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Discursos dados por Sai Baba

03. 17/05/02 Armonía y la belleza en el Ramayana

17 de Mayo de 2002

Sai Kulwant Hall – Prasanthi Nilayam

EN EL CURSO DE VERANO

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"La creación toda está bajo el control de Dios.

Ese Dios está bajo el control de la Verdad.

Esa verdad está bajo el control de las personas nobles.

Las personas nobles son más grandes que los dioses."

¡Encarnaciones del Amor!

La sociedad está hoy en gran necesidad de estudiar el Ramayana. Hoy, no hay hijos que respeten a sus padres, ni tenemos padres que tengan gran afecto por sus hijos. Tampoco tenemos discípulos que reverencien a sus preceptores, ni tenemos preceptores que tengan gran amor por sus discípulos. No tenemos hogares donde los padres brillen como modelos de roles para sus hijos. No tenemos hogares donde los hermanos vivan con amor y afecto mutuo, ni tenemos hogares donde esposos y esposas brillen como ideales para los demás en virtud de su amor y afecto mutuos. Las buenas maneras y la cortesía han desaparecido. Entonces, el Ramayana representa un ideal para la sociedad atribulada de hoy en los varios campos de actividad. Los padres de hoy no se preocupan por encontrar los medios de criar a sus hijos y mantenerlos bajo control. Piensan que su responsabilidad termina cuando logran que sean admitidos a la escuela primaria o a una escuelita en la aldea. El hogar es la primera escuela para los niños. Es en esta escuela que los niños aprenden a respetar a sus padres, a observar los valores de la verdad, la rectitud, la paz y la no-violencia en la escuela, cómo comportarse en la escuela, cómo respetar a los maestros, cómo comportarse con sus compañeros de estudio. Deben saber cómo cumplir con las reglas y regulaciones de la escuela y cómo observar la disciplina. Es aprendiendo estas cosas que los estudiantes se vuelven estudiantes ideales.

"Levántate de la cama al cantar el gallo en la madrugada,

Cepíllate y báñate,

Come adecuada y moderadamente.

Ve a la escuela y estudia diligentemente.

Gánate el buen nombre de ser

un estudiante obediente.

No te muevas cuando el tiempo es húmedo.

Nunca vayas a los canales

Corre, juega y diviértete.

Si te atienes a todos los principios anteriores

Disfrutarás tanto de salud como de riqueza."

Cuando el sabio Vishvamitra llegó con Dasharatha, el emperador lo recibió con toda cortesía, lo invitó a ocupar un alto sitial y le preguntó la razón de su llegada. Cuando viene gente a nuestra casa, es esencial que los tratemos con respeto y les demos alegría. El sabio le dijo al emperador, "¡Oh Dasharatha! He decidido llevar a cabo un Yajna para el bienestar del mundo, pero los demonios me causan muchos problemas durante el Yajna. Tengo el poder y la fuerza para enfrentarlos, pues tengo poderosas armas bajo mi mando, pero las reglas del Yajna me prohíben usar mis armas cuando estoy dedicado a su desarrollo. La violencia y el derramar sangre están prohibidos para un sacerdote que realice un Yajna. Yo vengo a pedirte la ayuda de tus hijos para proteger el Yajna que voy a realizar para el bien de todo el mundo." Estas palabras le causaron gran conmoción a Dasharatha, pues no le gustó la idea de enviar unos niños de tan tierna edad a las selvas. Pensó que sería injusto de su parte el enviarlos a la selva y le dijo al sabio, "¡Maestro! Perdóname. Yo asumiré la responsabilidad por la protección del Yajna. Estos niños son muy jóvenes, tienen apenas trece años. No están bien familiarizados con el uso de las armas. ¿Cómo pueden ellos proteger el Yajna?" Vishvamitra pretendió enojarse cuando oyó las palabras del rey. Él rugió, "Los descendientes de Ikshvaku nunca renegaron de sus promesas. Tú has prometido que ciertamente honrarías tu palabra. Es injusto de tu parte renegar de tu palabra. Si piensas que estás en lo correcto, yo me regreso." Dasharatha quedó afectado por las palabras de Vishvamitra. Sabía que debía ser extremadamente cuidadoso con las serpientes y los sabios. También temía que Vishvamitra pudiera echarle una maldición. Llamó a Vasishtha, el gurú de la familia, y sostuvo unas deliberaciones con él. Esto lo satisfizo en cierta medida. El sabio Vasishtha miró a Dasharatha y le dijo, "Estos niños no son niños ordinarios. Tú te sientes desanimado debido a tu apego a tus hijos. Ellos caerán sobre los enemigos como rayos. Tú no te das cuenta de su grandeza." Entonces Vasishtha mandó llamar a Rama. Rama vino y se paró delante de Vasishtha. También vino Lakshmana, ya que era su práctica el estar siempre con Rama. Dasharatha presentó a sus hijos a Vasishtha. Saludaron a su padre Dasharatha, a su Guru Vasishta y al sabio Vishvamitra. Estuvieron parados allí. Vasishta quedó embelesado viendo el esplendor de sus caras. Él deseó tocarles los pies a los niños, pero no era apropiado hacerlo abiertamente. Así que los saludó en su corazón.

