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Discursos dados por Sai Baba

08. 27/05/73 El servicio prestado al hombre es servicio prestado al Señor

El servicio prestado al hombre es servicio prestado al Señor

El servicio prestado al hombre es servicio prestado al Señor

27 de Mayo de 1973

Uno no puede cruzar el océano de este ciclo de nacimiento

y muerte sólo visitando numerosos lugares sagrados,

ni puede hacerlo tampoco llevando a cabo la repetición

del Nombre de Dios y estudiando los textos sagrados.

Es necesario cruzarlo llevando a cabo el Servicio.

¡Sagrados estudiantes!: El seguir la senda espiritual es un deseo de todos, pero, sorprendentemente, tanto el pueblo como los gobernantes están adoptando métodos nuevos y carentes de sentido. Esto causa sorpresa y llama a risa. Incapaces de entender la cultura india en su verdadera perspectiva, las personas simplemente se visten con buenas ropas que les dan una apariencia atractiva, usan palabras que son engañosas y están perdiendo la confianza en sí mismas.

Nuestra civilización actual ha tomado tal cariz que hemos comenzado a tomar ideas en préstamo desde el exterior y a adoptar ideales extranjeros. Ello perturba nuestra mente. La civilización moderna ha tomado un giro que brinda una distorsionada e incorrecta interpretación de la cultura india.

Los individuos se muestran ansiosos por lograr posiciones de autoridad. No consideran para nada la necesidad de cumplir con ninguna de sus responsabilidades. En los casos de quienes entiendan sus deberes y responsabilidades, se concluye de manera automática que, a su debido tiempo, al canzarán posición y autoridad. Mas quien no entiende su deber, jamás podrá llegar a posición alguna. Para que uno pueda convertirse en un individuo equilibrado, el prestar Servicio representa una cualidad esencial. Este ideal del Servicio posee la buena propiedad de eliminar el ego del hombre. El Servicio promueve el amor y el afecto. Actúa desviando al hombre de los apegos mundanos para colocarlo en la senda de lo Divino. Esta idea del Servicio también le explica el significado de la Divinidad. Puede otorgarle a toda la humanidad un placer y una dicha muy grandes. De hecho, el Servicio representa el primer paso en el sendero espiritual. Hoy en día, debido a que no se practica de manera adecuada este sagrado Servicio, las personas de este país están haciéndose dependientes de otros. En el caso de alguien dispuesto a servir, el país puede llegar a quedar bajo su control pero jamás quedará bajo el control de alguien que no quiera servir, sino sólo dirigir. Si llega a ser líder alguien que entienda el espíritu del Servicio, podrá gozar de su liderazgo y mantenerlo a través del Servicio. Sin llegar a entender lo que significa el Servicio y sin comenzar por ser un servidor, uno no puede convertirse en un líder. De manera similar, sin ser capaz de destruir uno no puede convertirse en un creador.

El hombre nace en la sociedad, vive en la sociedad, se hace próspero sirviendo a la sociedad. En estas circunstancias, si el hombre se distancia de la sociedad, estará distante de todo. El niño llora clamando por la leche materna, mas luego y por este motivo, tendrá que servir, respetar y seguir a la madre. Debe adorar a la madre. Esto le ayudará a desarrollarse y a progresar. Del mismo modo en que para cada individuo está la madre y la madre es importante, deberíamos mirar al país como la madre de todos los ciudadanos. Ella vendría a ser la divina madre y hemos de servirla. A través del Servicio deberíamos ser capaces de cumplir con el propósito de nuestra vida. En este sagrado país nuestro, la idea del Servicio ha sido transmitida hasta nosotros por los Rishis (hombres santos) y los Gurús (maestros espirituales). Ellos nos habían prescripto que debíamos darle sentido a nuestras vidas a través del Servicio. En todos los Gurukulas (lugar donde maestros y discípulos crecen juntos en amor y sabiduría) se enseñaba moral y ética.

