.



 

Discursos dados por Sai Baba

10. 23/05/00 Dios es pura felicidad

23 de Mayo de 2000

Brindavan

DIOS ES BIENAVENTURANZA PURA

***************************************************

“La Encarnación de la Bienaventuranza Suprema,

La Encarnación de la Felicidad Trascendental,

La Encarnación de la Sabiduría Trascendental,

El Uno Más Allá de la Dualidad,

El Uno en Bienaventuranza eterna,

El Uno Supremo, El Eterno Uno,

El Inmaculado, El Uno Siempre Firme, y

El Eterno Testigo.

”.

(Verso Telugú)

En la porción del Anandavalli del Rig Veda hay una hermosa y poética referencia a la Bienaventuranza Suprema o Brahmananda. La Brahmananda se refiere a la bienaventuranza que es ilimitada y más allá de toda descripción con palabras; es también algo que no puede ser entendido por la mente ordinaria. A menos que uno lleve una vida calmada, pura, noble, virtuosa, apacible e inmaculada, uno no puede comprender ni experimentar esta Brahmananda. La bienaventuranza suprema está más allá del mundo físico, mundano y transitorio.

De los placeres efímeros a la bienaventuranza divina

Nuestros ancestros han clasificado los varios tipos de alegría y felicidad que pueden experimentarse. El tipo más bajo es manava ananda, que se refiere al placer que los seres humanos experimentan en el curso de vida normal, y que está conectado con los objetos, entidades y asuntos mundanos. Mil veces más grande es la gandharva ananda o la felicidad experimentada por los seres celestiales. La daiva ananda es el siguiente nivel de felicidad, y es mil veces más grande que la gandharva ananda. Se refiere a la alegría experimentada por los devas o semidioses. Mucho más grande que la daiva ananda es la Brihaspati ananda, o la bienaventuranza experimentada por Brihaspati, el preceptor de los devas. Mil veces más grande es la Prajapati Ananda, la felicidad experimentada por Prajapati (en las antiguas escrituras indias, Prajapati está asociado con los aspectos prácticos de la creación). La Brahmananda es mil veces más grande que la Prajapati Ananda; es la más alta felicidad que se pueda medir en una escala finita. Así pueden ver el inmenso golfo que separa la manava ananda que el hombre ansía y con la cual se queda normalmente satisfecho y la Brahmananda, que él debería buscar realmente. La gente usa la palabra Brahmananda de manera casual, sin la más mínima idea de lo que significa realmente. Así, cada insignificante placer es irreflexivamente descrito como Brahmananda. Por ejemplo, si una persona tiene una buena comida, describe la experiencia como Brahmanandam. El hombre no entiende el infinito golfo que separa la manava Ananda de la Brahmananda. Los placeres que el hombre normalmente disfruta no representan ni siquiera una diminuta mota de Brahmananda. No se da cuenta de que mientras los placeres mundanos pueden ser descritos en palabras, la Brahmananda es indescriptible.

Sandeepan Chatterjee [quien habló antes] dijo que el amor divino y la bienaventuranza trascienden los límites del espacio y tiempo y que están más allá de toda estación y razón, también. La ananda es ananda en todo momento y en todas las circunstancias. Puesto que Brahman y el Atma son sinónimos, la Brahmananda puede también referirse como Atmananda. La bienaventuranza suprema es verdaderamente la misma que la bienaventuranza del Ser. De hecho, la ananda es justo otro nombre para Brahman o Dios. La felicidad mundana por la que el hombre está tan loco es insignificante comparada con la vastedad que es la Brahmananda o la Atmananda.

Ustedes están conscientes de que el aire está presente por todas partes y que no tiene ninguna forma específica. Sin embargo, cuando este aire informe llena un globo, adquiere una forma – la del globo inflado. Si siguen inflando el globo, llegará un momento en el cual el globo explotará. El aire dentro del globo entonces se fundirá con el aire afuera para volverse sin forma y vasto una vez más. ¡Qué gran diferencia hay entre el aire entrampado y limitado y el vasto aire libre! Similar es la comparación entre la diminuta mota llamada manava ananda y la infinitud que es la Brahmananda.

Nuestra capacidad de experimentar felicidad es uno de los muchos dones de Dios. Sin embargo, debido a su limitada visión, el hombre hace sólo un uso mínimo de su capacidad de disfrutar de la felicidad. Él está hasta dispuesto a satisfacerse con sólo la manava ananda; esto no puede ser. Como el globo que explota y la fusión del aire dentro con el aire afuera, el hombre debe salirse de la esclavitud humana y remontarse hasta el nivel de la Brahmananda.

Brahmananda es uno de los nombres de Dios. Transmite la idea de que Dios está siempre en un estado de bienaventuranza suprema. La bienaventuranza es así la forma de Dios, por lo tanto, es ese Dios que es llamado Brahmananda.

