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Discursos dados por Sai Baba

06. 20/05/02 Los hermanos ideales

LOS HERMANOS IDEALES

LOS HERMANOS IDEALES

20 de Mayo de 2002

Sai Ramesh Hall – Brindavan

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“Todas sus formas se han manifestado como la Paz.

Todos Sus nombres se han manifestado como la Auspiciosidad.

Él es la encarnación de la Existencia, la Conciencia, la Bienaventuranza

y la No-dualidad,

Él es Verdad, Auspiciosidad y Belleza.”

¡Encarnaciones del Amor!

La fuerza y las capacidades de lo Divino están más allá de toda comprensión, pero aunque se comprendieran, abundarían las criticas. El uno puede alabar, el otro puede retar, pero la Divinidad permanece igual. Ni la crítica disminuirá a la Divinidad, ni la alabanza la aumentará. El sube y baja de las mareas se refieren a este mundo. La Divinidad queda inafectada por cualquiera de ellas. Los que ansían nombre y fama nunca podrán comprender a la Divinidad. Miles de estudiantes han pasado por los portales de esta universidad, han adquirido una educación totalmente gratuita. No hemos publicado este hecho ni se ha hecho propaganda al respecto. Yo derivo Mi alegría de su alegría y permanezco contento.

Ayer vimos que Bharata no fue a Ayodhya con las sandalias de Rama. En lugar de ello construyó un pequeño Ashram en Nandigrama y permaneció allí, adorando los Pies de Loto de Rama. Su esposa Mandavi también pasaba su tiempo contemplando el nombre de Rama y así apoyaba a su esposo. Rama y Sita pasaban su tiempo moviéndose en la selva. Lakshmana estaba totalmente dedicado a su servicio. Pero poco se sabe de Shatrughna. Ninguno de los textos lo menciona. Los intelectuales abundan por miles. La gente con el poder de indagar también se cuenta por miles. Tristemente, son muy pocos los que tienden a indagar en los intricados y delicados asuntos espirituales.

