.



 

Discursos dados por Sai Baba

27. ../05/79 La naturaleza de Prakriti

La naturaleza de Prakriti

La naturaleza de Prakriti

Mayo de 1979

Tal como se necesita agua para formar una vasija con la greda seca,

es necesaria la combinación de Shiva y Shakti para que llegue a existir la Creación.

¡Encarnaciones del Alma Divina!: Purusha y Prakriti son las dos entidades eternas involucradas en la Creación. Purusha, la entidad masculina, es imperecedero y permanente; Prakriti, la entidad femenina, es perecedera e impermanente. En tanto que el Purusha es la realidad eterna de la Divinidad o el Testigo Cósmico, se le otorga a Prakriti o la materia primordial, una connotación maternal. Por ello también se hace referencia a Prakriti como la Madre Tierra (Bhumata), Madre del Mundo (Lokamata), Madre de la Creación (Jaganmata) y Madre del Universo (Vishwamata). De la misma manera, el Señor de la Vida (Prananatha), Señor del Mundo (Lokanatha), Señor de la Creación (Jagannatha) y Señor del Universo (Vishwanatha), son varios de los nombres que se le dan a la entidad masculina: el Purusha.

Para poder entender a Prakriti debemos conocer la esencia de la femineidad. En sánscrito "stri" significa mujer. Esta partícula "stri" consta de "sa" que representa al satvaguna o la pureza; "ta" que representa al tamoguna o la inercia, y "ra" que representa al rajoguna o la actividad. Es así que la esencia de la femineidad está constituida, entonces, por el conglomerado de estos tres gunas: el sátvico, el rajásico y el tamásico.

Las cualidades sátvicas son la cortesía, la humildad y la paciencia; las tamásicas son la timidez, el temor y la indolencia, en tanto que la agresividad, la obstinación y la envidia son las cualidades rajásicas. En general, se ha encontrado que predominan en las mujeres cualidades sátvicas y tamásicas.

Se cree que la falta de fuerza caracteriza a las mujeres. Se las considera tímidas y capaces únicamente de llevar a cabo las tareas domésticas. Están descalificadas para llevar a cabo ofrendas o sacrificios (yajnas o yagas), salvo cuando lo hacen en compañía de sus maridos. No obstante, también es cierto a la inversa, ya que un jefe de hogar, en el período de Grihasthasrama o de la vida doméstica, quien se supone debe realizar varios yagnas y yagas, no puede hacerlo en ausencia de su mujer. Rama, en ausencia de Sita, tuvo que mandar hacer un ídolo de oro de ella, como sustituto, cuando emprendió el ceremonial del Ashwamedha Yaga (ceremonial del caballo). Así también, se le permitió a Sathya Harishchandra regalarle su reino a Vishwamitra, únicamente cuando su consorte Chandramati pudo estar físicamente presente a su lado. Por lo tanto, la característica de la debilidad o falta de fuerzas atribuida a la mujer, resulta igualmente aplicable en el caso de los hombres. Tanto hombres como mujeres son ambos el conglomerado de sus gunas y están sujetos a las leyes universales de Prakriti (la Naturaleza). Vistos desde la óptica de la Creación, ambos son esencialmente femeninos en sus atributos. Todas las criaturas sufren de una u otra debilidad o flaqueza. Cuando sufren pesares, tanto hombres como mujeres lloran. La alegría y el dolor les son comunes a ambos. Por ende, resulta incorrecto decir que las mujeres son débiles y que los hombres son fuertes.

Además, la historia está repleta de instancias en donde las mujeres han dado prueba de su heroísmo y su valor. Anasuya convirtió en pequeños bebés a Brahma, Vishnu y Maheswara y los arrulló en una cuna hasta hacerlos dormir. Sumati logró que no asomara el Sol con el objeto de desviar una maldición lanzada en contra de su marido que decía que moriría al clarear el día. Savitri venció a Yama, el Señor de la Muerte y resucitó a Sathyavan, su marido muerto. Madalasa dio pruebas de su condición espiritual y de su genio intelectual cuando le impartió el Conocimiento Espiritual a sus hijos. Sulabha derrotó a Yajnavalkya en una contienda filosófica. ¿Cómo, entonces, podemos llamar seres débiles a las mujeres? De hecho, las Upanishads, el Ramayana y el Mahabharata han retratado a las mujeres como seres dotados de fuerza y coraje.

El mundo es un gran escenario en el cual cada individuo es un actor. Sin embargo, las formas y los nombres de los actores varían según el medio ambiente, las condiciones y las circunstancias. El Bhagavad Gita proclama que la divina esencia del Alma es la misma, aunque puedan variar nombres y formas.

