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Discursos dados por Sai Baba

23. ../05/74 El Señor está siempre estrechamente asociado

El Señor está siempre estrechamente asociado

El Señor está siempre estrechamente asociado

Mayo de 1974

A TODA SU CREACIÓN

Uno puede controlar incluso a un elefante salvaje con un instrumento que llaman "ankusa". Para controlar a un animal uno necesitará de una gran vara. El instrumento que usamos para controlar a un elefante viene a ser como una medicina para él. De manera similar, la vara será como una medicina para otro animal. Para curar la enfermedad de un ser humano, habrá que recurrir a un elemento químico apropiado como medicamento. Pero, ¿existe en toda esta Tierra algún medicamento para transformar a una persona mala?

¡Encarnaciones del Alma Sagrada!: Varios aspectos del "amnaya" no son sino diferentes aspectos de Dios. Se les da muchos nombres a las palabras del Veda y ellas nos han expresado de muchas maneras este aspecto de lo Divino. En el contexto del Veda, la palabra "amnaya" tiene un significado especial. "Amnaya" es amplio y significa que hay una práctica continua e ininterrumpida consistente en escuchar, reflexionar y absorber. Los tres aspectos se denominan, en conjunto, con esta palabra que los abarca. Si uno no se dedicara al "amnaya", o a esta práctica ininterrumpida de escuchar, reflexionar y asimilar, no le será posible reconocer la identidad de aquello con esto, porque estará habitualmente sumido en asuntos familiares y domésticos. El Veda nos ha enseñado la importancia de diversas metas de la vida humana, como la Rectitud y Dios. Podemos decir con perfecta autoridad que la verdadera educación se ocupa únicamente de las materias correspondientes a la Rectitud y a Dios. Toda la que se refiera a aspectos diferentes a éstos, no podrá ser llamada una educación verdadera. Sólo el Conocimiento del Alma, el que se relacione con Dios y el que les da alguna idea del Absoluto Universal, es verdadero conocimiento y esto es lo que dice el Veda. Nada de lo restante puede incluirse en la descripción de conocimiento. El mero recitado de los mantras que contiene el Veda no puede llamarse conocimiento. En otras palabras la verdadera educación es la que conecta al Karma Yoga con el Brahma Yoga. La conexión entre ambos deberá parecerles evidente, deberán aceptarla y ponerla en práctica en la vida diaria. Esto solamente podrá tildarse de una educación real y completa. No puede llamarse educación la que no aprecia el Karma Yoga o la necesidad de acción y los aspectos espirituales que encierra. Hay mucha gente que recita a diario mantras de los Vedas, pero si no ponen en práctica lo que aprenden de los mantras, no se les podrá llamar personas védicas sirio únicamente con un propósito de descripción externa. Si alguien es capaz de practicar lo que haya aprendido en los Vedas y deriva de ello el gozo espiritual, se le podrá tildar justificadamente de una persona verdaderamente sabia.

