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Discursos dados por Sai Baba

11. ../05/76 El cuerpo humano es como una burbuja en el agua

El cuerpo humano es como una burbuja en el agua

El cuerpo humano es como una burbuja en el agua

Mayo de 1976

Es fácil hablar de principios y códigos de conducta pero es muy difícil ponerlos en práctica. Tanto para los jóvenes como para los abuelos, es la misma cosa. Esta es la Verdad, la sencilla Verdad que les estoy dando.

¡Estudiantes!: Los resultados de sus exámenes que se anunciaron hoy son en verdad una feliz noticia, pero mientras la educación que obtienen sea tal que promueva sólo la ignorancia y no les dé la fuerza requerida para fomentar la prosperidad de nuestra nación y de nuestras tradiciones, entonces será inútil. De todas las ramas de la educación, sólo la espiritual es verdadera educación, y cuando se compara con las otras áreas podemos ver que la educación espiritual es como el océano, mientras que las otras son como los ríos. Cuando los ríos fluyen y se funden en el océano, adquieren la profundidad y la gloria del insondable océano. De manera similar, cuando todas las demás formas de educación fluyen y se funden con la educación espiritual, adquieren la forma y la grandeza de la educación espiritual.

Sólo cuando su educación esté combinada con austeridades, podrán florecer su corazón y ennoblecerse sus ideas. Las austeridades no significan que deben abandonarlo todo e irse a la selva y pararse de cabeza. Las austeridades son algo con lo cual pueden hacer que sus palabras y sus acciones se armonicen unas con otras. Será sólo cuando se les dé tal tipo de educación sagrada que habrá oportunidad para que florezcan grandes ideas en ustedes. Sólo entonces las nobles y grandes ideas que están en ustedes podrán salir a relucir de manera apropiada. La educación no puede ser total y completamente dedicada a asuntos mundanos. La educación debe promover su carácter. Es necesario que los estudiantes de hoy adquieran una educación sagrada de este tipo, y sólo esto dará los buenos resultados deseados.

Si ahora queremos realmente comprender nuestra historia y cultura, es necesario que estudiemos la tradición oral y los relatos históricos, los componentes de nuestro Vedanta. Al leer estos textos, debemos tener mucho cuidado de que nuestras propias ideas, conceptos y prejuicios no se proyecten en lo que leemos. Debemos tratar de comprender el contenido original en la medida de lo posible. En los siglos que han transcurrido desde la creación de dichos textos, varios aspectos han sufrido bastantes transformaciones. Como resultado del paso del tiempo, encontramos que los continentes en la tierra, los mares y las fuentes mismas de los ríos han sufrido grandes cambios. Un río que fluía en una dirección varios siglos atrás, está ahora fluyendo en una dirección diferente. Cambió de curso y encontraremos que hay una marcada diferencia entre el curso de un río hace algunos siglos y el que ese río sigue en la actualidad. Pero cuando el hombre de hoy mira el curso del río, lo traslada a lo que está en su concepto y piensa que el río seguía el mismo curso siglos atrás. Esto no es correcto. He aquí un pequeño ejemplo.

Nos preguntamos, ¿es la tierra que hoy llamamos Lanka la misma que existía en el Treta Yuga (Edad de Treta, una de las cuatro edades de la Tierra) y que era gobernada por Ravana en la época de la epopeya de Rama? No, no es así. Entonces Lanka estaba a cientos de kilómetros de la punta de la India y en el Ecuador. Con el paso del tiempo y pasando del Treta Yuga al Kali Yuga (Edad de Kali), esa isla ha ido moviéndose cientos de kilómetros hacia el norte, y ahora se encuentra al norte del Ecuador. Se registra en la historia griega que esa isla que hoy llamamos Lanka estaba completamente sumergida bajo el agua cuando ocurrió la catástrofe oceánica de lo que se llama Atlántida. Los griegos no eran un pueblo ordinario. Estaban muy adelantados en ciencias y en muchos campos distintos. Describieron el hecho de que Lanka había sido sumergida por el océano y que había quedado a la deriva y este fenómeno había sido aceptado por ellos. En esa época, estos pueblos eran tan adelantados que habían viajado a la Luna y diseñado varios medios de transporte aéreo y dominaban el arte del vuelo.

Como sabemos, el mundo entero toma como hora oficial la hora de Greenwich. En la historia del mundo, se sabe que los astrólogos de ese tiempo usaban la longitud que pasaba por Lanka para sus cálculos y tomaban como hora oficial la salida del Sol en esa longitud. Es sobre la base de esta hora que nuestro pueblo determinó la hora del nacimiento de Krishna, la hora en la que El dejó su cuerpo mortal y las fechas de la batalla del Mahabharata, y así sucesivamente.