Desde los tiempos de Dasharatha, Sumantha había permanecido como primer ministro del reino. Él obedecía cada mandato de Dasharatha acerca de la administración. En la situación de entonces, el heredero legal, Rama, estaba en la selva. Su representante Bharata estaba en un exilio autoimpuesto en Nandigrama. Así que, ¿quién manejaba la administración de Ayodhya día a día? Es aquí donde debemos indagar con detenimiento. Desde el alba hasta el ocaso, fue Shatrughna el que se quedó en Ayodhya, indagaba por los problemas de los ciudadanos y gobernaba el reino. En la noche él reportaba fielmente todo a Bharata. Shatrughna manejaba cada aspecto de la administración del reino. Aunque él hizo tanto, su nombre no aparece en ninguna parte en la literatura. Los dos hijos de Sumitra estaban siempre dedicados a servir a sus hermanos mayores y en promover la unidad entre ellos. Nunca buscaron nombre y fama. Shatrughna se dedicó totalmente a Bharata y ejecutada todas sus órdenes. Era sumamente inteligente, capaz y poderoso. Es triste que tan noble carácter no haya sido estudiado jamás. Durante los largos años, fue Shatrughna quien sostuvo las riendas del reino en sus capaces manos. Sin embargo, él nunca perturbaba a Bharata aun cuando tuviera ciertas dudas. La razón era que él no quería ser responsable por perturbar la concentración de Bharata ya que Bharata estaba en constante meditación sobre Rama. Sumitra ya le había hecho una promesa a las otras reinas, “¡Kaushalya! Tu hijo puede volverse rey. Mi hijo Lakshmana será su ayudante personal. ¡Kaikeyi! Bharata puede también volverse rey. Entonces enviará a Shatrughna para servirle. Mis dos hijos nacieron para servir y no para ganar nombre, fama o reinos.” ¡Cuán nobles eran los dos hermanos Lakshmana y Shatrughna! Sin ellos, tanto Rama como Bharata no habrían alcanzado su fama y gloria. Siempre estuvieron con sus hermanos mayores dándoles soporte sólido. Esta cooperación hizo que los hermanos permanecieran muy unidos los unos con los otros. En el momento de la batalla, cuando Lakshmana perdió el conocimiento, Rama se lamentaba así, “Si yo buscara, podría encontrar a una esposa como Sita; podría encontrar a una madre como Kaushalya; pero a un hermano como Lakshmana, nunca podría encontrarlo.” Rama estaba dispuesto a dejarlo todo por el bien de Lakshmana. Fue entonces cuando Hanuman se acercó a Rama. Rama le dijo, “¡Hermano! Debes venir en mi ayuda en esta Mi hora de necesidad. Aunque tu dedicación y devoción son bien conocidas, todavía te pido este favor. Debes ir y traerme la planta Sanjivini”. Hanuman era alguien que siempre obedecía las órdenes de Rama. Siempre se movía como uno entre los cuatro hermanos. Prontamente se fue, pero incapaz de identificar la planta, sacó de raíz la montaña entera y la llevó a Lanka. Cuando estaba volando encima de Ayodhya, Bharata lo avistó. Bharata recibía informes regulares de la selva de que los demonios estaban causándole problemas a Rama. Bharata prontamente sospechó que esta enorme figura era un rakshasa que tenía intención de hacer serios daños a Rama. Sacó su arco y lo disparó contra Hanuman. Hanuman bajó junto con la montaña. Hanuman le presentó sus respetos a Bharata y dijo, “¡Oh Rey! Lakshmana ha perdido el conocimiento en el campo de batalla. Yo estoy llevando esta montaña que contiene la hierba Sanjivini para revivirlo. No sé donde está la hierba en esta montaña. Por lo tanto, a fin de cumplir con la orden de Rama, me estoy llevando toda la montaña.” Bharata estaba en éxtasis ante esta noticia. Envió por Kaushalya y dijo, “¡Madre! Este mensajero tiene noticias de Rama”. Entonces le presentó a Hanuman a ella y éste le contó en detalle todas las noticias del frente de batalla. “Se está librando una terrible batalla entre Rama y Ravana. Terminará dentro de un día o dos. Lakshmana ha perdido el conocimiento y estas hierbas son para revivirlo.” Sumitra también fue llamada por Bharata. Ella no expresó ninguna ansiedad ante la noticia acerca de Lakshmana. Por el contrario, dijo, “Yo nunca me preocupo acerca del bienestar de mi hijo. Mi único temor es que Rama pueda sufrir algún inconveniente. Si mi hijo Lakshmana ha de morir, definitivamente enviaré a mi otro hijo Shatrughna para servir a Rama. Mi única meta es ver a Rama feliz. Debemos velar porque no haya ninguna obstrucción en el servicio a Rama. Es con esta intención que he enviado a Lakshmana a la selva con Rama.” Hanuman entonces le dio la noticia del desmayo de Lakshmana a la esposa de éste, Urmila. Ella había pasado todos los catorce años pintando la escena del matrimonio de Rama con Sita. Bharata se acercó a ella y le dio la noticia. Él dijo, “La vida de Lakshmana está en peligro. Me faltan las palabras y no sé qué hacer.” Urmila no mostró traza de temor o preocupación. Dijo, “El corazón de mi esposo está lleno con el nombre de Rama. Por lo tanto, quizás esté él durmiendo apaciblemente. Todo el dolor y sufrimiento debe ser sólo de Rama. Ningún peligro puede acaecerle a mi esposo. Él siempre estará a salvo.” Lo que debemos reconocer aquí es que las esposas de los cuatro hermanos eran tan virtuosas y nobles como sus esposos. La felicidad y prosperidad de los esposos eran causadas por las nobles cualidades de sus esposas. La buena conducta y las buenas acciones de las esposas eran también responsables. Su carácter les dio a sus esposos un tremendo apoyo. Después de transmitidas las noticias, Hanuman rápidamente continuó su viaje hacia el campo de batalla. Lo que debemos destacar aquí es que tanto como los hermanos expandían sus ideales por el mundo, sus esposas tampoco se quedaban atrás en hacer lo mismo. Cuando su esposo Shatrughna gobernó el reino, Shrutakirti le dio admirable apoyo a él, lo mismo que Mandavi apoyó a Bharata. Nunca aspiraron a nada más. Excepto en el momento del alba y del ocaso cuando ellas iban con la madre Kaushalya recibir sus bendiciones, nunca tuvieron ningún otro compromiso. Era una buena fortuna de esos tiempos antiguos el haber obtenido tales nueras. La buena influencia de tan nobles personajes se puede sentir por todo el Ramayana. Durante catorce largos años Ayodhya vivió en paz, prosperidad y seguridad a plenitud. Se hablaba la verdad y se adhería a la rectitud en cada rincón del país. El gobierno eficaz de Shatrughna lo aseguraba. Él no dormía ni descansaba en absoluto, anticipándose a cualquier problema que pudiera surgir. Solía preocuparse no fuera que cualquier falla en su administración le diera un mal nombre a Bharata. Shatrughna encontraba intolerable que Bharata tuviera un mal nombre debido a sus errores. Él velaba por el reino con cuidado y preocupación como un don del Señor Rama, siempre seguía las órdenes de Rama. Shatrughna gobernó a Ayodhya con tales nobles sentimientos. Bharata nunca jugó un rol activo en la administración del reino, solía inclinar la cabeza y acceder a todo lo que Shatrughna le decía. ¿Cuál era la razón de esta ciega confianza? Bharata conocía el amor desinteresado de Shatrughna. También sabía que Shatrughna era muy capaz y nunca permitiría que ningún enemigo planeara una mala aventura en contra de Ayodhya. Fiel a su nombre, Shatrughna podía destruir cualquiera de tales enemigos. Esto llevó a una paz duradera a Ayodhya. El principio seguido por los antiguos indos era “Hablen la Verdad, Sigan la Rectitud (Satyam Vada, Dharmam Chara) y oraban por la seguridad del mundo. También ponían énfasis en la unidad entre hermanos. Nadie debía sufrir mala fama. Todos debían vivir su vida con virtud y un buen nombre.

