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Discursos dados por Sai Baba

04. 22/01/67 El susurro de las alas

El susurro de las alas

El susurro de las alas

22 de Enero de 1967

Prashanti Nilayam

Lo que Indra Devi ha dicho no es nada nuevo en este país ni pa ra nosotros. En verdad, ella aprendió los elementos del yoga aquí y en Occidente está haciendo que muchas vidas sean felices y apacibles por ese medio. Su campaña Luz en la Oscuridad es sólo el ideal del Sanathana Dharma plasmado en la oración Tamaso ma jyotir gamaya (“De la oscuridad llévame a la luz”). Es realmente sorprendente que alguien tenga que entrenar a otros en la concentración, pues sin ella el hombre no puede llevar a cabo ninguna tarea. Manejar un auto, darle forma a una vasija en el torno, tejer un diseño, sacar la mala hierba de un terreno, todas estas tareas requieren atención centrada en un solo punto. El andar por el camino de la vida que está lleno de huecos y montículos, hablar con nuestros semejantes que tienen distintos temperamentos, todo esto requiere concentración. Los sentidos tienen que ser con trolados de manera que no distraigan ni molesten, el cerebro no debe estar desvariando, las emociones no deben colorear los objetivos que uno busca. Ése es el camino para tener éxito en la concentración.

Yoga es eliminar todas las agitaciones en el lago de la propia conciencia interna. Nada debe causar una sola ola de emoción o pasión en la tranquila superficie o en las quietas profundidades de la propia conciencia. Este estado de ecuanimidad es la marca del conocimiento.

La práctica espiritual es la medicina y el espíritu de indagación es el régimen que curará al hombre de toda agitación.

El proceso de la meditación en la luz de la lámpara que Indra Devi les explicó debe ser entendido así: primero sientan que están en la luz; luego prosigan con la comprensión de que la luz está en ustedes; después tomen conciencia de que son la luz, nada más, nada menos. Pero es más fácil y mejor proyectar hacia el mundo externo la luz que visualizan primero dentro de ustedes, iluminando más y más el mundo, y viendo a todos abarcados en la Divina Gloria que está en ustedes también. Cuando sientan que todos son luz, no tendrán peso; todo será brillante. Es por esto que en la bandera de Prashanti está representada la llama del Atma emanando del loto del corazón cuando esta flor se abre al primer toque de los rayos del sol del conocimiento.

Pueden tener otras cosas además de la luz para dominar la oscuridad.

Cualquier cosa que despierte la conciencia de lo Universal, lo Infinito, lo Inmanente, lo Trascendental (Brahman, el todopenetrante, vasto, inmanente), es beneficiosa. Pueden tener alguna forma de Lo Universal, como Krishna, cuyo color azul está lleno de los vastos y profundos cielos y océanos. Contemplen esa forma, imagínenla en su mente, pasen el tiempo lentamente y con plena atención en esa sagrada visualización (su atención se va a ir lejos en las etapas iniciales, pero no se desanimen): vean la pluma de pavo real, el punto de kum-kum(1), la frente, los ojos, la nariz, el adorno de perlas en ella, la boca, los labios, los dientes, la flauta; pueden pasar horas pintándolo en la tela de su corazón. Es un ejercicio muy provechoso para sublimar sus pensamientos y sentimientos.

Cada minuto pasado en esta meditación los llevará un paso más cerca de la liberación, cerca de Mokshapuri, la ciudad divina de la liberación de la esclavitud.

Ustedes están abandonando a su verdadera madre y apegándose a las ayas que los han criado. Su verdadera madre es Sai, que tiene un afecto carente de ego. Es por esto que Ramakrishna clamó por ella y por su gracia. Hay en cada quien un impulso interno que lo empuja hacia adelante, hacia la fusión con su propia realidad, como un río es llevado hacia el mar por su propio impulso.

