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Discursos dados por Sai Baba

09. ../06/78 Todo lo que haga Dios, siempre será para nuestro bien

Todo lo que haga Dios, siempre será para nuestro bien

Todo lo que haga Dios, siempre será para nuestro bien

Junio de 1978

Buena educación es únicamente aquella que nos enseña la Paz Universal,

que nos permite desechar las ideas estrechas y que fomenta la habilidad

de vivir juntos en unidad. Todo lo que vemos durante el día

desaparecerá en un sueño en la noche. Lo que veamos durante un sueño

en la noche, desaparecerá durante el día.

Así de transitorias son nuestras experiencias.

¡Encarnaciones del Alma Sagrada! ¡Estudiantes!: Los bambús que crecen en una densa maraña en una selva pueden comenzar a chocar unos con otros y esto puede generar fuego. Si sopla la brisa, el fuego que se haya iniciado de esta manera puede hacerse cada vez más grande. Gradualmente, puede ser que este fuego se convierta en un enorme incendio forestal que destruya toda la selva. Así también algunos seres humanos pueden desarrollar, como resultado de sus niveles educacionales, su poder, su fortuna o posición, un gran ego. Por causa de este ego, les estarán creando dificultades a la buena gente y a los aspirantes espirituales que les rodeen.

Con el objeto de proteger a esta buena gente y para restaurar el Dharma (la Rectitud), de era en era Dios toma una forma humana. Estos Avatares aparecen una y otra vez y ayudan a los seres humanos llevando una vida ejemplar, para demostrar con ella cómo llevar una buena vida. Una forma humana de la Divinidad así, la representa la forma de Krishna en el Dwapara Yuga. Terminada la batalla del Mahabharata, Krishna le confió el reino a Dharmaraja, quien llevó a cabo los ritos fúnebres para Bhishma. Luego salvó al hijo de las entrañas de Uttara y, después de asegurar la paz y la prosperidad en todas partes, partió hacia Dwaraka. Puesto que Krishna estaba decidido a retornar a Dwaraka, no quedaba otra alternativa que despedirlo.

Junto con Krishna, en el carro, viajaban también sus discípulos Uddhava y Satyaki. Detrás del decorado sillón en el que iba sentado Krishna, Arjuna sostenía un parasol cuajado de diamantes, para darle sombra. Al emprender el viaje, Krishna le prohibió a Dharmaraja que le prestara ayuda. Sin embargo, éste envió a un numeroso séquito para ocuparse de los preparativos a lo largo del trayecto. Los reyes de cada uno de los países por los que iba pasando Krishna, le brindaban la bienvenida. Por último llegó a Dwaraka. El rey de Suradesa se había quedado asombrado por la fuerza demostrada por Krishna y le había hecho numerosos regalos. Entretanto, los ciudadanos de Dwaraka habían esperado el retorno de Krishna tan pronto supieron que la batalla del Mahabharata había terminado. Al igual que un niño pequeño mira ansiosamente para lanzarse a los brazos de su madre, así también los ciudadanos, los niños y las gopikas de Dwaraka esperaban con ansias el regreso de Krishna. Así como el ternero anhela la llegada de su madre al caer la tarde, así anhelaban los ciudadanos de Dwaraka el regreso de Krishna. Las gopikas, incapaces de soportar la separación de Krishna, habían dejado de comer, habían dejado de acicalarse y vagaban ansiosas esperando el regreso de Krishna. Los gopalas, llamaban lastimeramente a Krishna, al igual que un viejo que mendiga en procura de su alimento. Encontrándose en estas condiciones los ciudadanos de Dwaraka, Krishna se aproximaba a la ciudad e hizo resonar su caracola. Tan pronto se oyó este sonido, la tierra y las casas se sacudieron y la gente saltaba de alegría. En un instante toda Dwaraka sonreía. Los carros y caballerías ya estaban dispuestos y todo el mundo salió a recibir a Krishna. Todos los ancianos, Ugrasena, Akrura, Vasudeva y Balarama fueron hasta los límites de la ciudad. Esperaban fuera de las puertas para darle la bienvenida a Krishna. Las carreteras de Dwaraka estaban llenas de gente. Las mujeres se asomaban a las terrazas de las mansiones, derramando lágrimas de alegría. Entre toda esta muchedumbre se alababan las victorias de Krishna. Tan pronto llegó Krishna hasta su mansión, fue saludado con el Arathi (la ofrenda a Dios con la llama de alcanfor) de la prosperidad expresando la inmensa alegría de todos.

