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Discursos dados por Sai Baba

19. ../06/78 La educación debe fomentar la humildad en la persona instruida

La educación debe fomentar la humildad en la persona instruida

La educación debe fomentar la humildad en la persona instruida

Junio de 1978

Si uno puede eliminar sus bajos deseos, ello se convertirá

en verdadero Yoga. Renunciar a nuestras propiedades,

nuestra mujer e hijos y aislarse en la selva

no podrá convertirse en Yoga.

Este dicho de Sai indica la senda correcta.

¡Encarnaciones del Amor Divino!: Puesto que estamos empapados en la ilusión y la oscuridad, es deber del hombre tratar de salir de ello y lograr la visión de lo Divino. El hombre tiene el derecho de adquirir Sat, Chit y Ananda (Ser, Conciencia y Bienaventuranza). Pero este ser humano que tiene el derecho de lograr Sat, Chit y Ananda, desconoce este derecho suyo a la Bienaventuranza y piensa que es una persona común. El hombre no es simplemente material. La materia ha de estar sometida al hombre, y no él sometido a la materia. El hombre no habría de convertirse en parte de la actividad en torno suyo como si fuera un prisionero. A1 desechar los deseos bajos y tomando por una senda sagrada el hombre puede llegar a entender la Divinidad. Este es su quehacer adecuado. Para todo lo que sucede a nuestro alrededor debe haber alguien que sea el sujeto. Todas las sustancias elementales en el mundo llevan a cabo su labor gracias al Sankalpa (Voluntad Divina) de esta causa básica. No tenemos otra misión que la de amar al Paramatma (Ser Supremo), la base misma para todo lo que vemos a nuestro alrededor. El es el único al que deberíamos amar verdaderamente. Tanto gopalas como gopikas nos han estado enseñando esta lección.

La cultura de Bharat le ha enseñado a toda la humanidad que su deber es el de avanzar de la falsedad hacia la Verdad y no de la Verdad hacia la falsedad. Es en este contexto que las Upanishads nos han enseñado que deberíamos buscar la Verdad. Por el hecho de que el hombre vive en la ilusión de la creación, no debería pensar simplemente que todo esto es falso y por ello volverle las espaldas a la vida. Del mismo modo en que una burbuja de agua surge del agua misma, sobrevive en ella y, finalmente, se funde con el agua que es su fuente, así también deberá, finalmente, fundirse en el Alma la naturaleza humana que proviene del Alma y sobrevive gracias a ella. Las ilusiones de las que sufre el hombre son creadas por el hombre mismo. No les son naturales al hombre. El hombre piensa que vive en una ilusión. Cuando sostengo una flor fragante en mi mano, ella no solamente me entrega a mí su fragancia, sino a todos los que se encuentran cerca. Así también, si sostuviera en la mano algo maloliente, el hedor no sólo llegará hasta mí, sino a todos los que me rodeen. Esto debería hacernos notar que tanto lo bueno como lo malo no representa sino un reflejo de nuestra propia mente. De aquí proviene que se diga "la mente del hombre es la única responsable ya sea de su servidumbre, ya sea de su libertad". Si lanzamos una piedra al agua, ella se hundirá hasta el fondo, como si el agua se abriera para ella. Además, al golpear la piedra la superficie del agua se generará una serie de ondas. Estas ondas se irán expandiendo y llegarán hasta todas las riberas. Así también, cuando dejamos caer un pensamiento en nuestra mente, las buenas o malas ideas que se generen se expandirán por todo nuestro cuerpo. El pensamiento que haya generado estas ideas en el estanque de vuestra mente podrá extenderse hasta vuestra mano y hacer que realice algo malo. Puede llegar hasta vuestros ojos y hacerlos ver malas cosas. Puede llegar hasta vuestras piernas y hacer que les lleven hacia un lugar impropio. Emprenderemos buenas o malas acciones, dependiendo de la naturaleza de nuestros pensamientos. Aquel individuo que pueda lograr que su mente quede libre de malos pensamientos será siempre una persona liberada. En cualquier actividad que haga esta persona y dondequiera que vaya, estará acompañada por la Divinidad, la que velará porque tenga éxito. Esta persona no pensará en absoluto en los frutos de su trabajo. Siempre pensará que no es sino su deber el llevar a cabo un buen trabajo. Sus pensamientos serán de una índole tal como para emprender solamente trabajos buenos y sagrados.

