.



 

Discursos dados por Sai Baba

14. 01/6/90 Práctica y precepto

1 de Junio de 1990

¡Amados estudiantes!

El mundo en que vivimos es impermanente, la juventud apenas es una etapa intermedia en la existencia humana. No es propio de personas educadas regocijarse por su impetuosa y turbulenta juventud. En cuanto a la riqueza, es tan momentánea como un relámpago. La esposa y los hijos se unen a ustedes y los dejan en medio de la corriente del rio de la vida; antes del matrimonio ¿quién era la esposa y quién el esposo?; antes del nacimiento, ¿quién era la madre y quién el hijo? Esposa, hijos y otros parientes son como los viajeros que se encuentran y separan después de una noche en una posada; todos son pasajeros. ¿Qué es lo permanente entonces? Sólo la rectitud (dharma) y la fama (kirthi). Como lo han declarado las escrituras: "Todo lo visible es perecedero". Todo el universo manifestado será borrado por el río del tiempo. El ojo que ve y el mundo que se ve son de vida breve.

Si no desarrolla el ojo de la sabiduría y es dichoso solo con el ojo físico, el hombre no será superior a los pájaros y las bestias. La vida humana es invalorable, llena de propósito y merece ser experimentada y disfrutada. Para el cumplimiento de tan preciosa y sagrada vida humana, es indispensable adquirir el conocimiento del Ser, Atmajñana. Las escrituras proclaman, por un lado, que entre todos los seres del reino animal, es un raro privilegio nacer como un ser humano. Y también declaran que el hombre que carece de sabiduría es como un salvaje. Los ojos físicos del hombre solo pueden ver el mundo externo burdo, pero no la divinidad interna que es altamente sutil. De hecho. los ojos físicos ni siquiera pueden ver todas las cosas burdas. Por ejemplo, los ojos no pueden verse a sí mismos sin la ayuda de un espejo. ni ver algunas partes del cuerpo al que pertenecen, como la cabeza y la espalda. Así, si estos ojos físicos son incapaces de ver siquiera la totalidad del cuerpo burdo al que pertenecen, ¿cómo pueden ver la sutil mente? Y si no pueden ver la mente sutil, ¿cómo pueden ver el Atma, que es el más sutil de todos? Por lo tanto, los ojos físicos ayudan al hombre solo para ejecutar sus actividades mundanas en el mundo fenoménico.

El ojo de la sabiduría es esencial para cualquier hombre. El ojo de la sabiduría (jñana netram), el ojo de la divinidad (divya netram), el ojo del Ser (Atma netram), el ojo de Brahman (Brahma netram), todos son sinónimos. Solo cuando tengan fe inquebrantable en que todo es Brahman, verán al universo entero como Brahman. Por ello las escrituras exhortan : llenen su visión de sabiduría y verán la creación saturada del supremo absoluto o Brahman. El color de la naturaleza depende del color de los lentes con los cuales la ven los ojos físicos.

Todas las cosas que son visibles están sujetas al cambio. Sin embargo, el sustrato de todo este fenómeno cambiante es el incambiable principio divino, Brahman. Así como la carretera soporta el movimiento de los autobuses y autos que pasan velozmente sobre ella. Solo si reconocen el incambiante principio divino que sostiene al universo cambiante podrán fácilmente comprender el secreto del universo. Su mente les impide comprender la verdadera naturaleza de este mundo; la característica de la mente es que se orienta solo a lo externo. El hombre malgasta su vida día y noche, en adquirir casas, tierras, vehículos, riquezas y otras llamadas "propiedades" que, de hecho, no son apropiadas. ¿Para estas nimiedades ha nacido el hombre? El hombre debe realizar a Dios, sentir a Dios, ver a Dios y hablar con Dios. Esto es realización, religión. Es inutil conocer todo y no conocer a Dios.

