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Discursos dados por Sai Baba

08. ../05/76 El hombre debe desarrollar su visión interna

El hombre debe desarrollar su visión interna

El hombre debe desarrollar su visión interna

Mayo de 1976

¿Saben ustedes para qué se les dio la boca? ¿Es para pronunciar palabras y palabras de todas clases? No; les ha sido dada para que puedan cantar la Gloria del Señor.

¡Personificaciones de la Pureza!: Hoy el hombre está muy ansioso de escuchar las noticias que le llegan de todos los rincones del mundo. Piensa que es su misión saber todo lo que está sucediendo, pero no hace ningún intento por escuchar lo que proviene de su propio interior. Un individuo que no puede comprender y reconocer su propia naturaleza no ha logrado nada. Todo lo que está aprendiendo con su educación es sólo para lograr un medio de vida. Esto se ha vuelto muy común entre nosotros y ha llegado a ser una ilusión de la mente. Esta clase de actitud fue criticada muy claramente por Krishna. La base para un deseo tal es su apego y su odio. Este apego y odio se encuentran comúnmente en una persona que piensa que es diferente del medio en el cual se encuentra. Mientras uno piensa que un auto o una casa particular le pertenece, entonces habrá apego a lo que cree que le pertenece y tendrá aversión por cosas que cree que no le pertenecen.

El hombre no tiene la capacidad de distinguir entre las cosas que le pertenecen y las que no le pertenecen. En un cuerpo humano hay varios órganos, y el cuerpo mismo está compuesto de ellos. Aun si tino solo de estos varios órganos es lastimado o dañado, el dolor es experimentado por el cuerpo entero, y es por esto que el hombre considera igual a todos los órganos de su cuerpo y desea el bienestar de todos ellos. De la misma manera, la gracia y la bondad del Creador caerán igualmente sobre todos los seres vivientes y no vivientes provistos de cualidades (gunas), así sean sátvicas (puras), rajásicas (dinámicas) y tamásicas (impuras). Aunque la luz emana de la misma lámpara, cuando cae sobre varios trozos de vidrio, se dispersará en varias direcciones diferentes y pensaremos que consiste de luz de varias fuentes. Si la misma luz cae sobre un gran número de vidrios coloreados, parece como si fuera compuesta de diferentes colores, y si cae sobre el suelo, no podremos ver la luz porque el suelo la obstruye y absorbe. De la misma manera, si la brillante Gracia del Todopoderoso cae sobre una persona sátVica, resplandecerá brillantemente. Si la misma Gracia de Iswara cae sobre una persona con cualidades rajásicas, le hará desarrollar varios deseos mundanos. Si la misma Gracia cae sobre una persona con cualidades tamásicas, pasará sin tener ningún efecto y podrá hasta perder algo de su lustre.

Del mismo modo en que las varias facetas de un diamante irradian luz y brillo en todas direcciones, así también la grandeza de Krishna se difundió en todas direcciones. A medida que cortamos el diamante y pulimos sus caras, su valor sigue aumentando. De la misma manera, la cultura de la India ha ido creciendo cada vez más a través de una creciente revelación y experiencia. Cuanto más la experimentemos, tanto más aprenderemos acerca de nuestra cultura y más se nos revelarán nuevas ideas. Sabremos más y más acerca de la santidad de las enseñanzas de Krishna si las vemos desde el punto de vista de la lección objetiva que son para otros seres humanos. Si quieren sacar una espina de su pie tendrán que hacerlo con la ayuda de otra espina. No pueden usar un hacha para sacar una espina de su pie. Para cortar un diamante se necesita otro diamante. De la misma manera, para comprender a un ser humano, tendrán que usar las cualidades de un ser humano.

Krishna, que había nacido como el Señor de Todos los Yogas (Yogeshvara), descendió al nivel de los hombres cuando le enseñó el Gita a Arjuna, quien era el mejor entre los hombres y tenía un arma divina, el arco Gandiva. Krishna quiso tratar a Arjuna de la misma manera que un ser humano trataría a otro ser humano.

Desde el primer día Dritarashtra le preguntó a Sanjaya quién sería el vencedor en la batalla y Sanjaya respondió: "Dondequiera que esté el Señor Yogeshvara, y dondequiera que con El esté Arjuna con su arma en la mano y listo para la acción, habrá victoria, bienestar, prosperidad y todo lo mejor". Esta estrecha e íntima relación puede ser comprendida solamente por Arjuna, el mejor entre los hombres, y por Krishna, el mejor entre los Avatares. Aquí, Arjuna representa al más merecedor de los seres humanos. Así, si quieren comprender las enseñanzas de Krishna, deben volverse los mejores entre los hombres o, por lo menos, personas que hayan adquirido el derecho a comprenderlas. Arjuna tenía el derecho y era también el mejor de los hombres y, así, se le dio la Visión del Dios Universal.