Los gopalas y las gopikas mostraron cómo puede uno introducir el aspecto de la Divinidad en todas sus tareas diarias. Los gopalas habían visto a Krishna desde niños y habían podido ver que realizaba cosas que se ubican mucho más allá de la capacidad de un ser humano común. En este contexto le adoraban. Pese a llevar en sus mentes la clara noción de que Krishna era Divino, a veces imaginaban, debido a sus relaciones personales, que era su amigo y uno más de ellos. Esta era la forma en que Krishna jugaba con gopalas y gopikas, dándoles placer. En una ocasión, le pidió permiso a Yasoda para acompañar a los gopalas para llevar a pacer a las vacas. La madre le señaló que era aún muy niño y muy tierno, tratando de disuadirle. Krishna se puso obstinado y dijo que no probaría la comida. Frente a esta actitud terca suya, accedió a dejarle ir. Sin embargo, indicó que le haría preparar un calzado apropiado, ya que la selva estaba llena de serpientes, espinas y escorpiones, de modo que pudiera ir dos días después. Krishna no lo aceptó y arguyó que, después de todo, las vacas y los terneros pasaban por la misma selva sin ninguna protección especial para sus patas, por lo cual El también iría descalzo. Yasoda le contestó que ellos eran animales, en tanto que El era un niño e insistió en que debía usar zapatos. Krishna encontró aquí una buena oportunidad para enseñar una buena lección. Indicó que no era justo pensar que todo lo que se mueve en dos piernas es humano y lo que se mueve en cuatro, animal. Comenzó a explicar el origen de la palabra "pasu" y que cualquiera que sólo tuviera la visión externa podía ser tratado como un animal, en tanto que quien tuviera la visión vuelta hacia adentro es un verdadero ser humano. Que ya se tratara de un animal o de un ser humano, si poseía sólo la visión externa no sería sino un animal. Mucha gente es como los cuervos, quieren sólo entender lo que hay afuera, no quieren saber lo que es la visión interna. Siempre quieren gozar de las comodidades mundanas, y son pocos los que hacen un esfuerzo por lograr la Paz interior, y por consiguiente, por llevar una vida llena de dicha. Krishna contradijo a su madre, diciendo que estas vacas eran mejores que la mayoría de los seres humanos que se comportaban como animales. Los animales están llenos de Amor. No hay egoísmo en ellos y siempre llevan una vida llena de sacrificios. La leche, destinada en realidad a los terneros, se les da a los seres humanos para proveerles de energía y alimento. Los seres humanos emplean el pasto y la paja para alimentar al ganado y, a cambio, el ganado les entrega la sagrada leche para su uso. El ganado acepta algo inútil y devuelve valiosa leche. De manera contrastante, los seres humanos aceptan y consumen buenas cosas y, a cambio, hacen cosas malas. Habríamos de examinar cuidadosamente esto para determinar quién es realmente el animal.