La enseñanza de lo bueno y la prédica de los grandes ideales formaba parte de su rutina diaria. Se le enseñaba al hombre a abrigar ideales sagrados y a llevar una buena vida. En los Gurukulas se enseñaba la moral y la vida moral, mas en los Rishikulas (lugar de reunión de los hombres santos o Rishis), se demostraban y se ponían en práctica todos los ideales que promovieran la prosperidad del mundo. Actualmente, sin embargo, no existen ya ni los Gurukulas ni los Rishikulas. Las dos primeras sílabas de las palabras Gurukula y Rishikula, o sea "gu" y "ri", configuran la palabra "Gurú" o Maestro. Estos dos tipos de ashrams (monasterios o ermitas), fueron los que nos brindan el concepto de un real Gurú. La palabra Rishi nos entrega el significado de las personas que llevaban una vida sin deseos. Sólo sentían apego por el Alma y, de ese modo, promovían un espíritu de sacrificio y de igualdad. Llevaban una vida que los hacía ser ejemplos de un ideal para los demás. Fue por ellos que sus ashrams se llamaban Rishikulas, pero estos sagrados lugares ya han desaparecido. Con ellos también desapareció la sílaba "Ri" y quedó tan sólo el resto, "shikul". Este "shikul" se ha convertido en la escuela de los tiempos modernos. No se encuentra allí la sílaba "Ri", ya que la escuela de hoy ha desarrollado apegos a muchos deseos egoístas. De alguna manera deberíamos restablecer estas sílabas para anteponerlas a la palabra escuela. Deberían considerar esto como vuestro deber y retornar para devolverle las ideas nobles a nuestras escuelas.

Cuando pensamos en el Servicio, parece que lo asociamos con un tipo de trabajo humilde o inferior, como el que usualmente lleva a cabo un sirviente. Este tipo de asociación de ideas en que el Servicio se considera como algo bajo, no es correcto. En el contexto del Servicio debemos darnos cuenta de que Dios mismo le presta muchos servicios al mundo, en múltiples maneras. Nos es familiar el concepto de Avatar cuando Dios toma nacimiento en una forma humana para restablecer el Dharma (la Rectitud); o para volver la justicia a su sitial, prestándole así Servicio al mundo. El Señor Omnipresente, en la forma de Krishna le sirvió a Arjuna como auriga. Y no solamente esto, sino que todos los días cuando sus labores como auriga terminaban, llevaba a los caballos cansados hasta el río y los bañaba. De modo que estaba preparado también para trabajar como sencillo mozo de pesebre. Vyasa observaba al Señor en esos tiempos y sentía que incluso muchos personajes no tenían la suerte que alcanzaban esos caballos en las divinas manos.

Cuando se estaba llevando a cabo el Rajasuya Yaga, Krishna se acercó a Dharmaraja (el mayor de los hermanos Pandava), y le pidió que le asignara alguna labor. Dharmaraja observó que no había ninguna tarea que fuera apropiada para El, mas si Krishna mismo indicaba alguna que fuera adecuada, ciertamente se le asignaría. Krishna se paró junto a Dharmaraja y le palmoteó la espalda, diciendo que El poseía calificaciones especiales y que le gustaría desempeñar alguna tarea adecuada a ellas. Dharmaraja no entendió lo que quería decir, de modo que le pidió que le indicara cuáles eran estas calificaciones como para poderle encargar una labor. Krishna dijo entonces que estaba calificado para retirar las hojas en las que la gente había comido, ya que, después de usadas, quedaban sucias y si no eran retiradas podían crear desagrado en las mentes de las personas. Fue así como Krishna se hizo cargo de este trabajo para poder darle la sensación de bienestar a los presentes.

Es así que si hay algún perjuicio que se le haya causado a alguien, deberíamos tratar de ayudarle prestándole algún servicio. No prestamos servicio tan sólo trabajando y manteniendo aseado nuestro entorno. También podemos prestar servicio a través de nuestras palabras. Con una buena palabra pueden tranquilizar los corazones de las personas y con las buenas obras pueden calmar sus mentes. De modo que al usar buenas palabras y al llevar a cabo un buen trabajo, colaboran en darle comodidad y bienestar a otros y esto es buen servicio.

