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Discursos dados por Sai Baba

01. ../05/74 Discurso Inaugural

Discurso Inaugural

Discurso Inaugural

Mayo de 1974

No se sientan orgullosos por lo que saben, pensando que son sapientes. Después de todo, ¿qué amplitud tiene el conocimiento que han adquirido, si no son capaces de ayudar a otros con él? El imaginar que debido a la limitada educación que han recibido son mejores que otros, representa una soberbia y un ego inexcusables, y han de desecharlos. En verdad, son la personificación de la ignorancia. Deben darse cuenta de que no pueden surgir ideas correctas en ustedes por obra de esta limitada educación y de vuestros limitados conocimientos. ¡Jóvenes estudiantes y los demás que son organizadores y promotores de la educación!: Vamos a comenzar hoy día con un experimento muy sagrado. Su propósito será el de hacerles experimentar el significado de la naturaleza de la Acción Correcta y de la necesidad de un ambiente espiritual. Muchas personas que se encuentran al timón de la educación y que son educadores experimentados van a participar en calidad de maestros de ceremonia en este gran ejercicio espiritual. El sacrificio que hemos de llevar a cabo en esta empresa, es el de renunciar a nuestro orgullo y nuestro egoísmo y el de promover el desinterés y la preocupación por el bien de otros. La vida simboliza estrictamente un trayecto desde la posición de "yo" a la de "nosotros". En este trayecto que obligadamente hemos de recorrer, podremos disfrutar de la unidad de este Universo con sólo desechar todas las ideas incorrectas.

Nos hemos estado olvidando en la actualidad de la sagrada cultura india y adoptamos los patrones de la civilización occidental y, al hacerlo, aprendemos variados métodos para ganar dinero, en tanto que ni estudiantes ni educadores parecen detenerse a pensar en el propósito de la vida y en la forma en que podemos ser útiles a otros seres humanos durante nuestras vidas. El hacer dinero no puede ser el propósito de la educación. Su único propósito puede ser el de adquirir cualidades dignas. Cualquier capacidad individual de naturaleza especial carecería de sentido si no fuéramos a hacer otra cosa que ganar dinero, y aprender a dormir y a comer. Son muchos los intentos que llevamos a cabo, desde el momento de nacer hasta aquel en que perece este cuerpo, para ganar dinero y obtener alimentos. Adoptamos métodos y medios en este proceso de amasar riquezas que también adoptan las aves y los animales. En cuanto a conseguir alimento, usamos diferentes tipos de fuerza, de habilidades y de mañas, aunque los animales y las aves también recurren a los mismos. No es justo que apliquemos nuestros conocimientos y nuestras habilidades para hacer lo mismo que hacen las aves y los animales. En todo este proceso de dilapidar nuestras energías para conseguir alimento, nos alejamos a mucha distancia del aspecto del Alma. Muchas vidas se sacrifican con el propósito de alimentarnos. En nuestra búsqueda de alimento son sacrificadas muchas plantas, aves, peces y otros animales. Debido a que estos variados seres vivientes son sacrificados y se funden con seres humanos, también están logrando vidas humanas en sus renacimientos. Ninguno de estos seres individuales recibe alguna oportunidad de elevarse más allá de una vida humana. Toda la vida se emplea en el esfuerzo de renacer después de la muerte de uno, repitiendo el ciclo de nacimiento y muerte Nos estamos convirtiendo en esclavos del proceso de nacer y morir. Y no deberíamos dejarnos esclavizar por él. Deberíamos realizar el intento de hacernos uno con el Gran Espíritu Resplandeciente. Hoy en día, el hombre no se esfuerza por entender la diferencia fundamental entre el dictado de Dios que le ha sido confiado a él en cuanto ser liuniano, a diferencia de los otros seres vivientes. No se plantea el interrogante respecto de qué es lo que ha logrado durante su vida y en qué forma le ha sido útil a ios demás. Termina su vida sin haber contestado ninguna de las preguntas básicas.