Ya mencionamos los tres procesos de "escuchar, reflexionar y asimilar" que se requieren adoptar para lograr el fin de los mantras. Sin seguir estos procesos, la mera recitación se podrá denominar tan sólo como erudición, conocimiento en el contexto mundano. Este conocimiento no alcanza hasta las profundidades del corazón ni le revelará al individuo el aspecto de Dios. Si no se siguen estos procesos, el tipo de conocimiento que se adquiera será, a lo sumo, un saber sin los fundamentos adecuados y sin la cultura requerida. Cualquier montón de material, al igual que un individuo viviente, que no haya sido purificado ni tratado, ni haya sido sometido a la transformación que sea necesaria, podrá adquirir la forma que le corresponda naturalmente. No hay individuo que no requiera pasar por un proceso de limpieza. Hay una ilustración para ello en el Ramayana. Mientras Sita era mantenida como cautiva en Lanka, Hanuman fue allá obedeciendo las órdenes de Rama para encontrarla. Hanuman se introdujo en los aposentos de Ravana y observó a muchas personas que mostraban buenas cualidades, buena apariencia y moralidad. Y, aunque Hanuman también vio a muchas mujeres que exhibían un carácter superior, no podía imaginarse a Sita en ninguna de ellas. Porque Hanuman nunca había visto a Sita antes; tenía que guiarse solamente por la descripción suya que le había hecho Rama. Rama había enumerado algunas cualidades suyas para que Hanuman pudiese reconocer a Sita. Pero, entre todas estas mujeres, ninguna coincidía con la imagen de Sita que llevaba en la mente. Comenzó a pensar sobre el asunto y se subió muy alto a un árbol, para meditar en qué otro lugar podía buscarla. En esos momentos divisó un hermoso jardín, el Asoka Vana, en donde se levantaban muchas mansiones y otras cosas atractivas. Se dirigió de inmediato hacia allá. Bajo un árbol observó que se encontraba una mujer que parecía no haberle prestado atención a su apariencia por varios meses. En torno de ella había varios demonios que trataban de intimidarla, enarbolando armas en sus manos. Fuera de su aspecto descuidado, la mujer vestía ropajes oscuros y estos colores nada tenían que ver con la descripción que le había hecho Rama, quien le había dicho a Hanuman que Sita llevaría seguramente un sari de color amarillo claro, porque era eso lo que vestía cuando se preparaba para la coronación y ea el momento en que tuvieron que partir a la selva. Hanuman se acercó algo y se sintió seguro de que la mujer se veía como una cautiva y como si hubiera estado alejada por mucho tiempo de sus parientes. Acercándose aún más para observarla, se sintió seguro de que ésta no era otra que la Sita descripta por Rama. Se dio cuenta de que estaba practicando constantemente "la reflexión y la asimilación", o sea pensar y absorber de manera constante la gloria de Rama. Concluyó que no podía tratarse de otra persona, ya que cualquier otra mujer no se habría quedado a la intemperie, sino que se habría marchado a alguna de las hermosas mansiones del Asoká Vana. Cuando pensaba en todo esto, sucedió que entró el rey Ravana con su séquito. Los demonios que rodeaban a Sita le anunciaron la llegada de Ravana y entonces Sita levantó un poco la cabeza y Hanuman pudo ver una pequeña franja de amarillo que asomaba bajo sus ropajes oscuros. Como Hanuman era muy inteligente, concluyó que no le había sido posible reconocer a Sita, porque ella no prestaba ninguna atención a su apariencia y, sabiendo del poder de la gloria de Rama, se dio cuenta de que Sita se encontraba sumida en "la reflexión y la asimilación" solamente, y ello le hizo decidirse para reconocerla. Entendió que su estado se debía a que no había podido escuchar a Rama durante varios meses ya. Entretanto, Ravana se había acercado y se dirigió a ella con palabras muy crueles, pero Sita no cambió de opinión. Ravana le indicó, finalmente, que le daría aún un mes de tiempo para decidirse, y luego se marchó. Sita no se inmutó durante todo el tiempo que Ravana le hablaba; su mente estaba centrada en Rama y su imagen la ocupaba por completo. No hacía sino pensar en el nombre y la forma de Rama. Hanuman se dio cuenta de que su estado se debía a que no había escuchado cantar la gloria de Rama, de modo que se subió a un árbol y se puso a cantar. Cantó sobre la historia de Rama, de cómo se había casado con Sita, de cómo había conocido a Hanuman, de la derrota que le había infligido a Vall y como había salvado al pájaro Jatayu, de cómo había tomado las frutas de Sabari, etc. Tan pronto como Sita lo escuchó, se produjo "la purificación" necesaria y apareció en toda su gloria. Se manifestó en ella toda la apariencia que Rama había descripto. Al oír el nombre de Rama, Sita levantó la cabeza buscando el origen dei canto, preguntándose cómo era posible que un sonido tan sagrado pudiese escucharse en Lanka. En las ramas divisó a un monito de cabeza pequeña y se sintió feliz y satisfecha de que el monito pronunciara el nombre de Rama. Esta visión le había producido mayor felicidad que el bello Asoka Vana con todas sus mansiones. No se sentía atraída ni por los adornos que le traía Ravana. Nada la había alegrado tanto como este pequeño mono que cantaba el nombre de Rama.