Aquellos que hoy en día se consideran a sí mismos como líderes no prestan un buen servicio y, consecuentemente, el mundo alrededor nuestro se está haciendo muy confuso. En este contexto, cabe mencionar una historia que se refiere al Krishnavatara. Krishna se acercó un día a Yasoda (madre adoptiva de Krishna), y le dijo que todos sus amigos boyeros le habían invitado a acompañarlos a cuidar las vacas y que iba a ir con ellos. La madre le explicó que ir a la selva significaría que tendría que caminar por sendas con espinas, que podía encontrarse con serpientes y que tendría que transitar por medio de arbustos. Le dijo que sus tiernos pies no estaban acostumbrados a estas durezas y que habría de usar calzado. Pero sus zapatos no estarían listos sino hasta el día siguiente, de modo que sólo entonces podría acompañar a sus amigos. De inmediato, Krishna le preguntó a su madre sobre cómo le llamaba. Ella le contestó que su nombre era Gopal y que le llamaba por él. (La palabra Gopal significa "el que cuida vacas".) Krishna señaló que se le había dado ese nombre porque él podía cuidar a las vacas y ser la cabeza del rebaño. Puesto que las vacas lo seguían, dijo que él tendría que hacer aquello que ellas también hicieran. Las vacas no tienen calzado para proteger sus patas, de modo que él no debería proteger tampoco sus pies. Agregando que para cuando le siguieran personas, él no haría sino lo que éstas también pudieran hacer. Indicó que si llevara calzado, las vacas también pedirían llevarlo, puesto que su líder lo hacía. Se rehusó a usar calzado y permitir que no fueran calzados aquellos a los que tenía que proteger. Esta fue la forma en que discutió con su madre. Esto significa, simplemente, que cuando Dios toma una forma humana, los hombres harán un esfuerzo por absorber sus cualidades y por comportarse como El. En esos días en que Dios apareciera como un Avatar en la forma de Krishna, las Gopis, las Gopikas y las vacas le seguían. Hoy en día, si viene un Avatar y toma algunas decisiones, seremos capaces de reconocerle como la Divinidad, únicamente si llevamos a la práctica tales decisiones.

Si plantamos algunas plantas en nuestras casas, nos apresuramos a levantar una cerca para protegerlas. Si alguien pasa por allí y nos ve trabajar, sentimos temor de que vaya a pensar que trabajamos como sirvientes. Esta no es la forma en que debemos llevar nuestras vidas. Debemos conformarlas de acuerdo con nuestras decisiones, sin considerar lo que otros puedan pensar de nosotros. Nunca deberíamos preocuparnos por lo que los demás piensen de nosotros. Debemos ser muy cuidadosos en todo lo que hagamos y únicamente nosotros deberíamos decidir lo que está bien o mal. La decisión debería basarse en nuestro propio pensamiento. El respeto o la falta de él que muestren otros carecerá totalmente de sentido. Las cosas son muy simples. Aquí viene un pequeño ejemplo para ilustrarlo. Había dos individuos en una aldea. Uno de ellos hacía todos sus viajes a caballo, en tanto que el segundo caminaba, llevando siempre un almohadón en la mano. Un buen día, ambos salieron hacia la misma aldea y al mismo tiempo. En esa ocasión, el hombre que llevaba siempre una almohada consigo partió primero. Detrás de él partió el que iba montado en su caballo. En el camino había una pequeña aldea por la que ambos debían pasar. Los aldeanos miraron al que llevaba el almohadón y pensaron que acarreaba un atado de papeles, imaginando que era el peón que le llevaba los papeles a su amo que venía a caballo tras él. Al hombre montado lo creyeron un funcionario, ya que en esa época en que no había automóviles, todos los funcionarios iban a caballo. Tan pronto llegaron a su destino, el hombre del almohadón se fue directamente a una hostería, hizo muchos alardes y se acomodó para descansar sobre su almohadón. El otro se puso a buscar un lugar en donde dejar atado su caballo. Los aldeanos que les miraban, pensaron que el hombre del almohadón era el funcionario y el que buscaba dónde atar al caballo era el peón. Esta es la forma en que se configuran el respeto y la irreverencia en el mundo. La persona a quien en una aldea se creía que era un funcionario, fue considerada el peón en la otra; y la persona a quien en la primera aldea se creía que era un peón, fue mirada como el funcionario en la otra. Esto no responde más que a la imaginación de los espectadores y a las emanaciones de las mentes de la gente. En este proceso, ni el respeto ni su carencia son merecidos por los personajes debido a algún valor intrínseco. En un sueño, un rey puede sentir que es un mendigo y un mendigo puede soñar que es rey. Tan pronto como ambos despierten, vuelven a ver sus formas naturales. Ninguno de los dos ha cambiado, y el respeto o irrespetuosidad que imponían en sus sueños carecen en absoluto de valor y no son sino como nubes pasajeras.