Cuando uno se encuentra rodeado por diferentes personas que ridiculizan su cultura, resulta sorprendente que no se sienta afectado por semejante situación. Resulta sorprendente que la gran cultura india cuyo contenido ha sido adecuado y reformado de tiempo en tiempo sea hoy día objeto de mofa y que aceptemos sin dificultades esta situación. Deberíamos hacer que la gente tome conciencia de que nadie tiene derecho a ridiculizar ninguna religión ni tradición. Resulta lamentable que los estudiantes de nuestro tiempo no sean capaces de responder de manera adecuada cuando otros critican y ridiculizan nuestra religión y nuestras prácticas espirituales. Esta incapacidad por parte de nuestra juventud de hacerle frente a estas críticas, constituye un estado de cosas lamentable. La razón para que se produzca, reside en el hecho de que nuestros jóvenes estudiantes no se familiarizan con las grandes tradiciones de nuestra cultura. En la actualidad, en todo el mundo reina la confusión, de modo que ustedes, jóvenes, deberían llegar a entender los aspectos de la cultura india y enfrentarse a toda crítica, citando los ejemplos apropiados y explicando lo que hay de valioso en nuestra cultura.

Todo lo bueno o lo malo del futuro de nuestro país descansa sobre vuestros hombros. De modo que ustedes, los que llevan esta carga, deberían estar preparados para comprender los fundamentos de nuestra cultura y para poner, sus preceptos en práctica. Un estudiante común de ahora no entiende su sagrado contenido. Recibe información sobre él sólo de oídas, no lee libros como el Ramayana (poema épico) o el Mahabharatha (antiguo poema épico considerado el texto de la Rectitud) y, por ende, no tiene sino nociones erróneas e imperfectas. Lo primero que deberán hacer es entender la sustancia de nuestra cultura, y luego seguirla, poniendo en práctica sus preceptos. Hay un pequeño ejemplo para esto. En todos los países del mundo se consideran importantes las escrituras religiosas como la Biblia, el Corán o los Vedas. Nadie que pertenezca a cualquier religión en particular cuestiona la razón por la que estos textos se consideran importantes. Resulta un asunto dificil entender o comprender la Divinidad. Parece ridículo que alguien que no entiende ni su propia individualidad trate de comprender la Divinidad. Para nuestra vida espiritual, la base la constituye el Dharma (la Rectitud). La Rectitud y las Acciones Correctas no dependen de algún individuo, ni dependen tampoco de un período de tiempo, una época o una situación en particular. El Dharma depende tan sólo de la Verdad. Es por ello que se ha dicho que no existe otro dictado de Dios que no sea la Verdad. Es, en verdad, una gran necedad el comportarse de acuerdo a lo que le venga a uno en mente de manera impulsiva e imaginar que ello es Conducta Recta. Es absurdo pensar que practicar la Rectitud es comportarse de acuerdo con las ideas propias. Para alcanzar la Rectitud es necesario ser capaz de desarrollar el equilibrio mental y la ecuanimidad y, para ello, uno deberá tener una mente y un pensar que no vacilen.

En la historia del pensamiento y la cultura de la India, se ha señalado a menudo al Mahabharatha como autoridad. En el pensamiento cristiano se considera como autoridad a la Biblia. Cuando leemos la Biblia, vemos al Cristo como una figura ideal que le proclama la verdad al mundo. Cuando leemos la historia de su vida, llegamos a la conclusión de que nació de una mujer virgen llamada María. Tan pronto se revela esta historia, todos los que profesan correctamente el cristianismo se sienten orgullosos y consideran que este nacimiento misterioso es resultado de algún poder divino y que esta doncella María es una mujer sagrada. Además, proclaman este hecho con gran orgullo al mundo. Deberíamos entender este aspecto y aprender respecto de cómo aceptan tal hecho. Por otra parte, si tomamos un ejemplo de nuestra propia tradición, notamos que cuando se relata la historia de Karna, quien naciera de Kunti mientras ella era aún soltera, la gente se siente avergonzada respecto del incidente. No resulta comprensible que nos sintamos en una situación embarazosa cuando se relata esta historia. En la actualidad, tomamos estas historias sacadas de nuestras tradiciones y les adscribimos un sentido equívoco, dejando de lado el verdadero. Persistimos en darles un significado erróneo. Por ende, y en primerísima instancia, habremos de hacer un intento por entender la historia y las tradiciones de nuestra cultura y profundizar en el significado correcto implícito en cada incidente.

