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Discursos dados por Sai Baba

14. ../05/77 Tú eres Aquello

Tú eres Aquello

Tú eres Aquello

Mayo de 1977

Dondequiera que haya humo deberá haber un origen

en la forma de brasas y carbón encendido;

así también para un tren en marcha

deberá haber alguien llamado conductor que sea responsable

de que esté en movimiento.

Incluso para los semáfbro.s cuyas luces se encienden automáticamente,

debe haber una fuente que los haga fúncionar.

Siendo así las cosas, ¿puede no haber alguien que .sea responsable

por toda la Creación que vemos en torno nuestro?

¡Encarnaciones del Alma Sagrada!: "Este Yo es Aquello" significa que esta misma Alma es idéntica con Brahman. El Alma no es algo distinto de nosotros. Está presente en todos los seres vivientes y en todas las cosas. Esa Alma es idéntica con Brahman y posee una forma que es indestructible; está llena de sonido. Om es lo mismo que Brahman. La sola letra Om es Brahman. Esto lleva asociados en sí, cuatro aspectos: las fases de la vigilia, del soñar, del sueño profundo y de turiya.

En la primera fase, la de la vigilia, uno está completamente despierto. Habitualmente, la vigilia está acompañada de fenómenos rudimentarios, deseos conectados a los aspectos materiales del mundo. Esta fase de vigilia reviste una forma tosca y está íntimamente vinculada con nuestros deseos del mundo material. Es promovida por los cinco órganos funcionales y los cinco sensoriales que poseemos, junto a los cinco alientos vitales y otros cuatro rasgos como el corazón, la conciencia interior, etc. Todo ello está presente en la fase de la vigilia. A esta fase se hace referencia también como la Creación.

La fase del soñar tiene una forma sutil. Todo lo que uno haya experimentado estando despierto durante la fase de la vigilia, se adhiere en alguna forma a la mente y continúa apareciendo en la fase del soñar. Los diecinueve aspectos que mencionáramos antes, seguirán apareciendo durante esta fase sutil como formas sutiles.

La mente en el Manomaya Kosa y la inteligencia en el Pranamaya Kosa juegan un papel importante. De alguna manera, tanto la etapa de la vigilia como la del soñar se encuentran en un mismo nivel y son igualmente importantes. Las otras dos fases, en cambio, son bastante diferentes y esta diferencia es en cuanto a la esencia. En la tercera fase, la del sueño profundo, no hay ninguna conexión, ya sea a través de la forma densa o de la sutil, con el mundo material. Para esto podemos tomar el ejemplo del reflejo del cielo en un recipiente. Cuando se quita el recipiente desaparece el reflejo y el cielo en el recipiente se hace idéntico con el amplio cielo original. Así también en esta etapa del sueño profundo perdemos toda conexión con el mundo material, las formas densas y las sutiles, y somos independientes de todo ello. Durante esta etapa del sueño profundo, no se encuentran las diecinueve facetas mencionadas, ni en la forma material ni en la sutil. El estado de sueño profundo es completamente distinto y está separado de ellas. Hay varios órganos del cuerpo que no funcionan en absoluto durante él. Esta es una situación bastante sorprendente que nos causa asombro.

La próxima fase es la llamada la etapa de turiya. Para cualquiera resultan indescriptibles en palabras comunes sus aspectos. En su totalidad este estado del turiya refleja el espíritu del Alma. Del mismo modo en que nosotros no podemos ver nuestros propios ojos, así también el Alma no puede verse a sí misma. Aquí va un pequeño ejemplo al respecto: si hacemos una muñeca de sal y le pedimos que vaya a experimentar el sabor del océano, ¿cómo sería posible? Esta muñeca de sal irá hasta el océano y se perderá en él por disolución y fusión con sus aguas. Al igual que en esta analogía, si el Yo consciente busca al Alma, se fusionará por completo con ella cuando se le aproxime. Después de eso ya no le será posible al Yo consciente separarse del Alma. Este aspecto es descripto como omnipresencia. Esto representa también otro rasgo del Alma, al que le es posible estar presente en todos los seres vivientes. Este estado ha sido descripto llamándolo "La Sabiduría de Brahman". También se lo ha descripto como "Tú eres Aquello". También es "El Alma es Brahman". Esto es lo mismo que decir "Yo soy Brahman". Estos son los cuatro axiomas Divinos que constituyen el espíritu de los Vedás.

