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Libros escritos por Sai Baba

23. Formas de adoración

23.- FORMAS DE ADORACIÓN

El Veda es el más antiguo y también el más perdurable conocimiento (shastra) que ha descubierto el hombre. Es decir, el hombre no lo ha inventado, sólo lo ha recopilado en el sereno silencio del alma. De modo que el Veda puede conducir al hombre hacia la visión de la Verdad, la cual es inalcanzable por medio de los sentidos y no se relaciona con el mundo material. Resulta inaccesible para la razón humana porque es trascendente, y por ello se le describe como el Gran Protector (Paramam Vyoma), y también como lo Indestructible, la Verdad, Eso. Estos términos denotan a los cuatro Vedas, comenzando por el Rig Veda.

El término Veda se aplica originalmente al Supremo Señor, Parameshwara, el Omnisciente: "Aquel que sabe es el Veda". Luego le fue aplicado al principio del entendimiento: "Aquello que da a conocer es Veda". El Rig y los Vedas tienen la característica de ser omniscientes, de módo que este sentido también es apropiado. Más tarde, la palabra se aplicó a actividades concordantes con los Vedas, actividades que promovieran las metas que ellos habían establecido, como las justas, las económicas, las volitivas y las espirituales.

El Supremo Señor es Omnividente. El es la persona hacia la que convergen todos los himnos de los Vedas. Los Vedas capacitan al hombre para lograr la visión de ese Señor. Quienes han logrado aquella visión son los rishis; fueron guiados por los Vedas, y así muchos salmos, himnos y declaraciones emanaron de ellos. Como resultado, en el Brahma Sutra se hace referencia al Señor mismo como El Gran Sabio (Maharishi). Entre los 108 nombres de Shiva, el Supremo Señor, encontramos los de Maharishi y Mukhya rishi (El Sabio Principal, El Primer Sabio). Por la misma razón, hasta el Veda se personifica y se hace referencia a él como rishi. Brahman (la Vasta Expansión) es otro término que denota tanto al Señor Supremo como al Veda. Así también, todos los actos emprendidos sin otro deseo que alcanzar a Brahman, se conocen como la actividad de Brahman: un brahma yajna. El acto sacrificial, carente de deseo de ganar el fruto que provenga de él, destinado a obtener la visión de la Verdad es el rishi yajna.

Mientras se llevan a cabo tales actos y yajnas sacrificiales, se utiliza la expresión swaha. Los yajnas son actos puros, auspiciosos y sagrados. Esta exclamación, swaha, que se emplea mientras se hacen oblaciones o se recita el Veda, está plena de significado. Keshauaya swaha, Pranaya swaha, Indraya swaha: de este modo se usa la expresión. El significado que se le da generalmente es "Que esto sea debidamente consumido. Que estos materiales que colocamos ahora en este sagrado fuego sean plenamente aceptados y consumidos, de modo que por medio de este fuego puedan alcanzar a la deidad a la cual están destinados: Keshava, Prana, Indra". Puede que se pregunte: ¿por qué orar al fuego por algo que es inevitable, ya que está en la naturaleza misma del fuego el quemar todo lo que se pone en él? Mas el significado de las escrituras es diferente. En el poema "Kumara Sambhauam", Kalidasa describe a los Himalayas como el Alma Divina (Deuatatma), lo que equivale a decir "las encarnaciones de lo Divino". Las escrituras distinguen entre el cuerpo divino y el cuerpo material que poseen cada entidad y cada ser. El cuerpo divino de cada uno no puede ser conocido por los sentidos. Cuando se le hace una ofrenda, se le santifica. La ofrenda (ahuti) es transustanciada en hauis.

La ofrenda se describe de la manera siguiente en el Veda: la ofrenda y aquel a quien le es presentada se hacen uno mediante la aceptación (el atha y el adya).