Los hermanos Rama y Lakshmana, Bharata y Shatrughna siempre se movían juntos. Lakshmana seguía a Rama como una sombra. Shatrughna siempre seguía a Bharata. Había una razón para esto. Cuando Dasharatha realizó el Putrakameshti Yaga, el ritual para obtener hijos, la deidad escogida apareció y ofreció la vasija de ofrenda sagrada a Vasishtha. Vasishtha la entregó a Dasharatha quien a su vez llamó a Kaushalya, su reina para que ella la compartiera con las otras reinas, Sumitra y Kaikeyi. Kaushalya tenía la confianza de que el hijo que naciera de ella sería el rey de Ayodhya ya que ella era la reina mayor. Kaikeyi también tenía la confianza de que el hijo que le naciera sería un día coronado rey porque Dasharatha le había prometido esto en el momento de su matrimonio. Pero la virtuosa Sumitra no tenía tales esperanzas. Ya que el emperador no le había hecho ninguna promesa a ella, pensó que su hijo sólo serviría al rey. Ella llevó su porción de la ofrenda en una vasija y la colocó en el parapeto de la terraza mientras se secaba el pelo. De la nada apareció un águila y se llevó la vasija con el sagrado budín. Horrorizada, inmediatamente corrió e informó a Kaushalya y Kaikeyi acerca de lo sucedido. Puesto que Kaushalya y Kaikeyi eran virtuosas, compartieron su parte del sagrado budín con ella. Las reinas eran nobles, sin nada de egoísmo. Brillaban como ejemplos de armonía, comprensión y amor mutuo. Su conducta merece ser emulada en la actualidad. Las tres reinas cerraron sus ojos en oración y se comieron el sagrado budín. Kaushalya dio a luz a Rama, Sumitra, a Lakshmana y Shatrughna y, Kaikeyi, a Bharata. Los hijos de Kaushalya y Kaikeyi estaban jugando felizmente en su cuna mientras que los hijos de Sumitra estaba llorando todo el tiempo, día y noche, sin querer comer siquiera. Ella fue con el sabio Vasishtha y le contó acerca del llanto permanente de sus hijos. El sabio Vasishta cerró los ojos y penetró a la visión yóguica. La verdad se le hizo evidente, y le dijo a Sumitra, "Como tú tomaste del budín sagrado dado a Kaushalya, tú diste a luz a Lakshmana que por tanto es un aspecto (amsha) de Rama. Del budín que comiste dado por Kaikeyi, diste a luz a Shatrughna, quien es un aspecto de Bharata. Mantén a Lakshmana al lado de Rama y a Shatrughna al lado de Bharata y descansarán tranquilamente." Sumitra hizo lo recomendado por Vasishtha y todos los niños durmieron apaciblemente sin llorar. Sumitra se sintió muy feliz ante este resultado y le dijo a Kaushalya y a Kaikeyi, "Lakshmana y Shatrughna son los dones de ustedes dos, mis hijos servirán a sus hijos, Lakshmana servirá a Rama y Shatrughna servirá a Bharata. Es mi buena fortuna el que mis hijos sirvan a otros". Rama y Lakshmana, Bharata y Shatrughna estaban íntimamente conectados. Dondequiera que iba Rama, Lakshmana lo seguía. Rama tampoco comía su comida a menos que Lakshmana comiera con él. Similarmente, Bharata tampoco comía a menos que Shatrughna estuviera en su compañía. No celebraban sus cumpleaños sin la compañía de los otros hermanos. Cuando Bharata fue a ver a su abuelo, el Rey de Cachemira, Shatrughna lo siguió a Cachemira aunque nadie le dijo que lo hiciera. Cuando Rama estaba saliendo para la selva, Lakshmana también empezó a seguir a Rama aunque éste le había dicho que no lo acompañara. Rama hasta le dijo a Lakshmana, "¡Hermano! Debes permanecer en Ayodhya para servir a nuestros padres que estarán sufriendo durante mi ausencia. Es tu deber consolarlos y darles felicidad". A esto Lakshmana respondió, "¡Hermano! Mi madre me ha enviado para servirte. Tú vas a la selva en obediencia al mandato de nuestro padre, mientras que yo te estoy siguiendo en obediencia al mandato de mi madre". Lakshmana seguía a Rama adonde fuera. Similar era el caso de Shatrughna.

