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Discursos dados por Sai Baba

05. 23/05/95 Dhruva

23 de Mayo de 1995

Jihvaagre Vartate Lakshmi.

Jihvaagre Mitra Baandhavaha.

Jihvaagre Bandhana Praapti.

Jihvaagre Maranam Dhruvam

En la punta de la lengua reside la madre Lakshmi

Por la lengua son determinados los amigos y parientes

La lengua puede ser la causa de la atadura

La lengua también puede causar la muerte

(Sloka en Sánscrito)

¡Estudiantes!

Con la propia palabra, uno puede ganar reinos, riqueza y amigos. Uno puede desarrollar relaciones e inclusive invitar a la muerte con el habla propia. Las palabras son cruciales para la ganancia y la pérdida, reputación y mala fama, alegría y dolor. Cuando las palabras son buenas, el resultado es bueno. Las malas palabras producen malos resultados. Cada hombre debería discernir entre las buenas y las malas palabras, controlar su habla y usar sólo palabras apropiadas.

El Dharma y la justicia son los fundamentos del universo. Dharma eva yato mulam, Dharma eva mahatgunam – no hay fundamento o virtud más grande que el Dharma. El que definió, practicó, y propagó el Dharma para el bien de la humanidad fue el Emperador Manu. Él tuvo dos hijos. El primero fue Uttanapada y el segundo, Priyavrata. Uttanapada tenía dos esposas – Suniti y Suruci. Dhruva era el hijo de Suniti y Uttama era el hijo de Suruci.

Estas historias son muy importantes para los estudiantes de hoy. Cuando los estudiantes escuchan las historias inspiradoras de almas puras, sus corazones tiernos pueden ser transformados. Hay muchos cambios en el mundo de hoy. La vida humana misma es una serie de cambios – de la infancia a la adolescencia, luego a la mediana edad y a la senilidad. Un huevo se convierte en un pájaro. Una semilla crece y se convierte en un árbol. Estos son todos efectos del cambio. El cambio es necesario no sólo en la naturaleza sino también en los humanos, especialmente en la juventud. ¿Qué tipo de cambio? Transformación ideal. Enorgullecerse de cambiar de niño a hombre educado no es el cambio ideal. El ego no es una señal de verdadera transformación. La educación debe resultar en el florecimiento de la humildad y la obediencia. La humildad es la joya de los estudiantes. Desafortunadamente, no puede ser encontrada hoy en día. En los días del Bhagavatam, los estudiantes desarrollaban valores humanos, contemplaban en la Divinidad y ganaban la Visión de Dios.

La historia del príncipe Dhruva

Dhruva era un niño de cinco años y Uttama, tenía cuatro y medio. Una vez ambos estaban jugando en el jardín. Su padre, Uttanapada, estaba viéndolos de forma complaciente y disfrutando. Luego de un tiempo Uttama se cansó. Él corrió y se sentó en el regazo de su padre. Uttanapada quería mucho a Suruci, la madre de Uttama. El hijo de Suniti, Dhruva, también corrió para hacer lo mismo.

De repente Suruci se adelantó y arrojó a Dhruva lejos de su padre. Como si esto no fuera suficiente, ella hirió su tierno corazón con duras palabras: “¡Dhruva! Tú puedes ser el hijo del rey, pero no mío. Sólo un hijo nacido de mí tiene el derecho de sentarse en el regazo del Rey. Si quieres sentarte en el regazo de tu padre, la única forma ¡Es que tomes un nuevo nacimiento como mi hijo! Este es tu destino por ser hijo de Suniti”. De esta manera, Suruci lanzó palabras como flechas sobre Dhruva.

Dhruva caminó de regreso al palacio de su madre. Entró y se sentó silenciosamente en una esquina. Las lágrimas corrían por sus mejillas. Algunas criadas notaron su condición e informaron a Suniti. Inclusive cuando fue interrogado por su madre, Dhruva se sentó en silencio con su cara manchada por las lágrimas. Suniti supo del incidente por sus criadas. Ella se lamentó de su situación: “Dhruva, has tenido la mala fortuna de nacer de mí. Yo soy tratada como una criada por todos en el palacio porque el Rey favorece a la otra reina. Así que ¿Cómo puede mi hijo tener respeto alguno?” Ella le dijo a Dhruva, “Hijo mío, ora a Dios y nace de Suruci”.

