.



 

Discursos dados por Sai Baba

11. ../05/79 El Conocimiento de lo Invisible

El Conocimiento de lo Invisible

El Conocimiento de lo Invisible

Mayo de 1979

El Amor es la forma de Brahman; Brahman es el Amor Divino. La fusión del Amor humano con el Amor Divino produce el Orden Cósmico. Aquel que está lleno de Amor llega al Aduaita (al no dualismo).

¡Encarnaciones del Amor!: Un individuo que busque realizar la Divinidad habrá de poseer como primer prerrequisito el Chittasuddhi o pureza de corazón. Al igual que en una habitación limpia y bien iluminada no entran criaturas ponzoñosas como serpientes y escorpiones, tampoco entran el deseo, la ira, la envidia o el odio en una mente llena de pureza y de sabiduría.

La eliminación de la ignorancia no representa una tarea imposible como sería el tratar de blanquear un pedazo de carbón lavándolo con leche. El que anhele disipar la oscuridad de la ignorancia deberá necesariamente adquirir Conocimiento (Jñana). Del mismo modo en que una lámpara sirve para disipar la oscuridad, la Sabiduría representa el único antídoto para la ignorancia. La ignorancia es como una costra que se forma sobre una vasija de cobre y que puede ser eliminada; es como la cáscara que cubre el grano de arroz, que se puede eliminar por el proceso de la trilla.

Arjuna, al ser asaltado por dudas y vacilaciones, fue incapaz de reconocer su propia naturaleza real. Hundido en el abatimiento, tampoco fue capaz de actuar de acuerdo a las órdenes de Krishna. Por lo tanto, infundiéndole coraje y confianza en sí mismo, Krishna le instruyó sobre el sagrado Yoga de la Sabiduría Espiritual: el Jñana Yoga. Krishna dijo: "Arjuna, en último término, todas las acciones deben verse cumplidas en el Jñana (Conocimiento) y, por ende, deben llevarse a cabo con meticuloso cuidado". Hay muchos que llevan a cabo ofrendas y peregrinaciones (yajnas y tagas) con el fin de adquirir Jñana (Sabiduría), y algunos de ellos, como el Ashwamedha Yaga o el Rajasuya Yaga, resultan demasiado onerosos y elaborados para el hombre común. El común de la gente realiza ofrendas para asegurarse resultados temporales. Estos provienen del "gunadharma" (el Dharma de los atributos humanos) y no del "samajikadharma" o el "Iswaradharma" (el Dharma de la sociedad o el de Dios).

Se puede considerar de muchas maneras al Jñana. Se considera como un yagna o sacrificio e incluso como tapas o austeridades, a través de los cuales son muchos los que se esfuerzan por alcanzar lo Divino. El Jñana Yajna (Conocimiento de lo Imperceptible) puede ser emprendido por todos, sin que importe casta, credo, religión o sexo. Todo aquel que lleve a cabo las acciones como ofrendas a Dios, para su complacencia, y sin deseo alguno por los frutos que rindan, llevará a cabo el Jñana Yajna. Krishna dice: "Aquellos que reconocen a Brahman en todas las acciones, estarán realizando en verdad el Jñana Yajna (Conocimiento de lo Imperceptible)".

Krishna alimentó la llama del Jñana (Conocimiento) en Arjuna. Para encender una lámpara, se necesita un recipiente, combustible, una mecha y fuego. Pero lo esencial es que haya alguien que la encienda. De manera similar, para encender el fuego del Jñana (Sabiduría) en un individuo, éste habrá de poseer en sí el recipiente del desapego, el combustible de la devoción, la mecha del control de los sentidos y el fuego de la indagación en sí mismo. "Estas cualidades esenciales están presentes en ti, de modo que voy a encender en ti la llama del Jñana", le dijo Krishna a Arjuna.

