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Discursos dados por Sai Baba

07. ../05/76 Toda persona santa desea una muerte buena y apacible

Toda persona santa desea una muerte buena y apacible

Toda persona santa desea una muerte buena y apacible

Mayo de 1976

¿Saben ustedes para qué se les dio la inteligencia? No es con el fin de acumular riquezas. La inteligencia les ha sido dada para que puedan darse cuenta de que todo lo que ven a su alrededor es un fenómeno temporal ,y transitorio.

¡Personificaciones de la Pureza! ¡Estudiantes! ¡Muchachos y muchachas!: El hombre es como una semilla. Al igual que una semilla que brota y luego se transforma en una planta que finalmente se vuelve un árbol que les da frutos, así el hombre debe crecer y florecer y debe producir flores de Paz y regalar esas flores al resto del mundo. El hombre tiene dos aspectos en su vida. Uno relacionado con sus medios de subsistencia y el otro con el objetivo fundamental de ella. El primero es la capacidad de obtener medios de vida y está muy relacionado con el mundo material, mientras que el último se relaciona con el mundo espiritual. Pero hoy en día el hombre desarrolla capacidades en el primer aspecto, para poder subsistir, pero no tiene la capacidad de buscar el objetivo de su vida. El mundo espiritual y el mundo material que se vive a diario no pueden ser dos mundos separados. Cuando hablamos de las capacidades para ajustarse a este mundo, queremos decir la capacidad de adquirir todas las comodidades para así dar comodidad a este cuerpo. Lo que hacemos en este mundo, lo que vemos a nuestro alrededor y lo que hacemos para mantener nuestro cuerpo sano se llama la capacidad relacionada con este mundo. Si queremos describir esto brevemente, podemos decir que ésta es la capacidad de relación con el mundo externo.

Hay otro aspecto que puede ser descripto brevemente como el mundo interno. Pero, desgraciadamente, hoy en día, desde el momento en que nos levantamos hasta el momento en que nos acostamos, todos nuestros esfuerzos están dirigidos a acumular las capacidades relativas al mundo externo. Todo lo que hacemos se relaciona con nuestra vida diaria y lo que vemos alrededor. Sin embargo, no es posible pensar en el mundo de lo diario sin pensar en el mundo interno o espiritual, lo mismo que no se puede desarrollar la visión externa, sin la ayuda de la visión interna. Los textos religiosos de todas las categorías han estado enseñando a la gente cómo promover y desarrollar esta visión interna. La mayoría de los textos religiosos han enseñado siempre métodos y caminos relacionados con el mundo espiritual, pero el Bhagavad Gita no hace esta distinción entre la visión externa y la visión interna y ha estado diciendo que ambas deben estudiarse conjuntamente. Esta escritura espiritual nos ha estado enseñando que, destáquese la visión externa o la visión interna, el objetivo fundamental y último es el mismo.

He aquí una pequeña historia que ejemplifica esto. Tomemos el caso de una mujer que lleva una vasija llena de agua en su cabeza. Hablará y bromeará con las otras mujeres y caminará muy libremente, aunque tendrá mucho cuidado de la vasija en su cabeza. A1 igual que en este caso, mientras vivamos en el mundo normal, tomando las cosas alegremente como vienen, debemos tener gran cuidado de los aspectos espirituales también y no olvidarlos.

Cualquiera que sea la tarea o trabajo que emprendan, si tienen su atención en la Divinidad, entonces Dios cuidará de ustedes. He aquí otro ejemplo de éstos. Una madre arrullará a su bebé y cuando el bebé esté dormido, irá a la cocina y se dedicará a su trabajo. Mientras tanto, su atención estará en el bebé y estará pendiente de cuando él se despierte. Aun si está ocupada en un trabajo urgente y apremiante, su atención estará en el niño, y tan pronto como lo oiga llorar, irá corriendo a verlo. Ella no se detendrá a considerar en qué tono y ritmo está llorando el niño. Del mismo modo que la madre viene corriendo de su trabajo tan pronto como oye al niño llorar, así también, si el hombre llora al Señor desde el fondo de su corazón, aunque el Señor esté ocupado, vendrá y le ayudará. Dios no pregunta qué camino ha adoptado su devoto o qué canción devocional está cantando, sólo mirará la sinceridad con la cual el devoto haya clamado. Dios es Omnipotente y puede derretir aun corazones de piedra, pero no lo hará. El hombre sí tiene la fuerza para corregir su camino por medio de las actividades sagradas y, así, Dios espera que el hombre enmiende primero sus pensamientos por sus propios esfuerzos. A este respecto, el hombre no debe, por lo tanto, seguir arguyendo acerca de la capacidad de Dios, sino que debe examinar su propia capacidad y usarla para corregir las cosas. Dios se comporta como un ser humano cuando viene entre los hombres y como comprende la psicología del comportamiento humano, investiga el modo por el que puede cambiar las mentes y los corazones de los hombres.

