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Libros escritos por Sai Baba

51. Devoción esforzada y entrega a uno mismo

51. Devoción esforzada y entrega a uno mismo

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Todos aquellos que siguen el sendero antes mencionado de las nueve ramas son de dos clases:

1) los seguidores del sendero difícil;

2) los seguidores del sendero seguro y fácil.

Estos dos senderos son algunas veces reputados como: 1) devoción y 2) entrega total al Señor. Esto puede ejemplificarse con el proceder de los hijuelos de mono (monitos) y de gato (gatitos), siendo en el ejemplo, el monito, devoción y el gatito entrega total al Señor.

La devoción tiene que ser constante, interrumpida, como el flujo del aceite de una vasija a otra. Aunque las dos clases son básicamente la misma, las prácticas son diferentes. Sin Amor nada puede ser adquirido en este mundo. Es sólo cuando hay Amor que el apego, a su vez, produce el deseo de proteger y vigilar. En las dos clases antes mencionadas, el Amor es igual, no hay duda; sin embargo, en su manifestación absoluta hay diferencia. En el ejemplo del monito, él tiene que apoyarse en sus propias fuerzas para protegerse; dondequiera que la madre pueda andar, él tiene que asirse fuertemente al vientre de la madre y ¡no deberá soltar su sostén aun cuando sea jalado para separarlo! De este modo, el devoto también tiene que resistir las pruebas que le manda Dios y persistir en el nombre del Señor, en todo tiempo y bajo todas las condiciones, incansablemente, sin la más ligera huella de desagrado o disgusto, soportando el ridículo y la crítica del mundo y dominando los sentimientos de vergüenza y derrota. Ejemplo de este tipo de devoción es Prahlada, primero entre los devotos.

El otro caso no es de este tipo; es como el ejemplo del gatito: la actitud de soportarlo todo con la misma ecuanimidad. Así como el gatito sencillamente continúa maullando en un lugar, confiando plenamente en su madre, el devoto pone toda su absoluta confianza en Dios. La madre sostiene al gatito con su hocico y lo cambia a lugares más elevados o lo conduce a salvo aun a través de pasadizos muy estrechos. Así también, el devoto coloca toda su carga en Dios y se somete completamente a Su voluntad. Lakshmana es un testigo de este sendero.

La disciplina de la entrega total es muy superior a la disciplina de la Devoción. La característica de la entrega total es la completa sumisión en todos los aspectos.

Para servir a Sri Rama, Lakshmana renunció a todos los obstáculos en su sendero, tales como riqueza, ser esposa, madre, a su hogar y aun al sueño y alimento. Y esto no por un día, mes o año sino por catorce años completos. Ella sintió que Sri Rama era su todo, su felicidad y alegría, que El le concedería cuanto necesitaba y que el propósito de su vida era solamente seguirlo a El, servirle y someter su voluntad a El. De este modo, si todas las cargas son depositadas en El y si es seguido incesantemente y sin olvidarlo, El proporcionará todo con certeza absoluta. Esta es la naturaleza de la devoción de la Entrega Total al Señor.