Hay muchos otros nombres así, y estos fueron mencionados al comienzo. El siguiente en la lista es la Parama Sukhadam, que significa éxtasis real. ¿Qué es sukham [felicidad o éxtasis]? ¿Está conectada con el cuerpo? ¿Es física, sensual o intelectual? Está más allá de todos estos. Nuestros antiguos dijeron, “Tasmai Namaha”. Significa “Yo ofrezco mis salutaciones a la Encarnación de la Felicidad”. Nuestros ancianos no trataron de describir este supremo éxtasis pues sabían que Dios es su misma encarnación. Así que alababan a Dios como Parama Sukhadam. Dios es la personificación de la felicidad que está más allá de los límites de espacio y tiempo, y también del razonamiento humano. Si tiene uno que describir esta Parama Sukhadam o Bienaventuranza Trascendental, todo lo que uno puede decir es que no es ni física ni tiene una forma que pueda entenderse. El néctar tiene una apariencia, y su sabor podrían posiblemente describirse; pero la Parama Sukhadam está más allá de toda forma y palabra. Dios es Bienaventuranza Eterna -¿qué más se puede decir? Él está totalmente inafectado por los pares de puestos como la alabanza y la culpa, las alegrías y aflicciones mundanas, etcétera. Él está siempre supremamente feliz.

Después viene la Kevalam Jñanamûrtim. Kevalam significa ‘aquello que trasciende el espacio, el tiempo y las circunstancias. Jñana significa sabiduría. Así, jñana murtim significa Encarnación de la Sabiduría. ¿Qué clase de sabiduría es esta? ¿Puede adquirirse de los libros? ¿Está conectada con el mundo físico? ¿Puede adquirirse por medio de prácticas yóguicas? Jñana no es de este tipo. Es sabiduría suprema, trascendental, más allá de este mundo, más allá del espacio, del tiempo y también de las circunstancias. Esta jñana es también

Conocida como Brahmajñana (Conocimiento de Brahman) o Atmajñana (Conocimiento del Atma). Es eterna, mientras que el conocimiento mundano puede adquirirse de libros y se puede comparar entre los escolásticos diciendo éste es mejor y aquel es menor erudito, etcétera, la Brahmajñana es total y más allá de todo conocimiento textual y académico.

Sólo Dios es Encarnación de la sabiduría (jñana) – de hecho, Él es la sabiduría misma. La Brahmajñana es eterna, total y omnipresente. Es el conocimiento del Ser. Puesto que el Ser está en ustedes, este conocimiento también está en ustedes. En el momento en que toman conciencia de su verdadero Ser, adquieren este conocimiento. La adquisición de este conocimiento confiere sabiduría suprema. Puesto que este conocimiento también confiere la bienaventuranza suprema, la adquisición de Brahmajñana, automáticamente, los eleva al estado de Brahmananda y Parama Sukhadam.

Luego Dvandvatitam. El estado representado por la Brahmananda tiene otro nombre: Dvandvatîtam. Es un estado que trasciende todas las dualidades como el dolor y el placer, lo bueno y lo malo, la alabanza y la culpabilidad, el mérito y el pecado. Es un estado único de total unicidad. Los Vedas dicen:

“Ekam sat vipraha bahudha vadanti”

“La verdad es una sola aunque los escolásticos la describen de varias maneras.”

La verdad es una, no dos, como lo implica Dvandvatitam. Significa que Brahman o Dios es infinitivamente más allá de la dualidad en la cual el hombre está aprisionado.

El siguiente es: Gagana Sadrisham. Este significa que como el espacio, la bienaventuranza suprema es a la vez etérea y todo penetrante. ¿Quién es aquel que es llamado por el nombre de Gagana Sadrisham? ¡Dios, por supuesto! De hecho, todos los nombres que Swami ha mencionado hasta ahora – Brahmanandam, Parama Sukhadam, Kevalam Jñanamurtim, Dvandvatitam y ahora Gagana Sadrisham, son todos Nombres de Dios Todopoderoso.

Después hay Tattvamasyadilakshyam. Los cuatro Vedas proclaman cuatro axiomas (mahavakyas) o verdades fundamentales. Estas declaraciones básicas son: 1) “Prajñanam Brahma” o “Dios es Pura Conciencia”; 2) Ayam Atma Brahma, que significa que el Atma (el Ser) y Brahman (Dios) son uno; 3) Aham Brahmasmi, que significa “Yo soy Dios”; y 4) Tat Tvam Asi que significa “Tú Eres Aquello”. Estos cuatros axiomas implican todos lo mismo, a saber, que hay un solo Dios y que, por lo tanto, el hombre también es divino. Subrayan la Unidad de la Divinidad. Así Dios es descrito como Tattvamasyadhilakshyam o la Meta Última (que representa la Unidad Total).

Después de esto vienen Ekam, Nityam, Vimalam, Achalam. Estas cuatro palabras son también nombres de Dios. Ekam significa Uno. Todo en este vasto universo es sólo Dios [aunque, quizás, “disfrazado”]. Sin embargo, el hombre se deja llevar por las apariencias físicas. De modo que él percibe y experimenta solamente la diversidad, perdiendo totalmente la unidad divina subyacente. La diversidad que el hombre ve es puramente física y superficial. Él ve solamente la diversidad porque su visión así como su enfoque son ambos enteramente mundanos y externos.

Digamos que ustedes tienen el numeral uno (1). Luego, le añaden un cero al lado. Esto les da una cifra que podrían llamar ‘diez’. Luego pueden añadir otro cero y obtienen cien. Así obtienen cien, mil, diez mil, etcétera. De esta manera, con una mera sarta de ceros, pueden aumentar la cifra a millones, trillones y así sucesivamente. Quiten este 1 y les quedan una mera sarta de ceros. Pueden tener un gran cantidad de ceros, pero no llevan ningún valor. Ese uno es Dios, uno de cuyos nombres es Ekam. Dios es sólo Uno, no importa por cuál nombre ustedes escogen llamarle y cuál forma desean adscribirle.

