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Discursos dados por Sai Baba

12. 31/05/91 Viraata, Hiranyagarbha, y Avyaakruta

31 de Mayo de 1991

Brindavan

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Habiendo estudiado Brahma Vidya,

muchos son los que predican extensamente.

Pero no podemos encontrar ni un solo héroe que practique.

Las palabras de Sai son la Verdad.

Estudiantes, encarnaciones del amor:

Nos volvemos merecedores del conocimiento del Atma (Brahma Vidya) solo cuando comprendemos la relación entre Brahma y la humanidad, en el ciclo cósmico de creación y destrucción. «Brahma» significa el principio vasto e infinito. El elemento del sonido (akasa) emanó de esta extensión infinita de Brahma. Del sonido surgió el aire (vayu), del aire el fuego (tejas), del fuego el viento, de este la tierra (prithvi), de la tierra los mares, de los mares el alimento, y finalmente, del alimento los humanos. Reflexionen sobre este ciclo secuencial y llegarán a la verdad de que la humanidad ha emergido del infinito Brahma.

La divina felicidad suprema, Brahmanandam, se compone de dos palabras: Brahma + anandam (felicidad suprema). Brahma y la felicidad suprema están separados. La gente viaja del alimento (annam) a la felicidad suprema (anandam). El objetivo de la gente es solo la felicidad suprema. Cuando esta felicidad suprema se une con Brahma, adquiere la forma de Brahmanandam. Así, es posible para ustedes entender la estrecha asociación entre Brahma y la humanidad. Tal conocimiento de Brahma (Brahma Vidya) está disponible solo a través de Brahman. Sin embargo, la gente desatiende el principio divino y confía solo en el mundo. Así, se ciegan ante el universal Brahman.

Afligidas por el apego, el miedo y la ira, las personas comunes están lejos de la divina felicidad suprema. La felicidad suprema puede amanecer con la conquista del apego, el miedo y la ira, pero solo hasta cierto punto. ¿Por qué? Renunciar al apego, el miedo y la ira no es suficiente. También deben cultivar al amor a Dios. ¡Pero ni siquiera eso basta! Deben acercarse al amor de Dios por ustedes. Finalmente, incluso la cercanía al amor de Dios es inadecuada. Deben depositar total confianza en el Principio Trascendental que todo lo abarca (parathathwa). Entonces será posible para ustedes volverse divinos.

La Siksha-valli, impartida por los gurúes a sus estudiantes en el Taittireya Upanishad, arroja luz sobre el camino que lleva a Brahmanandam. No consideren que Brahma Vidya está más allá de la comprensión humana. Brahma Vidya consiste en prácticas espirituales simples, como la práctica de la verdad en la vida diaria y el florecimiento del carácter. Deben acumular con paciencia la riqueza de las prácticas espirituales.

Los Upanishads discurren sobre el principio de Brahman mediante tres nombres: Viraat, Hiranyagarbha y Avyaakruta. Estas tres formas se relacionan con lo burdo (sthulam), lo sutil (sukshmam) y lo causal (karanam), y con los tres estados de vigilia, ensueño y sueño profundo.

El principio del Atma que personifica el estado de vigilia es Viraat. Viraat es esa forma del Atma que adopta un cuerpo físico, vive una larga vida y encarna el estado de vigilia. Él asume diversas formas y es conocido por diversos nombres. Es decir, demuestra que el mundo móvil e inmóvil es realmente Su manifestación, al igual que los cinco elementos. Desde la hormiga hasta Brahma, todo es Su forma.

Se le llama Viraat porque ha alcanzado el estado de afirmar: «Todo es Mi Forma» (Sarvam Visva Swarupam). El universo visible entero es una forma de Viraat, sin excepción, sin distinción alguna de «esto» o «aquello». Por lo tanto, Viraat es el principio que se manifiesta como el mundo exterior, burdo y visible, y demuestra ideales al mundo.

