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Libros escritos por Sai Baba

23. No descuides el estudio del sánscrito y la cultura védica

23. No descuides el estudio del sánscrito y la cultura védica

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En épocas pasadas, los hindúes llevaban a cabo sus ritos diariamente, sentados en un lugar purificado, rodeados de santidad y sumergidos en el estudio y la práctica de las enseñanzas de los Vedas y los Upanishads. Además, registraron sus experiencias para guiar a otros y para traer esas experiencias de nuevo a sus propias conciencias. Luego, sus hijos y sus nietos pusieron esos libros en el altar y los adoraron debidamente. Actualmente, por negligencia los han reducido a polvo o fueron usados como combustible; las hojas de palma se han desintegrado y las ratas las han comido.

Sin embargo, ansiosos estudiantes de Occidente han analizado estos restos y se han percatado de que contienen vestigios de incomparables fuentes de iluminación e inapreciables perlas de sabiduría, los levantan con reverencia por encima de sus cabezas y los aclaman como el precioso legado que la India les ha dejado a ellos y a sus hijos. Se los llevan allende los mares, con alegría en sus ojos y gratitud en sus corazones.

Revelaré ahora lo que los hijos de la India han estado haciendo. Estos ni abren las páginas ni estudian su contenido; ni siquiera se interesan en esos libros. Solamente uno en un millón los lee; sin embargo, aun este es ridiculizado como un mentecato y como un excéntrico. Se mofan de los libros, los tildan de ser un conglomerado de mentiras y leyendas y arguyen respecto de la historicidad de los libros y sus autores. Desechan el sánscrito porque es una lengua "muy difícil de aprender" y transfieren su tesoro a estudiosos de otros países. ¡Qué espectáculo tan triste es este! Habría alguna compensación si dedicaran cuidadosa atención al estudio de su lengua madre; pero aun ni esto hacen. Hay descuido; descuido en todas partes.

No, yo no condeno la felicidad temporal. Siento alegría cuando la gente está feliz. Pero, por favor, no crean que esta felicidad es permanente. Desearía que estudiaran todas las artes y ciencias para adquirir la felicidad temporal. Pero quiero que todos recuerden que esta felicidad no es permanente.

La felicidad permanente puede obtenerse sólo a través de la sabiduría: la de los Upanishads. Esa es la ciencia de la realización de Dios, que es la enseñanza de los santos y sabios. Solamente eso puede salvar al hombre y concederle la paz. No hay nada más elevado que eso; este es un hecho incontrovertible. Cualquiera sea su alegría y sufrimiento, cualquiera sea la materia en que se hayan especializado para vivir, mantengan sus ojos en la sabiduría de Brahma, el Espíritu Universal, Dios.

Si sólo se agudiza la inteligencia, sin el desarrollo y la práctica de las virtudes, y si simplemente se almacena información en el cerebro, el mundo no puede progresar y su bienestar estará en peligro.

Sin embargo, actualmente parece que la gente está perdiendo la fe en las virtudes, a causa de que el sistema educativo no asigna ningún lugar para la enseñanza o entrenamiento espiritual. La verdadera educación no corrompe ni pervierte las virtudes hermosas de los muchachos y muchachas; no se contenta con llenar el cerebro con cosas confusas y sin ningún valor. Sólo una educación que proporcione completa libertad para el florecimiento de todas las virtudes que distinguen al ser humano es beneficiosa.