Cuando los cuatro hijos de Dasharatha regresaron de Mithila a Ayodhya acompañados por sus consortes, Dasharatha estaba fuera de sí de felicidad. Él les dijo, "Cuando pongo mis ojos sobre todos ustedes (sus hijos), siento que estoy observando los 8 planetas (Ashtagrahas). Puesto que están acompañados por sus cuatro consortes, siento que brillo con el esplendor de los 16 esplendores (Shodasakalas). Estas cuatro consortes de ustedes son altamente nobles y virtuosas. Yo velaré por ellas como si fueran mis hijas. Es debido a la gracia divina que tengo tales nueras. ¿Dónde está Mithila y dónde está Ayodhya? Es deseo de la Divinidad que todos estemos unidos así." Las cuatro consortes de los cuatro hijos de Dasharatha eran de gran excelencia. Sita y Urmila eran hijas de Janaka y se casaron con Rama y Lakshmana, respectivamente. Mandavi y Shruthakirthi, eran hijas de Kushadhvaja, el hermano de Janaka, y se casaron con Bharata y Shatrughna, respectivamente. Como las cuatro nueras eran mujeres ideales, el hogar de Dasharatha era un hogar ideal.

Una vez que Vishvamitra obtuvo el permiso de Dasharatha para llevarse a Rama con él para la protección del Yajna, Lakshmana automáticamente siguió a Rama. Cuando empezaron a moverse por la selva conducidos por Vishvamitra, el sabio les enseñó dos mantras a Rama y a Lakshmana. Les enseñó los mantras Bala y Atibala para que no sufrieran de hambre ni sueño. aunque Vishvamitra sabía que Rama y Lakshmana eran niños divinos, él cayó bajo el hechizo de la Maya y les enseñó los sagrados mantras.