No hay problema alguno en que sean plenamente eruditos. Tampoco hay problema en que sean por completo ignorantes. No obstante, es grande el problema cuando no son ni conocedores ni ignorantes, y viven en un estado de confusión que desemboca siempre en que tomen el sentido equivocado. La sagrada tarea en que nos hemos comprometido durante el mes que seguirá, con ayuda de los mayores que les relatarán nuestras historias tradicionales, espero que les sirva para entender la plena importancia de estas historias que forman parte de nuestra cultura. La clase de educación que están recibiendo hoy en día no puede calificarse como una verdadera educación. Como resultado de esa educación que ustedes reciben actualmente no han obtenido sino un conocimiento superficial de una serie de textos, sin llegar a profundizar en su esencia ni obtener una buena educación. Como corolario, la cantidad de información que reciben no hace sino hacerles perder toda la energía que poseen. No podemos encontrar ni a un solo estudiante que haya adquirido un conocimiento general. Normalmente, eligen sólo una pequeña parte del conocimiento total o algún aspecto especial y, tratando de encontrar un sentido superior en ese aspecto, pierden en este proceso el sentido común.

Nuestro Ministro les ha explicado que hay una diferencia entre Ciencia y Espiritualidad. También les dijo que, si pueden sintetizarlas y coordinarlas a ambas, hallarán una gran similitud entre ellas. La Ciencia debe desarrollarse y, como resultado de este desarrollo, debería ayudarle a la gente. Hemos de lograr una educación tal, que fortalezca nuestro cuerpo físico, nuestros órganos y también nuestra mente y nuestro espíritu. La ciencia es valiosa, es sagrada y puede serle útil al país, pero no estamos aprendiendo la correcta metodología de la ciencia como para que le sea útil al género humano. Se está llegando muy alto en el desarrollo de la ciencia y se están descubriendo muchas cosas nuevas. Sin embargo, debido a nuestra incapacidad para emplear estos descubrimientos científicos para beneficio individual y común, hemos caído muy bajo en cuanto a Valores Humanos.

Durante este mes y con el objeto de que aprendan a controlar sus órganos sensoriales, vamos a ponerles a practicar las posiciones del Yoga. ¿Si no pueden controlar sus órganos sensoriales ahora que vuestros cuerpos, mente y espíritu son aún fuertes, cómo lo podrán hacer cuando se hagan viejos? Una buena educación consiste en entrenarles para que los controlen y que los orienten en la dirección correcta. Este proceso que les lleva a lograr este control ha de ser considerado como el tipo adecuado de educación. La excitación que proviene de los órganos sensoriales es algo que destruye las cualidades humanas y que a veces lleva a la degradación.

¡Encarnaciones del Alma Sagrada!: El país no está hecho de polvo. Es un conglomerado de seres humanos. Son los seres humanos los que hacen que sea un país. No se le llamaría así si no hubiera seres humanos en él. Un país es algo muy similar a un cuerpo humano. La Fuerza Divina que hay en él es la naturaleza humana en el cuerpo. Si no hubiera Fuerza Divina en el cuerpo humano, ¿de qué serviría? Un cuerpo carente de Fuerza Divina equivale a polvo. Hoy en día no vemos sino la forma humana, pero en esta forma están extintas la naturaleza y las cualidades humanas. Las cualidades que son preciosas y que caracterizan al ser humano, son la moratlidad, la adhesión a la Verdad y a la Rectitud y, si faltan, la naturaleza humana no reluce en absoluto. Hemos de promover la calidad en la naturaleza humana. No debemos cultivar simplemente la forma y la apariencia humanas. Ambas vienen a ser como el polo negativo y el positivo. Si no se manifiesta apropiadamente la unidad y unicidad de estos aspectos, ambos se vuelven inútiles. Guarden la Divinidad en el santuario de vuestros corazones y háganlo sagrado. Entonces podrán usar como quieran la forma humana. El hecho de que hoy día no lleven a la Divinidad en el santuario de sus corazones y se alejen de ella por este motivo, y que dejen que sus cuerpos vayan adonde quieran, no constituye en absoluto una cualidad humana. Representa un comportamiento muy parecido al de los animales. La libertad es algo muy necesario, pero antes de gozar de la libertad hay que entender qué significa. La libertad debiera nacer de la sabiduría y del carácter que configuren como resultado de vuestra educación.