Una vez llegó un mensaje de Rama hablando de los enormes problemas que los demonios Le estaban creando. Hizo una mención particular al terrible dúo de Khara y Dushana. Khara era un cercano asociado del rey demonio Ravana. Estaba muy aficionado a causar problemas a todos y aun intentó secretamente hacerle daño a Rama, Lakshmana y Sita. Bharata fue informado de estos desarrollos. Dushana era el comandante en jefe del ejército de Khara. Era Shurpanaka la que había envenenado los oídos de Khara y Dushana y los había azuzado para que atacaran a los hermanos. Por esto, Bharata estaba esperando ansiosamente las noticias acerca de Rama que traían sus mensajeros. También vacilaba en acercarse a los mayores con estas noticias. Esas noticias, generalmente, eran transmitidas a Sumitra. Ella era una gran dama, siempre usaba palabras suaves y aconsejaba de manera apropiada, por lo tanto, se confiaba en ella. En ese momento de la ansiedad de Bharata, ella se acercó a él y le preguntó la razón de su preocupación. Debe observarse que Bharata no llamaba a Kaikeyi. Sumitra consoló a Bharata y dijo, “No te preocupes acerca de Rama. Ustedes, los hermanos, tienen cuerpos diferentes, pero sus almas son las mismas. No busques diferencias entre ustedes porque no las hay, quédense unidos en esta coyuntura y tengan valor, a Rama no le va a pasar ningún mal, Él es la Divinidad encarnada. Por lo tanto, no le des lugar a las preocupaciones”. Así fue como ella aconsejó a Bharata y se fue. Aunque Shatrughna gobernaba el reino en nombre de Bharata, nunca pudo reunir el valor para aconsejar a su hermano mayor. Él nunca respondía a sus mayores. Aun cuando ustedes respondan a los mayores, deben pensar cuidadosamente su respuesta. Es un grave error hablarles como les da la gana. Tales acciones pueden llevar a algunos peligros. La verdad debe ser dicha, la rectitud debe ser adherida. Hermanos y Hermanas deben vivir en una unidad muy estrecha, con comprensión entre sí. De esta manera Bharata y Shatrughna pasaban su tiempo en Ayodhya, esperando por Rama.

Shrutakirti es otro personaje en el Ramayana que es extremadamente noble. Estaba siempre deseosa de encontrarse con su esposo en la noche, de escuchar qué problemas estaba enfrentando y, si era posible, aliviarle la carga dándole el consejo apropiado. Nunca pronunciaba palabras que pudieran hacerle daño a otros. “Shruta+Kîrti’ ('shruta', sabiduría, enseñanza, 'kîrti', fama, renombre, la fama personificada) como lo sugiere el nombre, siempre escuchaba sólo lo bueno. A su vez, ella siempre hablaba lo bueno y propagaba lo que era agradable al oído, alentaba sólo lo que era bueno y beneficioso para los demás. Dasharatha tenía nueras que eran verdaderas gemas. Sin embargo, en nuestra historia, sólo Rama y Sita son descritos como personajes principales. No se les da mucha importancia a los otros roles en la epopeya. Si Lakshmana, Shatrughna, Urmila, Mandavi y Shrutakirti no hubieran estado allí, la gloria de Rama y de Sita no podría haberse destacado. Rama no podía vivir ni un minuto sin Lakshmana a Su lado, ni siquiera quería comer sin que Lakshmana le hiciera compañía y tampoco iba a dormir sin Lakshmana. Rama, de esta manera, demostró al mundo el ideal de la unidad y de la coexistencia. En los Vedas, hay un verso que describe de manera muy apta este idealismo.

