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Discursos dados por Sai Baba

33. 19/04/65 Papu y upu

Papu y upu

Papu y upu

19 de Abril de 1965

Prashanti

Ramanavami

En el Garuda Purana, Sri Hari (Dios) instruye a Garuda, el águila celestial, acerca de la declinación diaria de la vida humana y de los ataques que la muerte le depara con su ejército de enfermedades, accidentes y calamidades naturales. Ustedes han ganado este cuer po humano por el mérito acumulado en muchas vidas como seres inferiores y es en verdad muy necio desperdiciar esta preciosa oportunidad en actividades que son naturales sólo de seres in feriores. La vida se mueve tan rápido que la gente a menudo se pregunta cómo ha envejecido tanto tan pronto. Parece que sólo ayer estaban en la escuela o jugando en las calles; ¡pero ya tienen nietos que juegan a su alrededor! Mientras la vida lleva a la gente a toda velocidad hacia la muerte, el orgullo los hace obligar a otros a caer a sus pies; ¡la humildad no los induce a caer delante del Todopoderoso! Desde la luna nueva, el país entero está festejando el nacimien to de Rama y hoy es el día exacto en que Rama nació, o su Ramanavami.

Rama es el Dharma y el Dharma es Rama.

Los cuatro ideales del hombre tal como se establecieron en los Vedas son la rectitud o deber (dharma), la búsqueda del bienestar y la prosperidad (artha), la satisfacción de los deseos legítimos (kama) y el deseo por la liberación (moksha), y de ellos el dharma es la base misma. Si ésta se abandona o se descuida, la aflicción persistirá.

Rama consideraba a la rectitud supremamente importante.

Cuando su hermano Bharata, sobrecogido de dolor ante la muerte de su padre, la codicia de su madre y el exilio de su hermano, lo bus có en la selva y se tiró a sus pies en terrible angustia, Rama lo levantó suavemente y le preguntó, ¿qué creen ustedes?; le preguntó:

«¿Estás manteniendo la rectitud en el reino de Ayodhya respetando a los súbditos, los pobres, los ancianos, los eruditos, los santos y los sabios?». Aun cuando lo alcance la más terrible de las calamidades, el hombre no debe desviarse del sendero de la moralidad y la justicia. Rama estaba sacudiendo a Bharata del sueño de la ignoran cia; el pobre hombre estaba agobiado por su propio dolor, como si padre, madre, hermanos, reino, poder y posición, todos ellos, im portaran, como si fueran reales y eternos. Rama le recordó que no eran sino instrumentos que uno debe utilizar para cumplir con el Dharma.

Del mismo modo que el elefante salvaje que antes vagaba por la selva a la cabeza de la manada puede ser atrapado y adiestrado para sentarse en un banco en la arena del circo, así debe la mente del hombre ser adiestrada mediante procesos sistemáticos de disci plina, tales como el serenar la mente (sama), el control de los sentidos (dama), el recogimiento interior, dejando de pensar en los objetos de los sentidos (uparati), la paciencia (thitiksha), la fe (sradha) y la estabilización de la mente para que se refleje en ella el Ser (samadhana), de manera que pueda servir a los mejores intere ses del hombre. Para ir ante un magistrado y presentar una demanda uno debe pasar el examen que lo acredite como abogado; para poder recetarle una medicina a un hombre enfermo, debe pasar el examen profesional para el grado de doctor y obtener una licencia para ejercer. En todas partes, en cada profesión o cargo les exigen aptitudes y conocimientos. ¿Cuánto más grande es entonces la nece sidad de tener los méritos y aptitudes apropiadas en el campo espiritual para ganarse la gracia de Dios?

Ustedes apuntan muy alto, pero no hacen ningún esfuerzo por alcanzar esa altura.

En los asuntos espirituales, la fe es la esencia misma. La duda sacude las bases de la práctica espiritual y, por lo tanto, debe ser evitada. Tengan fe en la sabiduría de los antiguos; no opongan su diminuto cerebro a las intuiciones y descubrimientos de los santos.