En seguida, tenemos a Nityam, que significa Eterno. Dios es no solamente eterno sino también inmutable. Él permanece así en los tres períodos del tiempo – pasado, presente y futuro – en los tres mundos y en la presencia de las tres modalidades (los gunas sattva, rajas y tamas) también. Esta constancia divina es descrita en las escrituras al decir que Él está más allá de los tres períodos de tiempo (trikalam)¸ tres mundos (trilokam), y tres gunas (trigunam). ¡De modo que Dios es Nityam, Nityam, Nityam!

Después de esto tenemos a Vimalam – el Puro. Hoy en día, la contaminación está por doquier. El aire y el agua están contaminados. El alimento también está contaminado. Lo que es aún más serio es que la mente del hombre está contaminada. Dios, por el contrario, es la personificación de la Pureza Total. Él es absolutamente inmaculado, claro como el cristal y prístinamente puro.

El siguiente es Achalam. Este significa firme y no vacilante. Todos los objetos y entidades hechos de los cinco elementos están sujetos a cambios con el tiempo; de hecho, el cambio es una parte inherente de su naturaleza. El sol cambia con el tiempo y así lo hace la luna. Las estrellas también cambian con el tiempo. La tierra está siempre en movimiento. Saben que en una película de cine, dieciséis cuadros cambian cada segundo. Así también lo es en la creación – hay cambios todo el tiempo, en todas partes y en todo. Pero Dios es Achalam, es decir firme y constante.

Después viene Chalanam Achalameva Cha. Dios sin duda es firme e inmutable, pero Él es también inmanente en cosas que están sujetas a cambio. Aun así, siendo la constancia la naturaleza básica del Absoluto, Dios es conocido como Achalam.

Además de todos los nombres mencionados hasta ahora, Dios es llamado el Eterno Testigo. Él es testigo de todo todo el tiempo, es decir, Sarvadhi Sakshibhutam.

Los Nombres de Dios no son dados por el hombre

Los píos y nobles rishis del pasado le dieron muchos Nombres a Dios. Ansiosos por experimentar a la Divinidad, sacrificaron todo lo mundano y material e hicieron intensas penalidades. Inducido por sus sentimientos internos, cada sabio le adscribió un atributo o una forma de su elección a Dios y luego, le dio un nombre apropiado a su concepción. Dios es en realidad a la vez Sin Forma y Sin Nombre – todas las descripciones de Dios se deben a los rishis de antaño. Sin embargo, ciertos nombres de Dios como Brahmanandam, etcétera, no tienen nada que ver con descripciones mundanas o físicas. Trascienden todas éstas y se relacionan con un plano superior. En este plano, Dios está más allá de toda descripción normal y conceptual. Él es el Supremo Uno más allá de toda dualidad y es descrito como:

Brahamandam Paramasukhadam, Kevalan Jñanamurtim, Dvandvatitam, Gaganasadrishan, Tattvamasyadilakshyam, Ekam, Nityam, Vimalam, Achalam, Sarvdhisakshibhutam.

Sólo Dios tiene derecho a todo estos gloriosos nombres.

La Naturaleza Todoabarcante del Nombre de Dios

Una vez, el Sabio Narada se encontró con el joven Dhruva quien estaba entonces emprendiendo una intensa austeridad para propiciar al Señor Narayana. Narada dijo, “Dhruva, tú eres tan joven. ¿Es posible para ti emprender tan intensa austeridad? ¿Cómo vas a contemplar en Dios? ¿En qué forma vas a meditar en Él?” Narada hizo muchas preguntas de este estilo. Dhruva sonrió y respondió, “¡Oh Sabio! La idea de que debo hacer esta austeridad fue implantada por Él. La semilla del pensamiento se vuelve un retoño debido a Él. El retoño crece en un gigantesco árbol debido a Él. Y Él es quien también hace que el árbol dé frutos. Yo no tengo ninguna duda de que el mismo Dios me cuidará. No he estudiado los Upanishads u otros textos sagrados. Yo sólo conozco el Nombre de Dios.” Narada preguntó, “¿Cuál nombre vas a cantar?” Dhruva pensó por un rato y respondió, Yo cantaré: Gopijana Vallabhaya Namaha”. Aquí la palabra gopi no se refiere solamente a las pastoras (gopikas) de Brindavan. Gopa significa la tierra, los Vedas, la Palabra y las vacas, go. La palabra raíz de todas estas cuatro palabras es go. Las gopis son aquellos que adoran y cuidan de estas cuatro entidades sagradas. Adoran a la tierra, promueven los Vedas, son fieles a su palabra, y también protegen a las vacas. En esencia, las gopikas de Brindavan hacían todo esto. Dios no tiene nombres en sí, sino que se le dan varios nombres.

Dhruva le dijo a Narada, “Yo soy uno entre las gopis. Yo soy parte de la tierra, parte de los Vedas, etcétera. En breve, yo soy uno entre los muchos creados por el Señor. ¿Quién protege y sostiene a los muchos? Dios. Ese es el que yo adoro con este canto.”

