.



 

Discursos dados por Sai Baba

24. ../05/79 La filosofía perenne

La filosofía perenne

La filosofía perenne

Mayo de 1979

Los seres humanos han perdido el temor al pecado.

La maldad se ha difundido por todas partes.

La devoción por Dios ha desaparecido.

Vicios indescriptibles están a la orden del día.

Hasta los anacoretas se han dedicado a distracciones mundanas.

Ya va siendo hora de que el hombre piense en el Señor

y busque la senda que lleva hasta El.

El misticismo indio y la filosofía perenne de la espiritualidad se basan en el Bhagavad Gita, que contiene la quintaesencia de todas las Upanishads. En esos tiempos remotos, en los que la ciencia moderna no había aún abierto una nueva senda, los filósofos védicos ya habían logrado una visión de la esencia de la naturaleza. Habían desarrollado las tremendas facultades de la mente e incluso habían logrado el control sobre los fenómenos naturales. Con la ayuda de sus poderes espirituales superiores, eran capaces de hacer uso de las fuerzas de la naturaleza. Ejemplificaban la acción de la superioridad de la mente sobre la materia. La India ha heredado esta tradición espiritual de los grandes sabios y de los santos de la antigüedad.

El conocimiento de los Vedas les permitió a nuestros antiguos filósofos hacer el bien y mantener a raya a la maldad. El Karmakanda o el capítulo sobre los rituales, consiste en mantras o conjuros espirituales. También los Brahmanas constituyen una parte importante de los Vedas y tratan de los procedimientos correctos para llevar a cabo yajnas y yagas (sacrificios y ofrendas). Debido a que estas ceremonias eran ritos que se efectuaban para obtener placeres mundanos, no podían otorgar el Atmananda o la pura Bienaventuranza del Alma. Sólo podían hacer resaltar los goces sensoriales y entregar placeres epicúreos, todos los cuales no son más que transitorios, intrínsecamente. La búsqueda de la bienaventuranza duradera del Alma, llevó a los antiguos sabios hacia la soledad de las selvas. Allí llevaron a cabo sus sacrificios y austeridades para lograr la Iluminación y la Liberación. Estos sabios comunicaron la Sabiduría Espiritual que les fuera revelada a través de las Upanishads. Se conoce como Upanishads a estas revelaciones místicas, porque lo acercan a uno a lo Divino.

Muchos consideran a las Upanishads como una porción final de los Vedas y, por eso, las designan en forma colectiva como el Vedanta, la esencia y cumbre del misticismo indio. Existe una relación íntima entre el Jñana (Sabiduría) y el vidya (educación). La educación puede convertirse en una ayuda para la sabiduría. La educación imparte una información que se conoce formalmente como conocimiento. La sabiduría constituye la espiritualización y la sublimación de este conocimiento. La educación real no habría de terminar sólo con la adquisición de conocimiento, sino que lo debiera transformar en sabiduría. La verdadera educación debiera llevar a la liberación del mundo del sufrimiento. En cambio, la educación moderna tiene un efecto paradojal sobre el individuo: lo ha conducido hacia un acrecentamiento de su pesar, en lugar de lograr su eliminación. En la misma proporción en que ha progresado la educación moderna, ha aumentado también el sufrimiento. Con la explosión educativa se ha incrementado enormemente la totalidad de la miseria en el mundo. La educación moderna no ha conducido hacia la redención del pesar del mundo. La causa para esta multiplicación del sufrimiento humano ha de ser buscada en la falta de fe del hombre en la unidad esencial que subyace a la multiplicidad fenoménica. El egotismo, la fuente del sufrimiento humano, es concomitante con el egoísmo, el cual se amplía y extiende hacia familiares y amigos y hacia las pertenencias personales. La combinación de ambos resulta en el apego a los evanescentes objetos del mundo.

La Sabiduría Espiritual constituye una experiencia inmediata e íntima de la Realidad Absoluta, Eterna y Divina. La Verdad no es sino una. Se vuelve falsa y autocontradictoria si abarca dicotomías y relatividades. El Universo no está compuesto por dos sustancias ontológicamente distintas.