Hay un pequeño ejemplo al respecto. De una gran cantera se elige una roca y un artesano esculpe de esta piedra una hermosa figura de Krishna. Con algo de esfuerzo producirá una bella imagen de Krishna con la roca. Eligiendo luego un momento apropiado y auspicioso, tomará esta imagen y la instalará sobre un pedestal en el templo e irá a adorarla. Hemos de notar aquí que una parte de la roca ha sido utilizada y colocada en un templo donde es adorada por la gente. Los pedacitos sobrantes que quedaron diseminados mientras se esculpía la figura, siguen en el mismo lugar. Nadie se preocupa por esos trozos, nadie los adora ni nadie piensa que tienen alguna importancia. De acuerdo a lo que pensemos, la porción de la roca con la figura de Krishna se convierte en algo que puede ser adorado como Dios, en tanto que el resto de la roca, de la que proviniera, se considera como trozos inútiles. Pero para los trozos de roca la historia no es ésa. Ellos siguen proclamando "Tú eres Aquello" y parecen decir: "Esa figura de Krishna que adoran somos nosotros". "Yo soy Aquello". A nosotros nos parece digna de adoración una porción de la roca y la otra nos parece carente de valor. Lo que es adorado como deidad es algo que ha sido creado por ustedes. La forma verdadera a partir de la cual ha sido creado, la constituye el pedazo de roca original. Como en esta analogía, lo que vemos en este mundo en cuanto forma es algo que proviene de la fuente de la roca. En el ejemplo, la forma de Krishna ha sido configurada de una roca. Pero la esencia, la sustancia básica carece de forma, es la misma en la roca original que en la figura. Ya sea que tomen la roca informe, la base del ídolo de Krishna, o el ídolo mismo y los golpeen, el sonido que producirán será el mismo en cada caso. Así también el Alma es la forma del sonido y el sonido; son ambos una sola y misma cosa. Aquellos que exponen el Vedanta han estado explicando esta verdad diciendo que la combinación AUM no es otra cosa que Brahmán. Lo que está contenido ya sea en la forma grosera, en la sutil o en la suprema del Turiya, es lo mismo y es el Omkar, el sonido básico.

Viswamitra reconoció que esta Alma, que es idéntica con la Divinidad, se encuentra presente en cada uno. Toma la forma de conocimiento en la forma creada con el fin de establecer la identidad entre el Ser y el Alma Suprema. Cuando vemos la historia del Ramayana, encontramos que en un cierto punto, Viswamitra se dirige hacia Dasaratha y le pide que envíe a sus hijos con el propósito específico de proteger sus ofrendas y sacrificios dedicados al Señor en la selva. Yendo con ellos, le enseña a Rama y a Lakshmana dos mantras (fórmulas místicas) durante el viaje: Bala y Atibala. Y no sólo les enseña estos mantras, sino que les da todas las armas que estaban en su posesión y les enseña cómo usarlas. Después de darles toda esta instrucción les lleva a Mithilapura cuando ya la ofrenda había terminado. No se trata de que estos mantras de Bala y Atibala tuvieran algo especial; podemos llegar a ellos introduciendo los cambios apropiados en el Gayatri mantra.

En el camino a Mithilapura, Viswamitra hizo que Rama eliminara la maldición que pesaba sobre Ahalya. Después de llegar a Mithilapura, logra que Ramachandra rompa el arco de Shiva y se case con Sita. Después del matrimonio de Sita, esa misma noche, Viswamitra desapareció y no se le vio más. Podemos observar que la historia de Viswamitra comienza cuando se lleva a Rama y a Lakshmana y termina con la realización del matrimonio de Sita en cuanto fundamento para la destrucción última de Ravana. Cuando llega hasta Dasaratha, se encontraba en la primera etapa. Cuando les enseña los mantras de Bala y Atibala a Rama y a Lakshmana, toma la forma de Taijasa. Cuando lleva a cabo el matrimonio entre Sita, el Ser, con Rama, el Alma Suprema, toma la forma de Sabiduría.