¿Quién es en este caso el aceptante, a quien se le presenta la ofrenda? Es Agni, el divino poder inherente en el fuego, en el Sol, en el calor del aire vital que sustenta la vida. Cuando, junto con la recitación de las apropiadas fórmulas ceremoniales, se colocan las oblaciones materiales en el fuego, pronunciando la palabra "swaha", ella no es sólo una exclamación, sino una expiación, la realización de la plegaria que representa el ritual.

El Veda también se conoce como Chandas. Esta denominación significa placentero, alegre, y se asocia también con los sentidos afines de fuerte, vital, protegido. Puesto que todos estos atributos y características se le pueden adjudicar a los Vedas, este nombre resulta apropiado para ellos. Las sagradas ceremonias y rituales que los Vedas indican les confieren alegría no únicamente a los participantes, sino a todo el mundo y a los mundos más allá de este. El Señor Supremo que es el manantial de la dicha, es conocido en los textos de las escrituras como Yajnanga (que tiene al ritual védico como sus miembros) y Yajnauahana (que usa el ritual védico como su vehículo). Cuando la Divinidad asume una forma, la primera manifestación es Hiranyagarba (la Matriz Aurea). También es la dicha personificada que tiene como vehículo al ave con alas de belleza, Garuda. El Señor Supremo es conocido también como Vrisharatha (aquel cuyo carro es el Toro, símbolo del Dharma). Esta es la razón por la cual encontramos a Garuda esculpido en los templos o su estatua colocada enfrente del santuario de Vishnú y a la figura del Toro ubicada ante los templos de Shiva.

Cha o Chadana tiene una raíz que significa otro importante aspecto de los Vedas: amparar, fomentar o promover el bienestar, la liberación última de los humanos atrapados en la incesante ronda de los asuntos mundanales. Los hombres están siempre involucrados en actividades cuyo objetivo es el beneficio obtenible. Es necesario moldearlos, simultáneamente, como hombres y mujeres rectos; el Arbol de la Vida debe cuidarse para que ofrezca frutos y sombra. El Veda debe resguardar de la destrucción a los "hacedores" activos (amantes del karma), debe alejarlos de la maligna tentación de caer en la injusticia; en cuanto a los pensadores proclives a la indagación (buscadores del jñana), ha de apartarlos de la perniciosa tentación de seguir a los sentidos vinculados con el placer. Puesto que el Veda guía y protege a la vez, en conjunto estos versos se denominan chandas. Mediante su papel de armadura o escudo derraman bienaventuranza sobre todos los que confían en ellos. "Chadanath chandasV: "Gracias a la protección se convierten en chandas".

Existe un mito respecto de los rituales védicos conocidos colectivamente como Yajna. Una vez, Yajna huyó de los dioses asumiendo la forma de un antílope negro; los dioses lo persiguieron, mas sólo pudieron lograr su piel. Esa piel se convirtió en el yajna, el símbolo del rito. Los colores blanco, oscuro y tostado de esa piel representan a los Vedas Rig, Yajur y Sama, y se le adoró como algo sagrado, por esta misma razón. Se le veneró por simbolizar al Triple Conocimiento, lo que viene a ser el dominio de los tres Vedas. La piel es usada por los sacerdotes oficiantes y por otros participantes en todos los ceremoniales védicos, con el objeto de invocar a los himnos protectores, los chandas. Se cree que los tres colores representan los tres mundos y, también por ello, aquel que se sienta sobre la piel o la lleva, beneficia a los tres mundos mediante sus recitaciones y ofrendas védicas.

