.



 

Discursos dados por Sai Baba

17. ../05/77 Salgan a tiempo, conduzcan con cuidado, lleguen a salvo

Salgan a tiempo, conduzcan con cuidado, lleguen a salvo

Salgan a tiempo, conduzcan con cuidado, lleguen a salvo

Mayo de 1977

En un comienzo las hormigas blancas aparecen poco a poco y se desarrollan lentamente. No obstante, en poco tiempo, todo el tronco habrá sido comido por completo.

De manera similar, las malas cualidades aparecen poco a poco, pero al poco tiempo destruirán por completo al individuo.

Estudiantes: Es muy necesario que controlen su mente. El hombre ha de renunciar a compararse con otros.

Las manecillas del reloj se mueven continuamente y podemos escuchar su sonido que se mantiene en forma continua. Entre un tic y el otro se produce un intervalo. La vida del hombre también es como este intervalo. A través de su corazón y de sus vasos sanguíneos late su corriente de vida, pero este latir llegará a su fin algún día. Es cierto que el nacer va seguido del morir y la muerte es seguida nuevamente por el nacer y así de manera continua. Hemos de empeñarnos en entender el secreto de esta vida. Al igual que el hombre que nada va avanzando por las aguas de un río, nosotros hemos de olvidarnos de las experiencias por las que hemos pasado antes y seguir hacia adelante. El nadador avanzará solamente si lanza hacia atrás el agua que está por delante de él; si no lo hace se quedará estacionado. A1 igual que en esta analogía, el hombre podrá avanzar sólo si trata de lanzar hacia atrás la experiencia por la que ha pasado. Si uno avanza por esta senda, se encontrará con que en la vida del hombre no hay lugar para enojos, no hay lugar para envidias y así su vida avanzará placentera. Debido a que el hombre quiere volver a pasar por la misma experiencia vivida anteriormente, ingresa en la región del odio, porque acumula muchos apegos en torno de sí. Si el hombre se esfuerza por entender su propia naturaleza y hace la comparación entre el reloj y su corazón, le será posible experimentar la Verdad. Pero si incluso después de experimentar tantas cosas no llega a entender su propia naturaleza, se sentirá muy infeliz. Desea estar siempre feliz, pero no se plantea la pregunta si uno puede ser feliz en este mundo. El hombre muestra una gran dedicación en cuanto a reunir, adquirir y amasar riquezas, pero no muestra el mismo esfuerzo en cuanto a renunciar y a sacrificar algo. Pero una vez que el hombre pueda desarrollar la fe en dar y en compartir las cosas, en renunciar y sacrificarse, disfrutará de su vida. Si desea realmente Paz y Felicidad, deberá estar preparado para renunciar. Los Vedas nos han dicho que lo que no pueda adquirirse por medio del trabajo duro, por medio del estudio o a través de otros medios, podrá ser adquirido únicamente a través del sacrificio. Pero hemos de entender el sentido interno de este sacrificio.

Si los alimentos que ingerimos no son excretados ni eliminados, nuestra salud se resentirá. Si la sangre no se mantiene en movimiento sino que se queda en un solo lugar, se formará un edema. Es necesario que reconozcamos la felicidad que contiene el espíritu de sacrificio. El hombre, no obstante, quiere repetir una y otra vez la misma experiencia antes de aprender la lección que implica y, por causa de estos deseos equivocados, se ha vuelto tan desgraciado que ni siquiera puede alcanzar una muerte apacible, para no hablar de una vida apacible. Si desea llevar una vida llena de Paz, habrá de darse cuenta de la importancia del sacrificio. La verdad que encierra la declaración de que la inmortalidad se puede obtener únicamente a través del sacrificio, debería ser muy bien entendida.

En nuestra vida diaria exhibimos toda una serie de malas cualidades como la ira, la envidia y el compararnos con otros. Ellas habrán de ser desechadas y sacrificadas. Se debió a que Ravana poseía estas cualidades contrarias a las metas de la vida humana que se convirtió en demonio. Ravana pudo haber sido un devoto, pudo haber sido una persona muy erudita, pero a pesar de ello, por ir en contra de las metas de la vida humana y tener cuatro malas cualidades, se convirtió en un pecador. Para este tipo de seres, todo lo que puedan predicarles sobre la Rectitud les parecerá equivocado.