Viraat tiene otros dos nombres: Vaiswanara y Vairaajasuta. Vaiswanara es Aquel que aparece como la conciencia del «yo» en cada individuo. Desde el rey hasta el agricultor, desde el mendigo hasta el millonario, desde el niño hasta el anciano, hombre o mujer, todos usan la palabra «yo» para identificarse. La individualidad está presente en todos. El que afirma «yo» en cada ser es Vaiswanara.

El tercer nombre es Vairaajasuta. Viraat, Vaiswanara y Vairaajasuta son tres nombres del mismo Ser. Vairaajasuta es aquel que existe en una forma misteriosa. Está presente en todos pero no es detectado. Realiza todas las acciones pero se comporta como si no lo hiciera. Experimenta todo pero no lo revela.

La segunda forma de Brahman es Hiranyagarbha: la base, la fuente de toda sabiduría. Todo el conocimiento —mundano, ético, dhármico, espiritual, científico— ha emanado de Hiranyagarbha. Por lo tanto, también se le llama el Sol del Conocimiento (Jnana Bhaskara). Cuando el Sol se eleva, aparece dorado (Hiranya) y colorea el mundo con un tono dorado.

La creación surgió de Hiranyagarbha, que tiene forma oval, un huevo dorado, como el que materialicé hace unos días. La boca fue lo primero en emerger de esta forma. De la boca, el sonido. Luego, la nariz, por la cual comenzó a fluir el aire. Los ojos vinieron después, con el fuego emanando a través de ellos. Luego llegaron los oídos. Por lo tanto, Hiranyagarbha es el origen de la forma humana.

Todos los seres evolucionaron de Hiranyagarbha, quien también les otorgó sabiduría perspicaz, la capacidad de distinguir entre el bien y el mal, y sabiduría intuitiva (vijnana, sujnana y prajnana) para facilitar el discernimiento entre lo temporal y lo permanente. ¿Qué debe alcanzarse, qué no vale la pena perseguir? ¿Qué actos deben hacerse, cuáles no? ¿Cuál es la forma principal de sabiduría alcanzable por la gente? ¿Qué camino hace que la vida humana valga la pena? ¿Cuál es el propósito de la vida? Hiranyagarbha concedió sabiduría a la gente para aclarar tales cuestiones.

Hiranyagarbha, al igual que Viraat, tiene otros dos nombres: Sutraatmaka y Praana. Así como un hilo (sutra) pasa a través de un collar de gemas, Sutraatmaka es el principio que subyace en todos los seres y les trae felicidad suprema. Este principio unificador similar a un hilo también se llama Brahma Sutra.

El hilo llamado Dios está presente en igual medida en todos los humanos sin distinción, promoviendo la unidad de la humanidad: este es el principio de Hiranyagarbha. Durante el estado de ensueño, Hiranyagarbha asume una forma sutil (sukshmam), la forma del Atma. Esto significa que Hiranyagarbha es aquel que está despierto durante el estado de ensueño.

Viraat crea todo en el estado de vigilia. Hiranyagarbha crea todo en el estado de ensueño, con solo desearlo. Cada objeto es creado tan solo por la voluntad. Todo lo que se ve en los sueños es creado por Hiranyagarbha.

La tercera forma de Brahman es Avyaakruta. Él es absolutamente sin forma. Existe en el cuerpo causal y disfruta del estado de sueño profundo. No tiene miembros, pero realiza todas las acciones. Viaja a lugares distantes. No tiene ojos, pero lo ve todo. No tiene oídos, pero lo escucha todo. Realiza cada acto en la Creación, pero no posee forma.

Avyaakruta tiene dos nombres más: Antaraatma e Iswara. (Noten que las tres formas de Brahman —Viraat, Hiranyagarbha y Avyaakruta— tienen, a su vez, tres nombres cada una.) ¿Cuál es la importancia de estos nombres?

Antaraatma motiva e influye en todo desde Sí Mismo. Cada motivo, impulso e inspiración proviene del Antaraatma. Esta es la «voz interior» (antarvaani). Todos los sonidos que la gente produce también emergen del Antaraatma.

