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Discursos dados por Sai Baba

06. 25/05/73 La vida humana es sagrada, no la desperdicien

La vida humana es sagrada, no la desperdicien

La vida humana es sagrada, no la desperdicien

25 de Mayo de 1973

Tanto en ustedes como en mí está, en verdad, Vishnu.

Vuestro enojo carente de paciencia, de nada sirve. Pueden ser felices,

siempre que mantengan, en todo momento, la ecuanimidad

y la serenidad mental. Tan sólo esto es una experiencia que vale la pena

uivenciar y así podrán realizar la identidad con Vishnu.

¡Encarnaciones de lo Divino!: Hoy les he entregado uno de los versos importantes del Bhaja Govinda de Sankara y deseo explicarles su significado interior, para clarificar algunas ideas conflictivas que puedan albergar en sus mentes. Cuando somos capaces de percibir y de entender la importancia de la declaración de que el Dios en ustedes y en mí es el mismo, que la unidad es el Alma Suprema y que el Alma se identifica con el Creador, se eliminará la ignorancia en vosotros. Esta es la verdad única y esta verdad es independiente de las diferentes formas y denominaciones con que uno se cruza en este mundo. Prescindiendo de formas y de nombres, hay una realidad única en todo lo que vemos y ella es Brahman (el Creador, el Absoluto Universal). Después de esto, Sankara declara que si carecen de paciencia, vuestro enojo es fútil. El enojo, incluso, les resulta perjudicial. Este enojo que surge de la falta de paciencia, como lo explica Sankara, también ayuda a que aumente vuestra infelicidad.

La capacidad para controlar este tipo de enojo se desarrollará sólo cuando puedan lograr la ecuanimidad en sus mentes. Para adquirir esta ecuanimidad mental, habrán de inquirir un poco.

En el tercer verso de la estrofa se dice también que lograrán esta habilidad si pueden llegar a ver la unidad de toda la Creación en torno de ustedes.

Lo mismo ha sido dicho por Prahlada (nombre de un niño devoto célebre por su fe en la Divinidad) en el momento en que preguntó quién es el que le da fuerza a todas las personas, tanto débiles como fuertes, humanas o sobrehumanas y, en verdad, a todos en este mundo. Aquel que le da fuerza a todos habrá de ser el más fuerte de todos. Prahlada le enseñó esta lección a su padre. Hoy en día, habría que entender y experimentar la unidad del Alma que pasa por cada forma y cada ser viviente en el mundo. Para transmitir este mensaje fue que Sankara le enseñó al mundo la Filosofía Advaita (del no dualismo). Es absolutamente necesario para cada uno el llegar a darse cuenta de esta única verdad suprema que está detrás de toda la Creación. Sólo entonces podrán ser capaces de desarrollar este equilibro mental y alcanzar al Divino espíritu de igualdad de todo. No necesitamos poner en duda en absoluto la posibilidad de encontrar esta unicidad en un mundo tan diverso como el nuestro.

Debido a que nuestras ilusiones se encuentran estrechamente enlazadas con nuestros deseos, nos inclinamos a aceptar como real la diversidad. Y, por ende, pasamos por alto la unidad. Aquí va un pequeño ejemplo al respecto. En un cine vemos distintos tipos de imágenes, pero de hecho, todas ellas están puestas en una sola cinta. Las diferencias no las causa la luz eléctrica, sino que se originan únicamente en la imaginación de lo que ven. La luz eléctrica es una sola y la película también, mas debido a la combinación de circunstancias de que la película se mueva frente a la luz, nosotros vemos las variadas imágenes. De manera similar, las imágenes variadas que surgen de los órganos sensoriales son puestas sobre la película de nuestra mente. A esta película le pasa revista la inteligencia, la que podría compararse con la luz eléctrica. Es por eso que vemos tantas cosas diferentes en el mundo.

Debido a que nuestros órganos sensoriales siguen a la mente y que se hace uso también de la luz de la inteligencia, encontramos que el inundo se nos presenta en tantas formas diferentes. Si estos órganos llegaran a ser capaces de dirigirse hacia el corazón en lugar de hacerlo hacia la mente y la inteligencia, seremos capaces de ver la verdadera naturaleza de nuestro ser y del mundo. Lo que está contenido en vuestra propia mente asume múltiples formas distintas y les hace sentir que el individuo tiene muchos nombres diferentes. Es vuestra propia ilusión la que les hace ver la diversidad del mundo.

