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Discursos dados por Sai Baba

05. 24/05/73 Busquen la compañía de la gente buena

Busquen la compañía de la gente buena

Busquen la compañía de la gente buena

24 de Mayo de 1973

El desapego surge como consecuencia de mantener buenas compañías.

La consecuencia de adquirir el desapego es que se eliminan todas las

relaciones ilusorias. La. consecuencia de ello es la estabilidad de la mente.

La Liberación del Alma individual será la consecuencia

de la estabilidad de la mente.

¡Sagrados estudiantes!: Hay dos cosas que son importantes para la vida del hombre. Una es la confianza en uno mismo y la otra es limpiar la propia mente. El hombre no puede vivir por sí mismo, aislado. Todo el mundo depende de la estructura social y de la forma en que los hombres están entrelazados en una sociedad. Ha sido la buena suerte de nuestro país el que haya tenido una sociedad bien entramada sobre la base de principios sagrados. La cualidad de la tolerancia que muestra nuestra sociedad no se encuentra en ninguna otra parte. Por las venas de la juventud india corre sangre y no agua. Han realizado un es fuerzo impulsado por la determinación para revivir nuestra sagrada cultura y para demostrarle al resto del mundo la vitalidad que ella encierra. La juventud de la India debería estar preparada para entregar hasta la vida en aras de la Verdad. Este país ha sido de tal calibre que siempre ha recorrido la senda de la Verdad, ha encendido la lámpara de la Verdad y ha difundido la luz de la Verdad. Los indios de hoy en día, aparentemente, se han sometido a la situación dominante en el país, a los tiempos que están viviendo y al medio en que se desenvuelven. Han olvidado la grandeza de su propia cultura y se ven ridiculizados por otros. Los sagrados mandamientos de nuestras Escrituras como el de respeta a tu madre como a Dios, respeta a tu padre como a Dios, respeta a tu maestro como a Dios y respeta a tu huésped como a Dios, ya no encierran ningún mensaje significativo para nosotros dentro de la configuración social actual. Se han producido tales cambios indeseables en nuestro país, actualmente, que estas reuniones se han programado justamente con el objeto de reencontrar nuestra cultura original y ancestral. Se ha invitado a personas experimentadas para que les den a conocer cuál es la grandeza de nuestra cultura, para que así vuestros corazones puedan cambiar. Es nuestro propósito el hacerles vivenciar todas las experiencias que les lleven a apreciar la verdadera cultura de esta tierra.

Sankara asumió la posición de Maestro para todo el mundo y propagó muchos ideales entre la gente. Entre ellos, el concepto del no dualismo o Filosofía del Advaita, es uno de los importantes. Junto con sus discípulos viajó por todo el país enseñando estas cosas, enfatizando la importancia del aspecto del Alma y explicando a la gente la naturaleza del Alma Suprema o Dios. Subrayó la importancia de mantener el satsang o el pasar el tiempo en buena compañía. Enseñó que esto representaba un paso importante, por no decir el primero. Cuando indagamos en el significado de la palabra satsang, llegaríamos a interpretarla traduciéndola como la "amistad con la gente buena". Tendríamos que preguntar, entonces, qué significa la palabra "buena". Pese a que al contestar esta pregunta, Sankara dio muchos ejemplos, uno se acuerda, en este contexto, de la hábil elucidación que entregara el poeta Vemana. A1 definir a un buen hombre, Vemana dijo que el individuo que sufre cuando está hambriento, que alberga la maldad, que arde de rabia y que se deja llevar por propagar la intriga, puede tildarse de ser un mal hombre. Todos los demás son buenos. Vemana veía con desprecio que el hombre gastara sus energías en aliviar su hambre. Llama la atención sobre el hecho de que tanto animales como aves no gastan tanto esfuerzo ni tiempo en buscar alimento para calmar su hambre. Si esto es así, ¿por qué el hombre, que es superior a los animales y a las aves, ocupa tanto de su tiempo y esfuerzo en conseguir alimento? ¿Quién provee el alimento para las aves en la selva? ¿Quién alimenta a los animales en el bosque cuando están hambrientos? ¿Quién le da el agua a los árboles que crecen en el bosque?: Dios, quien encuentra alimento para el sapo atrapado entre las piedras y habrá ciertamente de proveer de ^" mento al hombre que está tan cerca de El. En estas circunstaucias, no es justo que el hombre apetezca tanto alimento. Por otra parte, el hombre habría de ir tras la realización de la Verdad y de desarrollar su fe en Dios. Cuando nuestros congéneres se encuentren en dificultades, deberíamos ir en su ayuda de la mejor forma en que podamos hacerlo. Habrán de sentir que no hay diferencia alguna entre un hombre y otro. Deberán establecer la unidad del género humano y entender la relación que existe entre un ser humano y otro. Deberán darse cuenta de que es el Espíritu o Alma lo que enlaza a toda la gama de seres humanos. Sólo esto les permitirá alcanzar el ideal de "la hermandad del hombre y la Paternidad de Dios".