¡Estudiantes, encarnaciones del Espíritu Divino!: Han de estar preparados para prestar Servicio desinteresado. Nunca han de pensar siquiera en que otró's les sirvan. A la edad que tienen poseen la fuerza de cuerpo, mente y espíritu, por ende, deberían prestarle Servicio a otros de inmediato. Deberían servir a los ancianos, a los hambrientos y a los débiles. Habrán de considerar este Servicio como Servicio prestado a Dios. Si, por el contrario, esperan' que alguien les sirva, vuestra vida se deslizará por la senda oscura. Muchos de nosotros estamos acostumbrados a que haya sirvientes que hagan algunos trabajos. Sentimos nuestra posición de autoridad y pensamos que tenemos el derecho a ser servidos, mas ello habrá de resultar en una situación en que nos veamos obligados a devolverle a otros la deuda contraída por el Servicio. Todo lo que vean, todo lo que hagan y todo lo que digan siempre retornará a ustedes mismos como un eco o como un reflejo. Debemos entrenarnos de modo que podamos llevar a cabo nuestro propio trabajo y, después de eso, debemos estar preparados para servir a nuestros padres. Luego, debemos lanzarnos hacia la sociedad y estar preparados para servirla. Este Servicio habrá de surgir del fondo de cada uno, de manera libre y voluntaria. No hemos de prepararnos para realizar trabajos con el fin de exhibirlos a los demás. Debemos hacer el trabajo sólo en aras del Amor. Deberemos estar preparados para trabajar como consecuencia de nuestra certeza de la unidad de todo el género humano. Si hubiera un individuo sufriendo en un hospital, sin nadie que se ocupe de él y sin ningún amigo, si cualquiera de ustedes puede ir allá y conversar con él de manera amable, podrá llegar a establecer un estrecho lazo de afecto entre ambos. Ello lo convertirá en un amigo más íntimo para esa persona que sus propios parientes. Le pedirá la dirección y escribirá. Este es el tipo de relación de corazón a corazón que puede llegar a establecer un Servicio desinteresado. Esto es algo que surge espontáneamente del corazón. Nadie puede crear este tipo de apegos por otros métodos.

