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Discursos dados por Sai Baba

30. 17/10/66 Logren un saldo de cero

Logren un saldo de cero

Logren un saldo de cero

17 de Octubre de 1966

Prashanti Nilayam

Dasara

Ustedes encontrarán en el programa del festival de Dásara que se lleva a cabo aquí, varias actividades tales como Vedaparayana (recitación de los Vedas), puya, o adoración de las formas divinas, alimentación a los pobres, obras de teatro, música, relatos acerca de Dios (harikathas), lectura de los Puranas, clases sobre los Shastras, etc., todos diseñados para varios fines que pue den no ser evidentes, y debido a eso ustedes podrían tener la im presión de que todo esto no es sino usual y tradicional. No es así. Cada actividad tiene un significado más profundo; se efectúa con la intención de obtener un beneficio específico. Los Vedas son para toda la humanidad; incluyen oraciones por la paz, para sub yugar la ira de los elementos y de las comunidades humanas; invocan las fuerzas de la naturaleza pidiendo que sean serenas y favorables. De modo que la esencia de los Vedas promueve la paz mundial y el bienestar de la humanidad. Para aquellos que reciben alegría cuando se recitan los nombres del Señor, cada nombre evocando una faceta del esplendor de Dios, tenemos los rituales; para aquellos que anhelan instrucción en el camino de la práctica espiritual, tenemos los discursos de los pandits. Las interpreta ciones musicales y los discursos transmiten las enseñanzas de los Shastras y de los Puranas de manera agradable y fácilmente asimi lable; los dramas son representaciones visuales de las lecciones esenciales incorporadas en nuestras escrituras. Todos éstos se conjugan para abrir los pétalos del corazón del hombre.

El loto del corazón suspira por el sol, por el resplandor del Señor, pero alcanzarlo es difícil. Sólo se puede ganarlo retirando todo el apego hacia el mundo. Dios es la entidad más cercana y más querida, pero la ignorancia lo esconde de la vista. El amor que Dios siente por el hombre no tiene parangón. Sin embargo, para el hombre él parece ser un fenómeno distante y temible. Las estrellas parecen ser puntos de luz, pues están a una gran distancia de nosotros.

Así también, Dios parece ser insignificante o inútil para muchos, porque se mantienen alejados de él. Si algunos dicen que no hay Dios, sólo significa que están a una distancia demasiado grande para tener conciencia de él.

Una calabaza verde se hundirá en el agua, pero una seca flotará.

Vuélvanse secos, libérense de los apegos, de los deseos, eviten las ansiedades, las preocupaciones, entonces podrán flotar sobre las aguas del cambio y de la suerte. Hasta el agua al evaporarse puede elevarse al cielo. Vuélvanse livianos, arrojen todo lastre para que puedan elevarse cada vez más alto. El yoga se define como el control de los impulsos que agitan la conciencia interna del hombre. Estos impulsos aumentan el lastre. Estén libres de deseos que los arrastran hacia abajo; tengan sólo el anhelo de encontrarse cara a cara con la verdad. Esta verdad está brillando dentro de ustedes, esperando ser descubierta. Como el lavandero que, de pie en el agua hasta las rodillas, se muere de sed, el hombre también sufre teniendo la panacea al alcance.

Dios es el Morador Interno; por eso, cuando se le busca en el mundo externo, no se le encuentra. Ámenlo sin ningún otro pensamiento; sientan que sin él nada vale nada; sientan que él lo es todo. Entonces ustedes serán suyos y él se volverá suyo. No hay parentesco más cercano que éste. Pueden haber cincuenta personas atisbando en la puerta de la cocina, hambrientas y ansiosas, pero si ustedes son los hijos del dueño de la casa, se les servirá primero.

El Nombre puede encender la chispa de ese amor. Cuando dos ramas se frotan una contra otra durante algún tiempo, se genera suficiente calor para que la madera se encienda. Así también, cuan do un nombre y otro se frotan rápida y fuertemente uno contra otro, las chispas del conocimiento (jñana) incendian la mente. El Gita dice: «Las llamas del conocimiento reducen a cenizas los efectos de todas las actividades»; éstos ya no afectan al hombre.

