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Discursos dados por Sai Baba

29. ../05/74 El Señor es la encarnación del Amor

El Señor es la encarnación del Amor

El Señor es la encarnación del Amor

Mayo de 1974

Y SE LE PUEDE CONTACTAR

SOLO A TRAVES DE EL

El conocimiento del contenido de los varios Sastras o Vedas no contribuirá a eliminar la pantalla que hay frente a la mente de uno. A un lado de esta pantalla se encuentra el individuo y al otro, el Deva. A un lado de la pantalla se encuentra la Creación y al otro, la base para todo lo que vemos. El nacimiento pasado nos es desconocido, el actual no es algo estacionario o invariable, el futuro nacimiento es algo sobre lo que nadie sabe nada. ¿Hay alguien que sepa sobre el futuro? El cuerpo humano no es permanente, es transitorio, pero el Alma que reside en el cuerpo es indestructible. Ella es lo permanente y es la base para todo lo que vemos. Es su grandeza la que se manifiesta de muchas maneras diferentes. He estado buscando, he buscado en el pasado y sigo buscando ahora a alguien que entienda la base para todas estas manifestaciones.

¡Encarnaciones del Alma Sagrada!: Son necesarios los tres procesos de "escuchar, reflexionar y asimilar" para entender y para absorber en nosotros el Vedanta. Así como el Sol nos entrega la esencia de la luz solar, también las pálabras contenidas en los Vedas han entregado la esencia que ellos poseen a todos los que son versados en ellos. Existe un nombre alternativo de Aditya para quien es versado en los Vedas. Los maestros de ceremonia que poseen el poder de los Brahmanas han intentado entender este aspecto del Aditya. Cuando decimos que los maestros de ceremonia tienen el poder de los Brahmanas, la palabra Brahmanas significa a los mantras del Veda y con ayuda de ellos, los maestros de ceremonia han podido entender el aspecto de Aditya. La palabra Bharata se asocia con la de Aditya. Este Aditya ha buscado entregarnos el significado de la palabra del Veda. La esencia de las palabras del Veda nos ha sido entregada por Aditya en el aspecto de Bharata. Estos mismos "vedavani" han sido descriptos con el nombre de Vasu en los tempranos años de su existencia, siendo llamados, después de madurar con el paso del tiempo, "Rudra" y, al hacerse más viejos, estos mismos Vedavani fueron llamados Aditya. Este Vedavani en su posterior aspecto de Aditya ha ido irradiando los rayos del fulgor divino hacia el mundo. Del mismo modo en que los rayos del Sol irradian de él de manera espontánea y no forzada por entidad alguna, así también los rayos del Vedavani irradian espontáneamente en forma del fulgor divino. No hay nadie que haya originado ni la forma ni el contenido de los Vedas. Son autorresplandecientes. Al igual que los rayos del Sol no son creados por nadie, así también los rayos que provienen del Vedavani y los nombres y formas que surgen de él, son sus emisiones espontáneas. No son creadas por nadie. Sólo debido al hecho de que el Vedavani haya sido llamado por los nombres de Vasu, Rudra y Aditya en diferentes épocas, hemos de comprender que estos tres nombres representan, respectivamente, a Ida, Saraswati y Bharati. Es en este sentido que el tipo de sonido o la palabra que surge del Vedavani se llama Bharati y se ha hecho referencia a esta Bharati como la consorte de Bharata. En este contexto, Bharati también ha sido llamada Deepti. Hemos de entender que el tipo de relación que se da entre los rayos del Sol y el Sol mismo, es el mismo que existe entre Bharati y Bharata. El tipo de conexión que existe entre la Luna y el aire fresco que emana de la Luna es similar a la que existe entre Bharati y Bharata. La relación entre ambos es también como la que existe entre la leche y su color blanco. Pueden convertir la leche en requesón y el requesón en mantequilla, pero a través de todas las modificaciones la leche retiene su color, su blancura. Así como no es posible separar el puro color blanco de la leche, aunque puedan transformarla en otros productos, también el tipo de relación que existe entre Bharata y Bharati es tal que el uno no puede estar separado del otro. Para ello resultan apropiados los nombres de Vasu, Aditya y Rudra, así como también Agni es un nombre apropiado para Bharata. En este contexto las Escrituras nos han indicado los diferentes nombres de Ida, Saraswati, y Bharati. En el primer paso de Vasu, Ida nos otorga gracia. Además de ello, Ida tiene también la reputación de establecer los mandamientos. En el lugar de Ida nos da los mandamientos, en el lugar de Saraswati nos enseña y en el lugar de Bharati nos otorga la manifestación o la realización última. Ida y Saraswati entregan los primeros dos pasos y Bharati, el resultado final. El resultado final o la manifestación, viene a ser un resultado de los mandamientos de Ida y de la senda esbozada por Saraswati. Debido a que Ida es el punto desde donde se entrega la orden, el Sruthi la ha asociado también con el punto del corazón. Cuando hablamos aquí del corazón, no hacemos referencia al corazón físico, sino que ello representa un punto que queda algo por debajo del corazón físico y que es el corazón espiritual. El corazón comienza a involucrarse en un proceso pensante de acuerdo al mandamiento. Si no aceptan la prédica que Saraswati les entrega, no les será posible progresar hacia la próxima etapa de la realización. A veces la cabeza se encarga de decidir respecto del destino, incluso antes que Ida establezca el mandamiento. Cualquier persona que tome la senda que haya decidido la cabeza antes de recibir las órdenes de Ida, se dará cuenta de que el camino que ha tomado no es el correcto y se arrepentirá por ello.