Tomemos por ejemplo la cuestión de la ofrenda de alimentos en el fuego, en los días aniversarios de la muerte de los padres, la cual se llama pinda-pradan. Hoy en día, aparecen sonrisas burlonas cuando se mencionan tales ritos. ¿Cómo pueden los alimentos colocados aquí llegar allá? El muerto ya debe de haber renacido hace tiempo y no se conoce su dirección actual. ¿Puede una comida al año satisfacer el hambre de 365 días?, preguntan. «Dejen que su padre se siente en la terraza del segundo piso de su casa; luego coloquen sus alimentos en el piso inferior; ¿podrá él alcanzar el alimento o el alimento elevarse a él, no importa cuántos mantras repitan?», dicen riéndose. «¿Por qué darles alimentos a los muertos cuando los vivos sufren?», arguyen ellos.

Si ponen una carta en un buzón irá directamente al destinatario dondequiera que esté, no importa qué lejos sea. ¿Significa esto que el jefe de correos es su amigo o que lo conmovió su ansiedad por comunicarse con el destinatario? Si la dirección está escrita correcta y claramente y se paga el franqueo necesario en estampillas, la carta es llevada por hombres, automóviles y autobuses, trenes, avio nes y barcos hasta la puerta de la persona cuyo nombre está escrito en el sobre. El ritual es el buzón; el fuego es el sistema postal, los mantras son las estampillas. Hay una ciencia del espíritu lo mismo que hay una ciencia de la materia; tiene sus propias categorías; su propio modus operandi, sus propios expertos y teorías.

Sólo por medio de las prácticas espirituales pueden los secretos tanto de la materia como de la mente ser conocidos, captados y usados para beneficio propio. En el Vivekachudamani(1), Shankara dice: «Si nikshepa, el tesoro que está enterrado en las entrañas de la tierra, tiene que ser sacado, el solo llamarlo por su nombre no ayudará. Deben saber exactamente dónde está con el consejo de ex pertos; excavar en el lugar, sacar las rocas, piedras y arena que encuentren en el camino y luego agarrarlo y levantarlo hasta la superficie».

Así también, el Tatva o Principio del Ser debe primero conocerse por medio de la instrucción de un conocedor de Brahman; luego debe pasarse por los procesos de la recordación, reflexión profunda y meditación (manana, dhyana, nididhyasana); finalmente, cuando, en un destello, la verdad es revelada, el ser debe estar firmemente establecido en la bienaventuranza de ese momento.

El Brahmasutra comienza con la afirmación “Athato Brahma jijñasa”, o sea: «Después de esto, la consideración de Brahman».

¿Después de qué? ¿Cuáles son los pasos preliminares? ¿Cuándo llega una persona a tener derecho a participar en la discusión y el estudio de Brahman? Tenemos dos textos más que deben ser estudiados previamente; uno que dice: “Athato Karma jijñasa”, o sea:

«Después de esto, la consideración de la actividad» (karma); y el siguiente comienza con “Athato Dharma jijñasa”, o «Después de esto, la consideración del Dharma». Así, el hombre adquiere el derecho al conocimiento del Principio Universal, que es la sustancia misma de cada cosa desde la eternidad, sólo después de que su mente haya sido purificada por karma y dharma.

Sólo después de que colocan un bocado en su lengua descubren si tiene suficiente sal o no. Las lentejas hervidas deben tener sal para que tengan sabor. Así también, sólo cuando hayan andado por el mundo y actuado en él de acuerdo con un código moral descubrirán que sin la sal del conocimiento (jñana) el mundo no tiene buen sabor; es sólo cuando lo tomen con una pizca de la sal del cono cimiento, el conocimiento de que no son el cuerpo sino el residente del cuerpo, que no son sino testigos del siempre cambiante pa norama de la naturaleza, que se sentirán felices y en paz. Lentamente, paso a paso, afírmense en el pensamiento de la unidad del mundo en Brahman. Entonces, aun sin orar y rogar, todo lo valioso les será dado por añadidura. Es por esto que Thyagaraja cantó:

“Adigi sakhamule vyaranubhavinchiri”: «¿Quién experimentó la alegría y la felicidad por medio de la oración a ti?». Déjenlo todo a Dios, dejen que prevalezca su voluntad, no pidan esto o lo otro. Él sabe mejor. ¿Oraba Sabari por algo en particular? ¿Pedía Jatayu su presencia?

¿Rogaba Guha para que Rama viniera a él?

