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Discursos dados por Sai Baba

44. ??/12/66 ¿Qué es real? Esto o aquello?

Diciembre de 1966

Prashanti Nilayam

El Faro del Espíritu es la luz para los barcos sacudidos por la tormenta que transportan a la humanidad a través de las furiosas olas del océano de la vida. En lugar de adquirir esa luz y salvarse de la desgracia, el hombre se pierde en tribulaciones, torrentes de problemas, preocupaciones, agonía, y vanos viajes en busca del tesoro ausente. A menos que esa luz esté siempre presente en el hombre, a menos que se hagan esfuerzos para que brille en el corazón, todas las actividades de la vida estarán envueltas en la oscuridad de la ignorancia. El hombre está desperdiciando la gran oportunidad que le ha sido otorgada. Uno se pregunta si tiene que apreciar o descartar los encantos de la naturaleza y el mundo exterior, sea para reír o llorar por sus atracciones ilusorias. El hombre se enorgullece de su capacidad para conocerlo todo, pero ha fallado en conocer esta verdad sobre la Naturaleza. Ciego a las características reales de este mundo, el hombre se ha convertido en un péndulo que va entre el nacimiento y la muerte.

Por supuesto, cada uno desea y dedica todas sus energías para asegurarse shaanthi y santhosha (paz y alegría). Pero no logra alcanzarlas. El hombre gira como un trompo, está inmerso en un esfuerzo incesante, pero ¿qué gana? Nada. Porque lo que debe buscarse primero es el "Progreso espiritual". Solo a través de eso se puede ganar la paz, la alegría y la felicidad. Apegado al instrumento imperfecto llamado Razón, el hombre no consigue estos fines. Olvida la misión especial del hombre, la misión para la que ha sido especialmente dotado, y da vueltas en aventuras infructuosas.

Sin el principio de Dios, ninguna actividad puede valer la pena. Brahman, el Absoluto Universal, es todo esto; es la fuente, la sustancia, el sentido; Es como el algodón en la tela, el barro en la olla, la madera en la silla, es la sustancia básica. Uno debe establecerse en la conciencia de esta Unidad fundamental, no simplemente dejarse llevar por la aparente multiplicidad de Nombres y Formas. La multiplicidad es irreal. Es temporaria, y evanescente.

El desapego liberará al hombre de las ilusiones.

¿Es el hombre un paquete de sentidos? ¿Es sólo el marco físico? ¿Es la mente? ¿O es la conciencia, con todos sus niveles? ¿De dónde viene? ¿Hacia dónde viaja? ¿Hasta qué punto se puede decidir la forma del viaje? Estas son las preguntas para las cuales busca respuestas.

Tu preguntas a cada una de las personas que conoces, "¿Quién eres?" pero rara vez paras a preguntarte "¿Quién soy yo?" Te atraen las noticias del mundo, no las noticias de tu propio mundo interior. ¿De qué sirve todo el conocimiento que reúnes, si el conocimiento sobre ti mismo está ausente?

La verdad es : el hombre ha emanado del Aathma thathwa, el Brahmam; tiene que volver a encontrarse consigo mismo. ¡Así como las aguas del mar se evaporan y forman nubes que caen como lluvia y fluyen como arroyos y ríos para unirse al mar, así también el hombre debe llegar a la fuente después de toda esta peregrinación! ¡El hombre ahora desconoce la Dirección de donde viene y la Dirección a dónde va. Solo conoce la dirección donde está. Uno puede conocer las dos direcciones sólo por contacto con lo bueno y lo piadoso. Acércate a lo bueno y obtendrás desapego; el desapego te liberará de las ilusiones; eso te mantendrá con una fe firme en el Principio; esa fe te liberará. Por lo tanto, ciertas disciplinas tienen que ser seguidas para darte cuenta de la verdad sobre uno mismo.

La religión no predica la diferencia

Esto es enfatizado en Sanaathana Dharma. Pero, debido a fuerzas políticas y culturales, Sanaathana Dharma (Religión eterna) en sí misma está siendo abandonada. El objetivo de la vida debe ser ganarse la fe átmica. Eso sólo confiere una gran alegría, eso sólo es la verdadera religión. La gente dice livianamente que la religión también es una convención del hombre, creada para el momento. No, la religión es mucho más útil que eso, mucho más establecida. Tiene sus raíces en la inteligencia, la discriminación individual. Insiste en la unidad de todo en un principio básico, Brahmam. No aboga ni predica diferencias ni la multiplicidad.

Dios está descripto en los Vedas como Shahasra Sheershah, de mil cabezas. No significa que Dios tenga mil cabezas. Hay miles presentes aquí delante de mí. Las cabezas son miles, pero el latido del corazón es el mismo en todos. Así también, Dios está activando todas las cabezas, como la misma corriente eléctrica activa el ventilador, la estufa, la lámpara, el micrófono, la máquina, el tubo, etc. El instrumento es diferente, pero la energía es la misma. Los individuos son diferentes, pero la fuerza interior es la misma.