Al jefe del ceremonial en el yajna védico se le describe en la escritura como "el feto en la matriz". Así como el feto está seguro y a salvo, con sus dedos entrelazados, yacente y envuelto por la madre, el sacerdote iniciado debe envolverse en la piel de antílope que simboliza a la Madre Veda. A los ojos humanos no es sino una piel, pero durante los ritos védicos se convierte en un escudo. Esta es la razón por la cual, antes de usarla, el iniciado ora, dirigiéndose a ella: "Tú eres el escudo, charma; protégeme como charma". Puesto que protege al hombre del pesar, el daño y la injusticia, charma ha llegado a significar felicidad y dicha. Vishnú el segundo dios de la Trinidad hindú es la personificación de la dicha, y los sacrificios védicos confieren dicha. Vishnú es alabado como el yajna mismo (Yajno uai Vishnuh). El Señor Vishnú es la personificación del Triple Veda.

Upasana significa alcanzar la presencia de lo Divino, el logro de la dicha de la adoración. La tradición védica sanciona cuatro sendas como legitimas y fructíferas para alcanzar este logro. Se las denomina Sathyauati, Angauati, Anyauati y Nidanauati. Las consideraremos con algún detenimiento.

Sathyauati. La escritura define de la manera siguiente lo Divino: "El Atma es inmanente en todas partes, del mismo modo en que el ghi interpenetra cada gota de leche". Cuando el buscador persigue la Verdad, impulsado por esta convicción, su perfeccionamiento espiritual se denomina Sathyauati (basado en la Verdad). "El Señor declara: En mi forma latente, estoy es la creación entera, operando el misterio. Véanme en todo esto, vean todo esto como a mí". Cuando uno tiene éxito en este esfuerzo, la senda del Sathyauati conducirá a la victoria. "Seré visible para todos ustedes como todo esto y en todo esto", nos asegura el Señor. El le promete esta visión de inmanencia y trascendencia a quienquiera que persista con sinceridad en la senda del Sathyauati.

Angauati: El Ser Universal es el fuego, el viento, el Sol, la Luna y todo lo demás. El es el alimento que sustenta la vida en todos los seres. El es el fuego que lo ilumina todo. El es la lluvia que alimenta las plantas que proveen sustento. De modo que puede ser adorado ya sea como Fuego (Agni), o como Viento (Vayu) o como Lluvia (Varuna), por cuanto ha asumido graciosamente todas esas formas benéficas. Este acceso a través de las manifestaciones benignas o angas es lo que constituye la senda de Angauati. Anga significa un "miembro", un "hecho", un "rasgo".

Anyauati: El buscador se esfuerza por alcanzar la presencia de lo Divino, representando su aspecto multifacético y simbolizando, de manera perceptible, los atributos que se evidencian en cada faceta. Una forma de lo Divino, lo Omnipresente (Vishnú) se representa llevando la caracola (símbolo de la palabra o sonido primordial), la rueda (símbolo del tiempo) y la maza (símbolo del poder y la majestad). Respecto de Vigneshwara, la faceta a la que se le adscribe el poder y la disposición para vencer obstáculos, el colmillo único se asocia con el símbolo de la agudeza y la concentración. Ishwara o Shiva (la faceta de la desintegración y la disolución) lleva el tridente o Sula (que en sus tres puntas simboliza el pasado, el presente y el futuro). Rama, la forma de la rectitud o Dharma, se representa siempre con el Kodanda, el arco que puede enviar la flecha (voluntad) directamente al blanco. Krishna, la manifestación del Amor Universal, tiene en su corona la pluma de pavo real, la cual simboliza el millar de ojos de la mirada de la gracia. Lleva una flauta en la que toca encantadoras melodías; la flauta es el símbolo del buscador carente de ego y de deseo. La faceta de la Sabiduría es representada por la diosa Sarasvati, que sujeta una vina en la mano; la vina es un instrumento musical de cuerdas y simboliza las cuerdas del corazón que responden, con armonía y melodía, al suave toque de lo Verdadero, lo Bueno y lo Bello. Los buscadores meditan en estas gratas personificaciones y en el significado de los símbolos de sus atributos, y adoran a lo Divino en el deleite que brota en sus corazones. Esto es lo que se denomina la Senda de Anyauati, la senda que conduce por la Divinidad simbolizada, ya que anya quiere decir lo otro, lo agregado, lo atributivo.