Swami dijo el otro día, Klîm, Krishnaya, Govindaya, Gopiananballabhaya, Svaha.

Recordarán que klîm significa la tierra, Krishnaya significa el agua, govindaya significa el fuego y las otras dos palabras significan, respectivamente, el aire y el espacio. Estas cinco palabras así simbolizan los cinco elementos, que son la misma personificación de Dios. Así aun un canto de los nombres de cualquiera de los cinco elementos es igual a llamar a Dios. Todas las cinco palabras mencionadas son también nombres de Dios y no hay ninguna necesidad particular de cantar el nombre de Krishna, Vishnu o Shiva. Fue sólo después del surgimiento de sectas como los Vaishnativas y Shaivitas que la moda de cantar nombres particulares como Vishnu y Shiva emergieron. Esta práctica no solamente reduce la perspectiva de uno acerca de Dios sino que también promueve controversias indeseables. Dios no tiene ningún nombre específico. Vuélvanse libres de deseos y alcancen la felicidad perfecta.

Tasmai Namaha

Esta es una corta salutación que aclama a Dios como, “¡Oh Dios! Encarnación de la Suprema Felicidad!” ¿Cuándo son ustedes realmente felices? Se sienten así cuando están libres de todas preocupaciones y ansiedades. Dios no tiene deseos y por esto Él está siempre feliz. Traten de ser así, libres de deseos, y ustedes también estarán siempre felices. Son los deseos y expectativas mundanas las que destruyen la felicidad. Para alcanzar una felicidad permanente, deben estar totalmente libres de deseos. Pueden creerlo o no. Swami no tiene ninguna preocupación que sea, y por lo tanto está siempre en estado de bienaventuranza. Swami no tiene pensamientos relacionados consigo mismo. Sin embargo, debido a que ha venido con una forma física y a sus contactos con la gente, Él puede, a veces, parecer estar concernido y preocupado, pero, en verdad, Swami está más allá tanto de los deseos como de las preocupaciones. Él no desea nada para Sí de nadie en ningún momento. Lo que Él desea es sólo el bienestar de ustedes y ese es el sentimiento que domina en Él en todo momento.

El Verdadero Significado de la Autosatisfacción

Supongan que desean comer una fruta. ¿Desean la fruta para su bien o para el bien de la fruta? No. Desean la fruta porque desean disfrutarla. Están atraídos por una linda pieza de tela. ¿La desean para sí o porque desean darle alguna satisfacción a esa tela? Obviamente, lo último no es cierto; desean la tela para su propio bien. Hay algo en ustedes que los impulsa, y esa fuerza impulsora surge porque están, consciente o inconscientemente, buscando una satisfacción para sí mismo. En casi todos estos casos, es el ser inferior el que está involucrado; por esto uno describe todas esas acciones como egoístas. En la espiritualidad, uno deben enfocarse en el Ser Superior; todas las acciones deben surgir del deseo de satisfacer este Ser Superior o verdadero Ser. Esta es una verdadera autosatisfacción. Todas las acciones que apuntan a satisfacer el Ser Interno no son egoístas en el sentido mundano porque están muy lejos de los deseos mundanos y de las mezquinas expectativas.

Este Ser Real dentro de uno no es otra cosa que el Atma y la Brahmananda es la felicidad conectada con el proveer satisfacción al Atma. Aparte de los nombres ya mencionados, el Atma es también conocido como Paramatma, Paratma, Ekatma, etcétera.

El Viaje hacia Dios debe ser por medio del servicio desinteresado a la sociedad

El hombre es un individuo (vyashti). Él es parte de la sociedad (samashti). El individuo debe involucrarse con la sociedad de una manera u otra y servirla desinteresadamente. Si en nombre de su individualidad se alejan de la sociedad y dan preferencia a la persecución de sus ambiciones personales u otras, ¡nunca podrán volverse uno con Dios! Tal egoísmo es contrario al espíritu de unidad y a la Unicidad que Dios representa. Aquél que anhela experimentar la Brahmananda debe primero desarrollar amor por Dios y el anhelo de volverse uno con Dios. Este anhelo debe traducirse en términos prácticas volviéndose primero uno con la sociedad. ¿Cómo se vuelven uno con la sociedad? Por medio del servicio desinteresado. Cuando sirvan a la sociedad de una manera desinteresada, empezarán a darse cuenta de que todos son uno.

La Iluminación puede ocurrir en un destello

Los Vedas proclaman

Vedahametam purusham mahantam Adityavarnam tamasah parastat.

Los rishis de antaño declararon a la humanidad “¡Oh Hombre! Hemos visto a Dios [en el hombre]. Él tienen la refulgencia del sol latente en él pero yace en la oscuridad [de la ignorancia].” La gente entonces les preguntaron a los rishis: ”¿Dónde han visto a este Dios? ¿Adentro o afuera?” A esto los rishis respondieron:

“Antarbahischa Tatsarvam Vyapya Narayanassthitah”,

o sea “Dios está en todas partes, adentro así como afuera.” Y luego añadieron, “Hombred, Dios está en ustedes. Tienen la refulgencia del sol, pero la oscuridad de la ignorancia está eclipsando este resplandor.” Los rishis veían a Dios en todas partes. Puesto que Dios es Omnipresente, la bienaventuranza también está en todas partes puesto que es la forma de Dios. Dios no tiene deseos y por esto el estado en el cual Él está es descrito como la Suprema Felicidad (Parama Sukhadam). Si no hay deseos, entonces uno puede verdaderamente experimentar la Felicidad Eterna y Suprema que es lo que Dios es.