Hoy en día hacemos uso de palabras como "hermanos" de manera vacía de todo sentido, como simples vocablos. No las cargamos de ningún valor que implique ya sea la relación corporal o la relación mental que significa la hermandad. Será sólo cuando nos podamos elevar por sobre estas relaciones temporales del cuerpo y de la mente, llegando hasta el aspecto de la Divinidad, que podamos comprender el verdadero significado de la hermandad. Sólo entonces podremos darnos cuenta de que el mismo Principio Divino es el que existe en todos nosotros. Habremos de realizar un esfuerzo para llegar a esta verdad. Justamente, para reconocer tal verdad es que resulta esencial este tipo de buena compañía. Pueden preguntarse cuál será el beneficio que saquemos de ella. Tanto los rasgos buenos como los rasgos malos del hombre asumen su configuración final cuando se mezcla con otros miembros de la sociedad. En este contexto podemos tomar el ejemplo del polvo que se deposita sobre la superficie de la Tierra. Pese a que el polvo no tiene alas, de modo que no puede volar por sí mismo, puede volar sobre la Tierra si logra la buena compañía del viento. Ese mismo polvo se quedará en la superficie y no podrá elevarse, si se asocia con el agua. El hierro que es duro, negro y opaco, se vuelve maleable, rojo y brillante si traba amistad con el fuego. Ese mismo hierro se cubre de un montón de herrumbre y pierde toda su fuerza cuando hace amistad con la suciedad y la humedad. Todas estas modificaciones se producen debido a la asociación con otros en el medio. Generalmente, no es posible que algo cambie o se transforme por sí mismo, sin ayuda de asociaciones externas. Incluso el bebé aprende a caminar, a hablar, a correr, a leer y a escribir sólo con la ayuda del amor y el afecto de la madre. Careciendo de ellos, el bebé crecería como un animal y no aprendería a hablar ni a hacer ninguna de las cosas que otros humanos hacen y son instruidos para hacer. Los animales que nacen en la selva y que viven y se mueven en ella muestran algunos rasgos que les son privativos. Si los mismos animales reciben entrenamiento en un circo, se les puede hacer llevar a cabo cosas que no hacen los otros animales. Incluso hay pájaros que pueden llegar a pronunciar bien algunas palabras y de manera clara si los sometemos a un buen entrenamiento y les mantenemos en la compañía adecuada. Es así que el tipo de vida sagrada que desean llevar y las aspiraciones que albergan en la mente respecto a esa clase de vida, pueden verse realizados si mantienen la compañía de la buena gente. Deben trabar amistad con gente buena y seguir el ejemplo que ella da en vuestra rutina diaria. Esta es la edad apropiada para que ustedes lleven este tipo de vida y se acerquen a la compañía de los mayores. Durante este período de sus vidas podrán desarrollar buenas ideas y buena conducta, y habrán de tomar la firme determinación de hacerlo. En este importante punto de sus vidas, deberían dedicarse al servicio de vuestro país y al servicio de vuestros padres. Si, por el contrario, se pasan el tiempo en malas compañías y deambulando por las calles como perros vagos, no estarán sino desperdiciando la vida. El tiempo que se desperdicia es vida que se desperdicia. Si llegan a entender la fuerza y el poder de la buena compañía y a usarlos de la mejor manera posible, podrán tener todas las oportunidades para llegar a hacer grandes cosas. Toda la gente buena tiene la particularidad de que sus pensamientos son atractivos. Sus acciones son delicadas y sus ideas son buenas. La buena gente se puede reconocer por su pensar, sus palabras y sus obras delicadas. Aquí viene un pequeño ejemplo. Si un pedazo de carbón negro se mantiene en la cercanía del fuego, también comenzará a arder. En esta analogía, el carbón negro es vuestra ignorancia. El fuego llameante es la buena compañía. Al juntarse ambos, aquella porción de vuestra ignorancia que esté expuesta a los efectos de la buena compañía será disipada. Mas si emplean la práctica espiritual como un abanico para activar el área de contacto, toda la región de la ignorancia se encenderá. Por vuestra parte, también habrán de desarrollar la práctica del amor, para hacerse queridos por la buena gente, porque no