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Discursos dados por Sai Baba

30. ../06/78 La historia y la cultura de la patria son como los propios padre y madre

La historia y la cultura de la patria son como los propios padre y madre

La historia y la cultura de la patria son como los propios padre y madre

Junio de 1978

Si no pueden ver a Dios debido a la ignorancia,

así como tampoco pueden ver las estrellas de día

debido a la luz, al menos no digan que Dios no existe.

¡Qué otra Verdad podría comunicarles!

La buena gente no ve más que el bien.

No encuentran defectos nunca.

No hacen sino alabar todo lo que ven.

Hay otra categoría de personas que son las que

describen una falta como falta y al bien como bien.

La tercera categoría no ve sino defectos

y nunca ve algo bueno en parte alguna.

Hay una cuarta categoría que ve hasta lo bueno como malo y

critica a todo el mundo a su alrededor.

Las primeras tres categorías pueden ser toleradas.

Pero los que pertenecen a la cuarta son tan malvados

que hasta los demonios son mejores que ellos.

¡Estudiantes, niños y niñas!: No le resulta fácil al hombre vivir satisfactoriamente su vida en el mundo. Cuando se está en el colegio, habrá nuevas lecciones cada día y una nueva clase cada año. No sucederá que estemos en la misma clase por todos los años y que aprendamos en todo momento la misma lección. En este sentido, cada sadhaka (aspirante espiritual) en el camino espiritual deberá hacer introspecciones para descubrir si su sadhana (práctica espiritual) es correcta y si mejora. Si no fuera así, habrá de cambiar de ideas y de actitudes y tratar de mejorar. Un aspirante espiritual no habrá de permanecer siempre en una senda dual. Como primer paso, habríamos de avanzar de la senda del dualismo a la que llamamos de "no dualismo calificado" o "monismo calificado". Esto constituye el deber de cada aspirante espiritual. Adorar a Dios con flores y ofrecerle incienso no representa sino el primer paso en el sadhana. Un sadhaka (aspirante espiritual) dotado de buenas cualidades y de una mente sagrada, crecerá constantemente en estatura espiritual a medida que avanza por la senda espiritual. Constituye el deber de cada sadhaka el seguir mejorando desde su paso inicial. Un sadhaka no debe pasar toda su vida realizando ofrendas mundanas a Dios y seguir siendo un principiante. Deberá esforzarse por mejorar su actitud mental. Es por ello que en el Bhagavad Gita se ha descripto la No violencia en cuanto la primera flor. El control de los órganos sensoriales se ha descripto como la segunda flor de la ofrenda. La tercera flor se describe como la compasión. La resignación se describe como la próxima ofrenda. La Paz, el ascetismo, la meditación y la Verdad son las demás flores que habrán de seguir. El Gita nos ha enseñado que uno debería adorar a Dios por medio de estas ocho flores y llegar a fundirse en Dios a través de esta bienaventurada experiencia. Para adorar a Dios, el hombre emplea mucho tiempo juntando flores, las que no harán sino marchitarse en poco tiempo. Con el paso del tiempo estas flores comunes y transitorias se volverán inútiles y marchitas. ¿Cómo podríamos conseguir una dicha verdadera si usamos flores tan efímeras para adorar a Dios? Y no sólo esto, sino que estas flores se consiguen en la Creación de Dios. No han sido creadas por el hombre en beneficio del hombre. Han sido creadas por Dios. Entonces, ¿por qué habrían de ser especiales si las toman y se las ofrendan a Dios? Lo que obtendrá el beneficio de una tal ofrenda será la planta de la cual las hayan tomado. ¿Qué es lo que ganarían ustedes con tal ofrenda? Si ofrecieran, en cambio, los frutos de vuestro sadhana, los que provengan de vuestra propia vida, estarían ofreciendo frutos propios a Dios. Estós frutos serían la buena conducta, la Verdad, los buenos hábitos, el Amor, etc. Y estos frutos habrán de cultivarse por medio de los esfuerzos de vuestra práctica espiritual. Tales son los frutos que habrían de ofrendarle a Dios. Si le ofrendan este tipo de frutos, los beneficios recaerán sobre ustedes mismos. Las ofrendas con flores arrancadas de árboles o plantas se hacen necesarias en las primeras etapas. Pero adoptar tal procedimiento para toda la vida no representa un correcto tipo de sadhana (disciplina espiritual). Ello equivaldría a estar sentado durante toda la vida en el mismo curso del colegio. Como el plazo de nuestra vida se va acortando día tras día, deberíamos alcanzar un peldaño más alto también, cada día, en nuestra escala espiritual, a través de nuestra práctica espiritual. Habría que ofrecerle a Dios la esencia de las buenas cualidades, las buenas ideas y el Amor, en cuanto frutos cultivados a través del sadhana de uno. Hasta el mundo se beneficiará gracias a un individuo que tenga una buena conducta. Si el fuego en una