Cuando miramos estas tres etapas de Viswamitra, entendemos que nadie puede vivir sin ser dependiente, hasta cierto punto, de la creación material que le rodea. En este estado, se encontrará en la primera fase o etapa de la vigilia que se describe como la Creación. Más tarde, cuando se logra la fe en la Divinidad, se transforma para pasar a la segunda fase. Si uno no se detiene en ella y se desarrolla hasta la próxima superior, identificándose con el Alma, esto se puede describir como sabiduría. Debido a que Viswamitra pudo alcanzar esta sagrada etapa de la sabiduría, pudo saber que Rama era la encarnación de Dios mismo, y en ese contexto estaba en contacto con Rama. En esta etapa de la sabiduría se produce una encomiable determinación de darle cumplimiento a una misión. )esta determinación será permanente e inalterable. En esta etapa, Viswamitra desarrolló una especie de enemistad con Vasishta, porque éste era considerado un sabio brahamánico, en tanto que a él se lo describía como un sabio yóguico. Su determinación iba hacia que se le considerara también un sabio brahamánico, en especial por parte de Vasishta. Debido a que hizo un voto tan duro y difícil y lo coronó con el éxito, le llamamos Brahmán. De modo que si queremos lograr cualquier cosa, deberíamos llegar a un estado de mente invariable y con una determinación que no se desvíe de su objetivo. Viswamitra demostró estas sagradas virtudes.

Entre las lecciones que Viswamitra le entregara al mundo, una importante es el Gayatri mantra. Este mantra (fórmula mística) enseña que existen iguales oportunidades de logro espiritual para todas las religiones, para la gente de todos los países, de todas las comunidades y de todo lugar.

Este mantra tiene que ver únicamente con la inteligencia y nada que ver con la actividad religiosa. Decimos: "Dhiyo yonah prachodayath" y esta porción del Gayatri significa: "Haz florecer mi inteligencia, dale importancia a mi inteligencia, elimina la oscuridad de la ignorancia y permite que se despliegue la sabiduría en mí". Le ruega al Señor, que está presente en todo momento, pasado, presente y futuro y que está presente en todo lugar, que venga y queme la oscuridad de la ignorancia, otorgando la luminosidad del conocimiento. En la vida del hombre se dan la niñez, la juventud y la vejez. Estas tres etapas del hombre no son distintas y diferentes, sino representan simples cambios de un solo y mismo contenido básico. En la niñez se inscribe la juventud y en la juventud se halla la vejez. Este aspecto de unidad puede considerarse como el aspecto de la sabiduría y fue esto lo que demostró Viswamitra. Con la ayuda de esta sabiduría, pudo incluso crear un nuevo Universo. Esta habilidad para crear algo totalmente nuevo constituye un aspecto de la sabiduría.

Sin entender plenamente ni conocer el significado de los divinos axiomas de los Vedas, las Escrituras Sagradas: "Yo soy Brahman", "Tú eres Aquello", "Este Yo es Aquello", "La Sabiduría de Brahman", los malinterpretamos y no somos capaces de sacar un beneficio pleno de ellos. Cuando tratamos de interpretarlos de la manera más fácil posible, nos damos cuenta de que solamente nos indican lo que es la naturaleza de nuestro propio "sí mismo". La sabiduría les permite no ser solamente un testigo y experimentar todo lo que haya en torno vuestro. Decimos "ésta es mi mano", "ésta es mi cabeza", "ésta es mi lengua" y reclamamos todo esto como nuestro, pero ¿quién es el denunciante? Para cada uno de estos casos, los Vedas han estado entregándonos la respuesta que es: Aquello eres tú, tú eres Aquello, yo soy Sabiduría y yo soy Brahman. De esa manera les hacen resaltar como un testigo y no ser idénticos con vuestro cuerpo o vuestra mano. ¡Estudiantes!: Hay muchos de estos testimonios sagrados en los Vedas, pero no hacemos ningún intento por entenderlos. La creación material en torno de nosotros es nuestra amiga. Podemos interpretar esto diciendo que si tenemos fe, podemos llevar a cabo cualquier tarea por difícil que ella sea. Si existe el Amor entre ustedes y yo, aunque lleguemos a golpearnos mutuamente, lo interpretarán como que ha sido por vuestro propio bien. Esos golpes habrán logrado que vuestra sangre circule más libremente. Si no hubiera Amor, si no hay entendimiento entre nosotros, incluso si les lanzara una rosa, ello será mal interpretado y dirán que la rosa tenía una espina y que la he lanzado para herirles. En lo anterior, la interpretación positiva o la negativa estarán determinadas, principalmente, por la presencia o la ausencia del Amor.