La ausencia de deseos también hace de Dios la personificación del Conocimiento Supremo. El Conocimiento Supremo existe cuando hay Bienaventuranza Suprema, los dos van juntos. Así, el Conocimiento Supremo, la Felicidad Suprema, y la Bienaventuranza Suprema – son todos sinónimos de Dios. Estos aspectos de Dios no son el resultado de efectos causales, son intrínsecos en Dios. El Todopoderoso trasciende la razón, está más allá de la causalidad y está también más allá tanto del espacio como del tiempo. Tampoco Él está atado por las circunstancias.

He aquí un ejemplo. Están ahora aquí en Brindavan. Están durmiendo en su habitación y mientras lo hacen, están soñando que están en Calcuta. ¿Por qué fueron a Calcuta? ¿Cómo viajaron a Calcuta? ¿Quién los acompañó? ¿Cuándo tiempo les tomó llegar a Calcuta? No hay respuestas válidas a estas preguntas porque el sueño está más allá del espacio, del tiempo y de las circunstancias tales como uno las experimenta en el estado de vigilia. Supongan que realmente quieran ir a Calcuta. Toman un vuelo a las 7 a.m. y en alrededor de tres horas están físicamente allí. En el aeropuerto de Calcuta toman un taxi y van a una casa. ¿Para qué? Para encontrarse con sus parientes allí. Así, en la vida real, hay un propósito para el viaje – desean encontrarse con sus parientes, ese es el propósito. El modo del viaje es por aire y el viaje se hace en la mañana. La duración del viaje es de tres horas. La hora de salida es las 7 a.m. Las experiencias en el estado de vigilia son así gobernadas enteramente por el tiempo, el espacio, la razón, y las circunstancias. Por el contrario, las experiencias en el estado de ensueño están completamente fuera de todas consideraciones de esta especie.

La experiencia en el estado de ensueño ilustra otro punto importante. Están profundamente dormidos en la noche. A las 1:30 a.m. se levantan para ir al baño. Regresan y se duermen de nuevo. La hora es la 1:35 a.m. Empiezan a soñar. En el sueño se ven creciendo, educándose, obteniendo un trabajo, casándose, teniendo un hijo y luego jugando con este hijo. En el sueño, el niño llora. De repente se despiertan. Miran el reloj. Muestra la 1:40 a.m. En sólo cinco minutos de sueño, han experimentado tantas etapas de vida como las que toman casi cuarenta años en la vida real. De la misma manera, si son capaces de elevarse al estado trascendental de turiyavasta, pueden experimentar a Dios en una fracción de segundo. Pueden preguntarse, “¿es esto posible?” Bien, ¿puede alguien explicar cómo es posible en cinco minutos de un sueño pasar por lo que toma cuarenta años en la vida real? Nadie puede. De la misma manera, aunque nadie puede explicarlo, es posible experimentar a la Divinidad literalmente en un destello.

He aquí otro ejemplo. Están viviendo en una casa. Surgen circunstancias y viajan al exterior, dejando cerrada la casa. Cuando regresan después de pasar diez años en el exterior, abren la cerradura y entran a la casa. Encienden el interruptor. La habitación en la que están ha permanecido oscura durante diez años pero en sólo un momento, está llena de luz. Tomó justo un segundo encender el interruptor y en un instante, la oscuridad es removida. De la misma manera, no necesariamente toma edades para que la oscuridad de la ignorancia sea removida y ocurra la iluminación. La iluminación es un proceso que está más allá de la razón y de la estación. El dirigir intensamente su intelecto hacia Dios es igual a encender el interruptor. Cuando se enciende el interruptor espiritual, la Bienaventuranza Suprema puede ser experimentada inmediatamente. Por lo tanto, la realización de este exaltado estado que es descrito de varia maneras como Brahmanandam, Parama Sukhadam, etcétera, puede ocurrir instantáneamente, sin razón aparente. Para tener esta experiencia, no tienen que retirarse a la selva como la gente se imagina erróneamente; puede sucederles aquí mismo.

¡Ofrezcan servicio y recibirán amor!

La paz está justo dentro de ustedes. Para experimentar lo que está justo dentro de ustedes, ¿por qué piensan retirarse a la selva? Tales pensamientos son tontos; la paz está en un lugar y ustedes están pensando buscarla en otra parte. ¡La paz está dentro de ustedes! Si quieren descubrir este tesoro dentro de ustedes mismos, entonces, como Swami les dijo antes, deben servir a los otros y experimentar el amor. Si lo hacen, entonces automáticamente descubrirán la paz. La iluminación no es otra cosa que la experiencia de la paz y del amor dentro de ustedes, y esta iluminación no es otra cosa que la Bienaventuranza Suprema y la Felicidad Suprema.

