidad e inteligencia para manipular hombres y cosas, fama y supremacía, encanto personal, vitalidad y salud, o una gran familia con muchos niños no pueden conferir al hombre moksha o liberación.

Na dhanena” (no por la riqueza) significa: Los trabajos y actividades mencionadas antes y la adquisición referida pueden tener éxito solo cuando el hombre tiene riqueza a su disposición. Si uno no es rico, no puede aventurarse en karmas o adquirir autoridad, poder, etc. Pero las upanishad-s anuncian que la sabiduría (jñana) no está relacionada a la opulencia o dhana. Y la sabiduría únicamente nos puede conducir a la liberación. Así, la liberación no puede ser ganada por medio de la riqueza. La riqueza no es el medio de alcanzar moksha.

Entonces, ¿qué significa exactamente? La respuesta es: “Thyaguena ekena amrithatwam âpanasuh”. “Solo La renunciación puede conferir moksha o inmortalidad”. Jagath, el mundo objetivo, es irreal, inexistente, la equivocación de que eso es real tiene que ser renunciada. La comprensión que la idea de Jagath es una sobre imposición por nuestra mente sobre la realidad es jñana. Aunque Jagath parece real, uno debe estar conciente que es tan solo un engaño. A partir de ahora, como resultado, tenemos que alimentar ese anhelo. Es decir que uno es liberado tan pronto como renuncia a todo apego y a todo deseo. Sarvam Thyagam. El ajñana o falso conocimiento puede ser destruido solo cuando uno conoce el principio del alma. Cuando el falso conocimiento desaparece, la aflicción producida por nuestra complicación en las idas y venidas del samsara o mundo de cambios, también se destruye.

Ajñana y duhkha (aflicción) no pueden ser destruidos mediante rituales y ceremonias (karmas) - esta es la lección que enseñan las upanishad-s. De hecho, lo que sucede ahora es que el hombre ha olvidado su naturaleza real. Él cree que es el cuerpo, los sentidos, etc. Estos se desalman por objetos placenteros y él se convence que esto es querido por sí mismo y bajo esta noción equivocada, busca colmar sus anhelos. Se engaña que puede obtener felicidad satisfaciendo al cuerpo y los sentidos. Sin embargo, no puede obtener ananda a través de estos intentos. En cambio, es recompensado con desilusiones, derrotas y sucesos desastrosos. Cosecha pesar, no alegría.

Enredado en objetivos placenteros finalmente se conducen a la pena. Así, el hombre necesita ser dirigido hacia los medios correctos para lograr la bienaventuranza. ¿De dónde puede uno obtener ananda? No es inherente a los objetos externos. Todo placer que se obtiene de los objetos externos trae también una pena.

El Brahma Sutra, las upanishad-s y el Bhagavad Guita, los tres textos fuentes, esclarecen la verdad de que tú eres verdaderamente la encarnación de la bienaventuranza. Estas tres fuentes se levantan en bloque para ayudar al hombre a alcanzar la más elevada sabiduría.

Es una ardua tarea aprehender los significados de los aforismos contenidos en el Brahma Sutra. A menos que uno haya adquirido la necesaria capacitación, no se puede desenmarañarlos y dominarlos.

Entonces, ¿cuáles son las aptitudes? Cuatro sadhanas son determinados por las escrituras. Cuando uno está equipado por estos cuatro, los significados llegan a ser tan patentes como un fruto sobre la palma. Dado que estos cuatro tienen que ser obtenidos como fruto de un conocimiento preliminar de la verdad de uno mismo, el Brahma Sutra también es conocido como Sariraka Sastras y Vedanta Darsana. Sarira significa cuerpo. Sariraka significa todos los componentes del alma encarnada: ego (jivi), sentidos, etc. sastras implica “el examinar la naturaleza de todos estos hasta el grado máximo posible”. Es decir que el sastras establece que Brahman (el Ser Cósmico) es la base sobre la cual todo es impuesto, aquella realidad que es la ananda misma.

El Brahma Sutra adopta la técnica de la objeción (purva paksha) y la conclusión (siddhatha) para exponer la verdad vedántica. Los aforismos argumentan puntos de vista contrarios a los fines de remover toda posible duda acerca de la validez y significado establecidos en la vedanta y las upanishad-s. El cuerpo viene a ser un embalaje (upadhi) para cada persona, el jivatma, y el Brahma Sutra explica esa realidad. Por consiguiente, el Sutra es llamado Vedanta Darsana.

Los sutras son 555, aunque algunas escuelas consideran que son 449. La palabra sutra significa, “aquello que, por medio de pocas palabras, revela un vasto significado”. La palabra mimansa, como es usada en la antigua filosofía india, significa la conclusión arribada después de inquirir e investigar, la inferencia adoptada como correcta después de una profunda consideración de las posibles dudas y alternativas.

Los Vedas se ocupan de dos conceptos: dharma y Brahman. La purva mimansa trata del karma, ritos y ceremonias, así como el dharma. La uttara mimansa se encarga de Brahman; su énfasis está en la comprensión (jñana). Purva mimansa comienza con el aforismo “Athatâto dharma jijñasa” (ahora, la investigación sobre el dharma); la uttara mimansa comienza con “athâtho Brahma jijñasa” (ahora la investigación sobre Brahman).

La percepción de Brahman no puede ser ganada por la acumulación de riqueza o incluso por la donación de riquezas. No puede ser lograda por lecturas de textos, encumbrándose en el poder, o por la adquisición de grados y diplomas o por la ejecución de sacrificios o rituales de las escrituras.

El cuerpo es un hormiguero que tiene una cavidad en su interior, la mente. Y la mente tiene escondida en ella una serpiente llamada ajñana (ignorancia) No es posible matar la serpiente haciendo uso de acciones destinadas a los placeres (kamya karma) Jñana es la única arma que puede matarla.

Sraddhavân labhathe jñanâm”. “La persona a solas que tiene sraddha puede conseguir jñana (sabiduría) Y sraddha significa fe constante en las afirmaciones determinadas en las sagradas escrituras.