Luego, Iswara. ¿Quién es Iswara? Sí, Él es la encarnación de todas las formas de prosperidad (sakala aisvarya swarupa). Además, otorga los resultados de las acciones. Tiene el poder de la acción, con el cual evalúa las acciones buenas y malas y concede los resultados correspondientes. También se le llama el Destructor (Laya Kaaraka).

Iswara otorga prosperidad (aisvarya). ¿Qué es la prosperidad? ¡Tanto lo bueno como lo malo son prosperidad! Dado que Iswara representa todas las formas de prosperidad, juzga las acciones de la gente y otorga la riqueza correspondiente.

Los Upanishads no son textos sin sentido. No están restringidos a los yoguis o los rishis. No, no alberguen tales conceptos erróneos.

¿Por qué los estudiantes son completamente incapaces de captar los sagrados Upanishads? Cuando no se proporcionan interpretaciones adecuadas, cuando no se enumeran sus métodos de aplicación en la vida diaria, naturalmente los estudiantes pierden interés. La ciencia, que progresa día a día, no es más que una parte de los Upanishads. Los Upanishads son el fin de los Vedas. Por esta razón también se les llama Vedanta. Están llenos de sabiduría espiritual (jnana), que ustedes deben adquirir.

Las ramas del conocimiento mundano y físico son limitadas en alcance. La paz mental, la felicidad y la felicidad suprema del Atma están disponibles solo a través de la contemplación de los Upanishads. Viraat, Hiranyagarbha y Avyaakruta no existen en un lugar especial, en alguna parte. Cada persona es la forma de estas tres formas. Nuestros estrechos intelectos son incapaces de captar tales conceptos infinitos.

El cuerpo multiplicado por el infinito es Viraat.

La mente multiplicada por el infinito es Hiranyagarbha.

La vida multiplicada por el infinito es Avyaakruta.

Estos tres también corresponden a los cuerpos burdo (sthula), sutil (sukshmam) y causal (karana). Las tres formas están juntas dentro de la persona. Hiranyagarbha está en nuestra mente. Viraat está en nuestra propia forma. Los cinco elementos están presentes no solo en la creación, sino en nuestros cuerpos: como sonido, tacto, gusto, vista y olfato.

El reflejo del cuerpo (deham) es el mundo exterior (desam). «El exterior es un reflejo del Ser Interior.» El cuerpo es el mundo, la creación (prakriti). La inhalación y la exhalación son la forma del aire (vayu), uno de los cinco elementos.

Cuando ustedes se mueven y entran en acción, surge el fuego (agni). Consideren un pequeño ejemplo. Cuando hacemos ejercicio, el cuerpo genera calor. ¿O por qué ir tan lejos? Froten sus palmas y se produce calor.

Luego, el agua. Todo nuestro cuerpo es agua. Por ejemplo, correr produce sudor.

El cuerpo es la encarnación de los cinco elementos. Por lo tanto, es la forma de Viraat. Todos los poderes están presentes en el cuerpo humano. Lo que no se encuentra dentro de una persona no puede encontrarse afuera. Sin embargo, el enfoque de una persona es extrovertido, por lo que creen que los poderes externos no residen dentro. Todo lo que uno ve afuera también está presente dentro.

Con el apego, el odio y el miedo, olvidamos nuestra verdadera naturaleza. Tomen un ejemplo. Se duermen. Son su propio testigo durante el ensueño. En sus sueños, abordan un tren, viajan por estaciones, conocen a otros pasajeros. ¿De dónde surgió este tren? Solo de su mente. ¿Las estaciones y los pasajeros? También creaciones de su mente. Ustedes crearon todo, incluso se crearon a sí mismos, en el estado de ensueño. Esta es la naturaleza de Hiranyagarbha.