Puede surgir la pregunta, ¿por qué entonces todas las distinciones, algunos superiores, otros inferiores cuando todo está activado por el mismo Brahman? Esa es una pregunta que trata de los aspectos de afuera y externos del hombre. En la sustancia básica, no hay superior o inferior; la diferencia es causada por la diferencia de instrumento, el upaadhi (el contenedor). La corriente es la misma, pero el voltaje de la lámpara difiere y causa la diferencia en la luz.

La gente dice que el cuerpo es real, que es permanente, que los sentidos dan información correcta, que las emociones son reales. La mente tiene que ser fijada en cualquier objeto para que pueda verse o escucharse o convertirse en el objetivo de cualquier sentido. El ojo, por ejemplo, es la lamparilla en la linterna (cuerpo); el interruptor es la concentración; Si la mente no se concentra, el ojo no puede ver. Ningún objeto tiene ningún sabor particular; la lengua de la malaria siente amargas todas las cosas dulces. La mente sufriente–ajnaana- sentirá que los objetos son placenteros y permanentes. La ajnaana tiene que ser superada por medio de la disciplina espiritual. Sanaathana Dharma nos enseña el método; pero hemos comenzado a ridiculizar nuestra propia cultura y a ensalzar otros sistemas y creencias.

El que conquista sus sentidos es un Emperador.

En realidad, no hay otro sistema o fe. Todas las religiones, todas las fes no son más que fases o facetas de la misma Fe y Disciplina Universal. Es como los siete hombres ciegos que examinaron el elefante y lo describieron a otros. El hombre que sostenía la cola en su mano la vio como una serpiente; el hombre que sintió la pata dijo que era como una columna; El hombre que solo examinó la oreja juró que el elefante era como un abanico. Esta historia tiene un profundo significado interno. El Aathma es una, pero cada uno ve una fracción y la juzga de manera diferente. Es la suma integrada de cada una de estas facetas de la realidad.

La India es el hogar de muchas facetas de la Verdad, el hermoso jardín tiene muchos idiomas, muchas filosofías y religiones, todas representando al Único Brahman en muchos colores brillantes. Este jardín fue preservado y mantenido a salvo por el mar en tres de sus lados y por la muralla de los Himalayas en el cuarto. Si una tierra tan bien vigilada está siendo golpeada, la falla recae sólo en nosotros. Nos estamos invadiendo unos a otros en campañas desarmadas y apuntando con el dedo de superioridad a otros. Tenemos que desistir de los ataques que dirigimos unos contra otros, movidos por la envidia, la ira, el orgullo y pasiones similares. Las luchas internas que libramos unos contra otros en nombre de nuestra propia casa, pueblo, distrito y estado tienen que ser detenidas, con fuerte voluntad y determinación. Cuando estamos involucrados con enemigos internos como la codicia, la ira y el orgullo, ¿cómo podemos enfrentarnos a los demás? El que conquista un país puede ser llamado Raaja (rey); pero, el que conquista sus sentidos es verdaderamente un Chakravarthi (Emperador).

El sueño de Janaka y su lección para el saadhaka (aspirante espiritual)

Debemos esforzarnos por esta victoria. Las personas se jactan de que saben mucho, pero ¿de qué sirve todo ese conocimiento si no ponen en práctica y ganan la paz y contento? Fundamentalmente, la investigación que hace que la vida valga la pena es: "¿De dónde he llegado? ¿A dónde voy?". El Rey Janaka solía reunirse con muchos rishis en su palacio y deleitarse en discusiones acerca de problemas espirituales; Él era un experto en saadhana y había alcanzado el más elevado estado de samaadhi a través de Raaja Yoga. Un día, mientras estaba en la corte con la Reina y las doncellas, incluso mientras conversaba con ellas, se quedó dormido. Tuvo un sueño durante esa siesta. Soñó que estaba privado de su reino, que estaba vagando medio loco, hambriento y solo en la jungla, pidiendo comida a quienquiera que se encontrara; que se encontró con unos hombres lavando platos y recipientes después de un banquete que habían compartido, que corrió hacia ellos buscando algunas migas, que le dieron una pequeña cantidad de arroz raspando de los recipientes, que estaba a punto de ponerse esa comida en la boca cuando un gran pájaro vino volando y se lo quitó de las manos. Entonces, gritó de dolor y pena, y la Reina lo escuchó y lo despertó.

Por supuesto, cuando él despertó, supo que era el Rey. Recordó que un segundo antes, era un mendigo. "¿Cuál es real? ¿Esto o aquello?" se preguntó. Se cuestionó a sí mismo, ¿qué es real, esto o aquello? A todos los que preguntaron cuál era el problema, les hizo la misma pregunta. "¿Soy un rey o un mendigo?" Quería que cada uno le dijera cuál era real. La reina y otros estaban asustados por este comportamiento; enviaron a buscar a los ministros y con ellos vino Ashtaavakra, el preceptor. Descubrió la situación tan pronto como vio al Rey; entonces, ante la pregunta que el Rey le hizo respondió: "¡Raaja! Esto es irreal; aquello era irreal; tú, que experimentaste esto y aquello, solo tú eres real".

Tanto el estado de vigilia como el de sueño son irreales.