selva comienza por un árbol, ese fuego no se detendrá hasta que no haya consumido ese árbol en particular. Luego se extenderá y quemará toda la selva. Así también, si hubiera un solo individuo con malas cualidades, podrá echar a perder a toda la comunidad, luego de haberse arruinado él mismo. Por otra parte, cuando haya un árbol cubierto de buenas flores, llenará toda el área circundante con su aroma y difundirá su fragancia. Así también, si hubiera un individuo poseedor de un elevado código de conducta, no solamente se perfeccionará él, sino que perfeccionará a toda la sociedad que le rodee. En este sentido, únicamente nuestras cualidades serán responsables de que obtengamos una posición alta y respetable o una baja y despreciable. Todo lo bueno y lo malo en nosotros está contenido en nuestras cualidades. Para todo ello, el factor responsable será nuestro egoísmo. Mientras este egoísmo se encuentre presente, el hombre no podrá gozar de felicidad alguna. La cualidad del egoísmo es de naturaleza demoníaca. Nunca considera ni la felicidad ni el bienestar de otros. ¡Estudiantes, niños y niñas!: ¡Tienen que liberarse de este egoísmo! Deben tratar de fomentar en ustedes una actitud de desinterés y de Amor Divino. Si quieren liberarse del egoísmo, tienen que promover en sí mismos cualidades como las de Sat, Chit y Ananda (Ser, Conciencia, Bienaventuranza). Pero ellas no pueden adquirirse desde el exterior. Se encuentran naturalmente presentes en nosotros. La cualidad de la Verdad se encuentra presente en nosotros, pero en ocasiones, como resultado de las malas cualidades, encubrimos esta Verdad. Si no estuviera presente en nosotros, ¿cómo podría manifestarse en ocasiones? La Verdad está presente en nosotros en forma latente y radiante. Chit representa la conciencia despierta. La utilizamos muchas veces para distinguir al bien del mal. Si no estuviera presente, no podríamos inquirir en nada en absoluto. Por ende, esta cualidad del Chit (la conciencia) también se encuentra presente en nosotros en forma latente. También está presente en nosotros el Ananda o Bienaventuranza. Esto se hace evidente por el hecho de que, a veces, nos sentimos felices. El Sol y la Luna resplandecen en todo momento, pero hay oportunidades en que no podemos verlos cuando están cubiertos por gruesas capas de nubes. Así también, en el cielo de nuestro corazón están siempre presentes las divinas cualidades de Sat, Chit y Ananda, pero cuando se presentan también las malas cualidades como el ego y el egoísmo, actúan como nubes que ocultan a las primeras. Habremos de fomentar las cualidades divinas. El cuerpo humano no es una cosa común: es el templo de Dios. Este cuerpo también es como un carro de Dios. Este carro no puede estar vacío. Dentro de él, el Dios es aquel que está en la forma del Alma. Es en este contexto que se dice que Dios, que es antiguo, por el hecho de ser eterno, vive en este nuevo cuerpo humano. En este sacro y divino templo que es el cuerpo humano, vive el Alma resplandeciente. Como cualquier río que fluye para fundirse con el mar, también debe fluir la vida humana para desembocar en su destino último: el océano de la Divinidad.

Hay un ejemplo para esto. Los rayos del Sol caen sobre el océano y convierten el agua en vapor. Si saboreamos directamente el agua del mar, nos sabrá salada. Pero cuando ha sido convertida en vapor por los rayos del Sol y este vapor se convierte en nubes y en lluvia, esta agua de lluvia sabrá muy dulce. Nos deberíamos preguntar de dónde logra su sabor dulce el agua de lluvia siendo que el agua de mar es salada. El agua de mar se puede comparar al conocimiento obtenido de libros, en tanto que el agua de lluvia es comparable al conocimiento obtenido de la experiencia. Cuando los rayos del Sol caen sobre el agua de mar y la convierten en nubes, ellas se podrían comparar con la Verdad. Desde estas nubes que hemos denominado Verdad, procederán las gotas de lluvia en forma de Amor. Las gotas se juntan y forman un río de dicha. Este río de dicha conformado por gotas de Amor, volverá a fundirse con el océano. A esta agua no le queda otra alternativa. Es por ello que se dice que todos los ríos corren hacia el mar. El agua que ha caído sobre la tierra tendrá que fluir hacia el mar en último término. Hoy en día, no obstante, el hombre se ha olvidado de su destino final. Corre detrás de ilusiones. Los seres humanos son incapaces de reconocer hoy en día de dónde han venido y hacia dónde van. Si tenemos un sobre, habremos de escribir en él la dirección de procedencia y la de destino, porque, en caso contrario, irá al canasto de papeles. En este contexto, habríamos de entender de dónde proviene el sobre de nuestra vida o hacia dónde va dirigido. Una vida que no tiene conciencia de dónde ha venido ni hacia dónde va, no es sino una mera pérdida de tiempo.