Hace algunos minutos, Anil Kumar les habló de botánica. Las flores y frutas que deseamos del árbol y que vemos en lo alto del mismo, dependen, para su crecimiento y desarrollo, de las invisibles raíces que están en el subsuelo. Así, para obtener una buena cosecha de flores y frutas, necesitamos proporcionar agua y abono, no a las flores y frutos visibles, sino a las raíces ocultas que los nutren. Asimismo, el Principio divino, Atmatatva, es el que funciona como raíz del árbol de este mundo. En el Gita se dice que Dios es la semilla de todos los seres. ¿Que significa esta afirmación ? Si siembran una semilla esta germina y con el tiempo crece hasta ser un gran árbol con muchas ramas. Cada rama produce gran cantidad de flores que se desarrollan en muchas frutas, y cada una de estas frutas tendrá una semilla similar a la semilla que originó el árbol. Así, de una semilla se obtienen cientos de semillas de la misma clase.

Ahora bien, de acuerdo con el Gita, Dios es la semilla que ha originado el árbol de este vasto universo. Cada país es una rama de este árbol, y en toda rama hay una cantidad de frutas, o sea varias clases de seres vivientes, y todos llevan dentro la semilla de la divinidad, lo cual significa que en todo ser está Dios en forma de espíritu o Atma. Los estudiantes de hoy no están haciendo ningún esfuerzo por reconocer esa sutil verdad detrás del universo denso. Ocupan todo su tiempo especializándose en materias como la física, la química, la zoología, la botánica, las matemáticas, el comercio, etcétera, para ganarse la vida, sin pensar ni un momento en la meta de la vida que es más importante que subsistir.

De acuerdo con uno de los más importantes mantras de los Vedas, la inmortalidad se puede obtener sólo mediante el renunciamiento. No por medio de las buenas acciones, la progenie, la riqueza ni otras cosas. Pero ¿que es exactamente el renunciamiento? No significa abandonar a la esposa, a los hijos, la casa u otras propiedades. ¿Cual es, en verdad, su esclavitud? Es el engaño de identificarse con el cuerpo. Deben abandonar la falsa idea de que son el cuerpo y absorber la verdad de que son el Atma. Solo entonces lograrán la liberación (moksha). El desapego de la conciencia del cuerpo los liberara de la afliccion de la esclavitud, y el apegarse a Dios les dara la bienaventuranza de la liberación y unión con Dios. ¿Cómo liberarse de la conciencia del cuerpo? No por el ayuno de alimentos y bebidas, ni al reducir el cuerpo a un esqueleto y cortejar así la muerte, tan solo afirmen con fe: "Yo no soy el cuerpo; este, los sentidos, la mente y el intelecto son sólo instrumentos". Deben desechar esa conciencia del cuerpo de la misma forma en que se quitan la ropa sucia.

Durante el debate de anteayer, se arguyó que uno es libre de comer cuando tiene hambre y de beber agua cuando tiene sed. Pero ¿cómo puede llamarse esto libertad? Están forzados a comer alimentos para mitigar el hambre y a beber agua cuando tienen sed. Están acatando solo la ley de la naturaleza. No hay ninguna libertad en esto; Solo la bienaventuranza está relacionada con la libertad. ¿Como obtener esa bienaventuranza? ¿Pueden obtenerla del cuerpo o de la mente? No en absoluto. La bienaventuranza que obtienen a través del cuerpo y de la mente solo es momentánea, pero ustedes no han nacido solo para estas alegrías transitorias y triviales. Ustedes han asumido este cuerpo humano para disfrutar de la sempiterna bienaventuranza.