Cuando la mente vacila, la fe también titubea

Todo está dentro de ustedes. Por esto se dice,

Sarvatah Panipadam Tatsvarvato’kshi Shiromukham

Sarvataha Srutimalloke Sarvamavrity Tishthati

Con las manos y los pies en todas partes, con los ojos, cabezas, bocas y oídos

en todas partes, Él existe envolviéndolo todo. Él lo penetra todo por todos estos medios.

Una vez, Krishna le preguntó a Arjuna, “¿Cuántos años tienes?” Arjuna respondió, “Tengo setenta años.” Krishna entonces dijo, “Arjuna, ¿sabes cuántos años tengo?” ¡Yo tengo setenta y cinco años!” ¡Este cuerpo también está llegando a los setenta y cinco años! [Obviamente, esta es una referencia al próximo aniversario setenta y cinco de Swami. Quizás, Swami estaba dejando caer un indicio de que aquellos que olvidan de que Él no es otro que Krishna vuelto a venir!] Bhishma tenía entonces ciento treinta años. En esa edad, él sirvió como Comandante en Jefe de las fuerzas de los Kaurava en la Guerra de Kurukshetra. ¿Pueden pensar tal cosa en esta época? La gente vivía muchos años en aquellos días.

Cuando la mente no está firme y vacila, puede haber aberraciones. Una vez, Krishna se mofó de Arjuna, “Yo te enseñé el Gita y te di mucho consejo espiritual, pero tú no recuerdas nada. ¿Sabes por qué? Por tú no consideras Mis enseñanzas importantes. Te son indiferentes, y por esto has olvidado todo lo que te enseñé. Si las hubieras considerado importantes, entonces las habría recordado todas. También has olvidado que tú y Yo hemos estado juntos en muchas vidas.” Arjuna se arrepintió y con humildad preguntó, “¡Mi Señor! ¿Cómo es que tú lo recuerdas todo, mientras yo no soy capaz de hacerlo?” “Esto es descuido.”

El Verdadero Tú o Ser Interno

Está siempre consciente en todos los estados,

Sea éste el estado de vigilia,

de ensueño o de sueño profundo.

No conoce el olvido.

Tú, sin embargo, no está en el estado de taraka o el de perfecta concienciación, sino en el estado tamásico, que es el de la apatía.” Arjuna estaba desconcertado y preguntó, “¿Cómo puede ser esto, Mi Señor? Yo no soy tan torpe.” Krishna sonrió y respondió, “¿Es esto así? Ahora bien, dime; hemos estado juntos tanto tiempo; ¿puedes recordar todos los eventos? No, no puedes. Pero sí recuerdas tu cumpleaños, y también el día de tu matrimonio con Shubhadra, aunque el matrimonio tuvo lugar hace décadas. Arjuna, ¿Dónde estabas el año pasado el día catorce (chaturdasi) del mes de Margashirsha [aproximadamente, noviembre]?” Un cabizbajo Arjuna respondió, “No recuerdo”. Krishna continuó, “¡Puedes recordar precisamente el día de tu matrimonio que tuvo lugar hace cincuenta años pero no puedes recordar dónde estabas en un día particular hace apenas un año! Esto refleja la tendencia humana al olvido, causado por una mente vacilante.”

Un corto tiempo después de esta conversación, el hijo de Arjuna, Abhimanyu, murió. Pero Arjuna no lo sabía. Cuando él regresó a casa, él preguntó, “Cada noche cuando yo regresaba del campo de batalla, mi hijo solía recibirme. Hoy, ¿por qué no ha venido?” Krishna, quien estaba al lado de Arjuna, sabía mucho antes de la muerte de Abhimanyu pero se no lo había revelado a Arjuna, puesto que hay un momento y lugar para cada cosa y que con el debido tiempo, Arjuna se enteraría de la noticia. En el drama de Dios, hay un momento y un lugar para cada cosa. Cuando Arjuna se enteró de la muerte de Abhimanyu, él no pudo soportar el golpe y colapsó. Él le gritó a Krishna, llamándolo “Vamshanâsi” [Destructor del clan] por no haber protegido a su hijo. Arjuna Continuó, “Estamos ahora todos demasiado viejos para tener de nuevo hijos. ¡Con la muerte de Abhimanyu, nuestro linaje llega a su fin y Tú eres responsable de esto!” Krishna sonrió y respondió, “Arjuna, tu mente está vacilando. Ahora estás preso del dolor y movido por la emoción, estás hablando sin pensar. Pero no importa, esto pasará.” Algún tiempo después, la esposa de Abhimanyu dio a luz a un bebé que desafortunadamente nació muerto.” Sahadeva fue enviado a buscar a Krishna y dijo, “¡Oh Krishna! ¿Nos has dado el don de un niño muerto?” Krishna seguía sonriendo como de costumbre. Era hábito de Krishna el sonreír siempre, no importara cual era la situación. Otros podían estar preocupados, ansiosos, trastornados o desesperados pero Krishna siempre sonreía. El dolor y la aflicción nunca podían tocarle; Él estaba mucho más allá de ellos. Krishna le dijo a Draupadi, “Este niño es la réplica exacta de Abhimanyu. Sus ojos son como los de Abhimanyu y así es su cara.” Arjuna no pudo soportar esto y gritó, “Sí, y el aliento también es similar!” Krishna sonrió y regañó a Arjuna, “Tú eres un necio, incapaz de comprender lo que estoy diciendo.” Krishna entonces ignoró a Arjuna y continuó hablando con Draupadi. Esta última tenía plena fe en Krishna y en Su disposición de hacer cualquier cosa por Sus devotos.