"Brahman es Verdad, Sabiduría y Eternidad". Akshara significa la sustancia indestructible, inmortal e imperecedera. Akshara es la Realidad Absoluta. El Jñana o la Sabiduría Espiritual es Akshara. Anantam o la Infinitud también es Akshara. El Akshara primordial le es inmanente a todos los Aksharas. La visión del Akshara primordial es el logro de quien ha adquirido el discernimiento espiritual o a quien está dotado con el ojo de la Sabiduría Espiritual. La trinidad de Verdad, Sabiduría e Infinitud debe ser visualizada en cuanto una realidad integral e indivisible. La esencia de la Sabiduría Espiritual reside en la aprehensión y la experiencia de esta unicidad de Verdad, Sabiduría e Infinitud. Esta experiencia mística se puede lograr por medio del cultivo de la ecuanimidad, la cual es sinónimo del control de los órganos sensoriales.

El control de los órganos sensoriales puede alcanzarse por medio de una práctica constante, invariable y sistemática. Es un privilegio exclusivo del hombre llegar a vencer sus instintos naturales y cambiar sus hábitos. Son muchas las cosas que se le pueden enseñar a un tigre en el circo. No obstante, por naturaleza es un animal carnívoro y no se le podrá transformar jamás en un tierno animal herbívoro. Al sentir hambre, el tigre querrá carne. ¿Podrá comer "puries" en vez de carne alguna vez? Comer carne representa un instinto del tigre; no pueden ni pensar en uno que sea vegetariano. Los instintos no pueden cambiarse. Pueden alimentar a un gato exclusivamente con leche y natas, pero tan pronto vea un ratón, saltará sobre él y lo engullirá. Esto responde al instinto de los gatos.

El hombre posee la habilidad de aprender cosas nuevas y de transformarse a sí mismo. A diferencia de los animales, está dotado de una infinita capacidad de aprendizaje y puede convertirse en una persona mejor. Puede sublimar y refinar sus instintos y desechar sus hábitos malignos. Por su propio esfuerzo es capaz de lograr cualquier cosa.

No obstante, hoy en día nos topamos en todas partes con la inhumanidad del hombre frente al hombre. Vemos que ha perdido su capacidad para el Amor Puro y desinteresado. Si una hormiga se come un pedazo de azúcar de palma, no lo hará de manera egoísta. Llamará antes a todos sus congéneres hormigas y se lo comerá en su compañía. Una hormiga es instintivamente desinteresada. El hombre, en cambio, es egoísta en todas sus actividades. Parece ser naturalmente egoísta y de mentalidad estrecha.

Miramos con desprecio al cuervo. Cuando se acerca a nuestra casa, lo ahuyentamos a pedradas. Sin embargo, un cuervo nunca come solo. Es uno de los pájaros más gregarios. Cuando llega a encontrar un montón de arroz, invita a todos los demás cuervos y comparte el arroz con ellos. ¿Qué es lo que han leído las hormigas? ¿Qué títulos universitarios posee el cuervo? Cada ser humano habría de aprender la lección de amor mutuo y de cooperación que muestran hormigas y cuervos.

No sólo de pan vive el hombre. Vive del Alma. La devoción y la rendición, la entrega y no la codicia y el engaño habrían de constituir la base para la vida del hombre y hacer que florezca la Sabiduría Espiritual en su corazón.

El santo Ramdas era un gran devoto de Rama que compuso miles de versos adorándole. Quiso saber cuál de todos ellos le era realmente grato a Rama. Pero no tenía manera de saberlo. De modo que reunió todas las hojas de sus manuscritos y las lanzó al río Godavari. Todas se hundieron en sus aguas, salvo unas pocas que contenían un centenar de versos. Sólo ese centenar le fue grato a Rama, porque habían sido compuestos con sinceridad de sentimiento y con una atención centrada. Ellos constituían las más grandes composiciones de Ramdas. Representaban creaciones espontáneas de un corazón inspirado por una devoción sincera y una entrega absoluta. Los versos que se habían hundido en las aguas del río eran los que había compuesto con orgullo y en forma pomposa. La sinceridad constituye el criterio esencial de la poesía devocional. Pero la devoción por Dios no basta: debe ir a la par con la pureza de corazón.

