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Discursos dados por Sai Baba

26. ../06/78 La buena salud representa nuestra mayor riqueza

La buena salud representa nuestra mayor riqueza

La buena salud representa nuestra mayor riqueza

Junio de 1978

Hasta no haber cruzado el río, tendrán necesidad de una barca.

Así también, hasta no haber alcanzado el destino divino,

les será necesario el cuerpo humano en cuanto vehículo.

Manténganse sanos, no coman alimentos impuros o sucios

como para perjudicar su salud.

¡Estudiantes!: Es lamentable si, después de haber logra do el sagrado nacimiento humano, no fueran capaces de llevar sus vidas por la senda correcta. Las gopikas eran puras y sus mentes eran sagradas y ellas se acostumbraron a adorar a Dios con un nombre y una forma. Prahlada también era puro y de mente sagrada y se acostumbró a adorar al Dios sin forma. Tanto las gopikas como Prahlada constituyen ejemplos ideales para estas dos sendas. Las personas que desean desarrollarse por la senda del Alma han de gozar de buena salud y el control de los alimentos es imprescindible para este propósito. Ingiriendo alimento limpio podemos tener una mente limpia y, a través de una mente limpia, podemos obtener una clara idea de la meta. Por medio de un concepto así de limpio del Alma seremos capaces de liberarnos de la ilusión o la maya. A través de este método se desatará el nudo que hay en nuestro corazón y esto es lo que constituye la base para lograr una Visión Divina. No hemos de pensar que es innecesaria la importancia que se le atribuye al aspecto del alimento. Para todos los tipos de Yoga: Niyama, Pranayama, Pratyahara, Samadhi, etc., la base más importante la constituye el tipo correcto de alimentación. Esprobable que les entren dudas respecto al por qué deberíamos darle tanta importancia a un asunto menor como es el de la ingestión del alimento, siendo que hay tantas otras cosas importantes. Sin haber purificado la mente, no podemos lograr ni lo más mínimo. Debido al alimento impuro que consumimos, exponemos a nuestro cuerpo a enfermedades innecesarias. En la Creación hay ochenta y cuatro cientos de miles de diferentes tipos de jivas (individuos); entre todos ellos, el hombre es el único que cocina su alimento antes de comerlo. Todos los demás tipos de seres vivientes comen su alimento en su forma natural, sin preparación. Ateniéndose al alimento natural, estos jivas fomentan su longevidad. Debido a que el hombre cocina su alimento antes de comer, destruye parcialmente la fuerza vital que éste contiene. Hay un ejemplo para ello. Cuando tomamos. algunas semillas y las ponemos en el suelo junto con algo de abono, conseguimos árboles. Pero si estas mismas semillas son hervidas y cocidas antes de ser puestas en el suelo, no obtendremos planta alguna. Esto significa que al freír o hervir las semillas, la fuerza vital sátvica que hay en ellas se destruirá. Al ingerir este tipo de alimento, el hombre queda expuesto a varios tipos de enfermedades. Se debe también a que coma este tipo de alimentos cocidos el que se haya distanciado de la disciplina espiritual. Debido a esto es que en los antiguos tiempos, los sabios y los devotos de Dios no comían sino alimentos crudos, en su forma natural. Por esta razón también se describe en los capítulos diecisiete y dieciocho del Bhagavad Gita al alimento sátvico como aquel que le ha sido ofrecido a Dios. Hacemos uso de los términos "alimento sátvico" para comunicar sentidos diferentes en distintas partes del mundo. Pensamos generalmente que constituyen alimento sátvico las frutas, la leche, los vegetales, etc., sin mucha sal o pimienta. Pensarlo es natural, pero así y todo, no hemos de ingerir demasiado de este tipo de alimento. Hemos de comer en cantidades limitadas, aunque se trate de alimentos sátvicos. Las bebidas alcohólicas y las carnes fomentan el rajo guna. El Bhagavad Gita nos ha enseñado que no hemos de comer sino alimentos sátvicos y en cantidades limitadas. Hay una inmensa cantidad de airea nuestro alrededor y sólo por tenerlo a nuestra disposición, ¿consumimos demasiado aire? Lo consumimos únicamente en la medida en que nos es necesario. Simplemente porque tenemos a disposición el sagrado Ganges, ello no implica que vayamos a consumir mucha de su agua: bebemos agua sólo en la cantidad limitada en que la necesitamos. Es así que los seres humanos consumen lo que requieren, pero cuando se trata de la cuestión de los alimentos, ¿por qué es que comemos demasiado y en cantidades excesivas? Si comemos más de lo que necesitamos, tendremos dificultades para digerir nuestro alimento. Para poder digerir una gran cantidad de alimentos, habremos de desperdiciar lamentablemente de dos a tres horas. Además, ello también implicaría que podríamos estar privando a alguien más de alimentos que probablemente necesite más que nosotros. De modo que estaríamos cometiendo dos injusticias. Sea como fuere, esta manera de comer puede acarrear una mala salud. Un consumo limitado de alimentos fomentará una mente clara y pura.

