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Discursos dados por Sai Baba

37. 26/09/65 Donde termina la mente

Donde termina la mente

Donde termina la mente

26 de Setiembre de 1965

Prashanti Nilayam

Dásara

Este Prashanti Nilayam, la Morada de la Paz Suprema, es la Morada de la Paz Eterna, la paz que no puede ser perturbada porque está basada en un profundo discernimiento y una renun ciación inconmovible a los placeres materiales. El estar aquí este día sagrado es en verdad una gran suerte. Miles de aspirantes y buscadores se han congregado aquí y deben hacer el mejor uso de la oportunidad de reunirse en tan auspiciosa compañía. En lugar de Celebrar este Festival de Dásara con festejos y complaciendo las debilidades de los sentidos, me siento feliz de que hayan decidido pasarlo en pensamientos sagrados.

El Festival de Dásara es en honor a la victoria de los dioses (devas) sobre los demonios (asuras), de las fuerzas de la virtud y la justicia sobre las del mal. Pudieron ganar porque el Parashakti, poder supremo, el aspecto dinámico de la Divinidad, que trans formó a Dios en toda esta variedad y belleza, vino para socorrerlas y luchar a su favor. Este país tuvo que enfrentar la invasión de las fuerzas de la injusticia y el mismo Parashakti lo salvó de la caída y la deshonra. De modo que estamos celebrando este festival con un significado adicional.

Una reunión como ésta ayuda a despertar el deseo de conocernos a nosotros mismos y de conocer la verdadera naturaleza del mundo que nos rodea y la mejor forma como podemos descubrir y ex perimentar la unidad de ambos, que ha sido expresada en la gran sentencia védica “Tat-Tuam-Asi”, o “Tú eres Eso”. Fue por medio de la sutil influencia del reunirse con hombres buenos y santos, a lo cual fueron inducidos, que Narada, el hijo de una sirvienta, fue transformado en el más destacado practicante y exponente del Sen dero de la Devoción; que Valmiki, un ladrón de caminos, fue trans mutado en un gran sabio, el primero y más destacado entre los poetas, y que muchos pecadores aprendieron el camino del arre pentimiento y de la redención.

La India (Bharat) ha sido construida sobre los cimientos del Dharma establecido por sabios como Narada y Valmiki, que enseñaron que uno no debe regocijarse con la victoria y desalentarse por la derrota, que ambas deben ser acogidas como pruebas de la fe en Dios. Éste es un país en el cual la fe en Dios la está bebiendo cada niño del pecho de la madre desde hace milenios, y así, nunca se dejará vencer por la desesperación y la aflicción. Confiará en el Señor dentro de sí y descubrirá inagotables reservas de valor dentro de cada corazón. La victoria final es para aquellos que tienen fe en el invencible Atma, el Espíritu, que es su realidad.

Hombres como éstos no tendrán odio en su corazón; sólo senti rán tristeza de que otros sientan envidia y codicia y sus oraciones serán para que Dios les dé sabiduría, humildad y amor a sus oponentes.

«Oh Dios, otórgales un intelecto recto, discernimiento y el poder del juicio imparcial y sereno.» Todos los hijos e hijas de la India oran así desde los tiempos védicos: «Que todos los moradores de todos los mundos sean felices» (Loka samasthah sukhino bhavanthu).

Es por eso que la India ha sido la maestra, la guía de toda la humanidad; es por eso que ha sobrevivido a los ataques de culturas ajenas y está hoy preparada para asumir ese papel. De hecho, la India está destinada y tiene todas las cualidades para ser un enorme Prashanti Nilayam, desde el cual el mensaje de la paz suprema se difunda por el mundo entero.

Pero primero cada uno de ustedes debe hacer que su propio corazón sea un Prashanti Nilayam. La transformación debe comenzar desde este mismo momento. Analicen sus palabras, acciones y pensamientos y líbrense de los malos que les hacen daño a ustedes y a otros; luego, cultiven en su lugar la fortaleza (sahana), la paz firme (shanti), el decir sólo la verdad (sathya), etc. Ahora, la mente revolotea y se posa sobre toda clase de objetos en el universo.

Se rehúsa a quedarse quieta en una sola idea, como la de Dios.

Como la mosca que se posa sobre lo bueno y lo podrido, pero se niega el placer de posarse sobre una brasa ardiente, la mente también rehuye todo pensamiento de Dios. La mosca será destruida si se posa en el fuego; así también la mente será destruida si mora en Dios, pues la mente no es sino una madeja de deseos tejida con el hilo del mismo material. Cuando Rama entra en la mente, Kama(1) no tiene cabida allí. El deseo cesa cuando Dios se apodera de la mente. De hecho, puesto que el deseo es de la misma materia que la mente, deja de existir, y entonces ustedes están libres. Esta etapa se llama manonigraha, o sea, la muerte de la mente, la disolución de la mente (manolaya), la destrucción de la mente (manonasana), etcétera.

Ahora voy a izar la bandera de Prashanti y quiero que ustedes la icen al mismo tiempo en sus propios corazones. Es el símbolo de la práctica espiritual y de su éxito. Está delineada aquí, delante de esta morada, en este círculo. Algunos de ustedes podrán haber pensado que está aquí como decoración; pero no, ésa no es mi intención.

Todo lo que yo hago sirve para dos fines: debe ser agradable y cautivador a la vez que educativo y edificante. Debe transmitir algún significado a aquellos que están buscando. Esta Morada no tiene muros a su alrededor, puesto que, como el corazón, es un espacio abierto; pero tiene tres puertas: la externa, que representa a tamas (inercia, ignorancia), a través de la cual las personas entran con indisciplina, duda, desaliento, etc.; la segunda, que representa a rajas (actividad, pasión), al cruzar la cual los hombres son atraídos por visiones que agradan al ojo y a la mente; y la tercera, que lleva al salón de oración, donde desarrollan las cualidades más raras y puras, las llamadas satva. Este círculo enfrente del Nilayam resu me el camino del aspirante hacia la realización desde las tristes arenas del deseo, a través de los espinosos arbustos de la ira y del odio, hacia la verde pradera del amor, alcanzando así la ancha región de la bienaventuranza, donde se sienta en contemplación yóguica y se despierta el poder de la Kundalini, hasta que el loto del corazón florezca y la llama suprema se encienda, disipando la oscuridad de la ignorancia. Como las imágenes de los libros para niños, este círculo, con la representación concreta del símbolo en la bandera, servirá para recordarles y enseñarles la lección que les estoy señalando. La maharani de Cutch, que presidirá el acto del aniversario del hospital esta noche, estaba muy preocupada por que no sabía si podía llegar a tiempo debido a los disturbios en la frontera con Pakistán, o si todo el Festival de Dásara iba a ser cancelado por mí como muchos han hecho en Mysore y otros lugares.

Pero a pesar de todos los obstáculos, la lucha se ha detenido y han llegado noticias de que se ha restablecido la paz. Éste es otro ejemplo de la gracia que derrama Prashanti Nilayam. Ésta es la manera como opera la milagrosa gloria del avatar.

Prashanti Nilayam, Dásara, 26-IX-65 (1) Enemigo de Rama, el deseo y la lujuria.