"El Uno se convierte en muchos". La Unidad se ramifica en la diversidad. El recipiente que contiene agua puede estar hecho de bronce, cobre, plata, oro o cualquier otro metal, pero el reflejo del Sol en la superficie del agua dentro de él se ve con igual brillo. De manera similar, la misma Divinidad está personificada en todas las criaturas.

Prakriti o la Naturaleza representa la vestimenta del Purusha, el principio primordial. Las mercedes y la liberalidad de la Naturaleza habrían de ser disfrutadas sólo con las bendiciones del Creador. El desgraciado destino de Ravana, quien raptara a Sita e incurriera con ello en la desaprobación extrema de Rama (un Avatar), es bien conocido. Las personas llenas de deseos ilimitados son incapaces de reconocer la esencia del Alma. Sólo cuando llega a incinerar sus deseos en el fuego de la sabiduría puede el hombre llegar a discernir dentro de la naturaleza del Alma.

Hay cuatro asramas o períodos en la vida: el Brahmacharya o vida célibe, el Grihastha o vida de jefe de hogar, el Vanaprastha o vida de recluso y el Sanyasa o vida de asceta. También hay cuatro metas en la vida: el Dharma o la vida por la vía de la Rectitud, Artha o el bienestar material, Kama o el logro de los deseos y Moksha o la Liberación última. Estas cuatro se pueden reunir en pares. En tanto que "Artha" (bienestar material) y "Kama" (los deseos) tienen un éxito pujante en los tiempos modernos, "Dharma" (Rectitud) y "Moksha" (Liberación) casi han desaparecido. El hombre moderno ansía riquezas y placeres sensoriales y trata con negligencia la Rectitud y la salvación. Puesto que el Dharma y el Moksha vienen a ser como los pies y la cabeza del cuerpo, ¡parece que el hombre de hoy existiera sin estos dos órganos esenciales! La agrupación de estos cuatro valores de la vida debiera ser, en cambio, la de "Dharma Artha" (Rectitud y Bienestar) y "Kama Moksha" (Deseo y Liberación). En otras palabras, la riqueza habría de ser adquirida para una vida llena de Rectitud y el hombre debiera aspirar tan sólo a la Liberación. Unicamente una combinación así de juiciosa de estas cuatro metas es la que podrá concederle al hombre encontrar la plenitud del sentido de su vida.

En el período de la jefatura del hogar, cuando el hombre está dedicado a la búsqueda de riquezas y de fama, la mujer de la casa habría de desempeñar el papel de "Diosa de la Fortuna", siendo la custodia de las ganancias de su marido y, como sé reconoce que hacen las mujeres, gastando cuerda y sabiamente el dinero.

Las personas que desprecian a las mujeres y las tratan con desdén, dejan de apreciar su nobleza. "Los hombres pueden haber aprendido mucho y visto mucho, sin embargo son los servidores de sus mujeres" decía Tyagaraja. Rectores que controlan a miles de estudiantes y funcionarios policiales que protegen al público, resulta que muchas veces tiemblan de pavor frente a sus mujeres en el hogar. Todo individuo ha de someterse a Prakriti, el aspecto femenino del Universo. "Shakti" (la Energía Divina) constituye la esencia de la energía femenina que el hombre no puede dejar de ignorar. El Bhagavad Gita ha hecho resaltar repetidamente este elemento de la femineidad en el Universo.

"La reverencia frente a todas las criaturas es reverencia frente a Dios". "El desprecio por todas las criaturas es desprecio por Dios". Nuestras Escrituras afirman repetidamente que Dios mora en cada ser y que puede ser realizado aquí y ahora. Se encuentra al alcance de todos. Prakriti es como un "kshetra" y el Paramatma es como un "kshetrajña" o el Señor del campo. El "kshetrajña" (conocedor del campo) contiene al "kshetra". Si le quitamos la palabra "kshetra" a la palabra "kshetrajña", restará la sílaba "jña". "Jña" representa al Jñana o Sabiduría. Es así, entonces, que una persona que es parte de Prakriti se convierte en su señor al adquirir el Jñana (la Sabiduría) y llega al conocimiento de la eterna realidad del Purusha (el Ser Supremo). Llega a reconocer que el Universo es una combinación de "kshara", lo destructible, y de "akshara", lo indestructible. Ve al indestructible como inmanente incluso en el mundo destructible. Llega a desarrollar la devoción unidireccional. Llega a trascender las barreras de creación humana de casta, credo y religión. Llega a serle caro a Dios.