Debemos también reconocer la Verdad detrás del hecho de que esta Divinidad, aunque asociada con el Universo, es también algo que está inherente en cada ser humano. Ustedes habrán visto muchos árboles. Algunas grandes matas de baniano se ven enormes y tienen también subramas y lucen como una mansión muy grande. Un baniano así nos da la impresión de una gran dimensión, pero si tomamos la semilla vemos que es muy pequeñita, como una semilla de mostaza. ¿Es cierto que un árbol tan grande está contenido en una semilla tan diminuta o es sólo una ilusión de nuestra parte? No, no es una ilusión. Es una verdad. Pero, ¿en qué forma se ve esta semilla? En la forma infinitesimal. Si ponemos esa diminuta semilla en la tierra, y la abonamos y regamos, brotará y se volverá grande y crecerá. La fruta, las flores y las hojas todas salen de esa diminuta semilla. Por lo tanto, no es que las ramas, las frutas y las hojas fueran todas diferentes. Todas son parte de la misma semilla. Así, todo lo que ustedes ven en este grandísimo árbol del Universo ha venido todo de una sola semilla, la semilla de la Divinidad. De la misma manera, en este enorme cuerpo de ustedes, hay una infinitesimalmente pequeña semilla llamada el Alma. Si toman esa semilla que se encuentra en ustedes y le dan alimento y la dejan crecer y prosperar, entonces les mostrará la Forma Divina del Universo. Pero, ¿dónde debemos poner esta semilla y cómo la protegemos y alimentamos para que crezca en árbol? ¿Podemos poner esta semilla en nuestra palma y regarla con agua? ¿Crecerá y se volverá árbol? Una semilla se transformará en un árbol sólo si la ponemos en la tierra y la regamos adecuadamente. Aun en esa tierra, si siembran la semilla demasiado profundo o demasiado cerca de la superficie, no se volverá un árbol. De la misma manera, en el suelo de su corazón, si ponemos la semilla del Nombre de Dios y la regamos con el agua del Amor, brotará en un buen árbol. Es en este contexto que una Visión Divina de la Forma Cósmica ha sido descripta como consistente de miles de cabezas, piernas y manos. ¿De dónde ha venido esa visión de la Forma Cósmica? Es simplemente la versión magnificada de lo que está dentro de nosotros. Si abro los ojos, veo muchos miles de cabezas, pero si los cierro no veo ni siquiera una cabeza. Cuando abro los ojos veo, no sólo estas miles de cabezas, sino también esta pared, esta ventana, todas las fotos y todo lo que me rodea. Si salgo de aquí y miro con los ojos abiertos, veo las montañas, el cielo, los ríos y la tierra en la lejanía, pero en el instante en que cerramos los ojos, ¿por qué no vemos ni siquiera una pequeña hormiga en toda esta Creación? Si los ojos están abiertos, vemos toda la Creación, y si están cerrados, no vemos nada de la Creación. Así, podemos concluir que toda esta Creación ha venido de nuestra propia visión. Si hay visión, hay Creación, y si no hay visión, no hay Creación. Lo mismo que con la visión externa somos capaces de ver la Creación externa, así también con la ayuda de la visión interna, podemos ver al Ser interno. Esto es lo que Krishna le enseñó a Arjuna. Fue con el fin de ayudarlo a desarrollar esta visión interna que el Señor le dio tanta instrucción.

Lo que no fluye no es agua, lo que no arde no es fuego y, como en estas analogías, una persona que no tiene la visión interna no puede llamarse un ser humano. La capacidad de arder es natural en el fuego; el agua tiene la capacidad natural de fluir. Igualmente, el hombre debería tener la capacidad natural de la visión interna. Un animal sólo tiene visión externa.

Los Vedas nos han dicho que lo que vemos es sólo un reflejo de lo que existe internamente. Lo que vemos dentro o fuera es esencialmente uno y es lo mismo que lo que nos ha sido enseñado en este aspecto de la visión de la Forma Cósmica de Narayana (Dios). Hay una sola cosa y esa sola cosa es percibida de muchas maneras. Esto es lo que ha sido demostrado en esta visión y es descripto como Yo soy el Uno y los muchos.