Del tiempo en que el hombre pasa pensando en sus parientes, sus amigos y otros, del tiempo en que pasa pensando en la forma de adquirir riqueza o fama, si no usara sino una fracción en pensar en Dios, se evitaría tener que enfrentar el infierno. Las puertas del cielo se abrirán para quien lo haya hecho. No tenemos derecho a emplear todo nuestro tiempo pensando mal de otros. Siempre es mejor pensar en Dios que en otros. Es por ello que han de ser fomentadas las cualidades de Sat, Chit y Ananda. Hemos de examinar la forma en que pueden ser fomentadas estas cualidades. Hemos de convertirnos en personas con buenas cualidades. Mediante la buena conducta, comenzarán a brotar en nosotros tales ideas sagradas. Pero no podremos adquirirlas mientras mantengamos nuestros apegos al mundo creado que nos rodea. Los ojos ven cosas malas, el oído escucha cosas malas, las palabras se emplean para criticar a otros. Mientras tengamos esta vida defectuosa y este lenguaje defectuoso no nos será posible desarrollar una buena conducta. Por otra parte, si le entregamos nuestros órganos sensoriales a Dios, es posible que podamos lograr una buena conducta a través de la Gracia de Dios. Aunque no es cosa fácil de adquirir, es posible que a través de su esfuerzo, el hombre pueda lograr estas cualidades. Ya sea que seamos alabados o criticados, que ganemos o que perdamos, que experimentemos sufrimientos o placeres, habremos de luchar por obtener la Gracia de Dios a través de nuestra buena conducta.

Fue por esta vía que las gopikas le rindieron toda su vida a Krishna. En una ocasión, Radha dijo que no había nada más para ella en la vida. Dijo: "Aunque no tengo siquiera un lugar en donde cobijarme en el mundo, estoy soportando esta vida por ti. No podría vivir si tuviera que estar separada aunque fuera por un momento de ti. Eres como la niña de mis ojos. Eres siempre como un bebé en mis pensamientos. No tengo vida alguna sin ti". Si las gopikas consideraban así a Krishna como a un niño, ¿había ocasión para que su devoción tomara alguna forma impía? En verdad, si queremos entender los sagrados contenidos del Bhagavata, no podremos hacerlo sino a través de la devoción. Si tratamos de entenderlo recurriendo a nuestra visión distorsionada, no lo veremos sino distorsionado. Tal como sean vuestros pensamientos serán los resultados que obtengan. Todo resultado se basará en los pensamientos que albergue un individuo. Radha también describió a Krishna como la niña de sus ojos. Aquí también hay un sentido que habría que reconocer. Cuando están de pie frente a Mí y Yo frente a ustedes, es natural que vean Mi imagen reflejada en vuestros ojos y ustedes vean las suyas en los Míos. Por otra parte, si no nos miráramos a los ojos, no podrían ver vuestra imagen en Mis ojos ni Yo la Mía en los de ustedes. Esta declaración de Radha, por ende, implica que las gopikas y Krishna se encontraban inseparablemente situados muy cerca las unas del otro. Krishna se encontraba presente en sus corazones como si éstos hubieran sido de papel y El estuviera grabado allí. Externamente, sus pensamientos estaban fijos en el nombre y la forma de Krishna. Todo su trabajo estaba dedicado a Krishna. La adoración y la devoción por El se había hecho firme en sus mentes. Es por ello que las gopikas fueron capaces de tales sacrificios y entrega. Experimentaban a Krishna con la plenitud de sus mentes. Por el contrario, nuestra devoción se encuentra distorsionada hoy en día, como también es distorsionada nuestra visión de la devoción de Radha. Es posible que nos vistamos como Radha y que hablemos como ella, pero no podemos lograr un corazón como el suyo. No obstante, aunque no podamos ataviarnos externamente como para imitar a Radha, Krishna residirá en vuestros corazones si logran un corazón como el suyo. Lamentablemente, toda nuestra vida descansa en el exhibicionismo y parece que nos causara placer esta conducta.