En este contexto se hace necesario que indaguen si el pensamiento que se haya generado en vuestra cabeza es correcto y si la acción concuerda con el mandamiento de Ida. Deberán tomarse el tiempo suficiente como para asegurarse que el mandamiento proviene del lugar de vuestro corazón y sólo entonces pensar con la cabeza y llevar a cabo la acción. Debido a esto se requiere prestarle una atención suficiente al lugar del corazón en donde se ubica Ida y a los mandamientos que de allí provienen. No es correcto que a veces se dejen llevar por la excitación y la emoción y emprendan la lectura de libros o hagan cosas aunque las órdenes no surjan de Ida. Cuando deseen leer un libro o hacer alguna práctica espiritual, es mejor que se tomen el tiempo como para que la decisión provenga de Ida, que tomar una decisión apresurada. Aquí va un pequeño ejemplo al respecto. Hay mucha gente que se dedica por muchos años a la recitación del Bhagavad Gita o de algún capítulo en particular del Ramayana, sin pensar nunca en la base o el lugar de donde reciben la orden. Estos aspirantes espirituales se dirigen a veces a los mayores para solicitarles algún tipo de enseñanza espiritual. Pero, en verdad, un individuo que ha estado recitando el Bhagavad Gita o el Ramayana por quince años, no tendría necesidad alguna de mensajes o instrucciones espirituales de una tercera persona. Si le preguntáramos a este individuo sobre quién es el autor del Bhagavad Gita, contestará sin vacilaciones que el Señor Krishna se lo entregó directamente a Arjuna en el campo de batalla. Entonces, ¿si realmente tiene fe en el Bhagavad Gita que provino del Señor mismo, qué necesidad tendría de ir a un tercero y pedirle instrucción espiritual? ¿Si no tiene fe en lo que él sabe que son las palabras del señor Krishna, en dónde está la garantía de que tendrá fe en las palabras de cualquier otro gurú? Si las palabras pronunciadas por Krishna mismo y que ha estado recitando por años no han creado fe en él, es seguro que las palabras que provengan de un maestro las olvidará en menos de quince segundos. Este tipo de situaciones se le presentará a las personas que son incapaces de percibir y de comprender las órdenes que emanan de Ida. En esto reside la discordancia. No perciben lo que les llega desde Ida y desean pasar directamente a la tercera etapa de Aditya y experimentar el aspecto de Bharata sin comenzar por el principio. Para cada individuo es absolutamente necesario examinar la posición de su propio corazón. Es en este contexto que se dice que uno habrá de tener confianza, esencialmente, en la propia Alma o tener confianza en sí mismo. Sólo cuando uno fomenta la confianza en sí mismo, desarrollará la paz mental y experimentará la satisfacción o Bienaventuranza del Alma, después de lo cual sacrificará todo lo demás. El experimentar Bienaventuranza y que desaparezca el pesar son dos eventos simultáneos. Al igual que la oscuridad desaparece automáticamente y de manera simultánea al encender una luz, así también desaparece el pesar cuando llega la Bienaventuranza, sin necesidad de otro intento. La luz y la oscuridad representan al original y su contrario. Son lo mismo desde el momento en que, de hecho, son dos aspectos de la misma cosa. De manera similar, Ida y Saraswati son una sola y la misma cosa, son diferentes aspectos de lo mismo. Si seguimos los mandamientos de Ida, podemos realizar a Saraswati. Y para realizar los aspectos de Ida, Saraswati y Bharati, el primer paso lo constituye comprender la importancia de Ida y el que desarrollen la confianza en sí mismos. Todos los intentos que hagamos en este sentido producirán con toda seguridad resultados. No se da el que las consecuencias se encuentren a cierta distancia.