En la noche van a dormir y sueñan que asisten al curso de verano y ven a tantos compañeros sentados como ustedes y ven también a Swami hablando. Ven a todos los asistentes y todas las partes de la casa. Se preguntan quién ha traído todo esto delante de ustedes en su sueño. Nadie lo ha traído, su propia mente ha creado la forma de Swami, de esta casa, de sus compañeros y de todo lo demás. Todo esto es creación de su propia mente. La mente del hombre es la única responsable de la esclavitud y la libertad del mismo. Krishna le enseñó a Arjuna, en primera instancia, que la cosa más importante es el control de la mente. Así, la primera cosa que deben hacer es controlar su mente; tratar de eliminar y quemar los deseos que vienen a ella. Los deseos que están en su mente, conocidos por otros o no, seguramente saldrán algún día u otro. Pueden pretender que no hay ningún deseo en su menfe, pero los deseos nunca les permitirán que los escondan. Siempre saldrán fuera. Estos deseos son como el fuego. Si toman el fuego y tratan de esconderlo en una tela, quemará el paño y saldrá. Lo mismo harán los deseos. Los deseos y pensamientos de ustedes seguro que saldrán a la luz. Krishna le enseñó a Arjuna que era mejor desechar los deseos que mantenerlos escondidos. A Arjuna se le dijo primero que ni él ni los Pandavas eran las personas que iban a matar a los Kauravas. Ni para Arjuna, ni para los Pandavas, ni siquiera para Krishna había nacimiento y muerte. No hay nacimiento ni muerte para lo esencial en nosotros, es decir, el Alma. Por lo tanto, no es correcto subordinarnos a este cuerpo que es como un odre, olvidándonos del Alma indestructible que está dentro de nosotros. Mientras seamos seres humanos, es difícil comprender el aspecto divino enseñado por Krishna a Arjuna. Esta es la razón por la cual Krishna vino en forma humana, creó una relación corporal con Arjuna y otros y pretendió ser el cuñado de Arjuna y viceversa.

En los asuntos de la vida diaria, Krishna llevaba siempre una vida pura. Lo que vemos en el Mahabharata o el Bhagavata o en el cine no constituye una imagen real de la vida de Krishna. Lo que vemos hoy es creado artificialmente, pero si nos adentramos plenamente en la conducta de Krishna, comprenderemos que El era puro, firme y sincero. El siempre apoyaba y practicaba la Verdad. Es la razón por la cual Arjuna se dirigía siempre a Krishna como Personificación de la Verdad, más que como su cuñado. Cuando terminó la batalla, Krishna se fue a Dwaraka, lugar donde vivía su padre, Vasudeva, y éste le preguntó: "Tú siempre has dicho la verdad y quiero saber de Ti, como el protector de la Verdad, cuáles son los verdaderos cambios que han sucedido entre los Kauravas y los Pandavas". Aun si un hijo dice siempre la verdad, ningún padre va a salir y decir que su hijo dice y protege la Verdad. A1 respecto, debemos realmente tratar de comprender la profunda significación de ese hecho del padre dirigiéndose al hijo y diciéndole que siempre ha hablado y protegido la Verdad. Pero, desgraciadamente, en los libros que leemos y las películas que vemos, Krishna es descripto como un hombre taimado y tramposo. La imagen que de esta manera se forman de Krishna no es correcta. Esto no es lo que está contenido en el Mahabharata. La gente escribe tales historias a fin de hacer dinero y hacer sus historias más atractivas. El que nuestros propios compatriotas hagan esto y distorsionen la Verdad con el fin de adquirir dinero es deplorable.

No es que sólo Krishna decía y protegía la Verdad. Los Pandavas eran también grandes defensores y practicantes de la Verdad. Los grandes protectores de la Verdad, Krishna y los Pandavas, le dieron a este país el sagrado texto del Bharata. El dominio de sí mismo y la amplitud de visión que los Pandavas exhibieron, así como la fuerza de carácter y determinación que demostraron en su conducta, no pueden verse en ningún otro ciudadano de este país. Como los Pandavas obedecían siempre a Krishna, asimilaron directamente de El las cualidades sagradas de la Verdad y el dominio de sí mismo. Cuando Ashwathama, que había matado a los hijos de los Pandavas, fue llevado ante Draupadi, ella, a pesar de su gran aflicción por la pérdida de sus hijos, se adelantó y le tocó los pies y le presentó sus respetos. Son estas grandes cualidades de Verdad y de autodominio las que debemos observar en los Pandavas y debemos respetarlos por ellas. Si se tratara de las madres de hoy, encontrándose en tal estado de sufrimiento como el de Draupadi, habrían saltado sobre Ashwathama y lo hubieran estrangulado, aunque no tuvieran la fuerza para hacerlo. Pero Draupadi tenía un carácter tal que en su gran sufrimiento, sólo preguntó: "Estos hijos de los Pandavas que tú mataste se acercaron a ti correcta y serenamente. No tenían armas en sus manos, ¿cómo pudiste degollarlos y matarlos estando dormidos?" A pesar del hecho de que todos sus hijos habían sido muertos por Ashwathama ella le estaba diciendo con gran paciencia y ecuanimidad mental: "Mis esposos fueron discípulos de tu padre, Dronacharya. Aprendieron de él todo el arte de las armas y tú, que eres el hijo de Dronacharya, matas a mis hijos, que deberían ser como tus discípulos". Así le habló ella a Ashwathama.