En el estado de vigilia ven todo. Están influenciados por el lugar, el tiempo y la situación. Pero en el estado de ensueño, están más allá de estas condiciones. Indaguen sobre la diferencia entre los estados de vigilia y de ensueño. Escucharon que Swami dará un discurso aquí, a las 4 de la tarde. Comenzaron su viaje desde la ciudad a las 3:30. ¿Cómo comenzaron? En un coche. Llegaron a las 4 de la tarde. ¿Por qué vinieron aquí? Para participar en el programa. ¿Por qué? Para escuchar a Swami. El tiempo (kala) es las 3:30 de la tarde. La tarea (karma) es su viaje en coche. La causa (karana) es escuchar las palabras de Swami. El deber (kartavyam) también es escuchar a Swami. Las cuatro condiciones de tiempo, tarea, causa y deber están presentes en el estado de vigilia.

En el estado de ensueño, viajaron desde aquí a Delhi. ¿Cuándo comenzaron? «Sin tiempo». ¿Cómo viajaron? «Sin karma». ¿Por qué viajaron? «Sin causa». ¿Cuál es su deber allí? De nuevo,«sin deber». El estado de ensueño se caracteriza por la ausencia de tiempo, tarea, causa y deber.

Viraat está compuesto de tiempo, tarea, causa y deber (kala, karma, karana y kartavyam). Hiranyagarbha trasciende estas limitaciones. ¿Quién experimenta los estados de vigilia y ensueño? La entidad que experimenta el estado de vigilia no es diferente de la que está en el estado de ensueño. Los estados son tres —vigilia, ensueño y sueño profundo—, pero el individuo es uno. Nos extraviamos por las cuatro condiciones porque diferenciamos entre estos estados.

Todo está compuesto de tiempo, causa y deber. El cuerpo mismo también está atado por el tiempo y el deber. Para santificar el cuerpo, realicen acciones puras y usen el tiempo de manera significativa. El mundo de la gente está ligado por las acciones (Karmaanubandheeni Manushya Loke). Nadie puede sobrevivir ni un momento sin realizar acciones.

¿Qué es la acción (karma)? ¿Se hace solo mediante manos y pies? No, no. Todo es karma. Un ejemplo. Cuando preguntan: «¿Qué está haciendo?», podrían responder: «No está haciendo nada». Entonces, ¿qué está haciendo sin hacer nada? ¡Durmiendo! ¡Dormir también es acción! O está sentado sin hacer nada. Sentarse también es acción. Con una indagación más sutil, la inhalación y la exhalación se ven como acción. La sangre circula en el cuerpo y el corazón late, sin esfuerzo de nuestra parte. Todo esto es acción (karma). Algunas acciones son voluntarias, mientras que otras ocurren involuntariamente.

Duermen, discuten, se afligen, sonríen: hagan lo que hagan, la inhalación y la exhalación no esperan por ustedes. Hacen su trabajo sin cesar. ¿Hace uno un esfuerzo consciente para respirar? ¿Hace uno que el corazón lata mediante la voluntad? No. Cualquiera sea el estado mental, el corazón hace su trabajo. Esto se llama Poder divino (adi-daivikam).

Adi-bhauthikam está relacionado con el cuerpo. Adi-atmikam está relacionado con la mente. Finalmente, Adi-daivikam es el poder divino. Esta trinidad de Adi-bhauthikam, Adi-atmikam y Adi-daivikam corresponde a Viraat, Hiranyagarbha y Avyaakruta. Experimentando diferentes estados en diferentes momentos, estos tres realizan diferentes acciones y son conocidos por nombres distintos.

Los sabios reconocieron el significado profundo y los secretos de estos principios, al renunciar a todo y esforzarse por obtener la felicidad suprema del Atma. Lamentablemente, no entendemos el significado de los nombres védicos, así que nos burlamos de ellos.