basta con que estén sólo cerca de ella. Lo necesario es estar cerca de ese tipo de gente y serle grato a ella. La naturaleza de la mala gente es la de solazarse y disfrutar de las dificultades y problemas que le salen al paso a la buena gente. Cuando ven a la buena gente realizando sus buenas obras y adquiriendo alguna fama por sus buenas acciones, la gente mala se pone celosa y trata de menoscabar a la gente buena difundiendo chismes. Este tipo de gente se esfuerza por ver sólo las malas cualidades en los demás, poniendo mil ojos en ello. El juntarse con este tipo de personas nos arrastrará por los mismos malos caminos y es por ello que Sankara enseñaba que uno debía mantenerse a buena distancia de ellas. Podría argüirse que si uno se mantiene a distancia y no ejerce ninguna Lifluencia sobre este tipo de personas, es posible que terminen por perjudicar a la sociedad y al país. Puede que se sugiera que uno debiera acercarse a ellas, en estas circunstancias, para aconsejarlas positivamente y hacer que cambien de comportamiento. Lo que debiéramos hacer es evaluar la situación y determinar hasta qué punto hay que mantenerse alejados y bajo qué circunstancias. Si existiera una fe firme en nuestra propia capacidad y hombría de bien y la confianza en que tenemos la fuerza de sustentar el bien en nosotros, entonces tendría sentido el que nos acerquemos a tales personas y tratemos de hacerlas cambiar hacia nuestro enfoque. En caso contrario, si no hay fuerza en nuestras convicciones y cualidades, no tendría sentido alguno el tratar de cambiar a otros, porque se corre el peligro de perder la débil fuerza que tengamos. Sólo cuando seamos capaces de incrementar el bien en nosotros, tanto en calidad como en cantidad, se nos abrirá la posibilidad de cambiar hasta cierto punto a personas con cualidades negativas. Aquí va un pequeño ejemplo. Si toman una taza con agua y tratan de venderla por media rupia, nadie la va a comprar. Si mezclan esta taza de agua con diez tazas de leche, prontamente la gente les pagará el valor de once tazas de leche. Esta taza de agua habrá adquirido el otro valor únicamente porque se encuentra en compañía de la leche, la que es buena tanto cualitativa como cuantitativamente. Si, por el contrario, se mezclara una taza de leche con una taza de agua, el agua no ganará en valor, porque no hay cantidad en esa compañía. En este caso, hasta la taza de leche que se ha reunido con el agua, perderá su valor. De modo que cuando han mezclado una taza de leche con una de agua, en que ambas están en igual proporción, la leche habrá perdido su valor. Les será fácil entender, entonces, lo que pasaría si se mezclan diez tazas de agua con una de leche. Todo lo bueno que haya tenido esa leche se habrá perdido por completo. De manera similar, si dentro de nuestro corazón y fuera. de nuestro cuerpo creamos un medio que sea bueno en ideas y bueno en acciones, no disminuirán nunca la fe y la fuerza en nuestro corazón, ni vacilarán ni se alterarán tampoco de ninguna manera. Ramakrishna Paramahamsa entregó un maravilloso ejemplo a este respecto. Una varita de incienso que se prenda tendrá fuego en ella. Si alguien enciende un cigarrillo, éste también tendrá fuego en él. Si se incendia un bosque, habrá fuego en él. Si una cocina está funcionando, tendrá fuego. Todos ellos son fuegos de fuerzas diferentes. Si toman un puñado de astillas y las acercan a la vara de incienso o al cigarrillo, puede que no se enciendan y no solamente esto, sino que puede que hagan que se apaguen la vara de incienso o el cigarrillo. Por otro lado, incluso llevando un montón de matas de plátanos verdes y frescos hasta el incendio del bosque, no sólo no podrán apagar el incendio, sino que se encenderán para formar parte de él. La razón para ello es que el incendio forestal es rico en calidad y en cantidad. Y, por ende, es capaz de quemar todo lo que entre en contacto con él. El fuego en la vara de incienso y en el cigarrillo carece tanto de calidad como de cantidad y es por eso que puede ser extinguido. De modo que si son débiles las buenas cualidades en ustedes, serán extinguidas por la presión de la mala compañía. Si son fuertes, extinguirán todo lo malo que se ponga en contacto con ellas.