Cuando llevemos a cabo el esfuerzo de darnos cuenta y entender la situación real y la naturaleza del Alma, los diversos nombres y formas que vean en el mundo ya no les preocuparán. Serán capaces, entonces, de fijar la atención en el aspecto Divino que es uno solo y no múltiple. Por ejemplo, si piensan en un individuo que actúe en cuatro películas o en cuatro actos de una obra de teatro, asumiendo cuatro papeles diferentes y quisieran responder a la pregunta de si esta persona es en realidad un individuo o cuatro, habrán de inquirir al respecto. De manera similar, un individuo, vale decir la conciencia interior, ya sea en el estado de vigilia, en el de dormir, soñar o en su estado de perfecta ecuanimidad, siente que tiene diferentes formas y nombres y que experimenta distintas situaciones, al igual que en el ejemplo anterior. En consecuencia, siente y piensa que es cuatro personas diferentes. Lo que sucede en nuestra vida diaria es ligeramente distinto, empero, puesto que no tenemos nombres diferentes para los diversos roles que desempeñamos en los diferentes estados. En efecto, le damos importancia a la forma y al nombre que tenemos en uno de ellos: el estado de vigilia, e ignoramos lo que pasa en los otros. Además, para poder darnos cuenta de que lo que existe en estos cuatro estados es una misma y única conciencia interior, tendremos que pasar por algunos ejercicios del tipo que se prescribe como Yoga. Por medio del Yoga también adquirimos equilibrio mental. Gracias a las buenas obras en nuestras encarnaciones previas, adquirimos el aspecto de

Vishnu. Para poder lograr estas dos cualidades, la del equilibro mental y la del aspecto de Vishnu, es necesario que observemos los mandamientos establecidos en los Vedas (textos sagrados). También habremos de seguir las sendas prescriptas por los Sastras (escrituras hindúes) y las que nos señalen loa mayores. Debido a habernos entrenado en ver tan sólo el mundo externo, hemos perdido nuestra capacidad para desarrollar la visión interior. El árbol que nos otorga lo que queramos ha sido descripto como el Kalpa Vriksha (árbol del cielo que concede todos los deseos). En esta descripción el árbol se ha cambiado en Kalpa. Un árbol es algo que perece. Kalpa es algo que es permanente. Resulta sorprendente que asociemos un árbol que es algo perecible con Kalpa que es permanente e imperecedero.

El océano que es la fuente de cosas tan valiosas como los diamantes y las perlas y que les enseña aspectos que se acercan mucho a Dios, es descripto a menudo en términos de algo tan común como el agua salada. La Luna que irradia frescura y confort al hombre, se va debilitando poco a poco durante ciertos períodos. Es así que gente que le ha entregado cosas valiosas a la humanidad, se ve descripta por nombres que no son por completo justos ni apropiados: Los nombres que usamos no son ni siquiera naturales. El Alma permanente reside en este cuerpo impermanente que no es ni limpio ni atractivo. Sin embargo, los órganos que dependen del cuerpo, la mente que depende de los órganos, la inteligencia que mantiene una asociación con la mente, todos ellos parecen seguir al cuerpo, nacimiento tras nacimiento. Por esa razón, algunas cualidades que vienen con los órganos, la mente y el cuerpo, parecen permanecer en nosotros como residuos en cada nuevo nacimiento.

El cuervo come hojas amargas y le agrada hacerlo. El cuclillo come tiernas flores de mango y goza de la dulzura que tienen. La gente ordinaria goza, en su necedad, con cosas triviales. Obtendrán placer del mundo ilusorio. Gente que ha desarrollado el equilibrio mental, por otra parte, estará disfrutando de cosas permanentes como la cercanía de Dios. La experiencia que vive el hombre en su estado de vigilia y la que vive en su estado de. sueño son por completo diferentes. Si tratamos de encontrar la causa para nuestro soñar, recibimos la respuesta de que el dormir es la causa del soñar. Si no dormimos, no hay ocasión para que soñemos. Para la gente que duerme en la ilusión habrá todo tipo de sueños que responden a la naturaleza de la ilusión. Para la gente que tenga una mente estable no habrá este dormir ilusorio y, por ende, no tendrá sueños ilusorios. Estarán gozando la dicha de la realización y el reconocimiento de la unidad. Bueno o malo, felicidad o pesar y otras cosas como éstas que parecen ser diferentes o mutuamente opuestas, son en realidad una sola cosa y son como dos reflejos del mismo objeto.