Nidanauati: Esta senda es lenta, mas siempre se logra el progreso cuando cada paso se cumple con éxito. Escuchar la descripción de la gloria de Dios (Srauana), cantar jubilosamente su bondad única (Kirtana), guardar siempre en la memoria y recordar la majestad y la misericordia del Señor (Vishnu smaranam), aspirar a caer a los pies del Señor (Padaseuanam), ofrecer oraciones a la imagen o estatua del Señor (Archanam), ofrecer gratitud por las bendiciones recibidas (Uandanam), rendirse a la voluntad del Señor (Dasyam), confiar por completo en El (Sakhyam), dedicar pensamiento, palabra y obra a El (Atma Niuedanam), anhelar fundirse en El (Thanmayaasakthi), sentir dolor ante la menor separación de El (Paramauirahaasakthi). Estas son las once etapas que el buscador debe cruzar para alcanzar la consumación final en la Bienaventuranza. De ahí que se hable de esta senda como "lenta y segura" (Nidana).

Estas cuatro sendas: Sathyauati, Angauati, Anyauati y Nidanauati son progresivamente una más recomendable que la previa, en lo que concierne a su sencillez y practicabilidad. Al final, todas conceden la unidad con la Voluntad Universal. De las diferentes adoraciones o disciplinas espirituales mencionadas en los textos sagrados que son practicadas por los buscadores, el Prathika upasana (adoración de estatuas) o el Prathirupa upasana (adoración de imágenes) se incluyen en el Angauati upasana. "En todas partes sus manos y sus pies, en todas partes su cabeza y su rostro". El Señor (Madhava) tiene sus manos en todas partes, porque El está en todo. Ve a través de todos los ojos; piensa, planifica y decide con todas las cabezas; come a través de todas las bocas y escucha por medio de todos los oídos. A través de una forma, pueden adorarle como todas las formas. Este es el más alto ideal: El está latente en todos los seres; invisible, opera en y a través de todos. Esta es la adoración de Prathirupa upasana, adorarlo como presente en cada uno. Hay numerosas adoraciones (upasanas) más mencionadas en los textos.

Bhana upasana: adscribir al Señor el más alto esplendor, la más profunda compasión, el más grande poder, etcétera, y adorarlo como tal.

Gita upasana: adorarlo como al maestro y preceptor que enseña el Gita y revela el camino. La epopeya del Mahabharata es venerada como un Veda, el quinto. En ella se señala el código de moralidad que debe seguir el hombre para alcanzar su meta, tanto aquí como en el más allá. Representa un inagotable tesoro de lineamientos para el vivir recto y la elevación espiritual. En él, el Señor puede ser visto sobre el escenario del Dharmakshetra, con todos los instrumentos y roles, con todos los argumentos, con todos los desenlaces y artificios para el drama cósmico que representa en su propio e incomparable estilo. Ese drama es la epopeya del Mahabharata.

En este drama, los actores y actrices, los diálogos y el guión, los apuntes y las canciones han sido reunidos por El. El es el reparto, el director y el público; lo es todo. Es el Madhava que se manifiesta y manipula cada cosa y cada ser. Por un lado, la fuerza material ilimitada incitada por la codicia injusta y, por el otro, la aparentemente limitada fuerza del Atma, el eternamente justo. En la confrontación cósmica y en el conflicto entre estas dos fuerzas, el Señor se adelanta como el árbitro, la suprema encarnación de la victoria de la justicia sobre el poder. Esta es la esencial ambrosía que se nos brinda en el Mahabharata: el Bhagavad Gita, el Canto del Triunfo Divino. La lección medular que esta epopeya busca transmitir está contenida en el Gita: el buscador, rindiéndose con las palabras: "Tu palabra será obedecida", y el Señor advirtiéndole al buscador: "En el cumplimiento del deber que se te ha asignado reside tu seguridad y tu prosperidad". Todo trabajo debe ser probado a la luz de este criterio.