Un individuo que hoy día puede que sea el Primer Ministro, será recibido en una estación de ferrocarril con cientos de guirnaldas y cientos de automóviles lo estarán esperando. Muchas personas se mostrarán ansiosas porque se suba en el coche de alguna de ellas o de acompañarle. Mas en el momento en que la posición de autoridad llegue a su fin, hasta el conductor del taxi le exigirá que pague por el trayecto. El significado que esto encierra es que si, tontamente, tratan de lograr algún status o entablar relaciones en base a vuestra posición de autoridad, ni el status ni las relaciones serán muy duraderas. Si, por el contrario, establecen la relación por la vía del Alma, lograrán una que sea permanente y verdadera. Esta relación también tomará la forma de la verdadera devoción. Ello es algo verdaderamente sagrado y proviene desde el fondo del corazón, prescindiendo de que los demás lo valoren o no. En este tipo de Servicio han de darle al otro desde el fondo del corazón, sin preocuparse si los mayores dentro del hogar tratan de detenerles de prestar ese Servicio. Hoy en día, lamentablemente, en nuestro país se habla de muchas formas de servicio social. Mas es un servicio que a menudo merecería llamarse mejor "trabajo exhibicionista" que "trabajo social". Hay muchos líderes que desean llevar a cabo un trabajo social. Toman escobas y barren las calles, llaman a un fotógrafo y se hacen fotografiar con la escoba en la mano y se preocupan luego de que la imagen aparezca en el periódico. Nadie debería buscar ese tipo de publicidad. Uno nunca debería desarrollar este tipo de ego. Todo Servicio ha de provenir de vuestro corazón. Muchas veces, los que gastan diez rupias en alimentar a los pobres, gastan veinte en un fotógrafo y en publicidad. Sería tanto mejor que gastaran también las otras veinte en alimentar a más pobres. Hay mucha gente que es miembro del Rotary Club o del Lions Club o de otras de estas organizaciones y hablan de prestar servicios. Mas no se entiende bien si se dedican al Servicio o a gastar dinero. Casi todos son personas pudientes y sería justo que una vez al mes se unieran para alimentar a los menesterosos. Más, si se reúnen para un almuerzo semanal y en cada oportunidad gastan más de veinte rupias per capita; si contamos cinco rupias para el cordero, cinco para los agregados y diez para el vino, no es justo que hablen de esto como servicio social. Qué bueno sería si gastaran esas veinte rupias para alimentar a los pobres. En el futuro, puede que ustedes lleguen a ser miembros de estos clubs y es importante que recuerden estos hechos y sepan distinguir lo que significa un Servicio real. Así pueden contribuir a evitar estos errores. La gente que sufre, la gente que está inmersa en la pesadumbre y la gente impotente habría de estar entre vuestros amigos reales. A estas personas habrán de ayudar. Esto es lo que habrán de aceptar como vuestro deber primordial. Hay problemas en hacer amistad con personas ricas. Cierto es que deben cultivar la amistad de todos, pero si tienen un amigo muy rico pueden sentirse tentados a pedirle un préstamo y esto puede terminar con la amistad, porque temerán que les pida que le paguen cada vez que lo vean. Deben ser amistosos con todo el mundo, pero deberán ser cuidadosos para elegir a un verdadero amigo. Vuestros verdaderos amigos serán aquellos que estén dispuestos a aceptar vuestro Servicio. El Servicio les puede brindar un futuro grato.

Al prestar Servicio no busquen desarrollar el ego, sino cultivar vuestras capacidades. Sean humildes y piensen que Dios les ha brindado una oportunidad para servir. Todo lo que hagan por los demás deben considerarlo como un Servicio que se están prestando a sí mismos. Hoy viene un amigo a visitarles y le ofrecen un café. Este gesto se le grabará en el corazón. Cuando lo visiten a él, les recibirá cordialmente y les servirá un café. Es así que el Servicio que presten hoy les será devuelto en el futuro. En otro contexto, si un amigo vuestro que esté solo debe internarse en el hospital y ustedes le ayudan, él les devolverá la mano cuando lo necesiten. Deben considerar todo el bien que hagan como una reserva para vuestro futuro. Todo lo que puedan hacer, ya sea bueno o malo, si lo hacen sintiendo que lo hacen para sí mismos, siempre será bueno, ya que no se harían un mal a ustedes mismos. Durante este curso de verano tenemos el programa de hacer servicio social todos los domingos. Han de tener presente que el servicio social, en dondequiera que estén, es algo importante. Deben santificar sus cuerpos y sus mentes llevando a cabo este tipo de Servicio. Espero que desarrollen estos sagrados y desinteresados ideales y les bendigo para que lo hagan.