Las madres le esperaban llenas de expectación. Además de Devaki, Vasudeva tenía otras cinco esposas. Sin pensar en absoluto en la edad ni en la condición de Krishna las cinco madres se acercaron y le besaron. En la época de la batalla, Krishna tenía ochenta y cuatro años, pero Devaki cuidaba de El como si se tratara de un niño pequeño. Hemos de ver aquí que, aunque Krishna ya era anciano, el afecto maternal hace que Devaki lo abrace. No podía permanecer alejada por mucho tiempo de Krishna. Devaki le preguntó por la salud de los Pandavas. Las otras madres también se acercaron a besarle. Pese a ser sus madrastras, todas se sentían atraídas por su forma amigable y afectuosa. Un tal Amor es Krishna y Krishna es tal Amor. No se trata de dos cosas distintas. Este aspecto de Krishna era inmensamente disfrutado tanto por los ciudadanos de Dwaraka como por los de Hastinapura. Aquellos que se han acostumbrado a experimentar este tipo de Amor no querrán tener nunca nada diferente. ¿Querrán comer tamarindos aquellos que hayan saboreado los dulces dátiles? Todas las gopis y los gopalas que habían gozado del Amor de Krishna, no deseaban gozar de ningún otro tipo de Amor.

Después de haber respondido a todas las preguntas, Krishna se dirigió hacia los departamentos interiores para encontrarse con las gopikas. Es aquí en que hemos de evaluar cuidadosamente las acciones de Krishna. El tiene la forma de la dicha, la Bienaventuranza (Ananda). No hay espacio para nada más en,Su forma. Pese a que pretendía vivir en una familia como cualquier persona común, ello no era así en realidad. Pueden darle al oro la forma de diferentes ornamentos y darle diferentes nombres, pero el elemento básico será el mismo oro en todos ellos. Aunque Dios pueda emprender diferentes acciones para el mundo será, básicamente, la Encarnación de la Bienaventuranza (Ananda Swarupa). Ya fuera en la amistad, en el apego o en el parentesco, la única característica que mostraba era esa dicha, y nada más. Para quienes experimentaron esta situación, les puede haber parecido como que se daba en diferentes formas, pero para Krishna no había diferencia alguna. Con miras a brindarles felicidad a los devotos, podía conducirse de diferente manera, mas siempre mantenía un sentimiento de gracia en su mente. Reconocía los ideales en las mujeres. Si aparecía en la casa de una gopika primero y luego en la de otra, sabía que iba a ser causa de un cierto sentimiento de celos. Para evitar esto entre las gopikas, demostró que podía asumir diferentes formas en el mismo momento. En el mismo momento había mil ciento ocho gopikas anhelando la Gracia de Krishna en Dwaraka. Krishna entró simultáneamente en las casas de las mil ciento ocho gopikas. Y, en este contexto, les enseñó que todas las formas que existen en cualquier parte, son todas formas de Dios. Aquí se nos presenta una oportunidad para ver la diferencia entre Radha y las demás gopikas. Cada una de ellas sentía que Krishna debía pertenecerle a ella y no a ninguna otra mujer. Esta era una visión muy mezquina y estrecha. Siempre actuaron como si Krishna perteneciera a cada una y a ninguna otra mujer. Radha es diferente. Sus pensamientos no eran como ésos. Radha solía sentir que Brindavan (las tierras donde jugaba Krishna en su niñez) les pertenecía a todos y que Govinda (otro nombre de Krishna) también les pertenecía a todos. Radha siempre proclamaba su sentir de que Govinda ("Aquel que tiene control sobre la naturaleza animal del hombre") era tan Divino para ella como para cualquier otra. Tenía un enfoque de equilibrio mental. Y fue así que, cuando Krishna entró en todas las casas al mismo tiempo, cada gopika tuvo la sensación de tenerlo primero en la suya. De modo que todas estaban dichosas. Como habían esperado por tanto tiempo la visión