La senda de la dedicación a la voluntad de Dios (bhakti) no debe ser descartada, ya que ella les puede guiar por todo el trayecto que lleva a la gloria y la bienaventuranza. Si, por el contrario, uno cierra los ojos y deja crecer en sí mismo la vanagloria de que es Brahman, perderá la alegría y se convertirá en víctima de la ansiedad. Por mucho que golpeen la cascarilla del arroz, no podrán obtener su grano, ¿no es cierto? ¡Y Krishna no es otro que Brahman mismo!

Aduaita upasana: "El cuerpo de la vaca contiene la leche. La leche, a su vez, contiene el ghi. Mas el ghi no puede ser, por sí mismo, una fuente de fuerza para uno. Hay que extraer la leche, luego hay que agregarle fermentos para cuajarla, la mantequilla ha de ser separada y clarificada para producir el ghi, el cual, cuando uno lo consume, puede proporcionar fuerza. Así también, aunque Dios es Omnipresente y Omnimotivante, debe ser descubierto y conocido para poder realizar la bienaventuranza y despertar la conciencia. Como el aceite en la semilla de mostaza, la mantequilla en la leche, el agua en la tierra, el fuego en la madera, Dios está presente mas no es patente en cada cosa. Dios está en el cuerpo y en la mente humanos. Para tomar conciencia de su presencia allí, se requiere del esfuerzo espiritual. Cuando este se emprende, se puede llegar a conocer la unidad de ambos. De ahí en adelante, uno ya no experimentará "dos" o la "diferencia". Esta conciencia del Uno sin segundo constituye la "liberación", el dejar atrás la esclavitud.

Visistha aduaita (Monismo Calificado): Ramanuja estudió el problema de si el Dios que uno busca adorar y realizar como real debe ser concebido como separado de uno mismo o dentro de uno. Su respuesta es: La vida es el alma del cuerpo; Dios es el alma de la vida. Dios es el otorgante, la fuerza, el sustentador. Con ese espíritu búsquenlo. El Supremo Purusha Soberano en quien residen todos los elementos y quien es el residente y motivador interno de la creación toda, puede ser conocido y experimentado únicamente ganando la gracia por medio de la entrega. Entiendan bien su trascendencia e inmanencia y, dándose cuenta de las propias deficiencias, rindan el ego para llegar a participar de su gloria. La actitud mental del buscador debería ser la de: "Sólo tú eres todo, oh mi Dios de Dioses". "Tú eres el anhelo, tú eres la senda, tú eres la meta". El esfuerzo espiritual debe ser unidireccional, incansable y resuelto.

Duaita upasana (Dualismo): La visión dualista respecto de la relación entre Dios y el individuo asemeja esta a la que existe entre marido y mujer. El Señor, Vishnú, el siempre libre, siempre pleno, debe ser adorado en la forma en que la mujer adora al marido. Entre los sadhakas de este tipo se distingue en especial Chaitanya. El establece por sí mismo un señero Chaitanya upasana. Sin la agonía del anhelo por los pies del Señor Krishna no puede ganarse la liberación. ¿Por qué? Sin ese anhelo, no es posible lograr ni siquiera la purificación de la propia inteligencia, según lo afirma Chaitanya. El declara que los sabios y otros capaces de estar inmersos en la bienaventuranza interior, pueden gozar del éxtasis de la conciencia suprema a través de la contemplación de los auspiciosos, restauradores y purificadores atributos del Señor Sri Hari. Para que uno llegue a sentir esta bienaventuranza, no se requieren textos ni escrituras. Sumida en las ondas de ese éxtasis divino, la persona ignora todas las normas de conducta social y escapa a toda convención; canta de viva voz los nombres de Hari, derrama ríos de alegría, danza en divino abandono y experimenta una dicha genuina e inalterada. Siente que los pies del Señor han santificado cada centímetro del terreno. Y por ello canta la gloria del Señor completamente sintonizada con El. Chaitanya enfatizó este perfeccionamiento espiritual como el más fácil y fructífero. Su objetivo primordial era el de lograr la neutralización de la conciencia corporal en esta corriente de éxtasis que surge del melodioso canto grupal a la majestad y misericordia del Señor.