También el control de los sentidos constituye una necesidad. Para detener a un ómnibus o a un tren en marcha se requiere aplicar los frenos. Para ello, el conductor no tira sino de una pequeña palanca. Los órganos sensoriales del hombre trabajan a una tremenda velocidad. La terrible agitación a la que están sometidos nuestros órganos sensoriales puede ser calmada casi instantáneamente si llenamos nuestros corazones y mentes con compasión y sabiduría. Cada persona deberá cultivar la compasión universal y desarrollar un Amor Puro. Deberá abocarse a actividades que le complazcan al Señor, quien es un océano de compasión.

Es habitual que todos los padres disculpen a sus hijos pródigos que dicen mentiras y roban dinero en casa. Pero si un sirviente llega a robar una insignificancia, de inmediato lo entregan a la policía. Si un hijo de la familia termina por ser un ladrón, los padres tratan de reformarlo por medio de consejos afectuosos y todo tipo de incentivos. En cambio, someten a un castigo severo a un sirviente cleptómano, porque sucede que es ajeno a la familia. Similarmente, todos nosotros pertenecemos a la familia de Dios. Debemos amar a Dios como a nuestro padre y establecer un íntimo vínculo de afecto con El. Debemos hacernos merecedores de su ilimitado Amor y su infinita Gracia. Podemos, ya sea consciente o inconscientemente, cometer pecados, pero si amamos de todo corazón a Dios y nos entregamos a El, seguramente nos perdonará.

Krishna le aconsejó a Arjuna seguir la senda del Amor desinteresado, la devoción implícita y la entrega total. La unidad de la Divinidad debe ser reconocida, comprendida y experimentada. Debe ser percibida la unidad esencial que subyace a la diversidad fenoménica.

"Akshara" es la Realidad Imperecedera. Jñana o la Sabiduría Espiritual representa la naturaleza esencial del Akshara. La forma indestructible es el reflejo de Akshara. Es el sonido primordial perfecto del Aum. Resulta erróneo imaginar que el sonido no existe sólo porque no lo oímos: todo el Universo vibra con el sonido del Aum. El sonido es concomitante a toda vibración. Nuestro oído puede no ser lo suficientemente sensible como para registrar los sonidos sutiles que producen las vibraciones sutiles. Todos los movimientos van acompañados por vibraciones y las vibraciones van acompañadas de sonidos. Incluso el pestañeo del ojo causa vibraciones sutiles que producen sonidos sutiles.

El Aumkara es el sonido primordial de Brahman. Constituye el fulgor primero y la fuente de todo conocimiento. Es la Realidad última, absoluta y eterna. Krishna le impartió a Arjuna este conocimiento esotérico del Aumkara, con el mayor Amor y afecto.

Durante los rituales del amanecer y el atardecer, cada frase ha de ser precedida por la entonación del AUM. Aunque hay algunos ignorantes que entonan el Aum al final de cada frase simplemente como práctica. El Aum es como un poderoso motor que encabeza todos los compartimentos: conjuros e invocaciones. India es el país que ha guiado a otros por la Senda de la Espiritualidad. Es la tierra de los Avatares, de los Vedas, las Upanishads y el Bhagavad Gita. Los Vedas han prescripto una serie de ritos y rituales ceremoniales para el bienestar de la humanidad. India es un yogabhumi: la tierra del Yoga o la comunión con la Deidad. India es un tyagabhumi: la tierra del autosacrificio supremo. India es un karmabhumi: la tierra destinada a guiar a otros países por la Senda de la Espiritualidad. Sin embargo, constituye nuestro sagrado deber el velar por que la decadencia y la degeneración espiritual no lleguen a cambiar a este gran país en un rogabhumi: una tierra de enfermedades y dolencias.

Tyaga es sacrificio. En verdad, la vida no podría existir sin sacrificios. La inhalación de oxígeno y la exhalación de dióxido de carbono y la circulación de la sangre por los distintos órganos del cuerpo simbolizan el sacrificio. De modo que el sacrificio es indispensable para el bienestar físico del cuerpo humano. De manera similar, el sacrificio es de importancia primordial para el bienestar espiritual del hombre. Los estudiantes deberán mantener el espíritu de sacrificio para su propio bienestar físico, mental y espiritual. El valor del tyaga ha sido enfatizado en el Bhagavad Gita de la manera más vívida y con el más pintoresco lenguaje.