¡Estudiantes!: No es más que un signo de ignorancia que suelten el pájaro que tengan en la mano para ir en busca de otros entre los arbustos. Dios no existe en algún lugar separado externo a ustedes. Cuando hagan el intento por volver su visión y sus pensamientos hacia el interior, verán la Divinidad dentro de ustedes. Aunque podamos aceptar a las acciones externas en cuanto un primer paso, debemos progresar hacia un nivel superior. Sólo cuando reconozcamos la necesidad de ascender, podrá adquirir un propósito nuestra vida. Las ideas que llevamos dentro se alejan como el viento o las nubes. Al igual que una flor que luce lozana por la mañana y que se va marchitando en la tarde, se marchitará nuestra vida con la vejez. Nos olvidamos de nuestro deber. Habiendo alcanzado tan sagrada oportunidad, resulta lamentable que desperdiciemos nuestra vida en seguimiento de cosas inútiles. Durante todo este mes hemos estado aprendiendo respecto a lo sagrado del Bhagavata. Debemos aprender a entregarle todas nuestras acciones a Dios, ya que sólo entonces podremos decir que hemos aprendido algo. Gradualmente habrán de ir disminuyendo los apegos a las conexiones externas del cuerpo. Habremos de alcanzar hasta el estado en que podamos aceptar el aspecto de Krishna como presente en cada uno. He dicho muchas veces que en realidad no son una persona, sino tres: aquella que ustedes piensan que son, aquella que otros piensan que son y aquella que realmente son. Si pasaran todo el tiempo en el aspecto de aquella que ustedes piensan que son, o sea el cuerpo, ¿cómo podrían pensar en Dios? Habríamos de volver gradualmente la manifestación externa de la devoción hacia una verdadera devoción interna. En este sentido se ha mencionado a la No violencia como la primera flor en este tipo de adoración. Generalmente pensamos que la No violencia significa no causarle daño a ningún ser viviente. Pero la No violencia no es solamente eso. Es incluso la mala visión, el mal escuchar y el hablar mal.

No violencia significa realmente que no deberían causarle daño a nadie por medio de la visión, el oír o el hablar. También Buda dijo: "La No violencia es la actividad más meritoria" ("Ahimsa Paramo Dharma"). Y sobre la base de lo que dijera Buda fue que Gandhi adoptó la senda que siguiera. Gandhi interpretó la No violencia como aquello que no le causa daño a ningún objeto viviente. Después de algún tiempo se dio cuenta de que violencia se causa incluso si se daña a través de la vista, el oído o al hablar. En una ocasión, una vaca a la que cuidaba contrajo una enfermedad seria. Varios médicos la vieron y decidieron que no seguiría viviendo por mucho tiempo más. Cuando Gandhi lo supo, sugirió que se le pusiera una inyección para terminar con su vida y sufrimientos. Esto lo decidió, porque pensaba que incluso ver el sufrimiento de la vaca era violencia para aquellos que lo observaran. Hemos de interpretar la No violencia como el no causarle daño o violencia por ningún medio a ningún individuo.

De esta manera, jóvenes estudiantes, tanto niños como niñas, habrán de estar preparados para entrar en la sociedad y llevar a cabo el tipo de servicio correcto. En primera instancia, deberán tratar de entender la sagrada naturaleza de su país. Tan pronto nace uno, uno reconoce a su madre y a su padre. Del mismo modo habremos de considerar el Dharma o Rectitud y lo sacro de nuestro país. Hemos de considerar a la historia y la cultura de nuestro país como nuestros padre y madre. Los estudiantes de hoy desconocen la historia del país y mucho menos es lo que saben sobre su cultura. Esto significa que los estudiantes de hoy se encuentran en la lamentable posición de no ser capaces de reconocer a sus propios progenitores. En verdad, la madre patria de uno es aún más importante que los padres que le han dado la vida. Los estudiantes habrán de reconocer que el cuerpo no es más que un reflejo del país. La sociedad se encuentra en un estado muy envilecido. Ha perdido su lustre lo sacro de nuestra cultura. Son los estudiantes los que deberán salir al frente para revitalizar la santidad del país.