Hay algunas otras formas de adoración que merecen ser mencionadas. Una de ellas es Gowdeya upasana. Sri Krishna, formulado e incorporado en la Inmanencia no manifestada como Purushotama, y Radha, formulada e incorporada en cuanto la Energía Universal inmanifiesta, se visualizan ambos como Krishna Radha, pareja que más comúnmente se conoce como Radha Krishna. Madhava es otro nombre para Krishna, que significa que él es el amo del cosmos. Y el nombre que se emplea en esta adoración es el de Radha Madhava. Los adherentes a esta senda consideran que la recitación de este nombre puede conducir al éxtasis y conferir la liberación de todas las formas de esclavitud. Los acharyas o preceptores, fundadores de este upasana, declaran que es un objetivo alcanzable. El Señor es la personificación misma del néctar del deleite. Los seres vivientes pueden sumergirse en el deleite espiritual sólo cuando absorben ese néctar. Los Srutis proclaman que los que nacen en la bienaventuranza no pueden vivir sino en y a través de esa bienaventuranza. Se dice que el sagrado nombre Radha Madhava es la llave que abre el cofre que guarda el tesoro de ese néctar.

Radha Madhava es Prakriti Purusha, y esta doble categoría se supone representaría también la dualidad alma individual, Alma Universal (jivatma y Paramatma), la ola y el océano. A ambos se les rinde adoración a través de este nombre. Vallabhacharya proclamó: "Krishna es el Señor mismo". Llegar a él se explicaba como equivalente a fusionarse con lo Universal, la meta de los monistas genuinos. Saiua upasana representa también una senda notable; aquí se enfatiza la adoración a Shiva tal como se formula en el Lingam o Símbolo. "Lingam Sarua Kalarn". El Lingam Infinito es el símbolo de la Energía Primordial que constituye la causa básica del origen, condición y progreso de los "elementos" que componen el cosmos. El Lingam es la forma de Shiva y se afirma que tomar conciencia de esto es el objetivo último, la liberación.

Virasaiua upasana aboga por el culto a Shiva, el Señor o Ishwara, como el solo y único, en todas partes y eternamente. La fusión del individuo en el esplendor del Lingam o Ishwara representa la cumbre de todo sadhana, el alcanzar la liberación.

Pasupata upasana. La entidad individual está atada por el lazo (pasa) de las cualidades o modalidades que provienen de la naturaleza. Pasupati (Shiva) es adorado con el objeto de lograr la liberación de esta esclavitud.

Shakta upasana: "Devi es todos los dioses". La Energía Universal Primigenia Aadi Para Shakti es concebida como la matriz de todas las formas de la Divinidad. El impulso cósmico, Prakriti, es la causa de 1a variedad y la multiplicidad de expresiones, la diversidad de formas. La Divinidad Suprema (Maheshwara) tiene esta capacidad de manifestar y por ello se le llama así. Maheshwara y Parashakti son dos aspectos de la misma fuerza. Esta fuerza de doble faz mueve el universo, desde la vasta extensión del cielo hasta la tierra toda. La Suprema Persona inmanifestada se manifiesta como Lo Femenino Universal, Maya, Parashakti. En cada individuo es experimentada como conocimiento, fuerza y actividad.