Llegamos ahora al alimento que ya le ha sido ofrecido a Dios. Ni la materia ni el alimento son creados por el hombre. La Creación entera es de propiedad del Señor y comer este alimento sin ofrecérselo, no significará sino ingratitud. Esto ha sido expresado en el capítulo quince del Gita al decir que el alimento ha de serle ofrecido al Señor antes de que uno lo coma. Se dice que Dios está presente en uno en la forma de Vysvanara y en quien consume el alimento. Si el alimento que se sirven se lo ofrecen en primera instancia al Señor, se convierte en alimento consagrado y toda imperfección que pueda contener será removida. De modo que decimos que una cantidad limitada de alimento y el alimento sátvico que se le haya ofrecido previamente a Dios, nos permitirá tener una mente limpia. Unicamente nuestra mente es la responsable tanto de nuestra atadura como de nuestra liberación, de modo que si promovemos una mente limpia, no tendremos problemas. Cada pequeña tarea que emprendemos dependerá de nuestra mente. Si hemos de alcanzar hasta nuestro destino, habremos de alcanzarlo a través de nuestra mente.

Cuando ingerimos nuestro alimento, lo hacemos con la lengua, pero tenemos también otros cuatro órganos sensoriales más. Pero pensamos que lo hacemos únicamente a través de la lengua y el paladar. Mucha gente se asombra de ver que surgen malos pensamientos en ella siendo que no consume sino alimento puro y sátvico. Hay algo en esto a lo que debemos prestarle bastante consideración. Nuestros cinco sentidos son el oído, el tacto, la vista, el gusto y el olfato. Cualquier cosa que ingiramos puede entrar en nuestro cuerpo por la vía de cualquiera de los órganos sensoriales, ya sea por las orejas, la piel, los ojos, la lengua o la nariz. De manera superficial pensamos que ingerimos alimento sólo a través del paladar y no pensamos en absoluto sobre el tipo de alimento que estamos consumiendo a través de los otros órganos. Cuando decimos que no hemos de aceptar sino alimento sátvico, se está haciendo referencia al que aceptamos a través de todos los órganos. Nuestros ojos no han de aceptar sino la visión que sea sagrada y sátvica. Debemos usar nuestros ojos sólo para ver la sagrada Creación del Señor. Sólo por el hecho de tener ojos, ello no significa que hemos de usarlos para verlo todo sin ningún control. Hay veces en que al mirar ciertas cosas puede suceder que los órganos dentro de nosotros se vuelvan incontrolables. Es por esto que los aspirantes espirituales han prescripto que hombres y mujeres no deberían mirarse mucho entre ellos, ya que esto no hará sino fomentar el rajo guna. Deberíamos usar nuestros ojos únicamente para mirar hacia las cosas sagradas. A esto se debe que las gopikas no se mostraran dispuestas a discutir mucho con Uddhava y que usaran a una abeja como intermediaria para hablar con él. Se preocupaban de que su mente podría distorsionarse si miraban y hablaban con Uddhava. Por esto adoptaron este procedimiento.

A continuación viene el proceso de escuchar o del alimento que ingerimos a través del oído. No hemos de dejarnos llevar por la tendencia de culpar a otros, de criticar y de prestarle oídos a cosas innecesarias. Todo ello constituye alimento impío. Tampoco deberemos escuchar cosas que tiendan a ridiculizar a otros. Deberemos estar preparados sólo para prestarle oídos a los sagrados pensamientos del Señor, y no estar dispuestos a escuchar los reproches y censuras que se dirijan hacia otros.