En todos estos aspectos hay dos etapas, una es el paso destructivo y la otra es el paso constructivo. Si un labrador quiere plantar algunas semillas en su campo y obtener los productos, lo primero que hará es localizar las malezas y arrancarlas. De modo que el primer paso es el de destruir lo indeseable. Luego, el labrador arará el terreno y lo regará para prepararlo antes de plantar las semillas. El campo aquí también podría denominarse "kshetra", palabra que también representa a nuestro corazón. Este corazón puede compararse con un campo y lo primero que habrán de hacer es limpiarlo y desembarazarlo de las malas ideas y las espinas que pueda haber en él. Luego habrán de ararlo con compasión y bondad, a continuación, llenarlo con Amor, lo que será como regar el campo, y sólo después de ello habrán de sembrarlo con la semilla del Nombre del Señor. Al poner la semilla en un lugar bien limpio, brotará con suma facilidad. De modo que han de limpiar bien el corazón como primer paso y luego podrán sembrar las semillas del nombre elegido del Señor. La semilla que planten les dará la cosecha anhelada sólo si el campo ha sido apropiadamente preparado.

En este contexto es que las gopikas (vaqueras devotas de Krishna) rezaban para que cayera la lluvia del Amor (Prema) sobre la Tierra, para que de ella comenzaran a fluir los ríos de Amor. Si nuestro corazón carece de Amor, viene a ser como un desierto y cualquier cosa que se siembre en él no podrá brotar ni habrá posibilidad de crecer para nada. Lo primero que han de hacer es llenar el corazón de Amor y, después, les será posible ver todo el mundo como lleno de Dios.

El resultado de cualquier tipo de práctica espiritual que se lleve a cabo se encierra dentro de una sola palabra: Bharata. Este Bharata es la forma de Aditya. Este Aditya o el Sol de Bharata se mueve dentro del cielo de vuestro corazón. Si en este cielo no estuviera este radiante Aditya, todo se vería muy tenebroso. De hecho, cuando decimos "Tamasoma Jyothir Gamaya", estamos rogando porque este radiante Aditya nos siga conduciendo hacia la Luz. La oración "Asatoma sad Gamaya", tiene a Ida por base. Con ella estamos pidiendo que los pensamientos que se generan en nuestra cabeza no surjan descontroladamente por sí mismos, sino que Ida los oriente en la dirección correcta. Así como Aditya es la deidad reinante en la oración del Tamasoma Jyothir Gamaya, tenemos a Saraswati como deidad reinante en la oración Mrythyorma Amritham Gamaya, por medio de la que rogamos ser conducidos desde la muerte hacia la inmortalidad.