Jaina upasana. (La comunidad marwari adopta una tendencia vaishnavita en su adoraración al Señor. En los templos jainas se encuentran estatuas de Vishnú llevando los tradicionales aditamentos de la caracola, la rueda, el mazo y el loto). Los jainas tienen como mantra el siguiente:

IYarno arihanthaanaam

Namo Siddhanaam

Namo ayiriyaanaam

/Mamo uualjhayaanaam

llamo Loye sabba saahunaam

Esto significa:

Salve a los grandes héroes (Mahavira) que han vencido los deseos, etcétera,

salve a los sidhas (aquellos que poseen poderes sobrenaturales),

salve a los grandes maestros de la sabiduría espiritual, salve a los grandes preceptores que transmiten la sabiduría,salve a los hombres buenos de todos los países.

Esta quíntuple adoración ayuda a remover los malignos efectos de todos los actos pecaminosos. Conocer y experimentar el significado de este mantra le da a uno el máximo de prosperidad. Los jainas declaran que cuando uno se sume en esta adoración universal, logra la liberación.

(Upasana de los sikhs. El Preceptor (gurú), quien le revela a uno el Atma y lo hace consciente de su existencia en cuanto la realidad de uno, tiene el más elevado lugar en este sistema de culto. La colección de las enseñanzas de los gurúes alas que se hace referencia como Grant Sahebes alabada y venerada por los sikhs. Ella deriva de la fuente de las tradiciones espirituales bharatiyas, y sus ideales forman el núcleo mismo de los rasgos culturales hindúes.

Upasana de Cristo. El Señor Jesús es el Salvador. Por naturaleza, el hombre tiende a caer en el pecado, ya sea a sabiendas o inconscientemente. Jesús ofreció la sangre de su corazón en la cruz para liberar al hombre del pecado y purificar su alma. Sigan a este Señor y sus enseñanzas contenidas en la Biblia. Este es el upasana de Cristo. Canten su gloria y alábenlo con himnos: esta es la modalidad de adoración que enfoca este upasana.

Upasana de Mahoma. Ganen confianza en su propio ser y entréguenle todas las cargas a Dios; tengan fe absoluta en el poder de Dios en cada momento de la vida; reconózcanlo a cada paso; estas son las reglas que le dan sentido a la vida. Uno debe evidenciar la rectitud de su vida en el Durbar del Señor, cuando desecha el cuerpo. Así, uno debe recorrer hasta el final la recta senda trazada por el Señor. Para esta empresa, el Corán es la guía; debe ser reverenciado y observado al pie de la letra. Esta es la instrucción espiritual que ha de observarse en este upasana.

"Aláho Akbar; La Itah I( Alá" es la fórmula sagrada del Islam. Significa que Dios es el Soberano Supremo; Alá es el Regente incontestable e invencible de la creación. Sólo él es digno de adoración. En el Bhagavad Gita, el Señor Krishna dice: "No hay nada superior a mí". La fórmula del Corán expresa lo mismo. El upasana mahometano es también una forma de la misma práctica espiritual, basada en la misma verdad.

Todos estos upasanas revelan que, desde que el hombre inició esta indagación hacia el interior de su propia verdad, ha acumulado en las edades que lleva esta empresa , en especial en Bharat, un vasto tesoro espiritual que puede salvarlo del sufrimiento y la esclavitud. El tesoro es tan vasto y tan profundo, que ha sobrevivido al paso de los siglos sin perder grandeza ni profundidad, sin ser afectado por el surgimiento de las distintas modalidades ni por la influencia de otras formas de adoración.

Además, la sabiduría espiritual de la India representa hoy en día un victorioso faro que arde con una sol á llama resplandeciente entre una tiniebla que se hace cada vez más densa, para iluminar a todos los países, abarcar todas las razas y encantar con su luz toda la humanidad.

No hay mayor fortuna que haber nacido en esta sagrada tierra de Bharat, depositaria de esta magnífica y benéfica cultura que puede salvar al mundo. El sólo tomar conciencia de tal bendición es, por sí mismo, un manantial de bienaventuranza incalculable.