Ravana era el hijo de Brahma, tenía grandes cualidades, era un gran devoto, se ganó la Gracia de Dios gracias a sus penitencias y, pese a todo ello, no tenía paz y no logró tener un buen final. Pudo invadir la ciudad de Kubera, derrotarlo y llevarse el Pushpaka Vimana. Esto demuestra que estaba en él el defecto de la envidia. No podía soportar el que Kubera fuera más grande que él. También invadió la ciudad de Mayura, su suegro; lo derrotó, le arrebató todos sus servidores y anexó esta ciudad que era la principal de Lanka, a la suya. Habrá que reconocer aquí que si uno le abre camino a estos defectos para desarrollarse, aunque comiencen siendo pequeños, terminarán destruyendo toda su vida, al igual que las hormigas blancas. A veces, llevados por la debilidad o por los impulsos, hacemos cosas indebidas y al final uno tendrá que arrepentirse.

En la historia del Ramayana, Ravana le da una lección a todo el mundo demostrando que no hay que tener los defectos que él tenía. Era una persona malvada y echaba mano a muchos embustes. Decía falsedades, y así fue que le dijo a Rama que le traía la cabeza de Sita, siendo que sólo traía una cabeza suya artificialmente creada, un engaño. Le dijo que había matado a Sita y traído su cabeza. Como Rama era Omnisciente se dio cuenta de que se trataba de un truco y le dijo a Ravana que no podía.ser verdad. También recurrió al truco de llevarle una cabeza dé Rama a Sita y decirle que lo había matado.

Ravana no podía soportar la felicidad de otros. La naturaleza humana normal sería la de sentirse feliz ante la felicidad de otros. Hay muchos en el mundo que, al igual que Ravana, ponen mucho interés en cualquier cosa feliz que le caiga en suerte a otros y no soportan verles felices.

Las Eras han ido pasando, los mundos han cambiado, los tiempos han cambiado, pero no se han modificado ni las ideas ni el comportamiento de los individuos. Aunque no fuera sino una idea o un pensamiento los que cambien, podríamos aceptar esta tendencia como una tendencia sagrada. En el Kali Yuga, la Era en la cual vivimos, existen muchos Maestros espirituales, muchos grupos, muchas organizaciones, muchos ideales y muchas religiones que están predicando la necesidad de un cambio. Si pese a todo ello, a escucharlo y a leerlo, la conducta y la mente de uno no cambian ni un ápice, ello significa simplemente que el estancamiento es el resultado de nuestro Janmantara Karma.

Ravana tenía un Maestro llamado Sankaracharya quien le enseñó la conducta apropiada para un rey. Así, Ravana adquirió pericia en todos los diferentes tipos de acción. Sus guerreros y los jefes de su ejército eran todos muy fuertes y expertos en el arte de la guerra. Su mujer era una dama llena de virtudes y de gran bondad. Pese al hecho de haber tenido tan buen preceptor, tan buena mujer y tan fuerte ejército, Ravana no cambió sus métodos, y esto significa simplemente que su actuar era el resultado de su karma generado en nacimientos anteriores. Llevaba una vida disparatada. En su necedad, se negaba a aceptar ningún consejo de nadie. Esta necedad es uno de los grandes enemigos del ser humano. Es también un aspecto que hemos de eliminar de nosotros. En ciertas ocasiones Ravana solía aparecer como una persona buena y pura; en otras, como una persona inocente. A veces, pretendía demostrar ser un gran devoto. Pero en realidad, no hay nadie más grande que él en cuanto a maldad. No vacilaba siquiera en herir a su propia mujer o a su hijo. Vibhishana, su hermano, era una persona pura; sin embargo, Ravana no mostraba bondad hacia él, simplemente lo expulsó. La mujer de Vibhishana tocó los pies de Ravana y le rogó en todos los tonos que salvara a Vibhishana. Ella, por ser la mujer de su hermano, debería haber sido como una hija para él, pero le creó múltiples dificultades. El sentido de todas estas cosas, es que hemos de pensar que Ravana no era más que una persona con ese nombre. Los defectos y las crueles ideas que también existen en nosotros, están simbolizadas en el aspecto de Ravana. Lo bueno en nosotros está simbolizado por Rama. Sólo cuando podemos llegar a que estos dos aspectos se confronten y que Rama derrote a Ravana, podemos imaginar que es posible la coronación de Rama dentro de nosotros y que ella se ha efectuado.

No tenemos que imaginar que Ravana no era más que una persona o personaje dentro de la historia del Ramayana. Toda nuestra vida es un Ramayana. Nuestro corazón representa el lugar de encuentro entre el bien y el mal. Sin que haya algo de mal no podría existir el bien. Sin embargo, debido a la presencia de ambos, el mal tratará de suprimir hasta donde pueda al bien, y debemos realizar un esfuerzo para velar porque el bien en nosotros no sea suprimido de este modo.