de Krishna y durante todo ese tiempo no se habían alimentado y habían renunciado a vestirse atractivamente y a adornar sus cabellos, Krishna no las pudo reconocer en ese estado tan descuidado. Se habían rehusado a usar joyas y flores, porque sentían que no podían hacerlo no estando Krishna allí. Tan pronto como vieron a Krishna se echaron a llorar. Y las lágrimas se convirtieron en adorno para sus rostros y demostraron que no hay ornato mejor para un rostro que las lágrimas de alegría. Eran los gunas (las cualidades) los que les habían dado su belleza. En Kannada existe un poema que dice que las casas constituyen la belleza de la aldea y el loto constituye la belleza del lago. Para el cielo, la Luna es la mejor decoración y, para la mujer, la mejor decoración la constituyen las buenas cualidades. Fue así que, para estas gopikas, las lágrimas de alegría se convirtieron en su decoración. Krishna vio la lamentable condición en que se encontraban y sus ojos irradiaron compasión. Empezó a conversar con ellas. A una le preguntó si crecía bien el ciervo que estaba criando. A otra, si estaba bien el pavo real que cuidaba. Y de este modo fue preguntando sobre el bienestar de varios seres humanos y animales. Ellas se dieron cuenta de que su compasión abarcaba por igual a todos los seres vivientes. Eswara (Dios) se encuentra presente en todos los seres vivientes en la Creación de Dios. Esta fue la Verdad que Krishna difundió. Por otra parte, tan pronto las gopikas vieron a Krishna olvidaron todas sus dificultades, mas Krishna hacía preguntas sobre el bienestar de ellas. Dios, la Conciencia Interior (el Atma Swarupa), es Aquel que puede otorgarles felicidad en cualquier circunstancia, ya sea de dolor o de placer. De modo que Krishna entregaba felicidad en todo momento. Este aspecto suyo se describía tildándole como Nitya Brahmachari (El Cordón Eterno, indestructible y cotidiano que une al discípulo con Dios). Al igual que todos los rayos emanan del mismo Sol, aquí toda la bondad parece provenir de Krishna. Todos los individuos han venido de una misma fuente y todos habrán de sumirse en esa misma fuente. Krishna proclamó que El está presente en toda la Creación viviente. A1 no ser capaces de entender estos amplios aspectos de Dios, procedemos a inyectarle nuestras propias ideas y aprehensiones mezquinas a la imagen que nos hacemos de Dios. El aspecto de Dios es de una índole tal que se muestra siempre pronto a llevarles por el ancho camino por el que pueden verle. Nuestra vida es como un taxi y siempre estamos tratando de tomar por atajos con él. En este contexto, esta idea nuestra de tomar por atajos y la presencia de Dios en el camino principal, no se conjugan. Los pensamientos que adquirimos viendo películas sobre Krishna y mirando libros sobre El, son algo muy diferente a la verdadera naturaleza de Krishna. Todos estos pensamientos no son sino creación del hombre, de acuerdo a su propia imaginación. Pero Dios se encuentra permanentemente presente en un único concepto. En la acción, puede ser que muestre aspectos diferentes y diversos que provengan de la forma única. Pero la fuerza importante que posee Dios, es la fuerza del Amor. Su vida está llena de Bienaventuranza. Y en este tipo de Bienaventuranza no queda lugar para que entre impureza alguna. "Lo que existe no es más que uno y ése es Brahman". No hay paralelo para ello. Krishna ha mostrado la Senda de la Verdad y El mismo sentó el ejemplo. Su Amor Puro representa el destino final para cada uno. Sin embargo, para la prosperidad y el bien del mundo, puede ser que emprenda alguna acción que parezca divergente. Pero nunca emprenderá acción alguna que no tenga por finalidad el bien del mundo. Las gopis y los gopalas se contaban entre aquellos que reconocieron esta Verdad fundamental.