Bhima no pudo soportar tal sufrimiento y, debido a ello, quedó muy alterado, y eso lo llevó al punto de pretender exhibir su proeza física ante el mundo. En verdad, él veía esta cualidad de paciencia de Draupadi como una cosa risible. Estaba muy sorprendido por la actitud pacífica de Draupadi. El pensó que el sufrimiento de haber perdido a todos sus hijos la había enloquecido, pues de otra manera no podía comprender cómo una verdadera madre podía mostrar tal paciencia cuando la persona que había matado a todos sus hijos se encontraba delante de ella. El dijo:

"Si tú no matas a Ashwathama, lo mataré yo con mis puños". Draupadi era una gran mujer, con un carácter ejemplar. Bastaría con que las mujeres de hoy la tomaran como ejemplo y siguieran sus cualidades de paciencia y calma: nuestro país mejoraría mucho. Ante Bhima, el fuerte, que se preparaba a matar a Ashwathama con sus puños, ¿era posible que una débil mujer como Draupadi lo detuviera? No tenía fuerza física. Pero le dijo a Bhima: "No es correcto que tú mates a una persona que tiene miedo, que viene a ti pidiendo abrigo, a una persona dormida o a una persona borracha y que ha perdido el conocimiento. No es correcto matar personas indefensas". Draupadi era una mujer de tal grandeza que a fin de proteger la Justicia y la Rectitud se oponía hasta a sus maridos. Ella no era una mujer que traería el descrédito a sus esposos, a su padre o a sus hijos por alguno de sus actos. No deseaba hacer daño a nadie con sus actos.

Cuando los Pandavas se preparaban para ir a la selva, Dharmaraja envió por Draupadi y le pidió que se sentara a su lado. Le dijo: "Debido a ciertas diferencias personales entre los Pandavas y los Kauravas, ha surgido una situación que nos obliga a ir a la selva", y agregó que estos problemas y tribulaciones eran algo que no podía evitarse y que era algo muy difícil vivir en la selva durante doce años, y un año más en que debían permanecer de incógnito. Dharmaraja le dijo que los hombres soportarían las dificultades de cualquier manera, pero no era una oportunidad para que las mujeres fueran a la selva y le aconsejó que se quedara y se ocupara del viejo Dritarashtra y de Gandhari. Los Pandavas pidieron a Draupadi que cuidara a Dritarashtra y a Gandhari, las dos personas que con sus actos crueles eran las responsables de que tuvieran que ir a la selva. Esta es una cualidad muy grande de los Pandavas y debemos aprovechar la lección de esa conducta. Si los Pandavas realmente odiaban a los Kauravas, ¿hay algún significado en este acto y podemos justificar el hecho de que los Pandavas le pidieron a Draupadi que se quedara y sirviera a los Kauravas? La enseñanza de este episodio es que cualquier cosa que tiene que suceder en nuestras vidas sucederá, pero que el tomar tales sucesos como inevitables y usarlos para promover el odio no es lo correcto, y no es un buen rasgo del carácter humano. El dolor que tenemos que experimentar, las desgracias que nos acaecen y los problemas que tenemos no son cosas que surgen externamente, ni son cosas dadas por Dios. Son simplemente el resultado de nuestras propias acciones. Es sólo corno resultado de su propia debilidad que el hombre culpa a otros de los problemas y desgracias que le suceden. Esta no es la actitud correcta. El Mahabharata nos enseña que no está bien culpar a otros de nuestros problemas.