Tú también has pasado tu día en varias actividades y ahora estás escuchando Mis palabras y te sientes feliz. ¿Cuánto tiempo es esto real? Solo hasta que te vayas a casa, te extiendes en la cama y duermes. El estado de vigilia es real hasta que llega el estado de sueño; el estado de sueño es real, hasta la etapa de vigilia, pero ambas son irreales, porque una cancela a la otra. Entonces, ¿por qué tomarte la vida tan en serio, tan frenéticamente? Todos los esfuerzos, todas las conversaciones, todos los placeres terminan en el cementerio. Cada paso que da acerca al hombre a eso, no o aleja. Entonces, ¿por qué deleitarte mientras vives, creyendo que esto es real y duradero?

Debes haber escuchado a los ancianos decir algunas palabras de advertencia. “Practica dos, renuncia a dos”. Las dos cosas a las que hay que renunciar son: todo recuerdo del mal que otros te hacen, y del bien que haces a los demás. Las dos cosas que se deben practicar son: la creencia de que la muerte es segura e inevitable, y de que Dios existe y cede ante la oración y la pureza. Pero, por lo general, los hombres no olvidan el mal que otros les han hecho o el bien que ellos han hecho; olvidan el hecho de la muerte y el hecho de la existencia de Dios. Si buscas beneficio en cada acto de tu vida ¿de qué sirve? Los depósitos bancarios, construcciones, grados, títulos y riquezas deben dejarse atrás. Tan pronto como se da el último aliento, el cuerpo se transforma en objeto de mal augurio; es sacado fuera de la casa que ha construido y amado.

Trata la vida como una obra de teatro de dos horas

¿Quién, después de todo, es este yo, que tanto amas? ¿Eres el cuerpo? Tú dices, mi estómago, mi cabeza, mi pie; ¿Quién eres entonces? Eres el aliento, el shwaasam. Mientras haya aliento, eres Shivam; cuando este se acaba te conviertes en shavam (un cadáver). Entonces, trata al mundo como una feria de dos días, trata la vida como un juego de dos horas, trata el cuerpo como una burbuja de dos segundos. Desarrolla amor y devoción al ideal más elevado, Dios.

Este camino está plagado de dificultades. Ayudan, no obstaculizan tus pasos hacia adelante. Sirven como las tijeras que podan un arbusto en crecimiento. Nadie puede escapar de estos altibajos mientras está en el viaje. Fija la atención en el objetivo, ese es el medio para estar feliz y en paz. Cualquiera que sea el obstáculo, la Gracia de Dios puede transformarlo en una ayuda para ti. Educa tu mente en ver las dificultades como una ayuda. La mente es la que te ata o te libera. ¿Qué es la mente en última instancia? Es una red de deseos y aspiraciones; este pañuelo aquí es, si me preguntas, solo aparentemente un pañuelo. Hablando en serio es sólo hilo; quita ese hilo, todos los hilos en el tejido y la trama y ¿que queda? ¿Por qué multiplicar los deseos y quedar atado por la mente? Úsala en cambio, para la liberación.

La devoción implica fe en Dios. Sin esa fe, el hombre se baja al nivel de los pájaros y las bestias; él no vive a la altura de las facultades de las que ha sido dotado. Un pájaro pequeño que se posa en una rama no tiene miedo cuando la rama se balancea en el vendaval. ¿Por qué? Porque no confía en la rama sino en sus alas. Por otro lado, confías en cómo te agarras de la rama de samsaara, el mundo y sus ramificaciones; y no confías en el Aathma o el Dios interno, que te sostiene. Esa es la razón por la cual cualquier pequeño sacudón de la rama te asusta. Ten fe en tu Divinidad, en la Divinidad como tal, y nada podrá hacerte daño. Esa es la habilidad crucial que debes desarrollar.

Aprende a nadar a través del océano de la vida.

Un hombre cruzaba el Ganges en un bote; le preguntó al botero si tenía reloj y cuando le dijo: "No necesito” se rió de él ; Lo necesite o no , sepa o no cómo consultarlo, por no tener un reloj, una cuarta parte de su vida se habrá ido por el Ganges". Algún tiempo después, le preguntó al botero si tenía un receptor de radio y cuando se enteró de que no poseía uno, dijo que otra parte de su vida también podia considerarse hundida en el Ganges. "No estás actualizado en absoluto; todos los que valen algo tienen una radio". Unos minutos más tarde, preguntó, si leía algún periódico y cuando el barquero se disculpó por su analfabetismo y su falta de interés en las noticias, ¡el hombre dijo que otro cuarto de su vida podia ser licuada en las aguas del Ganges! Justo en ese momento, el cielo nublado se volvió oscuro y furioso y los relámpagos amenazaron con una tormenta de truenos y una fuerte lluvia; ahora fue el turno del botero para hacer una pregunta. Él dijo: "¿Sabes nadar?" y cuando el hombre suplicando dijo que no, el barquero respondió: "En ese caso, toda tu vida está liquidada".

Aprendan el arte de nadar a través del océano de la vida, con sus olas de éxito y fracaso. Esa es la verdadera habilidad a adquirir.

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Traduccion Silvina Oviedo

Revision Silvina Oviedo