Inmediatamente Dhruva respondió, “No tengo más interés en la vida luego de este insulto”. Él culpó a su madrastra por su egoísmo. Suniti se acercó a él y lo detuvo, “Hijo mío, no deberíamos criticar o culpar a otros. ¿Por qué? Porque el resultado de culpar a otros reditúa en nosotros también. Las palabras de tu madrastra, a pesar de ser duras, resultarán sólo en beneficio hacia ti. No culpes a tu madrastra. Ella te ha mostrado el camino hacia tu destino”. ¿Alguna madre de hoy en día aconsejaría de forma similar? Pero Suniti era diferente. Su nombre era Suniti, que significa “encarnación de la virtud (niti)”. Ella le pasó esos valores morales a su hijo también.

Dhruva dijo, “¿Entonces qué quieres que haga madre?” Suniti respondió, “¡Hijo! Nadie puede realmente ayudar a otro. Es sólo Dios quien es el único refugio de todos. Sólo Él puede cumplir tus deseos. Ve al bosque y busca al Señor Narayana para alcanzar tus deseos” ¿Hay madres tales hoy en día, que envían a sus hijos de cinco años al bosque para hacer penitencias? Ella colocó su mano en la cabeza de Dhruva como bendiciéndolo y dijo, “Dondequiera que estés en el bosque, en la ciudad, en el pueblo, en las montañas, o en el mar, Dios es el único refugio para el desamparado. En lugar de sufrir en el palacio, es mejor para ti que te deleites en pensamientos sobre Dios en el bosque. Dondequiera que puedas estar, no estoy en posición de ayudarte. Dios se hará cargo de ti. No pienses en el bosque como “el bosque” sino como la morada de Dios. Ve y búscalo a Él, hijo mío”.

Dhruva aceptó las palabras de su madre como una orden, se postró a sus pies y partió inmediatamente. ¡Un mero niño de cinco años! Él no sabía lo que era el bosque, el camino que llevaba ahí, cómo orar, qué complace a Dios… ¡Nada! Aun así, él no se detuvo a preocuparse sobre estos asuntos. “Yo debo seguir la orden de mi madre. Debo llevar a cabo penitencias. Debo alcanzar la Visión del Señor”. No había otro pensamiento en su mente además de su meta.

Por el poder de la bendición de Suniti, el Sabio Divino Narada se encontró con Dhruva a mitad de camino. Narada adivinó las intenciones de Dhruva. Él preguntó al pequeño, “¿A dónde te diriges joven Dhruva? ¿Vas a jugar?” Dhruva dijo, “Sí, ¡Oh Divino Sabio! Voy a jugar con Dios”. Narada preguntó, “¿Dónde está Dios?” Dhruva respondió, “Mi madre me dijo que me fuera al bosque y Lo buscara”.

Narada exclamó, “¡Oh temerario niño! ¿No sabes que la mayoría de los renunciantes y conocedores de las escrituras no pueden alcanzar al Señor incluso luego de siglos de austeridades? Tú eres un niño. No tienes experiencia del mundo. No conoces sobre Dios. ¿Cómo puede un niño inocente e ignorante como tú alcanzar a Dios? ¡Es imposible!” Dhruva respondió, “Narada, la edad no es importante para el Señor. La bendición de mi madre y mi determinación me llevará a la meta”.

Narada trató de disuadir a Dhruva hablándole de incomodidad, temor y fracaso. “Hay muchos animales en el bosque. Serpientes peligrosas te buscaran por doquier. Fantasmas y espíritus malvados abundan también. Tú estás acostumbrado a las comodidades reales, no tienes experiencia en los caminos del mundo. No, lo que has determinado es demasiado”. Pero Dhruva era firme. “Nunca regresaré al palacio. Mi resolución es Divina, no malvada. Dios mora en un corazón puro. Una decisión que emerge de mi corazón es, por ende, ¡Una decisión Divina! Nunca la abandonaré”.