El propósito de toda la educación que anhelen deberá ser el hacer el intento de transformar la naturaleza humana en ustedes y elevarla hacia la sagrada Naturaleza Divina. Habrán de desechar la idea de comenzar por la Naturaleza o el medio ambiente que les rodea y avanzar desde ahí hacia el aspecto del Alma. Por el contrario, deben convencerse de que han de comenzar por el Alma y moverse desde allí hacia el aspecto de la Naturaleza. Si comienzan por el fundamento del Alma para adentrarse en la Naturaleza, estarán con ustedes las ideas puras que la caracterizan. Han de creer que toda la Creación es Divina. Dios está presente en todas partes y es Omnisciente. El está presente en cada punto de Su Creación y si lo ven en todas partes, les será posible vivir en este mundo físico, con un conocimiento justo de la Naturaleza que les rodea y, gracias a este conocimiento del Espíritu, podrán disfrutar de la felicidad en el aspecto espiritual del mundo. El Alma Suprema representa la personificación de la Verdad y la Sabiduría, es infinita y en esta forma está presente en todos los órganos que configuran vuestro cuerpo. El resplandece en la forma del Alma dentro de vuestros cuerpos.

Hoy en día están sucediendo muchas cosas increíbles y sorprendentes en este mundo. Muchas personas se sienten muy orgullosas porque son eruditas y piensan que pueden alcanzar altas posiciones gracias a su conocimiento de la Ciencia. Estas personas cuestionan la existencia misma de Dios y sostienen que, incluso habiendo un Dios, no tendría cabida ni en su pensar ni en su corazón. Esto constituye una argumentación ridícula. No hay necesidad alguna de examinar con cuidado lo que implica esta declaración. Una persona que sostenga que es erudita, no puede serlo tanto, puesto que si realmente fuera sabia, Dios habría de estar en su corazón, ya que El es la personificación misma del Conocimiento y el Saber. Decir que un Dios así no tiene cabida en la mente de uno, equivale a decir que se carece de sabiduría. Dios es la encarnación misma del Alma y es el Sí Mismo que está presente en cada uno, y decir que un Dios así no está presente en la mente de uno, equivale a decir que uno mismo no existe y viene a ser como proclamar que uno no cree en sí mismo. El Hiranyakshipu (rey de los demonios) de nuestra tradición circulaba, hace mucho, mostrando gran orgullo y diciendo que él era el único Dios y que era todopoderoso. Pero incluso este Hiranyakshipu tuvo necesidad de Dios en una ocasión. ¿Serán más inteligentes o poderosos que Hiranyakshipu estos orgullosos que proclaman que no hay necesidad de Dios? Si él, con todo su poder físico y mental, llegó a tener necesidad de un Dios, ciertamente que toda esta gente orgullosa necesita de la ayuda de Dios y lo reconocerá algún día. Dios existe en cada uno, de modo que declarar que no existe equivale a admitir la propia debilidad o a decir que uno mismo no existe. Decir que Dios no existe es tan absurdo como decir que uno ha nacido de una mujer estéril. Argüir que no hay un Dios es tan necio como decir que el que arguye es mudo. Todo esto no representa sino palabras sin sentido que intentan dar forma a un argumento sin sentido.