Si quieren comer alimentos y frutas que sean muy buenos y sabrosos, no pueden usar semillas de plantas venenosas. La clase de frutos que obtienen de un árbol depende de la clase de semillas que siembren. Si tienen semillas de plantas venenosas y esperan frutos deliciosos, ¿cómo podrán tenerlos? Los problemas o las satisfacciones que tengan ahora dependerán de la clase de acciones que hayan hecho en sus vidas anteriores. El no reconocer esto y culpar a otros es incorrecto. El Mahabharata nos ha enseñado la lección de que debemos considerar a nuestras acciones las responsables de nuestras penas o alegrías. Pero como seres humanos deben llevar a cabo cualquier acción que tengan que hacer. Las capacidades que les han sido dadas bajo el nombre de metas de la vida humana (purusharthas) deben ser utilizadas plenamente. No piensen que lograrán esto o aquello tratando de hacerlo así. La clase de semilla que han sembrado, que les ha dado la posición en la cual se encuentran ahora, determinará los resultados que obtendrán después. Si la semilla pertenece a una clase de planta, ¿cómo pueden obtener una clase diferente de fruta? Entonces, la clase de semilla que usen determinará la clase de fruto que obtendrán y tendrán que aceptar ese fruto. Pueden ser muy inteligentes y listos, pero toda su inteligencia e ingenio no les permitirá superar su propio karma. Brahma, el Creador, está preparando una guirnalda de todo lo bueno y lo malo que han hecho sin hacerle ningún cambio y la pondrá alrededor de su cuello y la enviará junto con ustedes a este mundo cuando vuelvan a nacer.

Es necesario que reconozcamos esta relación causal. Somos responsables por lo bueno y lo malo que hagamos, y los deseos que tenemos son sólo consecuencias de esto. El Mahabharata nos ha estado enseñando esta lección. Draupadi, para mantener la reputación de sus esposos, la de sus padres y de sus suegros, se refirió a este código de conducta correcta. Dijo: "Yo nací como hija del gran rey Drupada, soy la nuera del mundialmente famoso rey Pandu, me he casado con los grandes Pandavas, he dado a luz a hijos que son héroes, ¿cómo puedo yo ser un sirviente?" Estas palabras de Draupadi conmueven el corazón. Ella quería que sus padres se sintieran orgullosos de ella, que sus hijos sintieran que eran los hijos de una gran madre, que sus esposos sintieran que estaban casados con una gran mujer y que sus suegros estuvieran orgullosos de ella y ella quería complacerlos. El Mahabharata es un texto de grandes acontecimientos, y Draupadi misma siempre se comportaba de un modo que contribuía a mantener el buen nombre de su gran familia y de su país.

Verdaderamente, el Mahabharata puede ser considerado como un claro reflejo de las cualidades de los Pandavas y de Krishna. Es costumbre entre nosotros considerar al Mahabharata como una historia de un grupo de personas que alientan la guerra y no tienen ningún respeto por la paz, la dignidad y la seguridad de la humanidad. Se puede decir que Krishna es el Ser Supremo y que ha tomado a los cinco Pandavas como a las cinco sustancias elementales que son la base de la Creación y a Draupadi como el Alma individual y ha creado el texto del Mahabharata para nosotros. Lo primero que debemos reconocer en el Mahabharata es que Krishna tomó la forma de un ser humano, y examinar de qué manera El nos dio las lecciones sobre nuestra conducta para con otros seres humanos. No importa qué parte del Mahabharata estemos estudiando, pero si consideramos a Krishna como Dios, nunca seremos capaces de comprender el significado interno de esa parte del Mahabharata en particular. Sólo cuando consideremos y pongamos atención al aspecto humano de Krishna y veamos a toda la historia desde el ángulo de Krishna en forma humana, comprenderemos Su grandeza.

Todos vuestros pensamientos e ideas deben remontarse a la época en la que Krishna vivía y en la cual se desarrolló la historia del Mahabharata. Sólo entonces comprenderán su verdadero significado. Si permanecen mentalmente en la posición actual, no les será posible comprender y apreciar el contexto real de la historia del Mahabharata, que tuvo lugar hace cinco mil años. Como se les dijo ayer, adoren una imagen como a Dios, pero no adoren a Dios como una imagen. No lo rebajen al nivel de un vaso, una mesa o un pedazo de tela. Si quieren comprender a Krishna, pónganse en la posición en la cual Krishna vivía y actuaba, pero no lo rebajen a la propia posición de ustedes. Si quieren elevarse e ir a un lugar muy alto, podrán hacerlo sólo si leen buenas historias y las comprenden. Por lo tanto, muchachos y muchachas, con la ayuda de sus sagrados corazones, hagan un esfuerzo por entender las vidas ideales que se describen en el Mahabharata y pónganlas en práctica en sus propias vidas y sigan los caminos indicados en esta Sagrada Escritura. Espero que podrán hacerlo.