Aquí hemos de examinar nuestra noción de la muerte. Se considera como muerte la detención de nuestra respiración. Aquí hay otro significado. Saraswati tiene como vehículo al Hamsa o aliento y la detención de la respiración vendría a indicar la ausencia de Saraswati y, por ende, se la considera como aquella que les puede conducir de la muerte hacia la inmortalidad. La importancia de dirigirle esta plegaria a Saraswati radica en que le están pidiendo a la Saraswati que está en vuestro cuerpo en la forma de un Hamsa o aliento montado como vehículo en el proceso de la respiración, que este aliento no entre en otro cuerpo humano como para crear el mismo problema de nacer nuevamente, lo que en otras palabras significa que le están pidiendo a Saraswati llevarlos de la muerte hacia la inmortalidad. ¡Jóvenes estudiantes!: Dado lo anterior, han de darle a Ida un sitial de importancia en vuestro corazón y concederle toda la preeminencia en cuanto a la decisión respecto de vuestras acciones. Vuestro corazón contiene a tan sagrada deidad, de modo que no han de llenarlo con ningán tipo de ideas impías. Nuestro lenguaje se exterioriza porque Saraswati monta en nuestra respiración y, dado que tan sagrada Diosa constituye la base misma para nuestro lenguaje, no la hagan impía por medio de la pronunciación de palabras sucias e impuras. El sitio de donde surge vuestro pensar (o buddhi), está lleno con Aditya y esto es algo que no deberán olvidar, empeñándose siempre en mantener alejados los pensamientos impíos. Hay muchos que piensan que su inteligencia reside en sus cabezas y la señalan cuando piensan que algo anda mal. Pero esto no es lo correcto, la inteligencia no reside allí. En la cabeza no tienen sino el cerebro, pero allí no están vuestra inteligencia o poder pensante. La inteligencia se encuentra asociada a un órgano interno conocido con el nombre de Antahkarana. Este órgano tiene conexión con el cerebro. Sólo cuando reconocemos que la inteligencia debe conservarse sagrada, podemos llegar a realizar la dicha de la Bienaventuranza y gozar esta Bienaventuranza que representa la base o el asiento de la inteligencia. Es por esto que el Señor dice en el Bhagavad Gita que, entre todos los órganos humanos, es El quien representa a la inteligencia, el más importante de todos.

A lo largo de todos estos pasos que hemos recorrido, aprendimos que Bharata es sinónimo con el más importante de los aspectos, vale decir, Aditya. A través de Bharata y la inteligencia logramos el aspecto de Aditya que viene a ser lo mismo que Prajapati, el que no es sino un aspecto combinado de Ida y Saraswati. Esta palabra, Bharata, tiene muchos significados, pero todos ellos no son artificiales ni han sido creados por individuo alguno. Todos estos significados tienen su origen en las palabras del Veda. No son sentidos que haya creado el capricho individual ni representan nombres que se le hayan dado siguiendo los de reyes o guerreros. Es equivocado pensar que esta palabra Bharata tenga significados triviales u otros relacionados con algunos temas históricos, de modo que deben desechar estas ideas. Esta palabra tiene un origen védico y han de identificar esta palabra Bharata con el aspecto de Aditya en donde reside la inteligencia.

