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Libros escritos por Sai Baba

11y12. 12=Utilice la consulta '¿Quién soy yo?' Para detener la agitación

11. La ilusión oculta la verdadera naturaleza dichosa del individuo.

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Tamas es una fuerza de sobreposición que tiene maya* y que le oculta al individuo o alma individual lo universal que él es, Sat Chit Ananda (Ser Conciencia Bienaventuranza) en contemplación constante de Dios. Todo este Universo con sus muchas manifestaciones, nace de la atribución o apropiación de multiplicidad donde existe únicamente la unidad. Cuando la evolución es absorbida dentro del proceso de involución ("pralaya"), los tres gunas quedan en perfecto equilibrio o balance ("saamyaavastha").

Entonces, por la voluntad de la Voluntad Suprema o Dios, el balance es alterado y la actividad empieza, creando las consecuencias. En otras palabras, el Universo se crea, se desarrolla y se despliega. Este es el estado llamado "desequilibrio" ("vaishamya"). De este modo surgen, debido a maya, desde el sutil inconsciente interior y el subconsciente, hasta el denso cuerpo físico exterior. A maya puede llamársele "el poder de superimposición de lo particular sobre lo universal", y ésta es la razón por la cual se refiere uno a todo ello como lo "inanimado", el ser falso. Es como un espejismo en el cual se sobrepone agua y vegetación a la arena del desierto. Y solamente a través de la visión de Dios o el Alma puede la maya ser destruida.

12. Utiliza la consulta "¿Quién soy yo?" Para detener la agitación.

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El afecto que uno siente hacia los parientes, la alegría obtenida cuando se alcanzan las cosas que uno anhela y la satisfacción que resulta cuando se ha hecho uso de ellas, son las ataduras que la conciencia se impone a sí misma. Aun el dormir y el soñar son agitaciones que tienen que ser trascendidas para que el Alma pueda ser visualizada y realizada. En el sueño, el elemento de la ignorancia persiste, el sentimiento del "yo" y lo "mío" produce una serie interminable de actividades y agitaciones en los diferentes niveles de conciencia. Pero así como un soldado solitario, situado en una posición ventajosa, puede atacar con éxito a cientos de soldados enemigos que vienen en una sola fila a través de una estrecha barranca, así puede uno bloquear cada agitación al tiempo que surge en la conciencia y aplastarla. El valor para hacer esto puede obtenerse a través de la habilidad que deriva de un buen entrenamiento.

Todas las agitaciones deberán cesar en el momento en que uno inquiera: ¿Quién soy yo? Esta fue la práctica espiritual que Ramana Maharshi realizó y enseñó a sus discípulos y es también la más fácil de todas las disciplinas.

Primero tiene que haber deseo de procurar el propio bienestar ("subhechchaa"). Esto llevará al estudio de libros sobre Dios y sus principios, a la búsqueda de la compañía de los hombres buenos, al alejamiento de los placeres sensoriales y a la sed de Liberación.

Aun el mantra

"Mahavaakya Aham Brahmasmi ("Yo soy Brahman")

tiene una pizca de ignorancia adherida a él: el "aham", "yo", considerado como separado pero idéntico.

El Aham es tan persistente que sólo desaparecerá a través de una incesante meditación sobre lo que implica la Real Identidad Divina

Tu eres Eso ("thatvamasi")

y el que todo lo abarca, el Alma o Brahman (Dios). Este es el estado de discriminación ("vicharana o Bhumika"), que prosigue al estado de desear

procurar el propio bienestar ("subhechchaa"). Por tales medios la mente puede ser controlada y enfocada rápidamente a la contemplación de Brahman. Cada estado es un paso en los peldaños de la elevación progresiva de la mente de lo concreto hacia lo sutil y de lo sutil hacia lo no manifestado. Este es el estado final ("Thanumanasi").

Los tres estados antes mencionados y las disciplinas que conllevan destruirán todos los deseos y los anhelos e iluminarán el Conocimiento de la Realidad. Entonces la mente se volverá completamente santa y saturada con la Verdad. A esta condición se le denomina como el estado de no apego o no relación ("a samashakti"). En otras palabras, todo contacto con el mundo exterior e incluso con el propio pasado es suprimido. No se pone atención a lo exterior ni a lo interior; el aspirante espiritual alcanza un estado en que ningún objeto puede provocar sensación alguna en su conciencia. El buscador perfecto siempre estará inmerso en la Bienaventuranza del Alma. No se dará cuenta de la trinidad de "el que ve", "lo visto", y "la visión". Este es el cuarto estado ("turiya"), el estado del más allá.

Hay quienes sueñan despiertos; ellos acostumbran hacer castillos en el aire planeando con lo conocido y lo desconocido. Hay otros que son superdespiertos; su "yo" y lo "mío" se han arraigado muy fuerte a través de los muchos nacimientos. Estas no son sino agitaciones de la conciencia.

La Sabiduría sólo puede surgir cuando dichas agitaciones son destruidas. Hasta ese entonces, cuando mucho, uno puede conocer nombres y formas, pero no comprender la realidad. La ausencia de agitaciones de la mente es el signo que marca a quien realmente ha conocido la Realidad.