Los estudiantes de hoy tienen una gloriosa lección que aprender de Dhruva. Una FUERTE DETERMINACIÓN – esto es necesario para cada logro en la vida.

Dhruva no prestó atención a las palabras de Narada. “Es la orden de mi madre. Debería seguirla aún a costa de mi vida y probar el valor de la palabra de la madre. Yo debo, y lo haré, triunfaré. Como los soldados son la vida del fuerte, como la firma es la vida de una nota promisoria, de manera similar la Verdad es la vida para la facultad del habla. Nunca abandonaré la Verdad. Satyam nasti paro dharmam – no hay Dharma más elevado que la Verdad. Yo soy el nieto de Manu, que fue un gran defensor del Dharma. Yo debo ser una encarnación de Satya y Dharma”. Estos fueron los elevados pensamientos que se sucedían uno tras otro en la mente de Dhruva.

Narada finalmente admitió la derrota. Admiraba la determinación de Dhruva y sintió compasión por él. Él dijo: "¡Hijo! Tu determinación y pureza me han conmovido profundamente. Voy a caminar contigo por un tiempo." Se fueron a las orillas del río Yamuna. Allí, Narada instruyó a Dhruva, "Querido hijo, si se canta el Nombre del Señor con una mente purificada, el Señor aparece pronto." Tomaron un baño en el río Yamuna y Narada le susurró al oído de Dhruva, el gran dvadasi mantra (mantra de doce sílabas): Om Namo Bhagavate Vasudevaya.

Después de esto Narada partió, Dhruva encontró un lugar sombreado en el bosque, fijó su asiento y comenzó a cantar el mantra. Él cantó Om Namo Bhagavate Vasudevaya sin interrupciones. Se olvidó de su cuerpo. Sin embargo, a causa de su tierna edad, algunas veces sintió hambre y sed. Durante el primer mes, comía frutos caídos al suelo. En el segundo mes, comía sólo tubérculos y hojas. En el tercer mes, subsistió a base de agua. En el cuarto mes, sobrevivió con el aire. Su cuerpo quedó reducido a un esqueleto. Eso es natural para el cuerpo. El cuerpo nace de los alimentos. Se llama annamaya kosa – envoltura de alimentos.

Dentro de esta envoltura física son pra?amaya kosa (envoltura del aire vital), manomaya kosa (envoltura de la mente), vijñanamaya kosa (envoltura del conocimiento) y, por último, anandamaya kosa (envoltura de la bienaventuranza). Dhruva había descuidado sólo el annamaya kosa. Él fusionó el nombre del Señor con su pra?amaya kosa. Con la inhalación y la exhalación, repitió Om Namo Bhagavate Vasudevaya.

Luego, manomaya kosa. Dhruva claramente dibujó en su mente la forma del Señor como había sido descrita por Narada, y que estaba grabada en su corazón. ¿Cuál es el significado interno? Recitó el Nombre del Señor, mientras estaba visualizando Su Forma. Y visualizó la forma del Señor mientras recitaba su nombre. Nombre y la Forma – esto se volvió la penitencia de Dhruva.

Nombre + Forma = penitencia (tapas)

Todo el bosque se calentó debido a la concentración unidireccional de Dhruva. Los sabios que vivían ahí no podían soportarlo. Estaban asombrados de que un niño de cinco años de edad, pudiera mantener tal férreo control sobre la mente. Ellos trataron de impedir la concentración de múltiples maneras. Crearon serpientes, que rodeaban su cuerpo. Enviaron a los animales salvajes y los malos espíritus a importunar a Dhruva. Pero nada lo podía perturbar, y mucho menos hacerle daño. Dhruva pensó: "Mi madre me dijo que Dios es el refugio de los desamparados. Así que el Señor se encargará. ¡No necesito preocuparme!" ¡Qué profunda fe que tenía! Cuando nada podía siquiera distraer a Dhruva, los dioses en el cielo fueron con Narayana para que interviniese a favor de Dhruva.