Todo sucede de acuerdo con la voluntad divina (daiva sankalpa); con su esfuerzo no pueden lograr nada. Anteayer les dije como, en varias instancias, los hombres no pudieron obtener las cosas a pesar de todos sus esfuerzos y cómo llegó el éxito a los que no habían intentado nada. Debido a su egoísmo se apropian equivocadamente tanto del hacer como del disfrutar. Ustedes son la encarnación de la bienaventuranza, esta es su naturaleza, pero es una tragedia que no sean capaces de reconocerla. Esta bienaventuranza está velada por los gustos y aversiones, el sentido del "yo" y "lo mío", el titubeo y la vida. el placer y el disgusto, etcétera. El apego y el odio son las gruesas telas que cubren la bienaventuranza dentro de ustedes. Si se libran del apego y del odio lograrán descubrir su verdadera naturaleza. ¡Cuán extraño y tonto es que, a pesar de ser ustedes mismos personificaciones de la bienaventuranza, la busquen en otro lugar! Aunque todo lo tienen dentro de sí, desgraciadamente corren tras los deseos mezquinos y tontos placeres de los sentidos del mundo fenoménico. ¿Cual es la razón de esta loca carrera? La ignorancia de que ustedes son la fuente de toda bienaventuranza.

¡Estudiantes!: ustedes saben que el elefante, de enorme fuerza, se somete mansamente al control del diminuto conductor que sostiene el aguijón. ¿Por qué? Porque el elefante ignora su propia fuerza. Similarmente, el abejorro negro puede cavar un hoyo en una viga de madera muy dura y entrar y salir por el, pero la misma abeja, al posarse en una blanca y suave flor de loto, queda atrapada y muere porque no conoce su propia fuerza. Asimismo, el hombre no trata de reconocer su divinidad, su santidad y bienaventuranza innatas; y no sólo no trata, sino, lo que es peor, se rehúsa a creer en ello, aunque se lo digan.

¡Estudiantes!: si hacen el esfuerzo requerido, definitivamente experimentarán la verdad de su propia divinidad y bienaventuranza. El ciervo almizclero, ignorando que la fragancia del almizcle emana de su ombligo, vaga inquieto por todo el bosque en busca de la fuente de ese olor. Finalmente, se cansa y se tiende a la sombra de un árbol a descansar. Al hacerlo su nariz queda próxima a su ombligo y descubre que la fragancia la despide su propio cuerpo; de inmediato dice para sí : "¡Ay! ¡Qué tonto fui al ignorar que yo soy la fuente de la fragancia y buscar en vano por el bosque!" Esta es la naturaleza de la ignorancia, y también es, exactamente, la difícil situación del hombre. La bienaventuranza eterna (nityananda), la bienaventuranza divina (brahmananda) y la bienaventuranza de la no dualidad (advaitananda) son la naturaleza y la forma misma del hombre. Pero, atraído por los momentáneos y mundanos placeres de los sentidos, él es incapaz de buscar, comprender y disfrutar esta suprema bienaventuranza divina. Al contrario de la llamada felicidad que se obtiene de las cosas materiales, la bienaventuranza del Atma nunca es manchada por la aflicción. Si llenan un recipiente de dulces y luego abren varios huecos en el recipiente, lo que sale de todos y cada uno de estos huecos será solo dulce. Similar es el caso de la bienaventuranza del Atma (Atmananda), que se manifiesta de varias formas. Por ello, los sabios han llamado Ananda (alegría, felicidad suprema) al Atma y la han descrito de varias formas: como bienaventuranza eterna, suprema, absoluta, de la sabiduría, que trasciende todos los pares de opuestos, pura, inquebrantable, que está más allá del alcance de la mente, que trasciende los tres gunas, etcétera. Si este inapreciable tesoro de bienaventuranza está fácilmente a su disposición dentro de ustedes, ¿por qué corren tontamente detrás de este mundo fenoménico que les trae pruebas y tribulaciones, sufrimiento y aflicción?

Los bancos que resguardan enormes sumas de dinero están provistos de las medidas de seguridad requeridas. Fuertes puertas de hierro, cajas fuertes y enormes cerraduras, además de guardia permanente con vigilantes bien armados. Del mismo modo, el invaluable tesoro de la bienaventuranza está constantemente guardado por la muy venenosa serpiente del ego. Pero ¿cual es la causa de ese ego? Es la riqueza, la fuerza, el estatus. el poder o la erudición? No, ninguno de estos; la causa básica del ego es la errónea identificación de uno mismo con su cuerpo. En cuanto a la riqueza, el estatus y el poder, etcétera, debe quedar claro para ustedes que la historia y los sucesos actuales del mundo, así como las enseñanzas del Gita y las escrituras, revelan que todos estos son totalmente transitorios; ni siguiera los siguen hasta la tumba, por no decir más allá de ella; lo que los acompaña despues de la muerte es el bien y el mal que ustedes hicieron durante sus vidas.