En cuestiones de devoción, las mujeres son ejemplares. Es la esposa que arrastra al esposo a Dios. Dios le dio el don de la devoción (bhakti) a las mujeres y de la sabiduría (jñana) a los hombres. En lenguaje de la corte, mientras los hombres pueden ir solamente al Salón de Audiencias del rey (Durbar Hall), las mujeres pueden ir a las habitaciones internas [donde están las mujeres]. De la misma manera, la devoción de una mujer puede hacerla llegar justo dentro del corazón de Dios, cuando tal acceso no es tan fácil para un hombre. ¿Por qué? Porque comparados con las mujeres, los hombres tienen menos fe en Dios y correspondientemente, también menos devoción. Las mujeres, por el contrario, tienen fe total. Arjuna no creía que Krishna iba a hacer algo, pero Draupadi tenía plena fe de que Krishna restauraría el niño muerto a la vida.

Los hermanos Pandava estaban todos sentados allí, totalmente abatidos. Mientras tanto, Krishna estaba continuando con Su conversación. Arjuna estaba hirviendo por dentro pero incapaz de decir nada. De repente, Krishna le dijo a Draupadi, “Hermana, dame al niño”. Draupadi lo hizo. Krishna entonces golpeó al niño y el bebé empezó a llorar. Los Pandavas estaban aturdidos; increíblemente, ¡pero el bebé muerto había vuelto a la vida! Gritaron de alegría, mientras Krishna nombró al niño Parikshit (puesto que Él los había hecho pasar por Su pariksha (prueba) antes de darle vida al niño). Arjuna también presenció el milagro. Corrió hacia Krishna, cayó a Sus pies y lo aclamó como: “¡Krishna! Vamshoddharaka. ¡El Emancipador del Clan!”. Krishna sonrió y dijo, “Arjuna, hace sólo un rato Me llamaste el destructor del clan y ahora Me aclamas como el emancipador del clan. ¡Qué rápido cambias! ¡Cuán veleidoso eres! ¡Cómo vacila tu mente!”

Si dices sí, Sai dice sí;

Si dices no, Sai también dice no.

Este sí y este no se relacionan contigo,

¡Pero para Sai, es siempre Sí, Sí, y Sí!

(Aplausos.) Un momento Krishna era llamado el destructor y en el siguiente, el emancipador. Estas descripciones no se relacionan con Krishna sino con la persona que usa los términos. Reflejan las vacilaciones de la mente del hombre. Dios es Inmutable y más allá de toda fluctuación. Parikshit habiendo recobrado vida, todo el mundo estaba muy feliz. Todos ellos se sentaron alrededor de Krishna. Arjuna se movió cerca de Krishna y preguntó gentilmente, “¡Señor! ¿Por qué dejaste que mi hijo Abhimanyu muriera tan joven? Ni siquiera tuve la oportunidad de verlo antes de que muriera. ¿Debe la muerte venir tan temprano? ¿No podrías haberlo dejado vivir un poco más?” Krishna respondió, “¡Oh tontuelo! Tú está determinando la edad de una persona mirando el cuerpo presente. Esta edad de que tú estás hablando no tiene ningún sentido realmente. El nacimiento y la muerte del cuerpo se siguen de acuerdo con la ley de la naturaleza.”

He aquí un ejemplo que ilustra cómo uno debe comprender la llamada muerte temprana o inoportuna. Supongan que van a Cachemira. Pueden no saberlo, pero Cachemira era el estado del hogar de Kaikeyi. Mientras están en Cachemira, compran alguna tela de lana a fin de hacerse un traje. Después de su regreso, ponen la tela en un armario, cierran el armario y luego, olvidan todo acerca de la tela. Pasan diez años y están a punto de mudarse de residencia. Están embalando cosas para el cambio de residencia. Entonces es cuando descubren la tela de lana que habían guardado hace mucho tiempo. Sienten haber olvidado esta linda tela durante todos estos años. Ese mismo día, van a un sastre y le piden que les haga un fino traje. Pronto, el traje es entregado. Llevan este traje nuevo y asisten a una fiesta de matrimonio. Una cena-buffet ha sido arreglada. Se doblan un poco con su plato para servirse. De repente sucede que su traje cede y se rompe (risas). Se sienten tristes. Se preguntan, “Un traje nuevecito; ¿cómo puede romperse así?” Sí, el traje era en verdad nuevo pero la tela no; era vieja. Krishna le dijo a Arjuna, “Abhimanyu no murió joven como te imaginas, él era de una ‘vieja estirpe’. En este nacimiento, él puede haber vivir sólo unos pocos años, pero en realidad, el que tú llamas Abhimanyu no era joven en absoluto.” Arjuna entonces dijo, “¡Señor! Yo no estaba al tanto de tales sutilezas”. Krishna sonrió y respondió, “Sí, Mi amado hijo, ¡la vida y la muerte son ambas unos misterios! Tú no podrás comprenderlas.”