Los ojos de Dhruva estaban cerrados. Él no quería ni mirar el mundo. "Yo no deseo nada perteneciente a este mundo", había decidido en un principio. "Este cuerpo está compuesto de los cinco elementos. Está destinado a colapsar un día. Pero el Morador Interno no tiene nacimiento ni muerte. El Morador Interno es Dios. He asumido este cuerpo con el único propósito de ver al Morador Interno." Poco a poco, se convirtió en tan débil que su voz ya no era audible. Repitió Om Namo Bhagavate Vasudevaya en su mente. Por último, el Señor respondió. El Señor Narayana apareció delante de Dhruva.

A medida que el Señor se acercaba cada vez más, Su refulgencia se entremezcló con el aura de Dhruva y Dhruva brillaba cada vez más y más. De repente, viendo que su corazón estaba vacío de la Forma del Señor, Dhruva abrió los ojos. Él vio al Señor de pie delante de él. Sonriendo, dijo Dhruva, "¡Oh Señor! Siempre Estabas en mi corazón. Ahora estás fuera de mí. ¿Estás tratando de dejarme? No lo voy a permitir".

Dhruva había reconocido que lo que vemos afuera es un reflejo de nuestros propios corazones. Si ustedes sienten que alguien es malo, esa maldad no está en él, sino que es sólo un reflejo de vuestro corazón. Sus propios pensamientos, tanto buenos como malos, se manifiestan fuera de ustedes como la reflexión, la reacción y la resonancia.

¡Incluso el Señor Narayana se sorprendió con las cualidades ideales de Dhruva! El Señor pensó: "¡Cuán sorprendente es que estos sentimientos eternos han entrado en este joven niño! Él está disfrutando de los beneficios de muchas vidas pasadas dedicadas a la búsqueda divina." Pensando de este modo, el Señor se rio dentro de sí mismo. Dhruva había perdido su voz, pero aun así, él comenzó a alabar al Señor. Describió todos los diez Avatares del Señor y sus hazañas. Miró al Señor continuamente, sin pestañear. Él se aferró firmemente a los pies de loto del Señor. El Señor le dijo: "Hijo, ¿Qué quieres?" Dhruva no podía producir ningún sonido. Apeló al Señor mentalmente. El Señor tocó sus mejillas con su caracola y la energía fresca recorrió su cuerpo, y le restauró el habla. Entonces el Señor dio un paso atrás, apretando las manos.

Dhruva se acercó al Señor cada vez más. El Señor le preguntó de nuevo, "Dhruva, dime lo que deseas." Dhruva estaba tan embelesado que el Señor tuvo que repetir la pregunta muchas veces. Finalmente Dhruva dijo: "¡Señor! ¿Por qué insistes en ahogarme en el Maya? Tú sabías dónde estaba, qué estaba haciendo y a quién estaba orando. De lo contrario no podrías haber venido aquí. Sabiendo todo esto, ¿No sabes lo que deseo? ¡Por supuesto que sí!"

¡Dhruva estaba hablando de filosofía muy elevada! ¡Pero Dios “había leído dos libros más sobre espiritualidad” que Dhruva! El Señor Narayana respondió: "¡Hijo! La idea que impulsó tu penitencia fue el deseo de sentarte en el regazo de tu padre. Estas poniendo este pensamiento en acción al realizar esta penitencia. Pero queda por ver cuál será tu palabra".

Los estudiantes deben reconocer claramente lo que Dios estaba buscando. Manasyekam vacasyekam Karmanyekam Mahatmanam – La unidad de pensamiento, palabra y acción es la marca de una gran alma. "Tomaste la decisión basado en una meta. Tú actuaste según tu voluntad. Ahora, yo quiero escuchar de tus labios: ¿Qué buscabais?" aclaró el Señor.