Si, de vez en cuando, le dan una pequeña cantidad de alimento a un animal, éste siempre les demostrará afecto y gratitud. El hombre no muestra esta gratitud, ni siquiera cuando recibe algo muy valioso. Usando estos argumentos, Krishna dijo que debía ir con las vacas. Dándose cuenta de que no podía hacer cambiar de idea a Krishna, Yasoda accedió a que fuera y, muy temprano a la mañana siguiente, preparó algo de arroz, requesón y encurtidos para alimento de Krishna. Krishna y los muchachos vaqueros partieron hacia las praderas, jugando y cantando felices. Las vacas los seguían contentas y también los terneros las seguían al igual que siguen los niños a sus madres. Y en medio del general contento, no se dieron cuenta hacia dónde iban. Se perdieron y se internaron muy adentro en la selva. Para comer se detuvieron a la orilla de un río y abrieron sus respectivos paquetes en los que llevaban los alimentos. Para demostrar la unidad de todos los gopalas, Krishna reunió todos los paquetes y juntó todos los alimentos que contenían, para dividir el total, luego, en tantas porciones como miembros había en el grupo. La comida fue distribuida en partes iguales entre todos los gopalas. Todos comieron con gusto los alimentos que había distribuido la Divina mano. Decimos que por medio de la Visión del Señor, quedarán libres de sus pecados; hablando con el Señor, alcanzarán la Liberación y la salvación. Y aquí, los gopalas no sólo habían sido capaces de alcanzar la Visión del Señor, sino también de hablar con El y tocarle. Después de haber comido, comenzaron a jugar a las escondidas. Durante el juego, todos los gopalas fueron descubiertos, pero a Krishna no le encontró nadie. Resulta fácil apresar a los ladrones individuales, pero es muy difícil coger al cabecilla. Muchas veces habrán escuchado la descripción del Señor en cuanto Aquel que es el gran ladrón de los corazones de sus devotos. Este gran ladrón puede ser encontrado únicamente por el que tenga un Amor Puro y Sagrado. Mientras jugaban los gopalas con Krishna, hasta los dioses observaban el juego. ¡Quién puede lograr tan afortunada experiencia como la de jugar con el Señor! Y así jugaron hasta el cansancio. Los gopalas pensaron que Yasoda podía sentirse molesta si Krishna se cansaba. Uno de ellos extendió una toalla y Krishna descansó apoyando su cabeza en su regazo. Los demás se sintieron envidiosos. Se acercaron a Krishna y le pidieron que después de ese día, había de descansar apoyando su cabeza por turno en cada uno de ellos. Otro se adelantó para decir que la equidad no consistía tan sólo en repartir equitativamente los alimentos e indicó que también este otro placer había de ser repartido entre todos por igual. Y de este modo fue pasando el tiempo y pasó también la hora en que normalmente habían de retornar a casa. Como ya habían digerido lo comido, comenzaron a sentir hambre y se reunieron en torno de Krishna para decirle que estaban hambrientos. Krishna cerró los ojos por un momento y luego dijo que a corta distancia de allí los brahmines estaban celebrando una ofrenda, y le indicó a uno de los mayores entre los gopalas llegar hasta allá y conseguir algo de comida. Acompañado por otros, el elegido fue a pedir comida. Los celebrantes se sintieron molestos y les dijeron a los gopalas que se marcharan, rehusándose a darles algo de comer, con el pretexto de que no habían completado aún las ofrendas al Señor. Ahuyentaron a los gopalas diciendo que no podían darles nada de comida antes de terminar con la ofrenda ceremonial. Estos volvieron corriendo adonde estaba Krishna, le relataron lo sucedido y le preguntaron qué podían hacer. Krishna se echó a reír y les indicó que volvieran al mismo sitio. Les dijo que las mujeres, que saben más acerca del acicate del hambre, eran las que estaban cocinando y que ayudarían si se dirigían directamente a ellas. Los gopalas estaban acostumbrados a obedecer y acatar implícitamente las órdenes de Krishna, de modo que corrieron de regreso, dirigiéndose a la cocina para hablar con las mujeres.