Explicando la razón por la que se estableciera la distinción de castas, Krishna dijo: "He creado los cuatro Varnas (deberes y obligaciones prescriptos a las castas) para fomentar el Swadharma, Samajikadharma, Vishwadharma e Iswaradharma y para establecerlos permanentemente en el mundo, como para que, a su vez, la llama del Jñana arda brillante para siempre". Los cuatro Varnas son los brahmines (los que fomentan la vida espiritual), los kshatriyas (guerreros), los vaishyas (comerciantes) y los sudras (trabajadores manuales). En pasajes del Purushasukta se describe a los diferentes Varnas como partes del cuerpo del Señor. Los brahmines que consideran a los Vedas y a los Sastras como verdades eternas y permanentes y como las sendas por las cuales ha de progresar la humanidad, son descriptos como el rostro de Brahman. Los kshatriyas, reyes y guerreros, que sacrifican sus cuerpos por el bien del país y que hacen uso de su vigor físico para defender la integridad cultural y territorial del mismo, son descriptos como sus hombros. Los ricos vaishyas (comerciantes) que se dedican a la caridad, distribuyendo sus riquezas con generosidad a todos, han sido descriptos como los muslos. Los pies están representados por los sudras (trabajadores manuales), que se dedican a los cultivos y a mantener el abastecimiento regular de cereales.

Cada órgano del cuerpo actúa al unísono con el resto de éste mientras cumple fielmente con las funciones que se le han asignado. Si algo le llegara a pasar a cualquier miembro del cuerpo, el peligro es compartido por todos los demás órganos que se apresuran a mitigar el dolor de la parte afectada. Un pequeño ejemplo lo ilustra. Mientras una persona camina por un sendero, los ojos notan la presencia de una espina. Gracias al sistema de comunicación interno, entre los ojos que están en el rostro, y los pies que están en la parte baja, éstos evitan la espina. Si la espina. llegara a punzar la planta del pie, los ojos comparten el dolor y derraman lágrimas de empatía.

Del mismo modo, las diferentes clases sociales deberían trabajar coordinadamente la una con la otra y compartir las alegrías y pesares de todas ellas. El espíritu del Amor mutuo es algo esencial para el fomento y la protección del Dharma en la sociedad. En un cuerpo, es un mismo corazón el que anima la cabeza, los hombros, los muslos y los pies, y es la misma sangre la que fluye por todos ellos. De este modo no queda lugar para distingos y diferencias entre los cuatro. Así también, brahmines, kshatriyas, vaishyas y sudras deben recordar que todos ellos están motivados por la misma Fuerza Vital Divina y no deben permitir que surjan diferencias y discriminaciones de casta. No obstante, con el paso de los siglos, se fue olvidando el significado interno y el sistema de castas se convirtió en la base para distinciones sectarias y desarmonía comunal.

La sabiduría ha sido comparada con una barca que puede llevar al hombre a través de las turbulentas aguas del samsara o la existencia terrenal. También ha sido descripta como el fuego que incinera todas las ilusiones, impurezas e idiosincrasias de la naturaleza humana. Examinemos en este contexto la conexión que existe entre el fuego y nuestro alimento. El humo depende del fuego; el frío depende del humo; la lluvia depende de la nube; la cosecha depende de la lluvia, y el alimento depende de la cosecha que recojamos. Además, la actitud y las cualidades de nuestra mente están condicionadas por el alimento que consumimos.

Consideremos también a la sabiduría como una espada. El deseo, la ira, la pasión, la codicia, el orgullo y la envidia echan raíces y crecen como fuertes árboles en nuestro corazón, destruyendo nuestra humanidad innata. La sabiduría es como la espada con la que tenemos que cortar estos árboles para vivir una vida apacible y feliz.

De modo que en el cuarto capítulo del Gita, Krishna explica el génesis de los cuatro Varnas y describe el Jñana Yoga (Yoga del Conocimiento). Pone énfasis en el hecho de que no se requiere emprender ningún otro Yajna (sacrificio) si se llevara a cabo el Jñana Yajna (el Conocimiento de lo Invisible). También exhorta a Arjuna a dedicar sus acciones al Señor y a realizar a través de ellas la unidad del género humano. Yajna representa la dedicación de todos los poderes de que está dotado el hombre, al Señor Supremo. Todos lo pueden hacer: hombres, mujeres, niños, ancianos, ricos y pobres. Todo el que lleve a cabo las acciones con un espíritu de dedicación al Señor, estará llevando a cabo el Jñana Yajna. Para hacerlo no se requiere ni dinero ni materiales. La virtud es el primer requisito, el corazón representa el altar, los pensamientos son las ofrendas y la dicha es el fruto final. Uno habrá de emprender las acciones con este espíritu de alcanzar la Dicha Suprema, el deleite de la Vida, el deleite del Espíritu y el deleite Divino. Jñana Yajna (el Conocimiento de lo Invisible) es la realización de acciones, habiendo descartado el espíritu del apego y del ego. Tratar de vivir con la autorrealización constituye la esencia del Jñana Yajna.