Dhruva respondió: "Querido Señor, en ignorancia deseaba el afecto de mi padre. Incapaz de soportar un insulto ordinario, busqué sentarme en el regazo de mi padre y disfrutar de mis privilegios legítimos como su hijo. Actué sobre esa determinación. Ahora que te he visto, tocado y hablado, te quiero sólo a ti. Ansiaba una gota de agua y encontré el mismísimo néctar divino. Yo deseaba un pedazo de vidrio y encontré un diamante".

El Señor sonrió. "Dhruva, por el pensamiento y la acción deseaste la proximidad de tu padre. Pero por palabra, me deseas solamente a mí. Tu pensamiento, palabra y acción no están en armonía. Sin embargo, ten en cuenta que la mayor parte tiende hacia tu deseo inicial. Por lo tanto, es mi mandamiento que regreses al reino de tu padre y hagas feliz a tu madre".

¿Ustedes ven cuán sutiles, misteriosos, e impecables son los caminos del Señor? El Señor apareció. Derramó la Gracia sobre el muchacho de múltiples maneras. Pero los pensamientos, palabras y acciones de Dhruva no estaban en armonía. Debido a semejante pequeña falla, ¡El pobre Dhruva perdió ante el Señor! Finalmente Dhruva dijo: "Yo ofrezco todo a ti," y dejó la decisión a Narayana. El Señor dijo: "Hijo, obedece mi mandamiento. Hasta ahora, has seguido las órdenes de tu madre. Ahora, yo soy tu padre, madre y todo. No hay felicidad duradera en el mundo.”

¡Janma Dukham, Jara Dukham, Jaya Dukham Punah Punah Antya Kale Maha Duhkham, Tasmat Jagrata Jagrata!

El nacimiento, la vejez y la esposa están llenos de tristeza y aflicción. Los momentos finales son los más miserables. Así que ten cuidado ¡Ten cuidado!

“Te envío de vuelta para que cumplas con tu resolución inicial. Debes volver sin dudarlo", dijo el Señor. Dicho esto, el Señor esperó la respuesta de Dhruva.

Dhruva dijo: "Es tu orden y voy a obedecerla. No importa lo que pueda experimentar al dejarte y regresar, no importa lo decepcionante, seguiré tus órdenes." Sólo después de haber hecho esta promesa fue que el Señor dio un paso al frente y abrazó a Dhruva. Sosteniéndolo cerca, el Señor habló cariñosamente al muchacho. "¡Dhruva! Que Dios haya sido alcanzado por un chico tan joven como tú – esto nunca ha sucedido en el mundo".

Hay una gran necesidad de estos niños y niñas en el mundo hoy en día, veraces, obedientes a los padres y devotos a Dios. No tiene sentido elaborar nuevos órdenes y principios sociales. ¿Es suficiente cambiar a las sociedades de esta manera? ¡No, los pensamientos deben cambiar! Los estudiantes deben ser promovidos y alentados a tener sentimientos divinos, nobles y elevados.

El Señor continuó, "¡Dhruva! Hay que enseñar mucho al mundo acerca de la gloria del Nombre Divino. Ahora voy a entrar en ti." Una luz surgió del Señor y entró en Dhruva. El chico que era tan frágil en los últimos meses se llenó de energía y brillo. Se levantó de un salto y le tocó los pies al Señor. El Señor desapareció.

La voz etérea del Señor continuó hablando a Dhruva. "¡Querido hijo! Tú debes gobernar al mundo como un emperador ideal por muchos años todavía. Vuestro padre está arrepentido. Él espera con interés tu regreso, a cada instante. Ha renunciado a la alimentación y el sueño y te quiere solamente a ti. Vuelve, vuelve, vuelve. Después de completar la tarea de gobernar el reino, he reservado una posición excelsa para ti. La estrella Polaris, situada en medio de los Sapta Rsis, el Sol y la Luna será llamada la estrella Dhruva a partir de ahora. Todos los cuerpos celestes giran alrededor de la estrella Dhruva. Incluso la estrella Polaris puede cambiar pero tú serás eterno. Tú eres una encarnación de la inmortalidad. Tu vida será una expresión de dicha". El Señor también prometió que Dhruva le alcanzaría al final de su lapso de vida.