Nuestros vedantines han dicho que no hay sino una sola cosa y ello es Dios y que no hay un segundo para ese Brahman único. Podemos preguntarnos cómo es que experimentamos la diversidad y pasamos por alto la unidad, en circunstancias que no hay sino una cosa, es decir, Brahman, el Creador. Si planteo la pregunta: "¿Quién entre ustedes es Krishna?", alguien responderá diciendo: "¡Yo soy Krishna!". Si pregunto: "¿Quién entre ustedes es Rama?", alguien más responderá: "¡Yo soy Rama!" En esta conversación ven que Krishna y Rama son nombres apropiados para individuos diferentes con formas diferentes, mas en las respuestas, todos dicen "Yo". Este "Yo" es común a todos ellos. Este "Yo" se encuentra en todas partes. De modo que si uno es capaz de entender que el "Yo" está presente en todas partes, le será fácil captar el significado real del elemento común. Este sagrado sonido "Yo" no es apropiado sino para el Alma. Y, puesto que la misma Alma está presente en cada uno, a cada uno le resulta posible adquirir el equilibrio mental.

Estas diferencias no se encuentran intrínsecamente presentes en varias cosas. Son sólo nuestros agrados o desagrados frente a estas cosas lo que las hace lucir diferentes. Si hay varios atributos que son inherentes a las cosas mismas, entonces todos deberían mostrar que, ya sea que les guste esa cosa en particular o que les disguste, los agrados y los desagrados están en ustedes, no en los objetos. Nadie tiene la capacidad como para decidir lo que está bien y lo que está mal. Hoy en día, mientras decide lo que está bien o está mal, la gente imagina que se encuentra en una posición de autoridad y que tiene el derecho de determinar lo que es o lo que no es, bueno o malo.

Esto no muestra más que ignorancia. Una cosa en particular puede gustarle a algunos y disgustarle a otros. Si la cualidad estuviera en el objeto mismo, cómo podría entonces gustarle a unos y disgustarle a otros una misma cosa.

Los agrados y los desagrados provienen de la interioridad de los individuos y de los pensamientos que albergan en sus mentes. Aquí hay un pequeño ejemplo para esto. Tomamos agua que es fresca, dulce y sabrosa. Similarmente, comemos frutas que son dulces, atractivas y sabrosas. Esta agua y estas frutas las consideramos buenas y por lo tanto las bebemos o comemos. Sin embargo, corriendo algunos minutos, esta agua se convierte en orina y las frutas en materias fecales, cosas que se consideran ambas como malas y que son expulsadas. ¿Cómo vamos a decidir lo que es bueno o lo que es malo" Lo que creíamos bueno se vuelve malo en unos cuantos minutos.

Este bueno o malo es resultado de nuestra propia creación. Sin embargo, al ver a varias cosas en la Naturaleza, vemos que como resultado de cambios que se producen a veces, tornan diferentes nombres y formas. El oro, por ejemplo, cuando se extrae de la tierra, en su condición natural. no tiene mucho valor Cuando refinamos este mineral natura! por diversos métodos y lo purificamos, el oro adquiere un valor considerable. Si sostenemos el punto de vista de que la verdadera forma está en todo lo que sea natural, tendremos que explicar por que el oro adquiere un mayor valor después de ser tratado y purificado. Las cosas u objetos a los que se les atribuyen cualidades indeseables en su estado natural, las perderán, y adquirirán otras buenas despues de ser purificados y tratados.

Del mismo modo, podemos considerar el comer, el dormir y el moverse como atributos naturales de un individuo. Este individuo que ha nacido con algunas cualidades buenas y otras malas, no debería pensar que no tiene oportunidad de purificarse en el proceso de la vida. Tomemos por ejemplo un costoso reloj pulsera que lleven. Deberían preguntarse sobre qué es lo que en este reloj merece el precio que han pagado por él. ¿Serán los tornillos, las tuercas, los rubíes o será el metal de base o alguna otra cosa, por la que están pagando el precio ? Si hechan el reloj al fuego, el resultado neto será que obtendrán algo de metal y de cenizas metálicas que no valdrán sino algunas paisas. Mas un técnico especializado que entienda la tecnología de fabricación de un reloj, ha hecho uso de calidad de experto para convertir pequeños trozos de metal en un costoso reloj capaz de marcar el tiempo con presición. Esto representa el proceso de purificación, a travéz del cual produjo un valioso reloj a partir de algo de metal sin valor.