Llegados allá, le dijeron a las mujeres que Krishna les había enviado a buscar alimento. La sola mención del nombre de Krishna derritió sus corazones y quisieron saber dónde se encontraba y a qué "lilas" se estaba dedicando. Cuando se les dijo que estaba muy cerca de allí, procedieron a reunir rápidamente algunos alimentos y fueron hacia donde estaba Krishna. Los celebrantes, en tanto, terminaron con los rituales y como era el momento de hacer la ofrenda ceremonial del prasad (alimento consagrado) al Señor, se dirigieron a la cocina para buscar los alimentos, pero no encontraron nada. Ni siquiera encontraron a las mujeres en la cocina. Cuando salieron a buscarlas, encontraron a Krishna sentado bajo un árbol, disfrutando de la comida que le servían las mujeres. Se dice que, en tanto que las mujeres son devotas, los hombres no son más que sabios. Esta declaración tiene un significado interno. Este es el motivo por el cual las mujeres obtienen el derecho a entrar en la mansión en la que reside el Paramatma (Ser Supremo). Los hombres que exhiben su Sabiduría, pueden entrar y llegar tan sólo hasta los pies del Señor cuando éste está en su trono. No pueden ir más allá. Podemos observar en esta situación que fue creada por Krishna únicamente para poder mostrarle al mundo la confrontación entre la fuerza de la devoción simple y sin sofisticaciones y la fuerza de la Sabiduría. Cada vez que queremos entrar a alguna reunión sagrada o algún templo, siempre va la mujer adelante. Si observamos en el Bhagavata o Bharata, por ejemplo, vemos que es siempre una mujer la que lleva al hombre a la senda de la espiritualidad. Los corazones de nuestras mujeres son tradicionalmente muy tiernos. Es por eso que se dice en el Bhagavad Gita que no habríamos de permitir que una mujer derrame lágrimas de pesar. En un hogar en que se le haga sentir tal tristeza a una mujer, como para que llore de pesar, nunca habrá prosperidad. Esto ha sido declarado por los Vedas y en ellos también se ha colocado sobre un muy alto pedestal el aspecto de la maternidad. Cuando uno se hiere, grita "¡Amma!" (mamá), y no "¡Appa!" (papá). Incluso al país se le llama "Madre Patria". Decimos: "Matru Devo Bhava, Pitru Devo Bhava" y no al revés: la madre viene en primer lugar. Decimos Sita Rama y no Rama Sita o, similarmente, Parvati Parameswara y no Parameswara Parvati. De este modo, tanto el Bhagavad Gita, los Vedas y todos los textos sagrados siempre le han dado un lugar preeminente a la mujer. Es por ello que, en una mujer, el Ser Supremo se encuentra con siete tipos de fuerzas y con dieciséis kalas (fragmentos de tiempo) diferentes. Gracias a este divino contenido, la mujer puede emprender con facilidad la senda de la espiritualidad. Para mostrarle al mundo esta ejemplar conducta de la mujer se le dio un papel tan prominente a las gopikas. Para un ser humano no hay, en verdad, una propiedad tan valiosa como las de la fe y la devoción. Cualquiera sea la educación que posean y cualquiera la riqueza material que tengan, ellas no serán más que un desperdicio si no poseen la Gracia del Señor.

La gente necia persigue las cosas no permanentes y transitorias del mundo y se olvidan de los aspectos divinos. Toda la educación que reciben hoy día parece ser útil tan sólo para que puedan alimentarse y ganarse la vida. El hombre sólo busca llenar su estómago. Las personas están viviendo como animales sin prestarle ninguna atención a los requerimientos de una conducta moral. Se muestran dispuestas a vender honor y reputación por conseguir riqueza material. ¡Estudiantes!: El dinero viene y se va, la moralidad llega y crece. ¡De qué sirve adquirir bienes y dinero! De nada les ayuda. ¡Estudiantes!: No deben vivir como los animales, como perros y zorros. Deben vivir una vida sagrada. La calidad de una buena y correcta educación estriba en el respeto a sus mayores y en que sus amigos les respeten a ustedes. La educación debería fomentar la humildad. En base a la humildad lograrán merecimientos y por estos merecimientos conseguirán la riqueza que habrán de utilizar para propagar el Dharma (la Rectitud). La educación debería hacerles adquirir buenas cualidades. Si la educación no les hiciera llevar una vida buena y dhármica, la persona así educada sería peor que un animal. Si tienen riquezas y las emplean bien ayudando a otros, serán buenas personas. Incluso los individuos que sean fuertes físicamente no se convertirán en seres humanos integrales si no son buenas personas. Pueden pasarse todo el tiempo leyendo los Vedas y haciendo japa (repetición del Nombre del Señor), pero ello no les llevará al nivel de verdaderos devotos. Lo único que puede unir a la gente es el sagrado sentimiento de la unidad. Un ser humano que no tenga fe ni credo es peor que un animal. ¿Para qué vivimos? ¿Para qué hemos venido y qué es lo que buscamos? ¿No es cierto que los animales también comen y duermen? ¿Para qué adquirimos diplomas universitarios? ¿Será sólo para comer y para dormir? No se dejen llevar por la orgullosa idea de que la educación no está sino para adquirir títulos. No adquieran títulos sólo en pro de convertirse en esclavos. La verdadera educación está destinada a otorgarle paz al país. Por medio de vuestra educación habrán de servir a la comunidad y hacer felices a quienes les rodeen. Si quieren hacer el bien a la sociedad y a la gente alrededor de ustedes, lo más importante es llegar a tener una mente sagrada y devota.

¡Encarnaciones del Alma Sagrada! ¡Niños y niñas!: Han estado oyendo acerca del sagrado texto del Bhagavata durante los últimos veinte días. Espero que sean capaces de llevar a la práctica al menos algunas de las cosas que han aprendido aquí y que le confieran gloria a vuestro país.