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Libros escritos por Sai Baba

7. Oración

El devoto puede orar para obtener Paz pidiéndole al Señor este regalo, o también puede pedir las buenas cualidades necesarias para su desarrollo. El aspirante espiritual tiene, como principal medio para alcanzar sus metas, esta única arma: la oración.

Existen personas que tienen sus dudas con respecto a esto y se preguntan: ¿Qué beneficio encontramos en la oración? ¿Nos dará el Señor todo lo que le pidamos en ellas? El puede darnos solamente lo que, de acuerdo a su criterio, necesitemos o merezcamos. ¿No es así? ¿Se complacerá el Señor en concedernos todo lo que le pedimos en nuestras oraciones? Bajo estas circunstancias, ¿cuál es la necesidad de rezar? Por supuesto, todas estas dudas pueden ser resueltas.

Si el devoto ha dedicado todo, cuerpo, mente y existencia al Señor, El mismo velará por todo, porque siempre estará con su devoto. En estas condiciones no hay necesidad de la oración. Pero, ¿se han dedicado a sí mismos y entregado todo al Señor? No. Cuando ocurren pérdidas y calamidades, cuando los planes se desvanecen, el devoto culpa al Señor. En cambio, otros le rezan para que los salve. Exceptuando ambos casos, así como la dependencia sobre otros, si en todo momento ponen fe absoluta en el Señor, ¿por qué habrá de negarles Su Gracia?, ¿por qué desistirá de ayudarles? Los hombres no saben descansar completamente y sin reservas en el Señor.

Por lo tanto, aunque sean el agente y el instrumento al hacer todo, continúen orando con fe y devoción. La fe es el producto de Shanti y no de la prisa y el apuro. La cualidad de Shanti es una necesidad vital para adquirir la Gracia del Señor y su resultante toma de conciencia de la realidad.

Todo aspirante está enterado de cómo Draupadi mereció la Gracia del Señor por su Rectitud y Amor. A pesar de que sus esposos eran héroes poderosos y renombrados monarcas, ella buscó refugio en el Señor Krishna, sabiendo que todo lo demás era inútil. Sin embargo, también se sabe que en circunstancias similares, Prahlada no buscó refugio; pero se debe a que desde su nacimiento había entregado todo al Señor, sabía que Dios estaba siempre a su lado, entonces no tenía necesidad de llamarlo para sentir su protección. Por lo tanto, Prahlada era inconsciente de todo, excepto de Dios; o sea, no podía distinguir entre una y otra de las funciones del Supremo. Entonces, ¿para qué pedir protección, él, que no sabía que Dios castiga? Para todas esas almas intoxicadas de Dios y dedicadas a El la oración es innecesaria.

Pero hasta que ese estado se alcance, la oración con una actitud de Paz es esencial para los aspirantes, y en este sentido la oración promueve la ecuanimidad. Se puede orar al Señor por medio de la Contemplación concentrada en la gloria de Dios, Repetición del Nombre de Dios, meditación y cantos devocionales, ya que en todos estos actos el objeto principal es el Nombre Divino. Debido a esto Krishna habló en el Gita sobre el Conocimiento de Dios por la Repetición de su Nombre.

Es mejor hacer la Repetición del Nombre en voz alta para transformarlo en canto devocional: si además es cantado con una voz dulce las personas serán atraídas hacia Dios. Gradualmente se desarrollará en ellas el amor por Dios y, a su debido tiempo, le seguirá la Gracia; pero para ser bendecido por ella habrá que esperar pacientemente.

Unicamente la serenidad nos llevará a triunfar en la práctica espiritual; incluyan esta lección en todas las disciplinas que desarrollan habitualmente del mismo modo que el Shanti mantra (mantra de la Paz). El Shanti mantra es:

"Asatho ma sadgamaya ( de de la irrealidad a la realidad )

thamaso ma jyothir gamaya ( de la oscuridad a la luz )

mrityor ma amritham gamaya". ( de la muerte a la inmortalidad )

El significado de este mantra se ha traducido de varias formas, algunas muy elaboradas, otras muy bellas: "Oh Señor, cuando obtenga felicidad mediante los objetos de este mundo, hazme olvidar estos objetos irreales y enséñame el camino de la felicidad permanente". Esta es la primera oración. La segunda dice: "Oh Señor, cuando los objetos del mundo me atraigan remueve la oscuridad que esconde a la omnipenetrante Alma, que realmente lo es todo". La tercera oración y el significado del mantra es el siguiente: "Oh Señor, bendíceme mediante tu Gracia con la inmortalidad resultante de la conciencia de la refulgencia del Alma inmanente a todo objeto".