Luego viene el proceso del olfato, el alimento que ingerimos por la nariz. Sólo habrán de buscar los olores sagrados que sé asocian a los aspectos divinos. Un buen olor no significa tan sólo una fragancia o un perfume. El buen olor connota al olor sagrado asociado con lo Divino. Es así que a través de todos los órganos deberíamos tomar sólo cosas sagradas y puras. En seguida viene el tacto. Nuestros ancestros han prescripto que sólo ha de tomarse contacto con aspectos divinos. Cuando nos sentamos para practicar dhyana o meditación, usamos una pequeña plancha y nos instalamos sobre ella para que no haya contacto con la tierra. No nos es posible darnos cuenta de lo que sucede a través del contacto que existe entre nosotros y la tierra. Sólo los que no reconocen esta verdad buscan ridiculizar estos hábitos.

Hay un ejemplo para esto. Esta es una flor, y si la suelto, va a caer. ¿Qué es responsable de que caiga "hacia abajo"? Cae porque la tierra tiene el poder de atraer. Podemos ver la flor cuando la sujetamos en el aire. Podemos ver la tierra. Pero no podemos ver la fuerza de atracción que tira hacia abajo a la flor. Y no es sino ridículo que discutamos que la tierra no tiene poder de atracción, simplemente porque no seamos capaces de verlo. Así también hay varias clases de poderes de atracción en el aspecto de lo Divino. La Creación que vemos en torno nuestro posee la fuerza del sonido, la fuerza del movimiento, la fuerza de ser permanente y próspera, la fuerza de la maya y varias otras clases de fuerzas. Es por ello que se dice que cuando están en meditación, el cuerpo no debe estar en contacto con nadie más. También esto tiene otros sentidos. En donde haya suciedad y una atmósfera contaminada, habrá bacterias dañinas e inmundas, en tanto que en un lugar limpio y una atmósfera pura y positiva, habrá bacterias limpias. Cuando tocamos un cuerpo sucio existe la posibilidad de que tenga alguna enfermedad y que los gérmenes se pasen a nosotros. Además, ese cuerpo sucio e impío puede comunicarnos algo de su impureza. En este caso los cuerpos actúan como magnetos. Esta es la razón por la que los individuos que toman por la senda de la disciplina espiritual habrían de mantenerse alejados de entornos y objetos impuros. Es en este contexto también que nuestros antecesores aconsejaban ir a tocar los pies de personas santas y ancianas, como para que nos transmitan lo sagrado que contengan sus cuerpos. Así también, si tocaran un cuerpo impío, su impureza o impiedad puede introducirse en ustedes.

Sólo cuando restrinjan la absorción por parte de todos sus órganos a cosas sagradas, estarán ingiriendo realmente sólo alimento sátvico. Si ingirieran alimento sátvico a través de la boca en forma de frutas y leche, pero usaran los ojos para ver todas las cosas malas, de nada les serviría esta restricción parcial. A esto se debe el que las gopikas de antaño fomentaran el aspecto de la compañía de los buenos. Cada día solían reunirse en un satsang o una congregación de gente buena, para pasar el tiempo hablando sobre Krishna. Esto hace que se haya dicho que de estas reuniones extraerán buenas cualidades, de ellas conseguirán desapego y de éste, lograrán una mente firme y sin altibajos. Este es el tipo de alimento sátvico ingerido a través de todos los órganos que les será de abundante utilidad.

Mientras Chanda y Amarka atormentaban a Prahlada y le hablaban con palabras llenas de dureza, él estaba determinado a mantenerse ajeno a ellas. Prahlada no hacía sino pronunciar el sagrado Om Namo Narayana en voz tan alta que no llegaba a escuchar nada más. Cuando quedaba solo, Prahlada se solazaba mirando la exquisita belleza que contiene la Creación de Dios, pero cuando llegaban su padre o los gurús, cerraba los ojos. Incluso cuando su padre le hablaba, mantenía los ojos cerrados, porque temía que si lo miraba llegarían malas ideas hasta él. El significado del dicho sagrado: "Los pensamientos determinarán la acción", y el de "Si se albergan ideas divinas uno se fundirá en Brahmán", representan algo muy importante. Después de haber sido muerto Hiranyakashyapa y al disponerse el Señor Narasimha a partir, Prahlada temblaba. El Señor Narasimha le preguntó si temblaba por la aterradora y extraña apariencia de Dios, a lo que Prahlada le respondió que en ningún momento podía sentir temor de mirar el bello rostro de Dios ni de escuchar su hermosa voz. Señaló que nada le haría sentir miedo ante la presencia de Dios. Dijo, sin embargo, que sentía inquietud ante la posibilidad de que Dios se marchara después de haberle concedido una visión sagrada y que debiera, entonces, quedar abandonado en la tierra. Prahlada declaró que no podía vivir en el mundo ni por un momento sin el Señor y que esto le estaba causando mucho temor.