En la batalla del Mahabharata, Bhishma estaba muy enfurecido. Durante los primeros nueve días de la guerra, Dusasana y Duryodhana se le acercaron un día y le preguntaron por qué habían estado sufriendo una derrota tras otra prácticamente cada día y no habían tenido una victoria ni siquiera un día. Bhisma se dio cuenta de que se encontraba entonces al servicio del rey y dijo: "Sí, comprendo su dificultad, les traeré una victoria mañana". Dusasana le pidió entonces a Bhishma que el objetivo fuera capturar y matar a los Pandavas y no simplemente obtener la victoria. Entonces Bhishma prometió que antes de que amaneciera el siguiente día mataría a los Pandavas. Los Pandavas se enteraron de esto y se dieron cuenta de que la promesa hecha por el ilustre anciano seguramente sería cumplida. De todos modos, los Pandavas no tenían ninguna alternativa y se dispusieron a morir a manos del venerable anciano que los había criado. Esta noticia llegó a oídos de Draupadi, que no pudo ya dormir ni comer y estaba aterrorizada. La profunda noche había caído. En todo este drama, Krishna tenía también una parte que jugar y estaba pensando cómo hacer funcionar las metas de la vida humana y cambiar la mente de la gente. Bhishma se dio cuenta de que había hecho la promesa en la excitación del momento, y como estaba plenamente consciente de la grandeza de los Pandavas y de sus cualidades, se sintió muy intranquilo. No pudo comer y caminaba de un lado para otro.

Sin embargo, Krishna, en su Divinidad, sabia lo que pasaba en cada lado y conocía las dificultades de ambos lados. Draupadi, anticipando el terrible. futuro, fue a ver a Krishna, le tocó los pies y se sentó. Entonces Krishna le dijo: "Hermana, no te desesperes. Haz lo que puedas y Yo haré el resto". Aunque se le dio esta seguridad, siendo mujer, quedó muy agitada. A medianoche, cuando todos dormían, Krishna se acercó a Draupadi y le dijo: "Sólo sígueme y no hagas preguntas". Todo estaba oscuro en el campo de batalla. Draupadi, no queriendo ser reconocida, se cubrió con un paño. En el campo de batalla no había casas y estaban viviendo en pequeñas tiendas improvisadas. Sin embargo, el lugar donde Bhishma vivía era bastante grande. En plena noche, éste pensaba cómo iba a cumplir con la promesa que había hecho y de qué manera llevaría a cabo el acto de matar a los justos, bondadosos y valientes Pandavas. Iba de un lado a otro ansiosamente. Krishna notó la oportunidad cuando Bhishma se encontraba muy excitado y agitado y le ordenó a Draupadi quitarse los zapatos pues los zapatos de las mujeres ricas de esa época hacían mucho ruido y podían oírse a una gran distancia y que fuera y cayera a los pies de Bhishma. Ella sólo seguía las órdenes de Krishna. Dejó sus zapatos, se cubrió y rápidamente corrió y cayó a los pies de Bhishma y le rogó que salvara la vida de sus esposos. Debido a sus buenas cualidades innatas, Bhishma inmediatamente reaccionó sin pensar y la bendijo diciendo: " ¡Que sigas siendo una mujer casada durante mucho tiempo!" Para Draupadi, la seguridad de que sería una mujer casada con maridos vivos durante mucho tiempo, viniendo de Bhishma, era suficiente.. Bhishma había prometido que mataría a los Pandavas antes de la salida del Sol y también le había asegurado a Draupadi que permanecería como una mujer casada durante mucho tiempo, y ahora le quedaba cumplir con una o con las dos promesas. En ese momento, al darse cuenta de que la persona a quien había bendecido así era Draupadi, quedó confundido, pues había surgido una situación conflictiva entre las dos promesas hechas. En ese momento, Bhishma le preguntó quién había ideado ese plan, pues seguramente ella no podía haber ido sola en plena noche con este grandioso plan.