En la época en que los Pandavas vivían, las escalas de tiempo eran determinadas sobre la base de esta longitud que pasaba por Lanka. Si tomamos esto como base, llegamos a la conclusión de que el período que ahora llamamos Kali Yuga empezó en el año llamado Pramadi, en el mes de Shravana, en la quincena llamada Bahula y el día llamado Ashtami. De acuerdo con el calendario inglés, esto sería descripto como el 20 de febrero de 3102 antes de Cristo. A fin de destacar este aspecto del comienzo de un nuevo Yuga, el 20 de febrero de 3102 a.C., nuestros ancestros llamaron este día Ugadi, o el día del comienzo de una nueva Era.

Mirándolo desde este ángulo, podemos aprender un aspecto diferente aunque no muy agradable. Este día en particular, llamado Ugadi, es también el día en el cual Krishna abandonó su cuerpo mortal en un sagrado lugar de peregrinaje llamado Prabata, cerca de Dwaraka. Hay un proverbio según el cual pensamos en toda clase de cosas extraordinarias y extrañas cuando nos acercamos al fin de la vida. Los Yadavas, la comunidad en la cual Krishna vivía, tuvieron estas extrañas ideas entonces y ellos mismos causaron su propio fin. Aunque Krishna les predicaba el consumo de alimentos sátvicos solamente, los Yadavas violaron este mandamiento en un día sagrado. Al realizar una ceremonia religiosa, usaron ingredientes indebidos y los consumieron. Debido a estos alimentos y bebidas, se embriagaron y perdieron el control de sí mismos. Empezaron a golpearse y llegaron hasta matarse unos a otros. De esta manera terminó todo el clan de los Yadavas. (Es en este orden de ideas, y teniendo en mente los ideales que Krishna predicaba, que Gandhi quiso también prohibir el consumo de carne y bebidas alcohólicas, pero desgraciadamente no tuvo éxito.) Así fue como la comunidad de los Yadavas desapareció. Hasta Vasudeva fue ultimado en esta batalla. Balarama también fue muerto. Muchas de las mujeres de los Yadavas, que no se encontraban allí en el momento, sobrevivieron.

Después de poco tiempo, Vidura llegó al lugar y cuando vio lo que había pasado lo impresionó como un lugar de terror. Udhava llegó allí también y cuando vio la situación, temió que su amigo Krishna hubiera también dejado Su cuerpo mortal y se puso a buscarlo. Arjuna también ayudó a Udhava en esta tarea y buscaron por todas partes el cuerpo de su amigo. Se les dijo que en esa tremenda pelea el cuerpo de Krishna había sido cortado y desmembrado y que las partes habían sido tiradas a distintos lugares y Arjuna y Vidura pensaron que no lograrían identificar el cuerpo. En esta situación, Vidura y Arjuna pensaron que ya no tenía ningún objeto para ellos vivir en un mundo en el cual Krishna no vivía y se dispusieron a ahogarse en el río Yamuna. Fue una época de gran desastre y, como consecuencia, todo el aire y las aguas circundantes se contaminaron y la atmósfera entera estaba corrompida. Mientras Vidura y Arjuna miraban el río, vieron agitarse en la distancia una tela azul y oyeron un sonido que venía de este lugar. Vidura se sorprendió grandemente y queriendo saber qué era, corrió en dirección al punto de donde emanaba el sonido. Debajo de un árbol encontró a Krishna sentado muy apaciblemente. Parecía que se estuviera preparando también para abandonar Su cuerpo, pero Krishna pensó que no era apropiado dejar Su cuerpo estando Sus amigos y parientes tan cerca. Con el fin de alejar a Udhava, le enseñó el Bhagavata y le pidió que fuera y trajera a Arjuna. Udhava pareció estar feliz y quería compartir la noticia de que Krishna estaba a salvo con Arjuna y corrió hacia éste. Observando que Udhava ya estaba lejos, Krishna dejó Su vida mortal. Cuando Udhava y Arjuna se acercaron al árbol, encontraron que el cuerpo ya no estaba allí. Estuvieron en esta situación durante dos o tres días y pensaron que Krishna había decidido que el objeto de Su existencia humana había terminado y que había abandonado Su cuerpo mortal. Entonces regresaron a Dwaraka. Sathyabama, Rukmini y las gopikas (pastoras) estaban en gran aflicción, pues habían perdido todo en sus vidas, y Arjuna y Udhava no soportaban verlas sufrir.