Al reconocer la inmensa santidad que encierra la Visión de Dios, Su contacto y Sus palabras, habríamos de decidir no aceptar sino alimento sagrado a través de los cinco órganos sensoriales. Puede ser que en esto haya mucha gente que dude respecto de qué es alimento sagrado y sátvico. Explicaré este aspecto. Algunos piensan que es bueno comer una banana o una nuez de coco. Ni la nuez de coco ni la banana son malos en nada. Nuestros ancestros consideraban a la nuez de coco como alimento sagrado. Cuando miramos una nuez de coco, gradualmente nos hará recordar nuestra propia cabeza. También tiene dos ojos y una boca, como asimismo un mechón de pelo. Algunos piensan que es una forma de Shiva, porque tiene tres ojos. De hecho, en ciertos festivales se decora una nuez de coco y la gente lleva a cabo ofrendas ante ella. ¿Por qué razón le damos tanta importancia a una nuez de coco? Resulta útil examinar esto, incluso en un sentido mundano. Hay médicos que han examinado la nuez de coco y han llegado a la conclusión de que tiene constituyentes muy valiosos. Se señala que este fruto tiene cerca de un 57% de grasas, 15% de almidón, otro 15% de sustancia acuosa y 7 u 8% de materia sólida. El 8% restante es la pulpa. Los sabios creían que era un fruto muy sagrado. También un coco verde es un fruto sagrado. Cualquier cosa que comamos, que no contenga mucha sal, ají o ácido, puede ser descripto como alimento sátvico, siempre que lo ingiramos en proporciones adecuadas. Las proporciones adecuadas son de dos partes de alimento sólido, una parte de líquido y una parte de aire. Esta clase de alimento nos ayudará mucho en nuestra disciplina espiritual y nos mantendrá la buena salud. En este contexto es que se dice que la salud representa la verdadera riqueza. Un cuerpo saludable tendrá una mente saludable. El hombre, no obstante, no acepta estos buenos principios hoy en día y se convierte en víctima de muchas enfermedades y perjuicios.

Un individuo que quiera alcanzar la autorrealización y lograr la Visión del Señor, habrá de empezar por desechar el oír mal, ver mal y comer mal. Desde el momento en que lo haga, se habrá acercado a su objetivo. Es así que deben empeñarse por eliminar los defectos que tengan. Un pecado no cambiará nunca, pero un pecador sí puede cambiar. Las malas cualidades les están causando mucho daño. Han de empeñarse en producir un cambio en la sociedad que les rodea. Los jóvenes como ustedes tienen la capacidad y la energía como para conseguir muchas grandes cosas. Deben realizar las prácticas espirituales para fomentar vuestra riqueza tanto espiritual como mental. También han de tratar de controlar las malas acciones que emanan de la sociedad. Primero habrán de rectificarse a sí mismos, para tratar luego de rectificar a la sociedad alrededor vuestro. Muchas de nuestras Escrituras nos han enseñado que el buen tipo de alimento es esencial. Para simplemente aliviar el hambre que sientan o para llenar el canasto del estómago no habrían de comer cualquier cosa que vean y en cualquier parte adonde les lleven los pies. Incluso si implica alguna molestia, deben ir en busca de alimento bueno y limpio. Los jóvenes de hoy, empero, carecen pie esta paciencia. Y no necesitamos exagerar porque hasta si el café al que están habituados se demora, aunque sea unos minutos, se sienten muy irritados y excitados. Deberán hacer un intento por liberarse de estas flaquezas. Si no pueden controlar sus acciones mientras son jóvenes, menos lo podrán hacer cuando se hagan viejos. Mientras uno es joven y fuerte, debe tratar de controlar los órganos. Esta es la senda correcta que habrán de adoptar. Habrán de emprender las acciones con el pensamiento puesto en Dios. Es mi esperanza que sean capaces de tomar por tan sagrado camino y de llevar una buena vida.