Estos tres aspectos de "escuchar, reflexionar y asimilar" representan, respectivamente, a Rig, Yajur y Sama Vedas, los que también son representados por los tres aspectos de lo Divino que mencionáramos, Ida, Saraswati y Bharati. Estos tres corresponden, en el mismo orden, a los tres primeros. El hecho de que uno de ellos estaba ausente en ella, hizo que Hanuman no pudiera reconocerla. Pero la presencia de "la reflexión y la asimilación" le permitió a Sita salvaguardar su honor; sin embargo, la ausencia de "escuchar" hacía que no estuviera en ella el Veda, y eso hacía que no se manifestara la realidad de su apariencia y la felicidad total que ellos otorgan. Esta historia deja en claro que uno ha de contar también con "escuchar" junto a "la reflexión y la asimilación".

Aquellos que simplemente recitan el Veda no obtendrán todo su beneficio. Para lograrlo, deberán recitarlo, prestarle oídos y absorberlo. Sólo los tres aspectos en su conjunto entregarán el cuadro total del Veda. Si estos tres aspectos se encuentran enclavados en vuestro corazón, nunca sufrirán ningún daño ni herida, por más poderosos y crueles que sean sus enemigos y por mucha que sea la fuerza con que les ataquen. Sin embargo, estos tres aspectos no les bastarán si no los ponen en práctica en la vida diaria. Tampoco han de considerar que los aspectos de "escuchar, reflexionar y asimilar" representen imposiciones sobre ustedes. Han de adoptarlo desde el fondo del corazón y llevarlos a la práctica con gusto. no como una obligación.

Hay gente que plantea la cuestión de que, si el Ser Supremo es Autorresplandeciente, Omnisciente y Omnipresente, por qué no es reconocido sino por algunos, en circunstancias que debería ser visto por todo el inundo. No obstante, tenemos la experiencia común de que incluso el Sol brillante no lo podemos ver cuando hay densas nubes que se interponen entre nosotros y su luz. Cuando lo cubren las nubes, ellas ocultan al Sol. Cuando estas nubes son alejadas por el viento, el Sol brilla ante nosotros en todo su esplendor. De manera similar, por mucho que traten, no podrán ver el reflejo de su propia imagen si están frente a un espejo sucio y cubierto de polvo. Tendrán que limpiarlo primero, y entonces podrán verse claramente reflejados en él. Así también, decir que no pueden ver al Sol, cuando éste está oculto por las nubes, no será más que una muestra de ignorancia. De modo que si vuestro corazón es impuro y está lleno de impurezas, y debido a esto no pueden obtener la visión del Señor, no es justo decir que El no existe. El Sol no estará visible para aquellos que están por debajo de la capa de nubes, pero brillará para los que están por sobre ella. Para los que sean incapaces de lograr la visión del Sagrado Absoluto Universal será necesario que eliminen las impurezas y suciedades de su interior antes de hacer otro intento.

Al Sol se le llama Aditya. El aspecto de Aditya es sinónirno del aspecto de Bharata. Vayu (el aire) que es el principio vital, viene a ser como una nube entre ustedes y Aditya. El aspecto del individuo es algo que se relaciona con Agni (el fuego). Si este aspecto del. individuo llega a ser capaz de controlar hasta cierto punto al aire, nos será posible ver al Sol. No obstante, el aire, el fuego y el Sol son inseparables. Sin embargo, si toman la senda de "escuchar, reflexionar y asimilar'", ello les permitirá hacer que se vaya adelgazando cada vez más la nube de aire y podrán tener la seguridad de ver al Sol.