Si desean promover los aspectos de la fe y la confianza, habrán de promover en primera instancia el Amor. El deber de cada ser humano es desarrollar la fe y el Amor, y cumplir con cuidado y responsabilidad con su deber. En caso contrario estarán desperdiciando vuestras vidas, llenándose de ignorancia sin empeñarse en comprender el propósito de la vida. Durante la infancia, uno se junta con muchos otros niños y pasa el tiempo en juegos. Cuando se llega a la juventud, uno pasa el tiempo atraído por las mujeres. En la madurez se emplea el tiempo tratando de ganar dinero. Cuando llega a la vejez, comienza a pensar en Dios. Pero el hombre continúa diciéndose que no ha logrado esto o aquello y sigue lamentándose. Al final, sin haber sido capaz de desechar estos deseos y sin saber cuál es su verdadera forma, habrá pasado su vida desperdiciándola y terminándola con pesar.

¡Estudiantes!: Nacer como un ser humano no es tan profano como todo lo anterior. Entre todas las cosas que nacen, llegar a lograr un nacimiento humano es muy difícil. No tomar conciencia de ello y adquirir cualidades negativas profanará vuestra vida. No hay ninguna vida que no esté sino llena de dificultades y de dolores en todo momento. Las dificultades nunca se siguen una a la otra. El intervalo entre uno y otro pesar puede ser descripto como placer. De modo que el placer es siempre un intervalo entre dos dolores. En cambio, tratamos como un período de ocio y de descanso a este lapso entre dolor y dolor. En verdad, tres cuartas partes de nuestra vida están llenas de felicidad y sólo una cuarta parte está llena de pesar. Pero no la consideramos de este modo. Pensamos que tres cuartas partes de ella no son sino pesares y que sólo una cuarta parte está llena de felicidad, y nos sentimos irritados y disgustados con la vida y decimos que la vida humana está llena de sufrimientos. Esto no hace sino reflejar el débil estado de la mente del hombre. Con el objeto de hacer suficientemente fuerte a esta mente tan débil, hemos de aceptar la senda de la espiritualidad.

Aquí va un pequeño ejemplo: comemos arroz. En este proceso, ingresan a nuestro interior miles de pedacitos de arroz cocido como alimento. No le prestamos ninguna atención a estos numerosos granos de arroz que comemos. Pero si llega a entrar una pequeña piedrecilla a nuestra boca junto con el arroz, diremos que el arroz está lleno de piedras. Esto implica que de manera similar, cuando hay un dolor, le prestamos una atención preferente y pasamos mucho tiempo pensando acerca del dolor.

Podemos tomar otro ejemplo. Supongamos que hace diez años un niño contrajo fiebre y como consecuencia de ella, murió. Después de todos estos años, hay otro niño que contrae fiebre. Viendo ahora a este niño, traemos a la memoria el caso del otro niño de hace diez años atrás. Nos apena y sumamos a esa pena la pena de ahora y nos sentimos más y más apenados. ¿Por qué estamos rememorando y recordando un pesar que sentimos diez años atrás? ¿Por qué no pensamos en la felicidad y en lo bueno que experimentamos en el pasado? Siempre recordamos las penas y los sufrimientos que hemos sentido. Si en los momentos de dificultades actuales pudiéramos recordar lo placentero y lo feliz del pasado, del mismo modo en que rememoramos el dolor y el pesar, podríamos sentirnos hasta cierto punto aliviados frente al dolor del momento presente. La verdadera naturaleza del Alma habría de ser tal como para que rememoremos la felicidad y lo placentero del pasado y no los sufrimientos. La razón para ello es que el Alma tiene la forma de la Bienaventuranza. El Alma, que es la personificación de Dios, no es sino belleza y felicidad.