Hay otro ejemplo para lo mismo. Llenamos un pote de greda hasta el borde con agua. Lo ponemos muy cuidadosamente en un sitio en que ni una hormiga puede llegar a él. Al día siguiente, notaremos que el nivel del agua habrá bajado en varios centímetros. La razón para ello es que la temperatura ambiente calienta hasta cierto punto el recipiente y una pequeña cantidad de líquido se escapa de él. Si el mismo pote se llena hasta el borde y se mantiene en un lugar en que esté rodeado de agua, nos encontraremos con que el nivel no sufre reducción. Al igual que en esta analogía, mientras permanezcan durante un mes en este curso de verano estarán llenando sus corazones hasta el borde con la esencia del conocimiento espiritual. Cuando vuelvan a sus lugares de origen, existe la posibilidad de que, debido a que el ambiente exterior no es el mismo que existe aquí, el nivel del saber espiritual en el recipiente de sus corazones vaya bajando cada vez más, al evaporarse lentamente.

De modo que habrán de llevar a cabo satsang (buscar la compañía de los buenos) cuando vuelvan y habrán de observar que el medio ambiente externo sea tan bueno como lo que sienten internamente. De esa manera no podrá disminuir lo bueno que hay en sus corazones. Puede suceder a veces que se encuentren acompañados por gente diferente y que algunas personas entre ellas sean malas. Puede que incluso los insulten y los traten de manera descomedida. En tales casos, deberán hacer el intento por comunicar la buena esencia espiritual que está en vuestros corazones, también a tales individuos. Cuando se emplea un hacha afilada para cortar un árbol de sándalo, éste no se siente herido por el hacha ni se enoja con ella. El árbol de sándalo es de tal calidad que le presta su fragancia al hacha. Incluso cuando se troza su madera entrega su fragancia. Hasta cuando se frota la madera con una piedra, entrega su fragancia. Esta es la cualidad de la gente buena.