Como una cuerda que ha sido reducida a cenizas, ya no puede atar más. Mientras persista alguna consecuencia de karma, el hombre está obligado a renacer para consumirla, pues la pizarra del karma debe limpiarse para que la cuenta de nacimientos y muertes pueda cerrarse con un saldo de cero. El deseo es el motor detrás de toda actividad; es el impulso. Ninguna actividad surge en aquellos que han logrado todos los deseos, pues descansan en el Atma que no tiene deseos.

Cualquier saldo de karma que quede significará algunos años de aprisionamiento en un cuerpo. Los Shastras aconsejan al hombre borrar cuatro tipos de saldos: apagar todas las chispas del fuego, librarse de todo signo, síntoma y causa de fiebre, pagar todos los saldos de deuda y sufrir todas las consecuencias del karma.

Una chispa puede empezar otro fuego; un virus puede multiplicarse rápidamente y causar una recaída; una pequeña deuda sin pagar pronto asumirá proporciones gigantescas a causa de las elevadas tasas de interés; una acción, no importa lo nimia que sea, hecha con intención de beneficiarse con sus frutos, implicará el nacer para poder comer esos frutos.

La primera etapa es la correcta realización del karma, con la actitud mental apropiada (karma-jijñasa). Después viene la observancia de los códigos morales para el mantenimiento de la sociedad y el cumplimiento de los deberes y obligaciones de uno (dharma-jijñasa).

Finalmente viene brahma-jijñasa, que resulta en la apreciación de la recordación del Nombre como la primera práctica espiritual.

El Nombre es como el azúcar; ustedes pueden hacer muñecos de azúcar con todas las formas y llamarlos con el nombre apropiado: un gato o un conejo, un águila o un elefante, pero la dulzura y el valor calorífico serán los mismos. Así también, cuando se dedican a la práctica de la recordación del Nombre, pueden seleccionar “Om Shakti”, “Om Narayana”, “Om Srinivasa” u “Om Paramatma”, o bien “Om Sai Rama”; el valor curativo, el valor purificador, es el mismo; la dulzura en la lengua es la misma. La recordación del Nombre los hará adherirse al pensamiento de Dios.

Ahora son como un ratón atrapado dentro de un tambor. Cuando el músico toca a la derecha, el ratón corre a la izquierda; cuando toca a la izquierda, corre aterrorizado hacia la derecha. Así también, ustedes corren del Supremo (Paramatma) a la naturaleza (Prakriti), renuentes a apegarse a Dios y al mismo tiempo retirarse del repudio y los desengaños de Prakriti. Ustedes han venido de Dios; son chispas de gloria, son como una ola en ese océano de bienaventuranza y sólo obtendrán paz cuando se fundan de nuevo en él. Como el niño que se ha perdido en el camino, podrán tener alegría sólo cuando vuelvan a encontrar a su madre. La gota del océano se elevó como vapor, se unió a la congregación llamada nube, cayó sobre la tierra, fluyó por las quebradas y, finalmente, llegó al océano. Lleguen ustedes también al océano que han per dido.

Inicien este peregrinaje y viajen rápido y livianos.

La señora Macrae está tan llena de devoción que ella considera sagrado cada lugar relacionado conmigo. Así, ella fue al pueblo el otro día y recolectó piedras y guijarros en el sitio de la casa donde este Sai volvió a aparecer con cuerpo. Cada piedra que se encontraba allí le parecía atractiva y preciosa a su mente; de manera que trajo un balde lleno de ellas a su cuarto, sin darse cuenta de que sería un equipaje demasiado pesado para ella al tomar el avión para Teherán, Roma y Nueva York. No almacenen muchas cosas, pues algún día tendrán que dejarlo todo. Tengan devoción en la mente, cultiven el sentimiento, la actitud, la dedicación. Esto es suficiente.

Sólo en el Sanathana Dharma se establece con tanta fuerza y claridad la importancia del karma en la conformación del destino del hombre, la verdad del paso del individuo por muchos nacimientos en su progreso hacia el no nacimiento, y la poderosa gracia que el Señor muestra cuando viene como un hombre entre los hombres para reunirlos a su alrededor en santa compañía para salvarlos y a través de ellos salvar al mundo. Si dudan acerca de cualquiera de estas grandes verdades, con seguridad van a sufrir y afligirse.

Cada uno de ustedes debe ser salvado, tarde o temprano, por medio de la gracia del Todomisericordioso. Hagan que sea más temprano que tarde. Mantengan la meta delante de sus ojos y sigan adelante.

Dásara, 17-X-66