El hogar de Dasharatha era un hogar ideal donde todas las madres vivían en gran armonía. Las reinas de Dasharatha también vivían en gran unidad y comprensión. Hoy en día es difícil el vivir su vida con una sola esposa, ¿qué decir de tres esposas? Pero el hogar de Dasharatha era una excepción. Allí prevalecían gran armonía y comprensión. Uno podría entonces preguntarse por qué Kaikeyi se comportó de manera egoísta al exigir el exilio de Rama por 14 años. Ella estaba trabajando bajo los divinos dictados del destino, pues estaba preestablecido que Rama fuera a la selva para matar a los demonios. Las personas tienen la noción de que Manthara envenenó la mente de Kaikeyi con su malvado consejo. Kaikeyi no era una mujer que escuchara las palabras de una sirvienta. Era una dama de carácter, provista de grandes virtudes. Amaba a Rama más que a su propio hijo Bharata. Cuando los dioses y los sabios se acercaron a Brahma con la queja de salvarlos de las atrocidades de Ravana, Brahma les dijo, "Yo le di a Ravana el don de que él no podría ser matado por dioses ni kinnaras ni kimpurushas, pero él no mencionó al ser humano, al hombre o manava. Por ende Ravana será muerto a manos de Rama, quien es una encarnación de Vishnu". Todo estaba sucediendo de acuerdo a la voluntad divina. Hasta Lankini se hizo vocera de la voluntad divina. Cuando Hanuman la golpeó, ella dijo, "Vienen malos tiempos para Lanka". Se había profetizado que cuando un mono la golpeara, comenzaría la caída de Lanka. De hecho, cuando Hanuman la golpeó, Lankini cayó cuan larga era al suelo. Lankini era una demonia de enorme fuerza que cuidaba la ciudad de Lanka en las puertas de la fortaleza. Hanuman estaba también estrechamente conectado con Rama, Lakshmana, Bharata y Shatrughna, ya que había nacido de Anjani Devi, del sagrado budín de arroz que las reinas de Dasharatha habían compartido. Por esta razón Hanuman sentía una estrecha relación con los cuatro hermanos.

¡Encarnaciones del Amor!

El Ramayana se destaca como un gran ideal para la humanidad entera. Contiene aspectos ideales en cada campo de la vida. Muestra cómo hermanos, hermanas, y padres, deben vivir de manera ideal. El Ramayana es un ideal no sólo para los tiempos antiguos, sino también para la edad moderna. Cada hombre nace en este mundo también, brilla como un ideal, pero no para ser una pieza de decoración. Cada hombre debe destacarse como un ideal al máximo de su capacidad. El Ramayana demuestra a todos cómo es una familia ideal y cuáles son las maneras ideales. Cuando Sita, Mandavi, Urmila y Shrutakirthi estaban saliendo para Ayodhya junto con sus esposos, sus padres no derramaron lágrimas de aflicción como los padres hacen ahora. Sus padres pensaban que las cuatro mujeres tenían que jugar un papel importante en el hogar de Dasharatha. Los padres de estas cuatro mujeres pensaban que sus hijas estaban destinadas a ir al hogar de Dasharatha. No pensaban que estaban yendo a otro hogar. No derramaron lágrimas de aflicción. Fueron lágrimas de alegría ante el hecho de enviar a sus hijas al hogar de sus esposos. Así eran los ideales que sostenía la gente de aquellos días. Existe una impresión general de pensar que Kaushalya derramó amargas lágrimas cuando Rama iba a la selva. De hecho, no fue así, al contrario, ella le dijo a Rama, "Hijo Mío! es la voluntad de Dios el que yo sea tu madre y tú mi hijo. Debemos desempeñar nuestros roles de acuerdo con el destino divino. No te sientas mal por estar yendo a la selva. Ayodhya sin ti es una selva para nosotros y una selva en tu compañía, es Ayodhya." Éstos eran los ideales sostenidos por las grandes mujeres de aquellos días. Son muchos los ideales que el Ramayana sostiene para el mundo entero.