Cada día están oyendo toda una serie de buenos discursos. Los que los dictan, los entregan con un corazón puro y aquellos de ustedes que los reciben, lo hacen con buenos y tiernos corazones. ¿Cuál será el resultado de todo esto? A1 plantear esta pregunta, uno no encuentra una buena respuesta para ella. Durante el período en que le prestan oídos a estos discursos, ellos se ven muy bien y son atrayentes. Pero una vez que salen y ya no siguen escuchándolos, dejan de interesarles y no quieren ponerlos en práctica. Unicamente cuando hemos podido digerir el alimento que hayamos ingerido un día, podremos volver a comer al día siguiente. Si comieran algo hoy y no lo digirieran, estarían sufriendo de indigestión. Del mismo modo en que digerimos el alimento el mismo día que lo ingerimos, así también deberían absorber y poner en práctica en el mismo día aquellas ideas a las que les hayan prestado oídos. Sólo por este camino podrán tener la posibilidad de contar con un cuerpo y una mente que sean fuertes y resistentes.

Estudiantes: En este contexto, la historia del Ramayana que están escuchando a diario y los personajes ideales que aparecen en ella les ofrecen ejemplos importantes y deberían tratar de llevarlos a la práctica. Sólo así se cumplirá el propósito para el cual han venido a asistir por todo un mes a estas clases de verano en Brindavan. Todo lo que se oiga y se absorba habrá de ser practicado. Todo lo que ya haya sucedido y se haya convertido en pasado habrá de ser olvidado. No deben seguir cargándolo con ustedes. No deben usar sus pensamientos y perder su tiempo en cosas que ya han pasado. Solamente aquellas que representan ideales habrán de ser recordadas como tales y mantenidas a lo largo de toda la vida.

Los dolores y pesares que aparecen durante la vida diaria de uno, deben ser olvidados y habrán de dejarlos atrás. Cuando se empeñen en llevar este tipo de vida, sólo entonces les resultará fructífera. Nuestras excitaciones y agitaciones habrán de ser suprimidas en primera instancia. Una vez que vuestro corazón esté libre de excitaciones y agitaciones podrán entrar en él los ideales que se han levantado ante ustedes. Ya les había señalado que cuando la cabeza está llena de toda una variedad de cosas, no queda espacio en ella para poner algo más. Cuando está libre, hay algunas cosas buenas que tendrán cabida. De manera similar, si vuestro corazón estuviera ya lleno de ideas, ¿de qué ideales podríamos proveerles si no queda espacio? Si hubiera malas ideas en ustedes y vuestros oídos siguieran escuchando constantemente malas cosas, la mente terminaría llenándose de ellas, y la Rectitud ni siquiera puede aproximarse a gente así. Si realmente desearan que la Rectitud y Dios entren en vuestro corazón, habrán de velar porque no .esté ya completo con malas ideas. En donde se encuentre la Acción Correcta, Dios estará presente. En tanto que donde no haya Rectitud, estará presente el demonio. No hemos de dejarle espacio libre. Hemos de hacernos merecedores de la Gracia de Dios. Lo que hayamos aprendido del Ramayana y de los personajes ideales que aparecen en la historia nos debería permitir tomar por una senda correcta en la vida, como ejemplo para otros. Para todo esto, la devoción es esencial. Si carecieran de devoción, no les será posible lograr nada, ni tendrán el derecho de lograr nada.

Cualquier Veda que podamos estudiar, cualquier Sastra o Purana que podamos leer, no tendrá validez hasta que entendamos el aspecto del Amor que todos ellos encierran y así tendremos el derecho a ser merecedores de la Gracia de Dios.

Cuando Vibhishana llegó hasta los pies de Rama y pidió que se le permitiera rendirse, Rama le hizo notar a quienes le acompañaban, que eran Sugriva, Angada y Jambavan, que Vibhishana venía desde lejos, proclamando ya que venía con el propósito de rendirse ante Ramachandra y, por lo tanto, sin importar quién era ni cuáles fueran sus motivos, era su deber protegerlo, puesto que venía a rendirse. Una vez que han decidido y que digan que pertenecen al Señor, entonces, sin que importe quiénes son ni de dónde vienen, el resultado es que el Señor es vuestro. Entonces, Sugriva le preguntó si Ravana mismo llegara y pidiera perdón, ¿actuaría Rama igual? Rama le contestó que si Ravana fuera a tener tan buena idea, era seguro que le perdonaría y le haría rey de la misma Ayodhya. En lo que concierne a nosotros, es totalmente equivocado pensar que la rendición o la entrega es apropiada tan sólo para ancianos, pero que no es algo que le ataña a jóvenes estudiantes. Es ésta justamente la edad apropiada para que se rindan ante Dios. Así, podrán alcanzar grandes cosas cuando se hagan mayores, con la Gracia de Dios.