En ese momento Krishna, el arquitecto de todo el plan, entró con un bulto de tela en la mano. Bhishma expresó su placer al verlo y comprendió que ese plan había sido diseñado por Krishna a fin de salvar a sus devotos y que El era la única persona que podía salvarlo de la difícil situación. Fue cuando reparó en el bulto de tela en manos de Krishna y preguntó lo que contenía. A1 abrirse el bulto se pudo ver que contenía los zapatos de Draupadi. Para demostrar Su Gracia y Amor, Dios está listo no sólo para ayudar a Sus devotos, sino también para llevar sus zapatos si es necesario. Ante esta Gracia sin igual de Krishna, los ojos de Draupadi se llenaron de lágrimas y preguntó: "¿No basta con que hayas estado cuidando de nosotros? ¿No es suficiente que hayas diseñado un plan para salvar a mis esposos en vez de que mueran mañana? ¿Tenías que llevar mis zapatos que no tienen ningún valor?" ¿Hizo Krishna estas cosas como Dios sobre la Tierra? Las hizo para demostrar cómo un ser humano debe portarse con otro en un momento de necesidad. Sólo el hombre puede demostrar la clase de relación que debe existir entre los hombres. Por eso se estaba comportando como un ser humano. Krishna demostró que el Amor es la base misma de nuestras propias vidas.

Bhishma comprendió plenamente este lila de Krishna y llegó a la conclusión de que, hiciera lo que hiciera, los Pandavas no sufrirían ningún daño, pero no hizo ningún intento por liberarse de su promesa, ya que era un gran defensor de la Verdad. Al día siguiente fue al campo de batalla con toda la determinación de cumplir la promesa dada. Ese día, la batalla fue feroz y el ejército de los Pandavas estaba en dificultades, pero debido a la Gracia Divina de Krishna, ellos pudieron salvarse. Vino la noche y Bhishma cayó. Krishna tuvo que escenificar todo este drama para demostrar que la fuerza física y mental no es muy importante y que es la Fuerza Divina la verdadera. El día que Bhishma cayó fue el décimo día de la batalla. A partir de ese día, hasta el décimoctavo, Krishna dirigió los varios sucesos de la batalla, pero Bhishma quedó tendido en el lecho de flechas que él mismo había hecho. Después del último día de la batalla, los victoriosos Pandavas llegaron a Bhishma. La clase de batalla que se había librado entonces estaba sujeta a sus propias reglas y códigos de conducta de acuerdo con los tiempos. La batalla tuvo lugar 3138 años antes del advenimiento de Cristo. La guerra en la cual Bhishma tomó parte duró nueve días y él estuvo en su lecho de flechas durante cincuenta y ocho, lo cual da un total de sesenta y siete días.

Pasado este lapso los Pandavas junto con Draupadi fueron a ver a Bhishma para obtener su Visión Divina. Recostado sobre el mortal lecho, Bhishma les mostró gran afecto y pronunció lo que desde entonces se conoce como el Shanti Parva. En ese momento, mientras Bhishma estaba predicando el código de conducta relativo a la Paz en el Shanti Parva, Draupadi tuvo unos pensamientos y se rió en alta voz, llamando la atención de todos. Los Pandavas pensaron que esto era muy inapropiado y no les gustó que Draupadi se riera de esa manera en presencia de los mayores. Bhishma estaba consciente y sabía los pensamientos que pasaban por la mente de los Pandavas y para que se les pudiera dar una explicación apropiada, Bhishma le pidió a Draupadi que se acercara a él. La bendijo y le dijo que permanecería como una mujer casada por mucho tiempo y agregó que ella no hacía nada sin tener una buena razón y le pidió que explicara por qué se había reído así para que sus esposos pudieran saber la razón. Draupadi se dirigió a Bhishma con gran reverencia y humildad y le preguntó: "Cuando yo fui humillada en la corte de Duryodhana, tú nunca hablaste de ningún código de conducta, y cuando mis esposos fueron exiliados a la selva por doce años y tuvieron que vivir de incógnito durante un año, tú nunca predicaste ningún código de conducta. Ahora tú les estás enseñando el Shanti Parva a los Pandavas, que son las propias personificaciones del Dharma (los deberes del hombre). ¿Por qué ahora les enseñas esto a quienes no lo necesitan? Esto debería habérsele enseñado a Duryodhana y sus cómplices. Ese pensamiento me vino a la mente y yo me reí. No sólo esto. En la corte, el día que Dharmaraja perdió en el juego de dados y también perdió después de haberse dado él mismo en prenda, luego me jugó a mí. Entonces se decidió que los Pandavas irían a la selva y yo fui humillada. ¿Era eso Dharma? Tú eres una personificación del Dharma (modo de vida superior) y de, la Conducta Correcta. ¿Tú crees que ese día, después de perderse en el juego, Dharmaraja tenía el derecho de darme en prenda? Yo estaba casada con cinco maridos y, así, les pertenecía a todos. Si sólo uno de mis esposos quería darme en prenda, ¿era esto correcto? En esa oportunidad, ¿qué sucedió con toda tu pretendida adhesión a la Conducta Recta? Además, Dharmaraja me ofreció en prenda después de haberse perdido él mismo en la apuesta. El no tenía ningún derecho a hacerlo. Ese mismo día, yo pregunté si Dharmaraja se había perdido a sí mismo primero y después me había ofrecido a mí en prenda o si me había ofrecido a mí primero y luego a él mismo. Tú no me diste ninguna respuesta entonces. ¿Qué sucedió entonces con toda tu Conducta Recta? Hoy, cuando ya no hay ninguna necesidad, tú predicas todo esto a los Pandavas. Esto es en verdad una cosa risible y eso es lo que me ha causado esta risa".