¡Basta con mirar cuanta Gracia se desbordó para Dhruva cuando accedió a seguir el mandato del Señor! Dhruva obtuvo fama inmortal, presencia constante del Señor dentro de sí mismo y el amor del Señor. Mucho, mucho más de lo que deseaba en un principio. Es por esto que no hay que pedir a Dios por vuestros deseos. Sólo tienen que seguir los mandamientos del Señor y Su Gracia se desbordará sin que lo pidan.

La santidad de la Bhagavatam

De esta manera, el Bhagavatam está lleno de devoción. Pero no hay nadie hoy en día con incluso una milésima parte de la devoción y la virtud de Dhruva. La santidad del Bhagavatam es insuperable, ya que contiene la vida de estas almas excelsas. Pero las personas descuidan esta escritura e incluso realizan acusaciones equivocadas respecto a ella. El Bhagavatam no es otra cosa que el Amor de Dios, de principio a fin. Pero no todos pueden entender el Amor Divino. ¡Las interpretaciones de algunos eruditos sobre los Lilas del Señor Krishna son atroces!

¿A qué edad jugó Krishna con las pastoras? ¡Krishna era un niño de cinco años de edad! ¿Es posible interactuar a esa edad con las gopikas como es comúnmente retratado? Krishna fue a Mathura cuando tenía cinco años y un mes de edad. Nunca regresó a Gokula. ¿No jugaron con sus hermanas cuando tenían cinco años? ¿Puede esto ser percibido como inmoral? Cuando Parikshit preguntó a Suka sobre el comportamiento de Krishna, Suka se lo explicó de la misma manera. Suka era un célibe. Un célibe perfecto deleitado en los pasatiempos de Krishna con las Gopikas. ¿No es esto sorprendente? Suka dijo: "¡Parikshit! ¿Ves a Krishna como Dios o como a un hombre? Si le consideras Dios, no puedes tener tales bajos sentimientos. Estos defectos realmente están en ti. Tú ves tus propias faltas fuera de ti como reflejo, reacción y resonancia. Incluso si la suciedad se acerca a Dios, se convertirá en pureza".

Brahmanandam Parama Sukhadam, Kevalam Jñana

Murtim, Dvandvatitam Gagana Sa-drsam, Tat

Tvam Asyadi Laksyam, Ekam Nityam Vimalam

Achalam, Sarvadhi Saksi Bhutam, Bhavatitam

Triguna Rahitam....

"Siempre bienaventurado, otorgando felicidad, la encarnación de la sabiduría, más allá de la dualidad, infinito como el cielo, cuya naturaleza es permanecer en el principio primordial Tattvamasi la última meta, Uno, eterno, inmaculado, inamovible, testigo omnipresente en la consciencia de todos los seres, más allá del sentimiento, desprovisto de los tres gunas"

(Sloka en Sánscrito)

Dios es un océano. Los sentimientos y los deseos de los devotos son corrientes. Cuando ambos se funden, el océano sigue siendo el mismo, pero las corrientes se purifican. El océano no es perturbado. Otro ejemplo. Si se mezcla una taza de leche en diez tazas de agua, eso disminuye el valor de la leche. Pero cuando se mezcla una taza de agua con diez tazas de leche, el agua sin valor adquiere el valor de leche. Por lo tanto, cuando dos entidades se fusionan, la más pura y grande presta sus cualidades a la otra.

Dios está más allá de los tres gunas. ¿Se comportará Él como alguien atrapado por los gunas? Cualesquiera sean los pensamientos que se hayan tenido hacia Krishna, Él era totalmente puro y desapegado. Es cierto que las Gopikas se relacionaron con el cuerpo de Krishna, pero incluso eso no fue en ningún sentido inmoral. Las Gopikas eran puras e inmaculadas. Las interpretaciones sin sentido de los estudiosos han manchado las percepciones de las personas sobre el Bhagavatam. Dios es siempre puro y desinteresado. Estos eruditos engañan a la gente cuando ven a Dios como algo menos que la mismísima Pureza.