“Movámonos todos juntos,

crezcamos todos juntos,

Quedémonos todos unidos y compartamos nuestros conocimientos,

Vivamos todos juntos en amistad y armonía.”

Los cuatro hermanos demostraron tal unidad entre sí. Hoy, si hay cuatro niños en la casa, toman cuatro direcciones diferentes.

Shurpanakha corrió llorando a donde su hermano Ravana en Lanka. Estaba sangrando por sus heridas y se lamentó con Ravana, “¡Hermano! Hay dos príncipes que son los hijos del emperador Dasharatha. Son responsables de mi triste estado”. Ravana le hizo una pregunta muy pertinente. Dijo, ¡¡Hermana! Tu nariz y tus orejas son entidades separadas en tu cara. No pudieron ser cortadas todas al mismo tiempo. ¿Cómo es que no escapaste después de que te mutilaran tu nariz? ¿Por qué permaneciste parada hasta que tus orejas también te fueran cortadas?” Shurpanakha respondió, “¡Hermano! No puedo explicar esto. El momento en que Lakshmana me tocó, quedé perdida en un trance. Su porte hermoso y regio me embelesó, fue como si perdiera toda mi conciencia y permaneciera enraizada en el lugar.” De esta manera, ella seguía alabando el porte y las nobles virtudes de los dos príncipes.

Hay varios incidentes y descripciones similares en la epopeya del Ramayana. Hoy hemos visto el importante rol que Shatrughna jugó en la administración de Ayodhya de una manera extremadamente capaz durante catorce largos años. Bharata era el representante del gobierno de nombre solamente, el trabajo duro era llevado a cabo enteramente por Shatrughna. Sólo él fue responsable por mantener los límites de Ayodhya seguros. Durante los catorce años, ni siquiera un solo enemigo se atrevió a marchar en contra de Ayodhya. No había intranquilidad entre los civiles. Inicialmente, hubo temores acerca de una Ayodhya sin un rey. Rama le aconsejó a Bharata acerca de los deberes de un gobernante. Él le dijo, “Bharata, tú eres ahora el rey. Nuestro padre era un poderoso emperador que gobernó bien su reino. Después de su muerte, es ahora tu responsabilidad. No le contestes a nadie, nunca uses palabras duras para herir a nadie, ten siempre conversaciones agradables. No debe haber ninguna agitación en nuestro reino.” Bharata y Shatrughna ambos recibieron el consejo y lo siguieron con sinceridad.

Hoy Mariwala ha hablado largo y tendido acerca de los logros de nuestro hospital. Yo siempre les aconsejo a mis estudiantes que no le den publicidad a lo que hacemos en el hospital. Están sucediendo varias cosas maravillosas. ¡Un paciente de Nepal tenía el corazón del lado derecho! Nuestros doctores se lo han movido de nuevo al lugar correcto. Desde luego que la cirugía fue altamente complicada, pero se llevó a cabo. Les dije a Mis estudiantes que nadie necesitaba ser informado de esto. La gente podría acusarnos de estarnos alabando. Les dije que su principal tarea era hacer a todos felices. Hoy, Mariwala ha narrado tantísimos incidentes de los cuales nunca Me había hablado. Estos muchachos del hospital duermen en el piso de abajo mientras Yo me quedo en el piso de arriba. Siempre discuten sólo asuntos relacionados con el hospital. Les sigo diciendo, “No hablen de ello en ningún lugar afuera. Cumplan con su deber con sinceridad. Denles todas las comodidades posibles a los que vienen”. El otro día fui informado que una inyección particular iba a ser administrada a un paciente a fin de salvar su vida. Esa inyección costaba 80.000 rupias. Mariwala vino y preguntó si podíamos seguir adelante y comprar una inyección tan costosa. Le respondí, “Para salvar una vida, debía erogarse cualquier cantidad, soportaré los gastos, pero obtén la medicina y salva su vida.” Instantáneamente despachamos a un correo a Bangalore y obtuvimos la inyección requerida. Varias de estas costosas medicinas necesitan ser usadas en el hospital. Nadie sabe nada acerca de esos detalles. Creo que no debemos mirar el costo si se va a salvar una vida. Les dije a nuestros doctores que continuaran con su deber y mantuvieran a los pacientes sanos y salvos. Los pacientes no deben estar sujetos a ninguna clase de inconvenientes.


Traduccion Arlette Meyer

Revision Roberto Pinzón