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Discursos dados por Sai Baba

13. 28/03/67 El mundo es un campo de entrenamiento

El mundo es un campo de entrenamiento

El mundo es un campo de entrenamiento

28 de Marzo de 1967

Bhavanagar

Siempre que decae la rectitud y surge la injusticia, me creo de mí mismo, pues es parte de la resolución primigenia el proteger la estructura espiritual del universo. Pongo a un lado mi esencia sin forma y asumo un nombre y una forma adecuados al propósito para el cual vengo. Siempre que la maldad ha amenazado vencer el bien he venido y lo he salvado de la declinación.

El Señor no insiste en que todos los hombres deben seguir un solo camino y adoptar una sola disciplina. Hay muchas puertas en su mansión. La entrada principal, sin embargo, es la superación del apego. Esto es lo que Krishna exhortaba a Arjuna que lograra.

Arjuna se desanimó y permitió que su arco cayera de sus manos porque quedó sobrecogido por un tipo engañoso de apego. Krishna tuvo que demostrarle que los parientes a quienes temía matar, los maestros que quería dejar vivir, aquellos que amaba y odiaba, todos no eran sino instrumentos de su voluntad, marionetas en su mano. Esto destruyó su apego y él reanudó su tarea, sin ningún apego a las consecuencias.

Esto lo hizo el receptor de la más grande lección de la historia.

Esta lección es valiosa tanto para el creyente como para el ateo, pues ambos tienen apego a las consecuencias de sus tareas, un apego que coloreará sus anhelos y redoblará el dolor cuando fracasen.

La superación del apego es necesaria tanto para los creyentes como para los no creyentes con el fin de obtener alegría duradera.

Ninguno de los dos se llevará de aquí la más mínima porción de sus adquisiciones y ambos pueden ganarse la gratitud de los hombres sólo por medio del sacrificio y del amor.

Mohammad de Ghazni, que amasó vastas montañas de tesoros en su campaña contra la India, murió de fiebre. Él ordenó a su visir que llevara su cadáver al cementerio con ambas palmas bien abiertas y elevadas para que todos pudieran ver que el emperador que había acumulado fa bulosas riquezas, se iba al otro mundo con las manos vacías. «Que cada quien sepa cuán transitorio es el esplendor que se deriva de las posesiones mundanas», dijo durante sus últimos instantes. Cuando el árbol de la vida dirige sus raíces a la realidad del Atma, la incambiante, eterna, universal e inmanente entidad de la cual el hombre no es sino una chispa, florecerá grandiosamente, produ ciendo fragantes flores de amoroso servicio, dulces frutos que darán alimento y alegría a todos, haciendo la dulzura de la virtud que cada bocado sea un deleite.

Esto no significa que deben renunciar a su hogar y a su casa y huir a la selva. No hay garantía alguna de que éstos no los vayan a se guir al silencio y soledad de los montes, pues si su mente se ape ga a los deseos mundanos, no pueden escapar simplemente ponien do alguna distancia entre ustedes y ellos: pueden estar en la selva, pero su mente puede andar paseando en el mercado.

Igualmente, pueden estar en el mercado, pero mediante su práctica espiritual todavía pueden lograr un poco de paz en el corazón aun en la calle más concurrida. La mente puede desarrollar un silencioso refugio o amarrarlos en intrincados nudos; ella ata los lazos y los afloja. Pueden navegar seguros en el mar de la vida si su bote no tiene huecos; pero por los huecos del deseo, la ira, la codicia, el engaño, la envidia o la maldad, las aguas de la vida entrarán en el bote y éste se hundirá ahogándolos sin ninguna redención.

No permitan que le entre agua al bote; tapen todos los huecos. Entonces no tendrán que temerle a la vida; podrán beneficiarse de todas las oportunidades que da para adiestrar los sentidos, ampliar los afec tos, profundizar las experiencias y fortalecer el desapego.

Basta con leer el periódico para saber cuán loco y tonto es el mundo, cuán fútil es el heroísmo, cuán momentánea es la gloria; y después de usarlo por la información que contiene, lo botan, pues ahora es un desperdicio total. Así también, vivan sólo una vez; vivan de modo que nazcan sólo una vez. No se enamoren del mundo a tal punto que su falsa fascinación los atraiga una y otra vez a esta engañosa mezcla de alegría y dolor. A menos que ustedes logren apartarse un poco, lejos de los enredos del mundo, sabiendo que todo es un drama cuyo director es Dios, corren el peligro de llegar a involucrarse demasiado. Usen al mundo como un campo de en trenamiento para el sacrificio, el servicio, la expansión del corazón, la limpieza de las emociones. Ése es el único valor que tiene.

Cuando canten bhajans, mediten también en el significado de las canciones y en el mensaje de cada nombre y forma de Dios. El nombre de Rama debe evocar en ustedes la rectitud que él personificó y demostró; el nombre de Radha debe evocar en ustedes el amor supramental y supramundano que ella tenía como la más grande de las pastoras; el nombre de Shiva debe evocar el supremo sacrificio de beber el veneno Halahala para el bien del mundo; la fresca gracia enaltecida por la cascada del Ganges y la luz de la luna creciente. No malgasten el tiempo sin objeto; hagan que cada momento sea un bhajan. Conozcan el propósito del canto de bhajans o de la recordación del Nombre y dedíquense de todo corazón a ellos; obtengan el máximo de beneficio de los años que les son asignados.

Bhavanagar, 28-III-67