Tanto el significado total del grupo de palabras de Ida, Saraswati y Bharati como el de los tres aspectos de aprender: "escuchar, reflexionar y asimilar", todos ellos están comprendidas en la palabra "alnnaya". En el Bhagavad Gita vemos que en repetidas ocasiones, Krishna llama Bharata a Arjuna. En ocasiones, también le llama Kurunandana o también Partba. Y en gran medida asociamos a estas palabras un significado relacionado únicamente con nuestro país. Por otra parte, nunca nos hemos acostumbrado a asignar significados de origen védico. La Tierra es un símbolo del Seoor y es una imagen Suya, y aquel que nace en la Tierra recibe el nombre de Partha. De hecho, el apelativo Partha debería aplicársele a todo el que nace en la Tierra. Esta palabra no reconoce diferencias de un lugar a otro ni de un país a otro. Si elegirlos, entonces, una palabra que es aplicable a todo ser humano y se la aplicamos únicamente a Arjuna en un sentido estrecho, estamos haciendo algo que es implícitamente restringido. El aspecto de Arjuna tiene también otro significado, porque aquel cuyo aspecto es puro, es llamado A'Juna. Algunos de ustedes saben que en el centro de peregrinación llamado Srisailla se usan dos nombres para Dios, y ellos son Mallikarjuna y Bhramaramba. El de Bhramaramba se le da a Shakti (la Madre del Universo) y el de Mallikarjuna a Iswara (Dios). En esta palabra, "malli" significa jazmín. Se puede explicar el término Arjuna, entonces, diciendo que representa a la blanca y pura flor del jazmín. En la palabra Bhramaramba, la sílaba "bhra" significa abeja. Cuando Iswara toma la forma de Mallikarjuna o está representado por la blanca flor del jazmín, entonces Amba, la madre, toma la forma de una abeja y liba la miel de este jazmín que simboliza a Iswara. Aquí tenemos a Bhramaramba en relación con Arjuna. Esto nos muestra también la relación que existe entre el Señor y Su Creación. Vemos que únicamente la abeja tiene el derecho a entrar en una flor y libar su miel. Ningún otro insecto entra en la flor, vuelan en torno de ella, pero sólo la abeja se introduce en la flor. Esta es la razón por la cual un individuo nacido en este mundo sensorial y que anhele unirse al Señor, tendrá que adoptar este tipo de relación estrecha con el Alma Suprema. ¡Oh Señor! Si quieres adoptar la forma de una flor, yo me convertiré en abeja para estar cerca Tuyo. Si te conviertes en un gran árbol, yo me volveré una enredadera y me afirmaré en Ti. Si te conviertes en el gran monte Meru, yo me volveré un riachuelo que corra en torno de Ti. Si Tú te conviertes en el cielo infinito, yo me volveré una pequeña estrella y brillaré en Ti. Si Tú te conviertes en el magno océano, yo me volveré un pequeño río y me fundiré en Ti. Sólo cuando la relación entre el Señor y Su devoto es inextricable e inseparable, uno puede gozar de la Unidad del Señor y la Creación. Este aspecto de la naturaleza no permitirá que la naturaleza esté separada ni por un momento del Señor. Debido a que Arjuna, que había nacido en la Tierra, no le gustaba estar separado del Creador, fue llamado Partha. El representa a Uno en la Creación y está estrechamente ligado al Alma Suprema. El segundo apelativo, Kurunandana, comienza por la palabra "kuru". Esta significa trabajo y gusto por el trabajo. Arjona obtenía placer y felicidad dedicándose al trabajo. ¿Qué tipo de trabajo? El trabajo relacionado con Krishna. Arjona derivaba su contento llevando a cabo el trabajo de Krishna y por eso se le llama Kurunandana. Y bien, ¿de qué tipo de cosas logramos placer hoy en día? Sentimos placer en los días feriados, en que no tenemos que trabajar, en tanto que para Arjuna era día de fiesta lo que para nosotros es un día laborable. Todos los nombres que se le aplican a Arjuna son de origen védico. Ninguno de los nombres por los que se le llamaba tenía algún otro origen. Las Upanishads constituyen el Vedanta y en él se contiene la sustancia de los Vedas, de modo que Vyasa no usó en ellos sino palabras de origen védico.

Espero que instalen en sus corazones el aspecto de Aditya (el Sol) y, puesto que Aditya es idéntico a Bharata, cada palabra debe ser considerada como proveniente de Aditya y cada palabra debe ser considerada como proveniente de Saraswati e Ida y, de este modo, deben reconocer la santidad y lo sagrado de cada palabra que provenga de vuestro corazón.