Aquí viene la historia de un orfebre que estaba derritiendo oro una vez, trabajando en lo suyo. Durante el proceso, se dirigía de la siguiente manera al oro: ¡Oro! Eres algo muy valioso y la gente te respeta, mas ahora estás en mis manos. Tendré la gran oportunidad de calentarte, de derretirte, de golpearte y de hacer muchas cosas que te van a doler. Ahora esto es mi privilegio y mi gusto. Como respuesta, el oro le dice que todos los esfuerzos que realice por herirlo no tendrán por resultado sino el purificarlo más aún, el aumentar su valor al quitarle impurezas y hacer que brille mejor y sea más atractivo. Además, en el proceso, el calor, el humo, el dolor por el esfuerzo de martillar resultan molestos sólo para el orfebre. De este modo, todas las dificultades le caen encima al orfebre, y el mejoramiento sobre el oro. Consideren que a la gente buena, a los santos, a hombres de gran carácter y a los que tienen una mente estable, no tiene importancia alguna que les insulten, les hieran o les alaben. Ni el insulto, ni la lesión y ni siquiera la alabanza les alcanza jamás. Todo ello rebota y vuelve hacia las personas de las que surge. Ustedes, jóvenes, están ahora en la edad apropiada para tomar contacto con hombres de gran carácter y con hombres buenos, y de elegir la senda que quieran recorrer. Espero que todos los que están reunidos aquí vayan a buscar esta compañía y que elijan la senda correcta. Deberían adquirir las cualidades de la verdad, el amor y la paciencia, como también la del sacrificio. Si ahora, en el comienzo de sus vidas, vuelven sus mentes hacia lo bueno y hacia Dios, estarán iniciando sus vidas de una manera propicia para que las malas cualidades no les sigan, como tampoco el egoísmo ni la envidia, ni otras cualidades indeseables. Veamos un pequeño ejemplo: en las horas de la mañana, el Sol se levanta. Si en esos momentos se paran de cara a él, notarán que tienen una larga sombra tras de ustedes. Por otro lado, si no se ponen de cara sino de espaldas al Sol y miran hacia sus sombras, notarán que estas mismas, bastante largas por cierto, les están guiando y parecerá como si esta alargada sombra les estuviera mostrando el camino. En este ejemplo, ustedes son el Principio de la Vida y la sombra es Maya (la Ilusión que confunde lo transitorio con lo eterno). Si tienen el deseo de vencer a Maya y dejarla tras de ustedes, por mucho que apresuren el andar, jamás se librarán de ella en tanto esté frente a ustedes. En cambio, si vuelven la mirada hacia el Sol, pueden imponerse a Maya que, como la sombra, se extiende tras de ustedes. Del mismo modo, vuestra mente, vuestros pensamientos, vuestros órganos y vuestro cuerpo constituyen el Maya o la sombra. Si quieren apartarse de ellos, habrán de volver la visión hacia el interior, hacia vuestra Alma. Al hacerlo serán capaces de sacudirse a Maya de encima. Es por ello que debieran hacer el esfuerzo de sumarse al satsang y obtener así los beneficios que produce el reunirse en buena compañía. La buena compañía les conduce al desapego y con el desapego podrán lograr la autorrealización.

Sankara entregó muchos versos y cada uno ha de ser considerado como una luminosa lámpara de conocimiento. Vuestra tarea es la de poner en práctica su contenido y rectificar vuestras vidas. Hoy han aprendido los versos que se refieren a la amistad con la gente buena y los beneficios que nos confiere. Hemos visto el sentido interno y su importancia en este verso. Además de esto, hemos de ponerlo en práctica. Será entonces que podrán realizar la verdadera naturaleza del Alma Suprema y desarrollar la fe en vuestras habilidades y en ustedes mismos. Espero que se atendrán también en el futuro a esa verdadera naturaleza del Alma y que se mantendrán alejados de toda mala compañía. Kabir se refirió también a las buenas y malas compañías y dijo que ambas habían de ser respetadas. Ante esto, los discípulos se extrañaron de que tanto buenas como malas compañías hubiesen de respetarse. A ello, Kabir respondió que hay problemas en el mundo debido a la gente mala y también los hay debido a la gente buena, de modo que para que no haya problemas por ninguno de ambos lados, él procedía a respetarlas por igual. Entonces, los discípulos le preguntaron cómo podía resultar algún mal proveniente de la gente buena. Kabir sonrió y señaló que la asociación con la gente mala causa gran desasosiego y, por otra parte, la separación de la gente buena también lo causa, de modo que él oraba por ambos tipos de personas. No debería darse la separación de la gente buena y no debería producirse la asociación con gente mala. Siempre han de estar rezando porque estas dos cosas se les presenten en su camino. Esta es la bendición que les doy y espero que siempre sean capaces de encontrar sólo la buena compañía.