Los Vedas dicen: «De Su mente vino la luna y de Sus ojos el sol (Chandramaa Manaso Jaatah, Chakshoh Sooryo Ajaayata).» ¿Qué significa la luna? Hoy pensamos que hemos viajado a la Luna y no encontramos a Dios allí. Nos burlamos de los Vedas. Cuando los Vedas dicen luna, no es el cuerpo planetario que orbita la tierra. El principio de la mente que existe en nuestro corazón es la luna.

¿Qué es el sol? El brillo y el fuego (tejas) del sol existen en nuestros ojos. Este tejas nos permite discernir al Dios único en la diversidad. Nadie puede delimitar el poder o la influencia de este tejas. ¡El ojo, de media pulgada de tamaño, es capaz de ver estrellas a millones de kilómetros de distancia! Si el poder del ojo proviniera del sol físico del sistema solar, ¿cómo podría el ojo percibir algo más allá del sol?

¿Cuál es la relación entre el sol y los ojos? La vista es posible por la unión de principios «negativo» y «positivo». Uno solo por sí mismo es inútil. Ambos son necesarios.

Por ejemplo, ¿pueden ver algo en una casa oscura? Si cierran los ojos a la luz del día, de nuevo, no se ve nada. La luz es necesaria, y también sus ojos son necesarios. El resplandor del sol y el fuego de sus ojos se unen para crear el mundo. Es decir, la Creación (srishti) ha surgido de su vista (drishti). Sin visión, no hay Creación. En verdad, no hay defectos en la creación, sino solo en su vista. De modo que purifiquen su visión.

Los Upanishads enseñaron bellamente este punto al afirmar que los ojos (netras) son verdaderas Escrituras (Sastras). Su vista misma es la Creación. Deben reconocer la unidad de estas dualidades. Conceptos más allá del alcance de la ciencia se entienden fácilmente a través de los Upanishads. El conocimiento científico de la gente es del tamaño de un átomo, pero piensan que es infinito y cultivan el ego. La espiritualidad, sin embargo, afirma que el infinito Cosmos está contenido dentro del átomo. La Divinidad existe dentro del átomo y también engloba todo el Cosmos (Anoraneeyaan mahato maheeyaan).

Una semilla se convierte en un árbol. ¿De dónde surgió este árbol gigantesco? De la diminuta semilla. La humilde semilla esconde ramas, hojas, frutos y flores dentro de sí misma. ¿Cuándo se manifiestan desde la semilla? Cuando la semilla pierde su forma y figura, entran en existencia sus cualidades más grandiosas. En otras palabras, la semilla destruye su propia forma, o renuncia a su ego. Solo entonces adquiere una nueva forma: la del árbol. Si se aferrara a su antigua forma, ¿cómo podría comprender la magnificencia de su nueva identidad? El árbol produce a su vez más semillas.

El infinito existe en el átomo y el átomo en el infinito (Anoraneeyaan mahato maheeyaan). Indaguen sobre el infinito y el átomo: ¡son lo mismo! Las formas y tamaños varían, pero el material es uno. Este es el significado principal de los Upanishads.

Cada Upanishad revela y aclara un secreto de la Creación. La gente los entiende e interpreta según su nivel de intelecto. Esto se basa en sus esfuerzos físicos (abhyasa). Esto lleva a colorear conceptos que en sí son puros y completos, según sus estrechas perspectivas. Cuando una persona carnívora va a un bosque y ve un pájaro en un árbol, se dice a sí misma: «¡Si pudiera atraparlo, qué comida tan sabrosa sería!» Su visión ve solo su carne. Cuando un poeta ve al mismo pájaro, aprecia sus colores y suaves plumas, describiéndolos con palabras hermosas. El pájaro es el mismo, pero las visiones de la gente son diferentes.

Entonces, ¿cómo se distorsionaron nuestra vista y perspectiva? A través de la práctica (abhyasa) con intenciones mundanas. Lo bueno en nosotros también debe fortalecerse con la práctica. Por lo tanto:

«Mejor es la sabiduría que la práctica,

mejor es la meditación que la sabiduría,

renunciar a los frutos de las acciones es lo mejor,

pues otorga paz infinita.»