"¿Quién eres? ¿De dónde has venido? ¿Hacia dónde vas?" Nos encontramos en una condición deplorable, porfiando con "lo mío" y "lo tuyo" y desconociendo las respuestas a estas preguntas. ¿En dónde estabas antes de nacer? ¿En dónde estarás después de morir? ¿Quiénes son tus hijos? ¿Quiénes son tus amigos? El hombre no tiene nada que pueda llamar propio. Todas estas relaciones surgen debido a apegos egoístas y no indican ningún lazo permanente. "Reconoce esta Verdad", le dijo Krishna a Arjuna. "No mantengas la actitud de debilidad e ilusión que proviene de la ignorancia. No te vuelvas blando de corazón llamando tíos, gurús, amigos y progenitores a esta gente". Poniendo aún más énfasis, Krishna le dijo: "¡Oh Arjuna! Tú no eres el asesino, no son ellos los asesinados. Estos cuerpos son como meras vestimentas. Nadie se apena por desechar un traje viejo y sucio. Todos estos cuerpos son como vestimentas gastadas y desechables".

Arjuna tenía una duda: "Puede ser justo comparar los cuerpos de personas que tienen ochenta, noventa o cien años de edad con vestimentas desechables, pero ¿en qué forma sería correcto comparar los cuerpos de los que tienen cinco o diez años con vestimentas que han servido a su propósito?" Krishna le respondió: "No tienes tú la autoridad como para decidir qué es viejo y qué es nuevo. No se ha desarrollado aún en ti ese discernimiento". Les voy a dar una pequeña ilustración. Hace diez años, uno de ustedes compró una pieza de tela, la guardó y se olvidó de ella. En cualquier momento, ahora, abre su ropero y la descubre. De inmediato la lleva a un sastre para que le haga un abrigo. Se siente feliz cuando se pone su abrigo nuevo. Mas, al agacharse, el abrigo se desgarra. Se apena del desgarrón de su abrigo nuevo. No obstante, si bien el abrigo es nuevo, la tela es vieja. De manera similar, los cuerpos de personas jóvenes pueden parecer como nuevos y frescos, pero pueden ser de vieja cepa perteneciente a alguno de sus nacimientos anteriores. Del mismo modo en que la vestimenta es la cobertura para el cuerpo, el cuerpo es el ropaje del espíritu. Fue así que Krishna comparó el cuerpo a una vestimenta que se ensucia y se desgasta, se cae y se reduce a cenizas. "La muerte es el ropaje de la vida". En el momento de la muerte, desechamos un traje y nos ponemos otro. Nadie se lamenta si se le dice que el fuego es caliente o que el hielo es frío. Se trata de un fenómeno bien natural. Así también, es natural morir para un cuerpo que ha nacido. Lamentarse por ello no es más que ignorancia. El conocimiento de uno mismo es esencial para exterminar a la ignorancia. Representa el deber de cada individuo adquirir este conocimiento de sí mismo, reconocer el verdadero destino final de la vida y esforzarse por fundirse en lo sacro de la Divinidad. Por ello fue que Krishna le predicó a Arjuna la Sublime Sabiduría y la santidad del Conocimiento de lo Invisible (Jñana Yajna). Y con ello le exhortó a proceder y a luchar en el campo de batalla.

"¡Oh Arjuna! No sientas que estás luchando en contra de tus parientes y amigos. Considera que estás luchando en contra de tus propias tendencias negativas. Estas se meten en tu naturaleza como amigos y luego te atormentan como enemigos. Por eso, con la ayuda de las buenas cualidades, habrás de luchar en contra de tus malas cualidades. Continúa pensando en Mí siempre, y sigue con tu lucha", le aconsejó Krishna.