Deberíamos empeñarnos realmente en entender la sagrada importancia de nuestra cultura. Deben tomar la determinación e implantar firmemente en vuestra mente que desean entender y vivenciar aquello que es sagrado en nuestra cultura y tradiciones. En la sagrada cultura de nuestro país hay cinco mandamientos que configuran su fundamento mismo: deben considerar a su madre, a su padre y a su gurú (maestro espiritual) como a Dios. Estos mandamientos constituyen la base esencial de nuestra cultura. A ellos se agrega el que debemos hablar con la verdad y actuar de manera correcta. Nuestro cuerpo mismo, nuestras vestimentas y nuestro alimento nos están diciendo que compartimos nuestra sangre con la de nuestros progenitores. Si no somos capaces de mostrarles la debida gratitud, ¿cuál sería la calidad humana que quede en nosotros? Si demuestran esta gratitud a sus padres, pueden esperar que vuestros hijos les demuestren gratitud a ustedes en el futuro. Si no lo hicieran, ¿en dónde estaría la garantía de que vuestros hijos les demuestren gratitud más adelante?

Todo el futuro depende del presente y de lo que hagan ahora. Cada acción que lleven a cabo ahora tendrá, obligadamente, una reacción, un eco y un reflejo en el futuro. Llevados por la ignorancia de hoy, pueden mostrar una falta de respeto hacia sus mayores, pueden seguir ideales equivocados y una senda nociva, pueden hacer todas estas cosas en broma o tomándolas a risa; no obstante, a medida que vaya pasando el tiempo, tendrán que experimentar todas las consecuencias ineludibles. Por lo tanto, es en este contexto que se les ha dicho: "Sean buenos, hagan el bien y vean lo bueno" y "éste es el camino que lleva a Dios". Dentro del mismo contexto, habrán de albergar, durante este mes de cursos de verano, el sagrado ideal de aprender acerca de la cultura india y de concentrarse en ella, como asimismo de embeberse en las buenas cualidades que contiene. Puede ser que tengan algunos inconvenientes en cuanto al alimento que reciban y al alojamiento y reglas de vida, pero habrán de velar porque ellos no obstaculicen el sagrado y único propósito de vuestro anhelo de absorber el contenido esencial de vuestra cultura. Hemos de aceptar y de someternos a diferentes clases de experiencias en nuestra vida. No hemos de prestarle atención a los inconvenientes ni considerarlos como experiencias indeseables. Sólo cuando lleguemos a ser capaces de soportar varios tipos de penurias, estaremos en posición de experimentar la Sagrada Verdad y los placeres. Si no existieran dos períodos de pesar, no existiría tampoco la experiencia del placer, puesto que éste ha sido descripto como el intervalo entre los anteriores. En esta edad juvenil vuestra no será sino de provecho en el futuro el que sean capaces de sacrificarse, de prescindir de toda comodidad y de desarrollar una mentalidad amplia. El sacrificio representa un excelente Yoga para ustedes. El gozo representa una gran intranquilidad. Si se entregaran ahora a los goces, es seguro que se enredarán en algún tipo de problema en el futuro. Por otra parte, si se sacrifican ahora, lograrán mañana la felicidad.

Todos los muchachos y muchachas que se han reunido aquí en Brindavan deben considerarse como hermanos y hermanas y han de tratar de ver solamente la Divinidad que está presente en cada uno. Habrán de utilizar esta ocasión para desarrollar y promover el sagrado principio de la hermandad del hombre y de la paternidad de Dios. Hay gente hoy en día que se sube a un estrado y se dirige a los demás tratándolos de hermanos, pero no comparte nada con ellos.

No hemos de hablar de hermanos y hermanas en un sentido físico, sino realizando el principio divino único presente en todos y ver la hermandad desde esta óptica. No hay escapatoria posible frente al hecho de tener que seguir este sagrado principio. De modo que habrán de pasar este mes orientados hacia la purificación de vuestra visión, vuestro lenguaje y vuestra audición.