Sreyo hi jnanam abhayaasaat

Jnaanaat dhyaanam vishishyate

Dhyanaat karma phala tyaagam

Tyaagaat shantir anantaram

Para todo, la práctica es esencial. Un bebé debe practicar para caminar, comer y hablar. Caminar, hablar, leer, escribir: todo requiere práctica. Nada puede lograrse sin práctica. Asimismo, las enseñanzas de los Upanishads revelan su Verdad cuando se practican.

La felicidad suprema del Atma (Brahmaanandam) no puede comprarse desde afuera. La contemplación de la verdadera naturaleza de ustedes es la felicidad suprema. La gente piensa: «Hay un objeto separado de mí. Cuando lo adquiera, estaré feliz, lleno de felicidad suprema». Este error de concepto es la causa fundamental del apego (raga).

Del apego viene el miedo. ¿Cómo? «¿Conseguiré lo que quiero o no? Incluso si lo obtengo, ¿podré retenerlo para siempre? ¿Podré protegerlo?». Esto es miedo. El miedo finalmente se transforma en su forma distorsionada, la ira. Por lo tanto, el apego, el miedo y la ira se suceden en secuencia. Sin apego, los otros dos no pueden existir.

¿Qué es el apego? El deseo. Hoy, los deseos superan todo límite. La gente pierde el rumbo con deseos excesivos. «¿Quién soy? ¿Cómo debo vivir?» Todas las preguntas son olvidadas. Incluso olvidan las cualidades humanas y se convierten en demonios. No tienen gratitud. Peor aún, dañan a otros.

Primero, reconozcan su propia naturaleza humana. El mundo abunda en actos crueles y aterradores. Hoy, uno está dispuesto a dañar a su propia madre si se interpone en el camino de sus deseos. No, no. Todos los deseos pueden ser alcanzados por una persona que está establecida en los valores humanos. Si los deseos de ustedes son satisfechos a expensas de perder los valores humanos, ¿cómo podrían sentirse felices?

La gente alterna entre la alegría y el dolor al perseguir interminables deseos. Si la persona misma no existiera, ¿de qué valdrian la felicidad y el dolor? Mansiones enormes, cuentas bancarias desbordantes y una familia, ¿para qué sirven? Sin valores humanos, todo carece de sabor.

¡Estudiantes! Primero y ante todo, esfuércense por vivir como seres humanos. Adquieran honor y reputación en la sociedad. Aunque mueran, sus ideales y fama permanecerán inmortales. Conviértanse en estudiantes ejemplares.

¿Cómo pueden adquirir un buen nombre? El carácter es la causa fundamental de la reputación o la infamia. Purifiquen su comportamiento. No es necesaria la alabanza de los demás. Complazcan a su propio corazón, a su conciencia. Sin tal equilibrio introspectivo, se traicionan a sí mismos. No sean ladrones de sí mismos. Más bien, conviértanse en el amo que arresta a los ladrones dentro.

Estudiantes, sean «amos» y «esclavos». Controlen sus sentidos y soporten con fortaleza los problemas y adversidades. La mente debe alimentarse con una dieta de coraje y valor. La «inyección de glucosa» y la «inyección de calcio» del coraje y el valor están disponibles solo a través de los Upanishads.

La esencia de los Upanishads está contenida en esa misma palabra: upa (cerca) + ni (abajo) + shad (sentarse). Cuando están cerca de algo, sus beneficios se vuelven accesibles para ustedes.

Un pequeño ejemplo. Cuando se sientan cerca de un acondicionador de aire, su aire fresco acaricia su cuerpo. En lugares fríos, instalan estufas y experimentan una confortable calidez cerca de ellas. «Upanishad» significa acercarse y sentarse. Es decir, cuando están cerca de Dios, sus vicios desaparecen y la pureza inmaculada de Dios entra en ustedes.