Realizamos innumerables intentos para lograr una u otra cosa, pero si en todos ellos no reconocemos la base que les subyace, desembocaremos siempre en el fracaso. Una persona muy rica quiso hacer algo bueno y decidió proveer de agua potable a toda la gente de la ciudad, para lo cual gastó una gran suma de dinero e hizo construir un tanque para almacenar el agua. El tanque estaba bellamente diseñado e hizo conectar a él conductos hacia todas las calles de la ciudad. Luego quiso que este sagrado proyecto fuese inaugurado por alguna importante personalidad política, como un ministro o gobernador. Pensaba que, puesto que el agua representa la base para la vida, su obra había de inaugurarse con mucha publicidad y gran pompa. Decidió que el personaje que inaugurara la obra debía abrir la primera llave dentro del ceremonial de su puesta en servicio y la mandó hacer de plata, para hacer resaltar el acto. Se invitó a muchos sabios y se les pidió que recitaran mantras. También contrató música sagrada para la ocasión. Le dio la bienvenida al gobernador y le pidió que abriera la llave, cosa que éste hizo en medio de los sones de la divina música y la recitación de los mantras. Pero no salió ni una sola gota de agua. Todos quedaron sorprendidos y se preguntaban por qué no salía agua, pese a toda la solemnidad ambiente. Por último se descubrió que no había conexión entre la llave y el estanque. Así también y al igual que en esta analogía, tenemos este gran tanque de Dios, lleno con el agua de Su Gracia, a los varios devotos representados por las llaves y a los aspirantes espirituales que han propiciado situaciones sagradas y que desean abrir, en medio de gran pompa, las llaves de su corazón, pero falta la conexión entre esta llave y el tanque con la Gracia de Dios. Falta el Amor, y cómo podría fluir la Gracia de Dios sin Amor. La tubería que conecta la devoción del devoto y la Gracia de Dios es el Amor. Dios es la encarnación del Amor y estando el devoto lleno de Amor, éste puede establecer la conexión. Cualquiera de los tres que falte, vale decir, la devoción del devoto, Dios como el Amor original y el nexo que el Amor establece, impide la conexión. Dios, que es Amor, puede ser alcanzado únicamente por este medio y no por algún otro método. El agua se mezcla fácilmente con agua y el aceite con el aceite, pero el aceite no se mezcla fácilmente con el agua. El odio es como el aceite, en. tanto que el Amor es como el agua pura y límpida. Es por ello que podemos mezclar el agua pura como el Amor en un devoto con el del Señor y es lo único que pueden hacer. El Amor es algo que está presente en todos y hemos de hacer el intento por experimentarlo.

Hay un ejemplo para esto que ya he dado antes y que voy a repetir. Supongamos que echamos agua en un vaso y le agregamos azúcar, la que se irá al fondo. Si probamos el agua de la parte superior no tendrá sabor alguno, pero si tomamos una cuchara y mezclamos bien el azúcar que está en el fondo del vaso, toda el agua que contiene sabrá dulce. En esta analogía, nuestro corazón es el vaso y la Divinidad, como el azúcar que está al fondo del vaso de nuestro corazón. Nuestros deseos mundanos son como el agua de la parte superior de este vaso. De ordinario tratamos de beber el agua de la parte superior y no la encontramos dulce. Es por ello que debemos usar la cuchara de la inteligencia y mezclar bien todo por vía de la práctica espiritual. Como resultado de revolver el agua de este modo, la Divinidad representada por el azúcar se mezclará con los deseos mundanos y verán que hasta ellos les sabrán dulces. Pero las personas cuya disciplina espiritual no llega a hacer que el Divino azúcar lo impregne todo, siempre encontrarán insípida el agua de la superficie y no llegarán a probar la dulzura que hay en el fondo. El proceso de mezclar el azúcar divino con los deseos mundanos se llama Yoga. La senda del Yoga es la de controlar los deseos de la mente. Como alternativa, también podemos sacar el azúcar divino que se encuentra en el fondo y hacerlo circular por todos los órganos, y esto también será la senda del Yoga. En este contexto, habrán de creer en que este acto de hacer que la divina dulzura fluya hacia todas las labores que lleven a cabo es Yoga. El ejercicio físico en el que utilicen sus miembros les dará salud física, pero todo ejercicio que hagan con el corazón y con la mente resultará en salud espiritual, y una combinación de ambos es Yoga.