¡Encarnaciones del Alma Sagrada!: La belleza no se encuentra presente en la Creación: la belleza está en nosotros, en la naturaleza del Alma. Tomemos un ejemplo. La mente de Sita estaba apesadumbrada cuando se encontraba en el Asokavana y Ravana trataba de conquistarla mostrándole muchas cosas bellas. Para hacerle olvidar su pesar, creó para ella muchas cosas atractivas, pero nada de ello logró hacer cambiar su estado de ánimo. El último día, sin embargo, viendo a un mono que estaba sentado en la rama de un árbol pronunciando el nombre de Rama, Sita encontró hermosura y atractivo y disfrutó de la belleza del mono. ¿Es bello un mono en algún momento? Pero el nombre de Rama encerrado en el santuario de la mente de Sita se unió al nombre de Rama que emitía Hanuman, y al juntarse ambos, crearon atractivo y belleza, aunque la belleza no estaba en el mono. Cuando hay Amor, cualquier cosa que miremos la encontraremos bella y buena. El cuervo pequeño le parece atractivo al cuervo viejo. Puede que nos disguste la visión de un cuervo, pero la madre cuervo siempre se sentirá feliz de ver a su pequeñuelo cuervo. Es únicamente el contacto con nuestro propio Amor lo que nos hará apreciar las cosas y ser felices. Viswamitra siempre proclamó que estos dos aspectos, la belleza y la felicidad, surgen en realidad de nuestra propia mente.

En la historia del Ramayana, poema épico, cada uno de los personajes, incluyendo los demonios y los monos, han estado proclamando ideales apropiados para el mundo. Junto con darle muerte a los demonios Tataki y Subahu, se le permitió irse libremente a Maricha. Hemos de examinar el sentido interno de esta situación. Si Maricha también hubiera sido muerto, no habría existido la posibilidad de que Ravana raptara a Sita. Si Ravana no hubiera raptado a Sita, no se habría producido la muerte del mismo. De modo que siempre hay un plan maestro tras cada acto en el Ramayana.

Estudiantes: En este contexto, habrían de darse cuenta de que para cada acto vuestro deberán poner un gran cuidado previo. "Uno puede adquirir sabiduría si presta suficiente atención". Han de entenderse claramente las palabras que contiene esta declaración. Para promover este tipo de fe debemos pensar también en otra: "Han de remover toda duda de sus mentes". Si tomamos estas dos declaraciones como los dos límites entre los cuales ha de fluir la corriente de la vida, seremos felices. Si uno posee suficiente preocupación y suficiente fe, aunque no cuente sino con una pequeña chispa, podrá generar con ella un inmenso fuego. Si uno fuera despreocupado, aunque le entreguen grandes maderos, los desechará y no habrá fuego alguno. Para un estudiante que tenga fié y deseo de aprender, bastará con que se le entregue una frase sagrada. No tenemos necesidad de leer muchos libros. Si queremos hablarle a los demás, hemos de leer libros. En tanto que si quieren tomar conciencia por sí mismos, con una frase basta. Para matar a otros, querrán espadas, pistolas y otras armas. Si quieren suicidarse, bastará con una sola aguja. Así también, si queremos tomar conciencia de la propia naturaleza, bastará una frase con Amor y la confianza. Nos significará una pérdida de tiempo leer muchos libros, escuchar muchas declaraciones de otros o entrar en discusiones y conversaciones argumentativas. Si se dejan arrastrar a estas argumentaciones, la sabiduría en ustedes perderá fuerza. También desaparecerá vuestra firmeza. Los argumentos y contraargumentos siempre harán que el hombre se debilite. Hasta cierto punto, uno también puede perder su reputación.

Los estudiantes habrán de debatir de manera queda y silenciosa en su fuero interno y entender la verdadera naturaleza que les es propia.