El péndulo se balancea de derecha a izquierda sólo cuando ustedes le dan cuerda al reloj; no le den cuerda y se parará. Así también, la mente irá de lo correcto a lo erróneo y de la risa a las lágrimas sólo si ustedes la impulsan y alientan. Desistan de darle cuerda a la mente y ella desistirá de sus bufonadas.

No cuenten sus lágrimas de dolor; no se queden cavilando sobre sus aflicciones. Dejen que pasen por su mente como los pájaros que vuelan por el cielo, sin dejar huella en él, o como las llamas o aguas que aparecen en la pantalla de cine sin quemarla o mojarla. No deben desalentarse cuando alguien los decepciona.

Quizá su deseo mismo estaba equivocado, o su realización los hubiera hecho caer en peores situaciones. De todos modos, es la voluntad del Señor y él sabe mejor. Las decepciones y la aflicción son como la cáscara del plátano: sirven para proteger el sabor y permitir que la dulzura llene la fruta. En tales trances, dejen que su mente more en el esplendor y en la majestad del Atma; esto los mantendrá alertas y valientes. Las jugarretas de los sentidos y de la mente pueden ser detenidas con el látigo del conocimiento del Atma.

Hagan esta concentración sobre su realidad al meditar cada día. Sigan la misma rutina rigurosa cada día, con la misma hora, lugar, duración, método, posición, todos sin cambiarlos. Entonces los factores perturbadores pueden ser fácilmente humillados y dominados.

Como lo dijo Ramakrishna, no caven unos pocos metros en diferentes lugares quejándose de que no encuentran agua. Caven en un lugar firmemente y con fe. El taladro llegará hasta el mismo manantial; perforen con “Rama, Rama, Rama” continuamente, con firmeza, y también ustedes podrán obtener la recompensa de la liberación.

Rama es la medicina; la enfermedad no será afectada en lo más mínimo si repiten el nombre de la medicina; sólo cuando la medicina es tomada la enfermedad se asusta y se va. Como los ejercicios para el cuerpo, así es para la mente. Los ejercicios tonifican el cuerpo; la repetición del Nombre tonifica la mente y aleja los virus dañinos. El corazón es la vasija, la inteligencia, el palo de batir, la práctica es el proceso del batido y la realización es la mantequilla que se obtiene.

Si alegan que no tienen tiempo que dedicar a la repetición y a la meditación, yo les diré que es sólo la pereza la que los hace hablar así. ¿Cómo puede cualquier tarea inferior reclamar el tiempo que es el legítimo derecho de la única tarea para la cual ha nacido el hombre? Levántense cada día como si se estuvieran levantando de la muerte. Digan: «Así vuelvo a nacer. Haz que hable palabras suaves y dulces, haz que mi comportamiento sea sereno y de ayuda para todos, déjame hacer acciones que lleven felicidad a todos y forma en mi mente ideas que sean beneficiosas para todos. ¡Que este día valga la pena por tu servicio!». Oren así, sentados en su cama, antes de comenzar con el programa diario. Recuerden este compromiso durante todo el día. Cuando se retiren en la noche, siéntense y examinen rápidamente todas las experiencias del día; vean si han causado dolor o molestia a cualquiera por alguna palabra o acción. Entonces oren: «Estoy muriendo ahora y caigo en tu regazo. Perdóname por cualquier falta; tómame bajo tu amorosa protección». Después de todo, el sueño es una muerte corta y la muerte un sueño largo.

Adiéstrense a despertarse al comienzo de la hora de Brahmamuhurtam, es decir, a las tres de la mañana. Puede ser que al principio necesiten un despertador, pero pronto el impulso por meditar los despertará. No se bañen antes de sentarse a meditar, pues el baño despertará los sentidos y estarán demasiado llenos de impulsos en diferentes direcciones como para que tenga éxito el proceso de la meditación. La regularidad, la sinceridad y la constan cia los recompensarán con el éxito.

Prashanti Nilayam, 22-I-67.

(1) Polvo rojo usado como adorno.