Descartamos los Upanishads como poemas abstractos, historias y coplas escritas por los sabios. Estudiantes: ustedes leen novelas sin sentido con mucha fe y devoción. ¿No deberían dedicar al menos algo de tiempo a los Upanishads y tratar de captar su significado? Sé que la mayoría de ustedes, al regresar en tren a sus hogares, se sumergen tanto en novelas baratas que se olvidan de las diferentes estaciones en el camino, de sus compañeros de viaje, ¡y del tiempo mismo!

El efecto dañino de la era de Kali (la era en la que estamos) nos ha traído la televisión y los videos. Durante las vacaciones, nuestros estudiantes comen frente al televisor. ¡No pueden detener las películas ni siquiera durante las comidas! Mientras ven películas, en su alimento entran pensamientos vulgares. El alimento tiene una influencia en su intelecto, que decide cuán cerca están de Dios.

Sí, pueden ver películas puras e inspiradoras, eso no es un error. Pero, ¿por qué desechar los Upanishads sublimemente puros e iluminadores? Leer las Escrituras es un dolor de cabeza, dicen ustedes. Pero pierden la noción del tiempo mientras leen historias impuras. Esto es el impacto de la era de Kali.

¡Estudiantes! No sean como los estudiantes comunes. De vez en cuando, busquen buenas compañías y profundicen en los Upanishads, el Gita, los Itihasas, la Biblia, el Corán y otros textos. Los sentimientos puros escasean en ustedes porque no leen tales textos. Esto es especialmente importante para las mujeres.

Las mujeres deberían leer las Escrituras y contemplar escenas puras e inspiradoras en la mente. Las mujeres de hoy ven 3 o 4 películas al día durante el embarazo. No es de extrañar que los niños nacidos de ellas sean «hijos del cine» [risas]. La historia india tiene ejemplos claros para ilustrar este punto.

Cuando Subhadra llevaba a Abhimanyu en su vientre, Arjuna le habló extensamente sobre el Padma Vyuha. Subhadra estaba poco interesada, pero el aún no nacido Abhimanyu absorbió las palabras de su padre.

Tomen otro ejemplo. Cuando la reina Leelavati estaba embarazada, el sabio Narada la instruyó sobre el Señor Narayana. Su hijo, Prahlada, absorbió las palabras de Narada.

El niño en el vientre es muy susceptible a los pensamientos y las impresiones que prevalecen en el ambiente exterior, especialmente en la madre. La madre y el niño están inextricablemente unidos: un solo cuerpo, un solo flujo de sangre, una sola fuente de alimento. Por eso, las mujeres deben esforzarse al máximo por ver solo imágenes puras, pensar pensamientos puros y escuchar palabras puras.

Swami quiere enfatizar a las chicas otra razón por la que los niños se echan a perder. Con el progreso en la tecnología, las máquinas han reemplazado a la gente en muchas tareas. Las mujeres de hoy pueden realizar las tareas del hogar sin mucho esfuerzo. Una olla automática produce todo —arroz, vegetales, sambar— simultáneamente, con un esfuerzo mínimo. Volviéndose perezosas como resultado, las madres descuidan incluso a sus hijos.

Después de que nace el niño, regresan a su carrera u otro trabajo. El niño es confiado a una sirvienta. ¡El niño desarrolla un vínculo de amor con la sirvienta! Sigue sus instrucciones y crece sin una relación de corazón a corazón con la madre.

El toque de la madre, sus sonrisas, sus palabras: ¡esto es absolutamente esencial para el niño! En la antigua India, la madre misma alimentaba al niño, lo bañaba, lo vestía, lo ponía a dormir y siempre lo mantenía cerca de ella. La vista constante (darshanam), el toque (sparshanam) y las palabras (sambhaashanam) de la madre formaban una armadura dentro de la cual el niño crecía, fuerte y confiado.

