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Discursos dados por Sai Baba

Sathya Sai habla

Sathya Sai habla Sathya Sai habla, y, ¿qué oímos cuando, alertas y alegres, lo escuchamos?

Oímos la voz de los Vedas, el aliento mismo de Dios, la alegría que derraman las antiguas epopeyas, el sedante bálsamo que cura nuestras heridas el consejo que nos hace despertar y trabajar, lecciones que nos enseñan la ciencia del Atma.

Oímos el canto de las gopis, el canto que ellas de Él oían.

Luego, las misericordiosas palabras que Él dijo a más de un santo y monje, a muchos buscadores anhelantes, en remotos tiempos y distantes lugares.

Oímos las parábolas de Galilea, con matices árabes, oímos las historias de veinte países que nos impulsan en la marcha hacia Él.

Oímos cómo oró Dhruva, cómo enseñó San Pablo, cómo bromeó el Doctor Johnson, y cómo cantó Dara Shukoh, oímos acerca de profetas, sacerdotes y reyes, de sabios y de incultos campesinos, de jóvenes y viejos, oímos los ecos de los cantos de Chaitanya, de Moisés, de Jayadeva, de Mira y de Kabir; ecos que vienen de Su amor recíproco.

Al oírlo escuchamos los gongs y las campanas de los templos, las conchas y tambores, el coro resonando en las naves, llenando de fragancia y fe los vacíos de nuestro corazón.

Oímos el primer leve tremor, el aliento cósmico que causó este laberinto múltiple, oímos el destello, el silbido estelar, de su poderosa voluntad que llena el cielo.

Oímos las olas de la eternidad lamiendo nuestra pequeñez; somos eternos cuando le oímos hablar porque escuchando esa voz, el Om que teje este universo, nos fundimos... en Él.

Otra cosa no podemos hacer, pues con eso Él nos conmueve y nos cautiva tanto.

–N. Kasturi