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Libros escritos por Sai Baba

5. El ejercicio espiritual gana su gracia

La Paz y la Devoción nunca pueden ser obtenidas a través de otra persona, tienen que ser creadas y desarrolladas individualmente. Además, es fundamental contar con la Gracia del Señor; como se dice en las Upanishads: "Aquel que El escoge, le alcanza". Sin embargo, el aspirante podrá tener esta duda: ¿Cuál es, pues, la necesidad de la práctica o ejercicio espiritual? Aquel que piensa en el Señor con devoción puede vencer todo tipo de karma heredado o acumulado; con Su Gracia, uno puede alcanzar incluso la inasible Bienaventuranza. De todos modos, no duden sobre la práctica de disciplinas espirituales, que nunca será estéril para nadie. Adhiéranse firmemente a esta convicción, y recuerden que una devoción firme ganará la Gracia de Dios. Gajendra ( rey de los elefantes en la mitología hindú ) es un ejemplo de esto.

Cada uno nace con una misión, pero todos existen solamente gracias al mismo alimento y bebida: la Paz; porque sin ella no hay Bienaventuranza. La Paz embellece cada acto, ablanda la capa más dura del hombre; ella los lleva a los pies del Señor y obtiene para ustedes la visión de Dios. No conoce distinciones: es la fuerza que establece igualdad; la miel del Amor en la encantadora flor de la vida; una necesidad esencial para el yogui y el aspirante espiritual. Habiéndola adquirido, ellos pueden alcanzar la realidad, si no en este momento, sí mañana; no lo duden. El yogui y el aspirante deben vencer todos los obstáculos del camino; Shanti les dará la fuerza necesaria para ello.

Sólo a través de la Paz, la devoción y el conocimiento pueden expandirse, asegurarse y echar raíces. La más alta Sabiduría nacida de la Paz, es la única manera de vivir la vida plenamente o la vida que no conoce el morir. Y es que la indagación "¿Quién soy?" aclara el camino para la realización. Así, el hombre debe esperar paciente y calladamente, poniendo su fe en la Gracia y Sabiduría del Señor. Aquel que inquiere de esta forma siempre será empeñoso y penitente, vencerá al miedo y, lleno de Paz, llegará a la convicción de que el Señor está en todas partes, visiblemente presente para todos.

Para adquirir Paz debe ser aplacado su acérrimo enemigo, la cólera. La ira es la cosecha de una mente inquieta: esclaviza al hombre y oscurece su entendimiento; en cambio, el entendimiento se vuelve fácil cuando ustedes están llenos de una devoción profundamente enraizada. El tipo de devoción llamada devoción pacífica es el mejor camino para obtener Bienaventuranza eterna y perdurable. Vuélvanse los mensajeros de la Paz sin principio ni fin, tengan en lo alto la luz de la Paz para la humanidad. Vivan la vida ideal: siempre conformes, jubilosos y felices.

Los aspirantes al progreso espiritual y los devotos de antaño alcanzaron su meta sólo a través de la Paz. Shanti les dio a Ramdas, Tukaram, Kabir, Thyagaraja y Nandanar, la fortaleza necesaria para soportar todas las calumnias, torturas y tormentos que sufrieron en su vida. Si los aspirantes al progreso espiritual basan sus esfuerzos en estos ejemplos, ellos también se librarán de la ira, la desesperación y la duda. A veces, para los aspirantes espirituales son más útiles los relatos de esas luchas y triunfos que la misma contemplación de los poderes y talentos del Señor. Estos relatos les ayudarán a tratar de desarrollar, con base en sus experiencias, los métodos que ellos descubrieron. Inclusive uno puede obtener Shanti (Paz) por el solo recuerdo de cómo esos santos vencieron los obstáculos, soportaron los problemas y los caminos que siguieron para cruzar a la otra orilla.

Se encontrará que Shanti fue la principal arma que los salvó de los enredos de la ira, el dolor, la arrogancia, la duda y la desesperación. Por lo tanto, escuchen ¡oh aspirantes espirituales! y adquieran el arma, la Paz, mediante la Gracia del Señor; dirijan todos sus esfuerzos a ese fin.

Sin importar lo difícil que sea el problema y grande el tormento, persistan y triunfen por medio del recuerdo de aquellos ejemplos. ¡Acuérdense de Bhisma! El, a pesar de estar postrado en un lecho de flechas, soportó el dolor pacientemente, aguardando la llegada del momento propicio. El nunca clamó a Dios en su agonía, pidiéndole que pusiera fin a su sufrimiento. Al contrario, solamente exclamó: "Yo debo soportar todo. No importa cuán grande sea el dolor ni cuán larga la agonía. Yo me quedaré callado hasta que llegue el momento. Tómame cuando llegue". Y es que Bhisma era el más grande entre los santos devotos, por eso se mantuvo firme.

Shanti es esencial. Tenerla es tenerlo todo y no poseerla quita la alegría a todo. Aunque Shanti es la misma naturaleza del hombre, la ira y la codicia triunfan al suprimirla. Pero cuando éstas se eliminan, Shanti brilla con luz propia.