Las mujeres modernas creen que su responsabilidad termina al dar a luz al niño. La crianza es el deber de la sirvienta o la niñera, dicen. La niñera lleva al niño a una playa o un parque público. Viajan en el coche, el chofer, la sirvienta y el niño. El niño se ve obligado a escuchar las toscas palabras intercambiadas por el chofer y la sirvienta. Naturalmente, el niño desarrolla ese lenguaje y esos rasgos, y se comporta como un sirviente incivilizado.

Al final, el niño llora cuando la niñera muere, ¡pero no cuando fallece su propia madre! [risas] Desprovisto de un vínculo con la madre, ¿cómo podría el niño sentir dolor? ¡El efecto dañino de la era de Kali separa incluso a madre e hijo!

Las prácticas de la cultura india son puras y trascendentales. No miren con desprecio nuestras tradiciones como algo incómodo. Las chicas en esta asamblea, que son futuras madres, deberían prestar cuidadosa atención a las palabras de Swami y criar a sus hijos para que sean ejemplares.

En la antigua India había una mujer llamada Madaalasa. Ella enseñó la naturaleza divina del nacimiento humano a su hijo, incluso mientras era un bebé. Mientras mecía su cuna, cantaba:

«En la cuna de Om,

extendiendo el colchón de Thath Thwam Asi,

acostando con cuidado al niño llamado Conciencia,

que aquellos en los siete mundos te bendigan».

Esta canción significa: «Oh, hijo, no temas al mundo. Cultiva sentimientos divinos. Alcanza la Divinidad». Ella bendecía a su hijo con inspiradoras canciones de cuna. Las madres de hoy son muy diferentes. «Mi hijo debe obtener un buen trabajo, una alta posición, ir al extranjero y ganar una fortuna.»

Hay una canción popular en telugu, al respecto.

[Madre al hijo]

«Tu tío ha cosechado la cosecha de su campo.

Ve a pedirle tu parte, hijo mío».

[El tío al niño]

«No estabas presente cuando se plantó o cosechó la cosecha.

¿Cómo puedes merecer una parte?».

[El niño a su tío]

«¿No eres el hermano de mi madre?

¡Eso me da un derecho!

Vayamos al tribunal para un juicio».

Imaginen, ¡un niño tan pequeño ya había comenzado una guerra!

[El tribunal dicta sentencia —al tío]

«Sí, dale al pequeño su parte.

Además, ¡dale la mano de tu hija en matrimonio!».

¡Esta es la crianza moderna! Poco después del nacimiento, ¡hablan de matrimonio! «Casaremos a nuestro hijo en una familia rica, o con tal o cual persona, para que tenga una vida cómoda». Tales son las aspiraciones de las madres de hoy. Esto está muy mal. Los niños son expuestos a mentalidades calculadoras.

Nuestra antigua tradición india es comenzar a enseñar el alfabeto a la edad de cinco años. Comenzamos con las letras o, na, ma, si, va, ya, ha. Mientras el niño repite estos sonidos una y otra vez, las sílabas se fusionan para formar: Om Namah Sivaya. Vean, ¡la educación comenzaba con el Nombre divino en los labios! ¡Qué sagradas son estas prácticas!

Hoy hacen que los niños repitan «Baa Baa Black Sheep». ¡Palabras sin sentido! [risas] Cuando los niños se desvían, es solo culpa de los padres.

El árbol crece recto solo cuando el retoño se planta recto. Incluso una sola curva en el retoño es suficiente para torcer el árbol. Por lo tanto, los padres —especialmente las madres— deben hacer el esfuerzo y tener la dedicación necesarios para asegurar caracteres ejemplares en sus hijos. Para todos estos ideales, debemos reflexionar sobre los Upanishads en la medida de lo posible. Los Upanishads no versan sobre algo secreto, algo exterior a nosotros. ¡Todo está dentro de nosotros! Toda la pureza, los poderes y las virtudes residen en el humano, no afuera. Esfuércense en la búsqueda de la pureza divina en su propio corazón.

[Swami concluyó con «Hari Bhajana Bina Sukha Shanti Nahin».]


Traduccion SBd