Arjuna pensó que no era bueno dejar a las mujeres solas en ese lugar y, así, tomó su Gandiva y decidió llevarlas a Hastinapura. En el camino, las tribus de la selva los atacaron con la intención de separar a las mujeres del grupo. Sathyabama, Rukmini y las otras gopikas le pedían a Arjuna que las ayudara y salvara de esa situación. Arjuna había peleado y salido victorioso de muchas batallas. Había demostrado gran vigor en la batalla del Mahabharata y en la batalla de Khandavavana; había mostrado gran coraje y fuerza en muchas ocasiones. Pero en esa ocasión, él no pudo siquiera levantar su Gandiva y apuntar. Entonces pensó: "Toda aquella fuerza que tenía se la debía a Krishna, y al no estar El aquí, no puedo ni siquiera levantar el Gandiva". Pensó que aunque su mano había estado sosteniendo el arco divino durante todos esos años, era la fuerza de Krishna la que él estaba usando y se sintió indefenso en ese momento. Como Krishna había sido su morador interno durante todos esos años, se sentía fuerte, pero ahora que Krishna ya no estaba con él, se sentía como una piel sin huesos. El significado interno de esto es que mientras Arjuna sintiera que Krishna estaba allí en una forma humana ordinaria, tenía toda su fuerza, pero tan pronto como sintió que El ya no estaba allí, perdió toda su fuerza y su voluntad de pelear. Sólo porque el cuerpo denso de Krishna había desaparecido, Arjuna pensó que Krishna lo había dejado y porque estaba bajo el engaño de identificar al cuerpo denso de Krishna con Krishna mismo, perdió toda su fuerza.

El pensar que uno está lleno de debilidad es incorrecto. La actitud correcta es mirar a Dios como sin forma y sin atributos. Debemos pensar que Dios está presente dentro de nosotros. Esta es la actitud correcta. Mientras uno tiene forma, es muy natural pensar en esa forma, pero puesto que esa forma debe ser olvidada algún día u otro, es bueno concentrarse en el Supremo sin forma y abandonar el apego a una forma.

Nuestro Vedanta nos ha enseñado la filosofía del desapego para ayudarnos en este proceso de concentración en el Supremo Poder sin forma que está detrás de cada forma. Es inevitable que el Alma individual deje el cuerpo; si el Alma individual no deja el cuerpo, entonces el cuerpo debe abandonar el Alma individual. Este cuerpo es como una burbuja en la superficie del agua. Esta burbuja nació del agua, vive en el agua y sobrevive en el agua y, finalmente, queda disuelta en el agua. Solamente cuando desarrollemos la actitud correcta ante el Poder Supremo sin forma seremos capaces de tener felicidad permanente.

Si tomamos una pelota y la arrojamos con fuerza contra el suelo, rebotará en la medida determinada por la fuerza con la que la arrojamos al suelo. Si la tiramos en una tierra blanda, pantanosa, en vez de un suelo duro, no podrá rebotar y hasta quedará atrapada dentro del barro. De manera similar, si el aspecto puro de la Divinidad llega y golpea en un corazón santo, reflejará. Pero si tenemos un corazón lodoso e impuro, si la Divinidad toca ese corazón, quedará pegada y atrapada. Por lo tanto, la pureza de nuestra mente y una vida ejemplar son esenciales. La verdad y la honestidad deben considerarse como si fueran los dos ojos para nosotros y que, al estar estos ojos enfermos de egoísmo, no somos capaces de tener un corazón puro y limpio.

Los jóvenes deben tener pureza de mente. Deben tener mucho cuidado de proteger la Verdad y la honestidad. Ese fue el ideal enseñado y demostrado por Krishna. Krishna y Su aspecto de Amor son conocidos de los ciudadanos de la India. El es quien tiene juventud eterna. Debemos comprender qué significa decir que El es eternamente joven. Al decir que El es siempre joven no debemos pensar que tiene un cuerpo fresco y juvenil para siempre, sino que El no tiene ansiedad y siempre tiene una disposición risueña. Esta clase de bienaventuranza y felicidad también le da felicidad y salud a nuestro cuerpo. Es a este respecto que se ha dicho que la felicidad es la unión con Dios.

Tanto de la decadencia como del envejecimiento de nuestro cuerpo, la responsable es nuestra propia conducta, y de nuestra conducta, los responsables son nuestros deseos. No deberíamos usar este cuerpo para satisfacer deseos mundanos. El dolor y el placer son como nubes que se alejan de nuestro corazón. Así, todos estos deseos deben ser considerados como nubes. Es en este sentido que los Vedas han comparado a nuestra mente con la Luna y a nuestros ojos con el Sol. Los Vedas también nos han enseñado que nuestro corazón es como el cielo, y en este cielo de nuestro corazón, nuestra mente es como la Luna en el firmamento y nuestros ojos e inteligencia son como el Sol.