El regreso de Dhruva

El tierno corazón de Dhruva sentó ejemplo para todos. Dhruva emprendió el camino de regreso al reino de su padre. Uttanapada fue informado. Con gran entusiasmo, Uttanapada se sentó en un palanquín con Suniti, Suruci y Uttama y partió a dar la bienvenida a Dhruva. Conforme Dhruva caminaba por el bosque se veía como una estrella luminosa. ¡Tenía mucho brillo! Tenía sólo cinco años de edad. Saltando y saltando, se rio de pura alegría mientras corría a casa.

Uttanapada saltó de su carro y corrió a abrazar a Dhruva. Levantó a Dhruva en sus brazos y le dijo: "Perdona mis faltas, hijo. Para mí eres Narayana Mismo. Al caer presa del apego, fui injusto contigo. Hice a tu madre sufrir de muchas maneras." Dhruva respondió: "¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú? Tú no eres el padre, yo no soy el hijo. Yo soy Narayana, tú eres Narayana, todo es Narayana. ¿Dónde hay cabida para el perdón?" Hablando de la unidad del Atma, Dhruva derritió el corazón de su padre. ¡Enseñó Atma Vidya (Conocimiento del Atma) incluso a su padre!

Uttanapada dijo, "Suficiente tiempo se ha perdido ya. Ven ahora". Se sentó en el palanquín y tomó a Dhruva en un muslo y a Uttama en el otro. De esta manera llegaron al reino llenos de alegría y emoción. Suniti fue testigo esta escena. Ella había estado lejos de su marido y su hijo estaba en el bosque. Ella había sufrido mucho dolor. Había pasado muchos meses preguntándose: "Yo no sé qué pecados han traído sobre mí este sufrimiento, el dolor de la separación de mi marido y mi hijo. ¿Qué mujer puede vivir de esta manera?" Esta Suniti, que había sido sumergida en la desesperación, no pudo contener su alegría y emoción en este día. Ella también tomó Dhruva en sus brazos y jugó con él alegremente.

La penitencia de Dhruva había durado cinco meses. Llegó a casa cuando tenía cinco años y cinco meses de edad. Y fue coronado como el emperador cuando tenía sólo ¡Seis años de edad! Uttanapada se dio cuenta y con mucha razón que, para alguien que ha realizado a Dios, no es una gran tarea gobernar un reino. Durante la coronación, Uttama sostuvo el paraguas real sobre la cabeza de Dhruva mientras Uttanapada y sus esposas se sentaban a cada lado de él. Los padres sentían: "Si nuestro hijo, tan tierno y joven, pudo alcanzar la gracia de Dios, ¿Por qué perder el tiempo? La vida humana no es para disfrutar de la riqueza y la comodidad, sino para llegar a Dios".

Sólo entonces Uttanapada reconoció el verdadero significado del término Manuja (hombre). Manuja = Manu + Ja (nacido de), es decir, hijo de Manu. Todos los seres humanos deben comportarse como hijos de Manu, siendo encarnaciones de sus características. Manu siempre seguía el Dharma. Definió la justicia por el bien de la humanidad. La ley que se sigue en todos los tribunales hoy en día se basa en la exposición de Manu. Por lo tanto, es nuestro deber practicar el Dharma según lo establecido por Manu. Después de la coronación de Dhruva, ese mismo día, su padre y su madre fueron al Skanda Asrama a pasar el resto de su vida en la soledad y la meditación.

Dhruva gobernó durante muchos años y ganó el amor de sus súbditos al asegurar su felicidad. Esperó pacientemente su fusión con el Señor, recordando la promesa del Señor. Durante sus últimos momentos llegó un carro de parte del Señor para llevarlo. Dhruva dijo al cochero: "¿A dónde tengo que ir? ¿Por qué tengo que ir cuando Dios está en todas partes?" ¡Él enseñó la Verdad Suprema hasta al auriga enviado por Dios! "¿Esperas que me vaya con Dios en ese carro? Eso no tiene sentido. Dios está aquí, como Él está en todas partes. Voy a fundirme en Él ahora" dijo. Se sentó en el carro y cantó Om Namo Bhagavate Vasudevaya. La luz en él se fusionó con el Señor.