Veamos una pequeña historia. Marido y mujer de una familia cumplían con sus deberes caseros de manera normal, y también con sus obligaciones en este mundo. Ella se levantaba temprano, le rezaba al Señor, llevaba a cabo su veneración al Señor de varias maneras y le servía a su marido atendiendo a todo lo que necesitara. El no tenía tan buenos hábitos. Se levantaba tarde, tomaba su desayuno sin lavarse y se iba a la oficina, cumplía con su trabajo y, pensando siempre que el deber es Dios, no creía que hubiera necesidad de culto devocional alguno. La mujer, por su parte, al orar cada día, le pedía al Señor que de alguna manera le otorgara algo de fe y devoción a su marido y que le hiciera pronunciar el nombre del Señor, al menos ocasionalmente. Un buen día en que el marido se encontraba de buen ánimo, ella le habló para señalarle que la vida era algo muy sagrado, pero que ellos estaban viviendo como animales. Le pidió si no podía pensar, al menos una vez al día, en el Señor. Agregó que la vida humana no era necesaria tan sólo para ganarse la vida. Le expresó también que los animales o los pájaros no necesitan educarse o ir a la universidad para poder vivir y conseguir su alimento. Le dijo que el nacimiento humano tiene por finalidad la promoción de la devoción y le rogó que cambiara su modo de vida. A1 marido no le gustó nada lo que estaba oyendo y le dijo a su esposa, que era una mujer inocente:. "¿Piensas que no tengo devoción? Siento una gran devoción por Dios, pero mientras trabajo no tengo tiempo libre para pensar en El. Después que me retire, después que los niños se hayan casado y se establezcan, comenzaré a pensar en Dios". Ella se dijo que no valía la pena hablar con una persona tan necia y se quedó en silencio, pensando en el Señor. Una semana más tardé el marido cayó gravemente enfermo. La mujer llamó al médico y le dio sus medicamentos al marido, de modo que después de algunos días, la enfermedad se hizo menos virulenta. Algunos días después volvió el médico y le recetó una mezcla que había de tomar en tres dosis, una en la noche, otra en la mañana y una tercera en la tarde. La mujer pensó que esto le daba una buena oportunidad para darle una lección al marido. En la mañana, llegado el momento, no le dio el medicamento a su marido. Luego en la tarde también lo omitió. Entonces el marido le dijo: "¡Qué es esto! Han pasado ya dos ocasiones en que no me has dado mi medicamento". La mujer le respondió: "¿Para qué te preocupas del medicamento ahora? Bien lo puedes tomar todo, una vez que haya sanado tu enfermedad". El inquirió: "¿Y por qué habría de tomar el medicamento después de haberme curado?" La mujer contestó: "Cuando este cuerpo humano aún está contigo y está sano, y cuando aún estás sufriendo del mal de las atracciones del mundo, habrás de tomar medicamentos en forma de la devoción y la fe en Dios. ¿De qué sirve que los tomes cuando estés viejo y decrépito?"

Cuando vengan los mensajeros de Yama y les digan que vuestro tiempo ha terminado y que han de morir, cuando vuestra mujer e hijos se lamenten porque están llegando al fin, ¿será posible que puedan aún pensar en el Señor? Cuando hayan llegado a la vejez y se hayan retirado del trabajo, ¿les será posible sentarse a orar y a meditar? Para iniciarse en la senda espiritual y ser capaz de seguir esta forma de vida, la edad de la juventud es la más apropiada. Es en este contexto que se ha dicho: "Salgan a tiempo, conduzcan con cuidado y lleguen a salvo". Ya que ésta es la edad adecuada, habrán de comenzar desde ahora, para que puedan experimentar Paz y Felicidad y llevar adelante vuestra práctica con calma y firmeza. Si comenzamos con el tiempo suficiente, sin ningún tipo de agitación, podemos timonear la barca de nuestro cuerpo con tranquilidad por el río de nuestra vida. Así también podemos llegar a salvo a nuestro destino final. Si, por el contrario, partimos tarde y tratamos de avanzar rápidamente, habrá peligros en el trayecto.

Hay un ejemplo para esto. Si nos dirigimos temprano a un hotel y adquirimos un vale para el almuerzo, no importará la hora en que vayamos a comer. Aunque nos atrasemos, tendremos nuestra comida preparada. En cambio, si van al hotel a mediodía, cuando ya sienten hambre, podría suceder que no quede comida para ustedes. De este modo, si comienzan a poner en práctica vuestra devoción a partir de hoy mismo, serán como la persona que adquiriera temprano su vale para la comida. Realmente deberían reservar desde esta temprana edad vuestra, el vale por la Gracia del Señor.

Estudiantes: Esta es la edad precisa. Deben tratar de empeñarse en velar porque los pensamientos en ustedes no les causen ni agitación ni excitación. Con el pensamiento puesto en Dios, deberán llevar una vida llena de Paz. Espero que timoneen de manera plácida las barcas de sus vidas.