Experimenten a Dios y no traten de analizarlo

No es posible para nadie el comprender a la Divinidad. Lo que Dios hace en un momento puede parecer contradecir lo que Él hace en el siguiente. Las acciones de Dios son inescrutables, más allá del tiempo, del espacio y de la razón humana. Como Swami a menudo dice, “¡Sin razón, ni estación!” Por lo tanto es a la vez sin sentido e inapropiado analizar las acciones de Dios e interpretarlas. Si Dios dice ‘Sí’, así será. Si El dice ‘No’, así será también. ¡Este es el destino! Deben aceptar todo esto y no discutir. El cuestionar las acciones de Dios implica una falta de fe.

Digamos ahora que ustedes salen y van al bazar y les cuentan a las gentes allí lo que Swami está diciendo. Les dicen que Swami es Dios. Un hombre les pregunta, “¿Dónde está Dios?” Le dicen, “Él está allí en el escenario dando un discurso”. Él arguye, “Ese no es Dios. Dios no existe.” Entonces deben decirle, “Si dices que Dios no existe, esto se aplica solamente a ti no a mí. Para mí. Dios existe. ¿Qué derecho tienes de decirme que Dios no existe? El creer en Dios es mi derecho. Si estás destinado a no tener fe en Dios, esa es tu mala fortuna.” Su fe en Dios debe ser fuerte. Si lo es, Dios seguramente siempre les responderá. Si declaran enfáticamente su firme creencia en Dios, los no creyentes automáticamente se callarán y alejarán.

Deben comprender que la creación está llena de misterios. Las once palabras que comienzan con Brahmananda no son alabanzas de Dios. Ni son descripciones de Él. De hecho, son los nombres de Dios. El celebrado Mantra Gayatri tiene tres partes básicas.

Om

Bhur Bhuva Suvah, Tatsavitur Varenyam,

Bhargo Devasya Dhimahi,

Dhiyo Yonah Prachodayat

Primero se alaba; luego, se medita, y finalmente, viene la oración – adoración, meditación y plegaria. Pero el himno que comienza con Brahmananda, va mucho más allá hasta del famoso Gayatri. Las palabras Brahmananda, etcétera, no tienen nada que ver con alabanza – son los mismos Nombres de Dios. El Mantra Gayatri es el don del Sabio Vishvamitra a la humanidad. Tiene una base, puede ser analizado; su significado puede ser comprendido. Pero el Principio Divino [a los cuales las palabras Brahmananda, etcétera, se refieren] está más allá del razonamiento, del análisis y también, de la comprensión humana.

Dios no conoce la aflicción, Él no tiene dolor y está más allá del pensamiento. El dolor y la aflicción vienen solamente a aquellos que tienen pensamientos mientras que el que no tiene pensamientos está siempre feliz. Dios está más allá de los pensamientos y, por lo tanto, está siempre en bienaventuranza. No importa lo que la gente Le dice, Swami siempre responde diciendo, “Santosham, santosham” [que significa, “Estoy feliz de oír esto”] Esto es porque Swami es la felicidad suprema misma (parama sukhadam). Una mujer se acerca a Swami y llora, “¡Swami! Mi esposo murió”. Swami responde, “Santosham”. La conmovida mujer pregunta, “¡Swami! ¿Qué dices? ¡Te estoy diciendo que mi esposo ha muerto y Tú estás diciendo que estás feliz! ¿Tú estás feliz que haya muerto mi esposo?” Swami responde, “No importa lo que digas, para Swami es siempre santosham, santosham, santosham!” Una vez, una persona le dijo a Swami, “Nuestra gente tuvieron un accidente”, Swami dijo, “Chala santosham [muy feliz]” Swami está siempre feliz. ¿Qué es lo que hay sobre lo cual ser infeliz? La vida y la muerte son naturales. Son comunes a todos y no específicamente para esta persona o aquella. Por lo tanto, uno debe enfrentar clamadamente el veredicto del destino y aceptar con ecuanimidad lo que suceda. La gente sufre no debido al destino sino debido a sus deseos y apegos. Si tienen apegos a las cosas del mundo, están destinados a experimentar alegrías y aflicciones alternativamente. El placer y el dolor son una parte integral del mundo dual.

Todo sucede de acuerdo con la voluntad de Dios. Él da y Él quita lo que Él desea cuando Él lo desea. Habrán visto como los vagones de carga del ferrocarril llevan una marca: Fecha de Regreso. Esto significa que en la fecha dada, el vagón ha de ser devuelto al departamento de origen del ferrocarril. El cuerpo es como el vagón de carga. Cuando es enviado aquí, se le estampa la fecha de regreso aunque pueden no estar conscientes de ello. Cuando llega la fecha de vencimiento, el cuerpo regresa de donde vino – esto es todo. Así, cuando hay un nacimiento, también hay la muerte. Los dos forman un par natural. Así que nadie debe afligirse por una muerte.

Hay bienaventuranza en cada aspecto de la vida y Dios es bienaventuranza pura. Puesto que Dios está en ustedes, ustedes deben estar siempre felices. Deben estar siempre llenos de amor. No permitan que ese amor se contamine o degrade en odio.

Al final del discurso, Bhagavan cantó el bhajan, “Rama, Rama Rama Sita…)

23 de mayo de 2000

Fuente: “Summer Showers in Brindavan 2000”


Traduccion Arlette Meyer