El poder de la devoción

Tales historias dulces, felices y Dhármicas no se encuentran en ninguna parte excepto en el Bhagavatam. Ya habrán oído ayer al Señor diciéndole al sabio Durvasa que la Voluntad de Dios aún palidece ante el poder de la devoción. Dios dice: "Con mucho gusto voy a aceptar la derrota, pero nunca defraudaré a un devoto. Soy un siervo de Mis devotos. ¡Espero día y noche como el guardia de seguridad en la sala de oración de Mi devoto! ¿Sabes por qué? Mi devoto podría expresar algún deseo en cualquier momento. Quiero estar presente para cumplir su más mínimo deseo. Yo soy la autoridad final en todas partes, excepto con mi devoto. Solamente mi devoto tiene la última palabra".

A través de sus acciones, Dios siempre ha demostrado que no hay una fuerza mayor que el poder de la devoción. ¿Qué es Bhakti (devoción)? Bhagavad Anurakti (apego a Dios) es Bhakti. Dentro de Bhakti están contenidas Bhukti (alimentos), Rakti (deseos), Yukti (inteligencia), Anurakti (apego, amor), Virakti (desapego) y Mukti (liberación).

¿Dónde se origina la palabra Bhakti? La necesidad primaria del hombre es la alimentación, bhukti. Sarira Madhyam khalu Dharma Sandhanam – el cuerpo es un medio para observar el dharma y necesita alimentos. A continuación, el hombre necesita Rakti, deseo. El tercero es Yukti, inteligencia mundana. Es necesario saber cómo vivir en este mundo. Luego viene anurakti – debemos amar a todos sin distinción. Estos son seguidos por virakti y mukti. En todas estas palabras, la sílaba común es "kti", "Bha" de Bhagavan (Dios), y "kti" de estas palabras se combinan para formar Bhakti.

Por lo tanto, el que les otorga Bhakti, Rakti, Yukti, Anurakti, Virakti y Mukti es Dios. Bhakti no se limita a la realización de adoración, haciendo arati y así sucesivamente. ¡Debemos ofrecernos a Dios! Debemos aferrarnos a Prema en todas las situaciones. Esto es Bhakti.

Dhruva logró la victoria en todas las pruebas. Tenía sólo cinco años de edad. Muchachos de esa edad entran en nuestra escuela primaria al primer grado. Esto quiere decir que este muchacho del primer grado mostró tanta dedicación. ¿De dónde obtuvo Dhruva tanta fuerza? Él logró todo con DETERMINACIÓN. Debemos lograr con determinación también - no solo victorias mundanas, sino a Dios mismo. No debemos temer a los problemas y darnos por vencido. Sólo entonces nuestra devoción será bendecida con la fuerza de Dios. Para todo, el amor puro es la base.

Un devoto se acercó a RamaKrishna Paramahamsa y le preguntó: "Maestro, ¿Cómo puedo ver a Dios?" RamaKrishna respondió: "¡Oh hombre loco, lloras por la esposa, los hijos y la riqueza. Todo tu dolor es desperdiciado. En lugar de esto, clama a Dios. Entonces vas a lograr su visión, sin duda." Por lo tanto, no debemos llorar con fines mundanos. "Nara" es el agua, y "Nayana" significa los ojos. El Nara que fluye de sus Nayana ¡No debe ser ofrecido a ningún otro sino a Narayana! Estas son lágrimas de alegría.

Sólo las lágrimas de felicidad (Ananda), no las lágrimas de miseria, pueden transportarnos al Anandamaya Kosa – la envoltura de la Bienaventuranza. Todo el mundo tiene que ir más allá del Annamaya Kosa, Pranamaya Kosa, Manomaya Kosa y el Vijñanamaya Kosa y llegar al Anandamaya Kosa. Ustedes deben tratar por todos los medios posibles de alcanzar la dicha. Para todo, la gracia de Dios es el fundamento. Vuélvanse dignos de Su Gracia.


Traduccion Iván Escalona