En este cielo de nuestro corazón, nuestros pensamientos deben ser tratados como nubes pasajeras. Así, en el cielo de nuestro corazón, hay millones de nombres del Señor que brillan como estrellas y en ese cielo, si tenemos a nuestra mente brillando como la Luna, entonces tendremos la situación correcta. A esta Luna que hemos comparado con nuestra mente debemos dar la condición de Luna Llena. Cuando la mente ha sido entrenada para tener la forma de Luna Llena, habrá una oportunidad de corregir y purificar nuestros corazones. Este sagrado texto del Mahabharata nos ha dado muchas lecciones que nos ayudarán a hacer que nuestro corazón sea comparable a una Luna Llena. Los ideales de Krishna deberían hacer que sus mentes fueran puras y que aceptaran la Verdad y la honestidad como cosas básicas sobre las cuales deben construir sus vidas.

En base a esto, es también correcto que determinemos el día en que Krishna nació. De acuerdo con estos cálculos, el día en que Krishna nació fue el 20 de julio del año 3228 a.C. Si esto ha de ser puesto en nuestro calendario, será en el año Shrimukha, mes de Shravana, quincena de Bhula y día de Ashtami. La estrella será Rohini y la hora será las tres de la madrugada. Si contamos hacia atrás desde hoy, encontramos que el día que Krishna dejó Su cuerpo mortal fue hace 5078 años. Si deseamos comprobar esto, veremos que 3102 a.C. y 1976 suman los 5078 años. Así, desde que el Kali Yuga empezó, han pasado 5078 años. Es también el tiempo desde que Krishna abandonó Su cuerpo y, por ende, el día en que empezó el Kali Yuga, y lo llamamos Ugadi. Pero el Kali Yuga empezó en el año Pramadi y, así, parece que este Yuga está lleno de peligros y daños. En verdad, en vez de llamar a este Yuga el de Kali, sería correcto y apropiado llamarlo el Kalaha Yuga o la Edad de las Disputas. Dondequiera que veamos, si es en una casa, un pueblo, o un país, vemos querellas. Los jóvenes de hoy deberán trabajar porque este Kalaha Yuga sea cambiado en una edad de prosperidad al vivir de acuerdo con los ideales de Krishna.

Es necesario que en este mundo haya dos categorías de personas. Sin conocer el dolor, no se puede disfrutar del placer. El placer viene como un intervalo entre dos dolores. Sin dolor nunca podremos comprender el significado de la felicidad. Aunque los dos aspectos están siempre presentes, debemos tratar de promover el bien, la felicidad y la alegría. En nuestro propio cuerpo tenemos que mientras la sangre buena fluye por un lado, simultáneamente también fluye la sangre impura. Aun dentro de nuestros hogares, vemos que a la vez que está entrando agua potable buena y pura por un lado, por el otro sale el agua del drenaje. Ambas están presentes en el mismo hogar. En una ciudad, mientras el agua potable es llevada por unos tubos, existen otros que llevan el agua de desechó y ambos parecerán similares y externamente limpios. De la misma manera, en nuestra mente hay siempre dos corrientes. Una será una corriente de ideas buenas y la otra una corriente de ideas malas, ambas fluyendo juntas. Por eso, deben esforzarse por aceptar las buenas y rechazar las malas.

En el mundo hay agitaciones y revoluciones y éstas son comunes. En medio de estas revoluciones, el hombre debe hacer un intento de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto y separar la verdad de la falsedad. Los jóvenes tienen un largo viaje por delante en este tren que llamamos la sociedad. Los mayores en este tren van descendiendo poco a poco en las estaciones. En este tren de la sociedad, ustedes son los que tienen que viajar una larga distancia y deben estar preparados para dar los pasos necesarios para rectificar sus defectos. Deben corregir las faltas de este país y fijar buenas ideas en sus mentes. Si hoy piensan que una cosa que sus mayores están haciendo no es correcta, no deben hacer lo mismo cuando crezcan. Deben estar preparados para poner en práctica lo que ustedes piensan ahora que son las buenas acciones de sus mayores. Nadie entre nosotros quiere sufrir las consecuencias de un acto malo aunque estamos siempre dispuestos a hacer cosas malas, sólo que no queremos aceptar sus consecuencias. Todos queremos gozar de las consecuencias de las cosas buenas pero no estamos dispuestos a hacer cosas buenas. Si creen que a fin de lograr buenas consecuencias deben hacer buenas acciones, entonces lo primero que deben aceptar es el hacer cosas buenas; lo que ustedes consideran pecado debe mantenerse alejado y nunca deben participar en tales acciones. La coherencia entre la palabra que pronuncian, la acción que hacen y el pensamiento que tienen se ha llamado tapas (austeridades). Krishna le dijo a Arjuna que esta armonía entre pensamiento, palabra y acción es el verdadero significado de tapas y que la austeridad no puede interpretarse como el pararse sobre una sola pierna. De hecho, Krishna describió el estar parado sobre una pierna como un mero ejercicio físico. Los ideales que nos fueron transmitidos en el Mahabharata y la vida ideal y ejemplar que Krishna llevó son importantes para nosotros y espero que los jóvenes de hoy los pondrán en práctica en sus vidas.