El que Draupadi discutiera tan vehementemente y preguntara cosas inconvenientes mientras Bhishma se encontraba entre la vida y la muerte perturbó aun a Dharmaraja. Bhishma, sin embargo, rió fuertemente y alabó a Draupadi por hacer esas preguntas y dijo que las respuestas serían de gran importancia en la Era de Kali (la Era del Mal) que estaba próxima, y les pidió a los Pandavas que se calmaran. Bhishma dijo: "Durante muchos años he estado sirviendo a reyes malvados y pecadores y he estado viviendo del alimento que me han dado y, por lo tanto, todo lo correcto y dhármico en mí ha estado sumergido. Debido a la flecha que me alcanzó de la mano de tu marido, toda la mala sangre se ha ido y ahora el Dharma (la Rectitud), que había estado sometido, ha vuelto a salir y estoy predicando la necesidad de la buena conducta". De este Shanti Parva predicado por Bhishma debemos aprender la lección de que si alguien se engrandece con la ayuda de dinero acumulado por medios deshonestos, lo bueno en él quedará sumergido por la mala sangre. Es en este contexto que Krishna ha enseñado que la olla en la cual cocinan, los ingredientes que usan para cocinar y el alimento mismo deben ser todos limpios.

En este diálogo, Bhishma enseñó al mundo que puede haber maldad en el alimento que tomamos. Del alimento vienen los pensamientos y de los pensamientos que se generan en nosotros viene la acción. De nuestras acciones vendrán nuestro bien y nuestro mal. Después de dar esas lecciones apropiadas a los Pandavas, Bhishma murió. El día anterior a ése fue uno muy auspicioso, porque era el día en que el Sol comienza su viaje hacia el Norte. Ese día es también llamado Ratha Saptami. (Nombre del 7° día en la mitad clara del mes Asrina; de "ratha", carro, especialmente de guerra de dos ruedas, y "saptami", el séptimo día lunar de la quincena, así llamado como el comienzo de un Manvantara, cuando un nuevo Sol asciende a su carro para iniciar su viaje.) El día anterior a la muerte de Bhishma, Ratha Saptami, era sagrado, y en esa ocasión todos los Pandavas se acercaron a él y él llevó a cabo los rituales para sus antepasados y al siguiente entregó su vida. Pero hoy en día, de acuerdo con nuestros calendarios, creemos que Bhishma murió un día once (ekadasi) y lo llamamos El Ekadasi de Bhishma. En verdad esto no es correcto. El día en el cual Bhishma murió era un día Ashtami y la estrella prevaleciente era Rohini. Krishna también nació en la estrella de Rohini. Así, Bhishma murió en un día similar al que vio nacer a Krishna. También era ése el comienzo de un período muy auspicioso del año. Consideraban ese día muy auspicioso para morir. Bhishma esperó cincuenta y ocho días a que el Sol iniciara su viaje hacia el norte. Pensando en el Señor, esperó el día apropiado para morir. Al respecto, Bhishma le enseñó al mundo que el momento de la muerte es más importante que el del nacimiento. Más que nacer en un día auspicioso, es deseable morir en un día y hora auspiciosos también. Si uno muere así, el renacimiento será bueno. Hoy en día todos queremos un buen nacimiento pero no estamos buscando una buena muerte. El significado interno de un buen nacimiento es permitirnos tener una buena muerte. Debemos reconocer que todas las prácticas espirituales que hacemos no son para lograr una vida agradable sino para una muerte buena y serena. Todos los grandes santos y yoguis dirigen todas sus oraciones al logro de tina muerte tranquila y buena, y ruegan por poder fundirse en el Señor fácilmente. Nuestros intentos deben ser dirigidos al objetivo de fundirnos finalmente con la Divinidad. Esta es la sagrada lección contenida en el Shanti Parva y espero que ustedes la comprendan y la pongan en práctica.