¡Estudiantes : no olviden que "lo que siembren cosecharán". Ésta es la inviolable ley del karma, en la cual los hindúes creen con firmeza. Antes de emprender una acción, pregúntense: "Yo soy la personificación del divino Atma, ¿es correcto que haga esta mala y despreciable acción?" Si practican este autocontrol y disciplina, podrán mantenerse alejados del mal y se acercaran cada vez más al Atma. Usen sus talentos y recursos para el bienestar del mundo más que para amasar dinero rapido recurriendo a la traición y a la corrupción en la persecución de sus propios intereses

El patriotismo del amor por la tierra que les vio nacer es muy importante. Una vez, cuando Subhas Chandra Bose estudiaba en la universidad de Calcuta, un profesor inglés habló despectivamente de la India y de los indios. El joven Subhas Chandra se molestó por esa actitud, pero se contuvo durante algún tiempo y no hizo nada. Sin embargo, cuando le pareció que el profesor ya excedía los límites de la decencia y del decoro, no se pudo contener: se puso de pie y, saltando por encima de los pupitres, se arrojó sobre el profesor y lo golpeó con un zapato. En pocos minutos la noticia se esparció como el fuego por todos los ámbitos de la universidad, las autoridades se reunieron de inmediato y decidieron expulsar a Subhas por un periodo de cinco años. Así, Subhas sacrificó su educación por defender el honor de su patria; a consecuencia de esto, su padre lo envió a Londres para que continuara sus estudios superiores. También allí, Subhas demostró su patriotismo, se distinguió en sus estudios y tuvo buenas oportunidades de radicar en Londres si hubiera mostrado interés en su propia prosperidad, pero impulsado por su fervor patrio, Subhas regresó a la India despues de aprobar con alta calificación un examen para el servicio civil de la India y entró a la política en vez de servir al gobierno. Siguiendo su ejemplo, los estudiantes deben sacrificar su propio interés para el bienestar de otros y lograr así la suprema meta de la vida.

Recuerden que el Bhagavad Gita, la Biblia, el Corán, el Granth Saheb y otras escrituras sagradas no son únicamente para recitarse; tienen que ponerse en práctica. No es un signo de devoción memorizar los setecientos versos del Gita o expresar sabios comentarios acerca de ellos; eso solo denota ostentación.

Lo que el mundo necesita hoy son hombres de acción y no de palabras. Mediante su capacidad intelectual pueden aspirar a títulos de honor, políticos o académicos, pero no aspirar a obtener el título de Hijos de la Inmortalidad, el que los Vedas proclaman como el derecho de nacimiento del hombre. No puede haber título igual o más alto que el de "hijo de la inmortalidad", por este título deben esforzarse todos y desarrollar amor a su país, amor a Dios y amor a la rectitud. No existe rectitud (dharma) más elevada que la verdad (sathya) ni verdad más alta que la rectitud. La verdad y la rectitud son inseparables e interdependientes. Traten de practicarlas por lo menos en alguna medida y de expandir sus beneficios a la sociedad. Sólo así comprenderán lo que es la bienaventuranza: la bienaventuranza es la meta por la cual emprenden cualquier actividad, mundana o espiritual; la bienaventuranza es la meta de todas las religiones. Los caminos pueden ser muchos pero la meta es una, lo mismo que las joyas son muchas pero el oro es uno, y las vacas son muchas, pero la leche una. Por lo tanto nunca critiquen a ninguna religión. Además de su educación, traten de desarrollar ecuanimidad y amor universal, para que experimenten la unidad en la diversidad.