Radha exhibía la totalidad de la corriente del Amor o se puede decir que Prakriti (la Naturaleza) tomó la forma de Radha. Si Radha sentía apego por Krishna y Krishna sentía apego por Radha, ello, simplemente, no significa sino que el Alma Suprema y Prakriti (la Naturaleza) estaban mutuamente ligadas entre sí. Este es un vaso de plata. No nos será posible separar la plata del vaso. Debido a que la plata y el vaso se han unido, llamamos "vaso de plata" a este objeto. De igual manera, no resulta separar a Radha y Krishna. Debido a que el Alma Suprema y la Naturaleza son idénticos entre sí, configuran una entidad única. Sin Prakriti o la Creación, no hay Krishna, sin Krishna no seríamos capaces de ver la Creación. No podemos tener una tela sin hilos ni un hilo sin tela. La unidad de la tela con el hilo ejemplifica el aspecto de Radha y Krishna. Les he dicho muchas veces que Radha no significa simplemente la forma de una mujer. Es algo mucho más importante. El lenguaje se va desarrollando gracias a la confluencia de varias letras. Las letras se juntan para formar una palabra. En la palabra "Radha" tenemos las letras R A D H A. Si comenzamos por la letra A, obtenemos la palabra "Adhar"; cuando comenzamos por la letra D, obtenemos "Dhara" y, al revés, "Aradh". De modo que la palabra Radha significa "quien canta constantemente el nombre de Dios". Todo el que haga este aradhana (acto de adoración) puede ser descripto como Radha. La palabra no se relaciona en absoluto con el género femenino que indique el nombre de una mujer. El aspecto de Krishna demuestra que no existe en absoluto esta diferencia en presencia de la Divinidad.

Krishna difundió de esta manera el concepto del Amor Puro. Sólo cuando podamos exterminar la envidia, podremos desarrollar un Amor Puro. No hay objeción alguna en cuanto a desear algo que quieran, pero es un error sentir envidia por lo que tienen otros. Y Krishna les mostraba por esta vía la Senda Divina a gopis y gopalas. Todas las acciones de Krishna son esencialmente Divinas. Y si no llegamos a entenderlo, no seremos capaces de conocer el verdadero aspecto de Krishna. El miraba a toda la Creación viviente con una misma actitud. Es posible que surjan algunas dudas en ustedes respecto a cómo una persona así pudo haber causado la muerte de cuatro millones de Kauravas. Mas hay una simple explicación para ello. Si se desarrolla un tumor canceroso en un cuerpo, en él habrá millones de gérmenes tóxicos y, debido a ellos, existe la posibilidad de que se infecte todo el cuerpo con el cáncer. En momentos así, es posible que el médico decida amputar o extirpar la parte del cuerpo que tenga el cáncer. Al médico no le preocupará tener que matar a millones de gérmenes, su interés primordial se centrará en llevar a cabo la operación y en salvar al paciente. ¿Es bueno operar y salvar al paciente o es bueno pensar en la matanza de gérmenes y renunciar a la operación? Como estos gérmenes podrían infectar también a muchas otras personas, el médico decidirá darles muerte a todos. Ya mencioné anteriormente que este mismo Dharma fue el que siguió Krishna.

En esa época se había presentado un tumor maligno en. la forma de los Kauravas. Como resultado de sus acciones, se habían extendido la iniquidad y la injusticia. El mundo mismo estaba siendo destruido. La situación mostraba que la malignidad en la forma de los Kauravas iba a dañar a todo el cuerpo del mundo. Krishna reconoció que la enfermedad había sobrepasado todos los límites. Entonces se aprontó a llevar a cabo la operación. Usó como sus medios a los cinco Pandavas y ejecutó la operación en la forma de la batalla del Mahabharata. En esta operación fueron exterminados cuatro millones de gérmenes. Este acto se llevó a cabo por la prosperidad y el bien del mundo y no por alguna motivación egoísta. Ya en un comienzo, Krishna había dicho: "Esta gente ha nacido para difamar y deshonrar a una buena familia real. Su maldad se está extendiendo como un incendio forestal, y su amistad con Karna, el hijo de Suta, ayuda a extenderlo aún más. El viento, en la forma de Sakuni, avivaba este incendio. El fuego de la maldad se ha extendido hacia todas partes. Si ha de establecerse la Paz en el mundo, no podrá lograrse sino por medio de una avalancha de flechas. Un incendio forestal de tal magnitud no puede apagarse con sólo un poco de agua, habremos de echar mano de una torrencial lluvia de flechas". Y Krishna hizo lo que hiciera por el bien del mundo.

Todo lo que Dios haga será para nuestro propio bien. Todas sus acciones se proponen nuestro bien. Es necesario que reconozcamos esta verdad y que nos conduzcamos de acuerdo con ella.