Un día, Dasharatha notó que el niño Rama estaba masajeando sus propios pies. No había pedido los servicios de los sirvientes para que le masajearan los Pies. Dasharatha, al ver a Rama en esa condición, envió inmediatamente por los sirvientes para que masajearan los pies de Rama. Rama le dijo a Dasharatha, "No deseo los servicios de estos sirvientes. Yo haré mi propio trabajo. Éstas son mis piernas no las de otro. Así que yo debo masajear mis propias piernas sin depender de otros. Todos son sirvientes en este mundo." Dasharatha era un emperador que ejercía control sobre los diez sentidos (dasa indriyas). Como él podía controlar sus diez sentidos, pudo obtener un hijo como Rama. Para tener un hijo como Rama, uno debe ejercer el control de los sentidos que ejercía Dasharatha. Hasta Kaikeyi, quien es usualmente mal comprendida como una reina egoísta, no era una mortal ordinaria. Era una dama de superlativas virtudes y sublime conducta. Amaba a Rama más que a Bharata. Kaushalya también era una gran mujer. No derramó lágrimas cuando Rama se estaba yendo al exilio. Ella creía que era el destino divino de Rama el que tuviera que ir al exilio durante catorce años.

Rama estaba lleno de lavanya, hermosura. Su carácter era la causa por Su lavanya. De hecho, Rama y Krishna quedaron por siempre jóvenes. Han visto alguna vez una imagen de Rama o de Krishna con barba, bigotes y cabellos grises? ¿Han visto alguna vez una imagen de Krishna con señales de vejez? ¿Lo han visto alguna vez como un abuelo? Todos los avatares son siempre jóvenes. Este cuerpo Mío tiene 77 años. No conozco ninguna debilidad y puedo caminar rápido. Podría verse divertido si camino rápidamente a esta edad. Podría hacer reír a la gente. La gente definitivamente se reiría si ven a un niño pequeño caminar con un bastón en la mano. Se vería raro si un viejo jugara con juguetes. Al igual que un hombre viejo jugando con juguetes sería objeto de risas, Yo sería el hazmerreír de todos si empezara a correr y saltar. Debemos conducirnos de acuerdo con el tiempo, el lugar y las circunstancias. Me conduzco de acuerdo a éstas. No conozco debilidad alguna. Usualmente, los viejos tienen arrugas en sus caras y sufren de sordera y cataratas. No tengo ninguna señal de vejez. No hay una sola arruga en Mi cara. Mis ojos brillan como bombillos y Mis oídos son como altoparlantes. La gente se opera de cataratas en su vejez. Mis ojos están en perfecta condición. Puedo ver lo que sea, a la mayor distancia. Nadie conoce Mi poder y Mi fuerza. Pero los uso de acuerdo a la necesidad y a la situación. Uso Mis sentidos discretamente, con discriminación. Los frenos de velocidad son para controlar la velocidad, son necesarios y protegen la seguridad. Yo tengo pleno control de Mis sentidos. Éstos son las señales de Mi Divinidad. Ustedes conocerán Mis señales divinas lentamente y poco a poco con el curso del tiempo. Aunque Yo tengo un cuerpo humano, estoy libre de todo apego humano. Aunque el cuerpo es humano, Yo soy enteramente Divino. El cuerpo tiene que perecer un día u otro. Aunque Rama y Krishna nacieron con cuerpos humanos, la gente entretuvo la noción equivocada de que murieron de manera ordinaria. Rama y Krishna no dejaron el cuerpo de una manera humana. Rama entró al río Sarayu y desapareció. Antes Él había enviado a Sita adelante. Similarmente, Krishna fue a Dvaraka. Uddhava vio a Krishna sentado debajo de un árbol, y entonces, Krishna inmediatamente desapareció. No fue un cuerpo para ser muerto por un cazador. Deben ganarse la capacidad de comprender a la Divinidad.

¡Encarnaciones del Amor!

Puesto que como al igual que ustedes, juego con ustedes y canto con ustedes, se engañan pensando que soy también un ser humano como ustedes. Es pura ignorancia el pensar en Mí de esta manera. Las devotas piensan que algo malo está pasando con Mis piernas cuando camino despacio. No tengo ningún problema con Mis piernas. Estoy feliz y no hay nada malo con Mi salud. Camino despacio con pasos medidos por la túnica que llevo. La túnica que llevo está cosida hasta el ruedo impidiéndome tomar pasos largos. Mi caminar es lento, gentil y suave, sin rudeza. Yo soy toda dulzura y suavidad.


Traduccion Arlette Meyer

Revision Roberto Pinzón