Es este proceso por medio del cual uno es capaz de purificar el metal y convertirlo en reloj; es por esto por lo que hemos pagado. Del mismo modo cuando un individuo nace como una persona ignorante, existe un proceso por medio del cual puede purificarse. Este proceso consiste en ver a gente buena, a escuchar a gente buena, hablar con gente buena y seguir los consejos de la gente buena. Este proceso puede llevarlos de ser personas ignorantes a ser personas instruidas y con erudición que les permitan obtener la realización.

Después de haber comprado este costoso reloj, lo usarán con cuidado y lo preservarán para que les preste un buen servicio. Así también, cuando hayan adquirido la valiosa cualidad de ser un ser humano sabio con un desarrollado equilibrio mental, también deberán saber cómo preservar estas grandes cualidades y hacer uso de ellas. El que hayan nacido ahora como seres humanos se debe a que han acumulado muchas obras buenas en muchas vidas pasadas, lo cual les ha beneficiado ahora. Debido a que no tienen conciencia de estos grandes tesoros acumulados, gracias a los cuales han recibido la recompensa de su vida actual, no le han asignado a ésta su valor real. Si percibieran el grado de la positividad de sus nacimientos previos que les ha traído hasta la escena de vuestra vida actual, nunca la desperdiciarían.

Hay otro ejemplo de interés para esto. Un individuo llevó un reloj descompuesto al relojero. El relojero le indicó que el relqj era muy viejo y que costaría mucho dinero repararlo. Calculó que la reparación costaría al menos el doble de su precio original. El dueño contestó que quería que se arreglara el reloj aun así. El relojero pensó que sin duda el reloj era afortunado, puesto que su dueño insistía en que se reparara. Procedió a reemplazar las partes gastadas por otras nuevas, arregló el reloj y se lo devolvió a su dueño. Cuando le pidió que le pagara el trabajo, el dueño le dio dos bofetadas al relojero. Las personas presentes lo sujetaron y lo entregaron a la policía y cuando la policía le pidió que explicara por qué había golpeado al relojero, contestó que este le había pedido cancelar el doble del precio que había pagado originalmente por él; pero, puesto que no lo había comprado, sino que lo había obtenido dándole una bofetada a una persona, le había dado ahora dos al relojero. Si el hombre hubiera sabido del valor o la importancia de su reloj, no lo habría entregado para ser reparado.

De manera similar, hoy en día no conocemos el valor de nuestro propio cuerpo humano. Lo estamos devaluando y desperdiciando sin ningún fin determinado. El pensar que hemos obtenido este cuerpo humano más por accidente que con un propósito y creer que lo hemos de alimentar con todo tipo de placeres como el comer y el beber y otras cosas por el estilo y luego dejar que se arruine y que muera, es un gran error. No es correcto el vivir nuestra vida de manera tan irreflexiva. Entre todos los animales que nacen en este mundo, el lograr un nacimiento humano es algo muy difícil. Habiendo llegado al sagrado nacimiento como ser humano, estaremos desperdiciando nuestras vidas si nos conducimos como los animales y las aves, y no justificaríamos el don que Dios nos ha concedido. Uno ha de reconocer la verdad última de que el Espíritu Divino existe en todos. Solamente entonces estarán justificando el nacimiento humano y estarán desechando la ignorancia de vuestras mentes.

Es posible que alguien haga referencia y describa algo que no es Brahman, pero nadie podrá decir que ello es Brahman. Aquello que sea Eterna Verdad, que sea inalterable, que sea Conocimiento Puro y que no pueda ser descripto por medio de palabras, eso es Brahman. Dios es la única Verdad y ello resplandece en la forma del Alma en todas las diferentes formas de seres vivientes. Solamente cuando reconozcamos esta Verdad seremos capaces de alcanzar el nivel de Vishnu. Para permitirnos entender y alcanzar este nivel de Vishnu fue que Sankara entregó el maravilloso conjunto de los versos del Bhaja Govinda al pueblo.