Cada uno de ustedes debe seguir el código moral establecido para la profesión a la cual se dedican y la edad y condición que han alcanzado.

Una vez el rey de un gran estado le preguntó a un renunciante si era posible para un hombre vivir de acuerdo con lo más alto señalado por el código. Algún tiempo después, el rey murió y, de acuerdo con la costumbre, enviaron al elefante real con una guirnalda para escoger al sucesor. El elefante puso la guirnalda alrededor del cuello del renunciante. Pero éste se resistió a las insistencias del pueblo y huyó hacia la selva. ¡Se refugió en los más apartados rincones y estaba feliz de salvarse de la calamidad que le había ocurrido! Estos códigos morales son dados en los Shastras, y la Gran Asam blea de Sabios de Prashanti ha sido formada para hablarle al pueblo en lenguaje sencillo acerca de sus principales deberes. No es un reducido grupo de estudiosos con un alcance limitado; es derecho de todos beneficiarse de estos sabios y obtener los resultados de sus enseñanzas. No hay otro motivo detrás de la formación de la aso ciación de sabios. Es para todos ustedes y para todos los lugares.

En relación con las actividades de esta Asamblea, visité recientemente varios lugares en los distritos oriental y occidental de Godavari y otras áreas. Fue una marcha triunfal, que retumbó con la devoción, la fe y la bienaventuranza de los cientos de miles de personas que asistieron. El entusiasmo de la gente que escuchaba el mensaje de la Religión Eterna (Sanathana Dharma) que les llevaba fue sumamente inspirador para aquellos que fueron conmigo.

Las escenas nos recordaban las Edades de Krita, Threta y Dvapara, no la de Kali(2). Las páginas del Bhagavata se hicieron vívidamente reales delante de nosotros. Una extensión de terreno de doce acres resultó demasiado pequeña para la gente que se reunió allí.

En otro lugar, había muchos hombres audaces trepados en tron cos y ramas aun del más frágil de los árboles. Éstas son señales de que el restablecimiento del Dharma está cerca.

Sólo deben ustedes tener la firme determinación de usar esta oportunidad a plenitud. Ustedes están cerca, pero aquellos que están lejos lo están sólo con referencia al espacio, no con respecto a mi amor. Para realizar al Señor, deben agradecer las penalidades, las pruebas y los sufrimientos. Deben morar en el Nombre y la Forma con firmeza y con fe. Deben descartar todos los motivos inferiores de alegría. Cuando un hijo nace, también nace con él la preocupación, la preocupación de que crezca sano y puro, sabio y bueno, famoso pero humilde, dándole un buen nombre a sus padres y mayores. En verdad, yo les aconsejaría posponer la celebración del nacimiento de un hijo hasta el día en que él traiga buena fama a su familia y a su país. Así también, celebren la acumulación de riqueza cuando ésta sea gastada rectamente y con amor, para fines benéficos y meritorios. Un árbol se justifica por sus fragantes flores, las cuales producen los dulces frutos. Si, por otra parte, sus hojas se secan y sus flores se marchitan y las frutas no quieren desarrollarse, un agricultor examinará sus raíces y descubrirá que están carcomidas por la plaga o las termitas. Así también, si las virtudes no florecen en el hombre y no producen dulces frutos, las raíces de la divinidad deben de haber sido des truidas o dañadas.

La envidia, la codicia, la maldad, éstas son las plagas que destruyen rápidamente las raíces.

Moderando los hábitos del comer y del beber puede uno establecer la base para la vida espiritual. Se deben preferir alimentos sátvicos a los rajásicos. Al tomar bebidas intoxicantes, se pierde el control sobre las emociones y pasiones, los impulsos e instintos y el habla y los movimientos, y uno desciende hasta el nivel de las bestias.

El comer carne desarrolla en uno violentas tendencias y enfermedades animales. La mente se vuelve ingobernable cuando se abusa de estos alimentos rajásicos; tampoco puede ser remodelada si se disfruta consumiendo alimentos tamásicos (los que embotan el cuerpo y la mente). Para morar constantemente en el Principio de Rama (Ramatatva), uno debe ser muy vigilante con respecto al alimento y la bebida consumidos tanto por el cuerpo como por la mente.

El Principio de Rama es esencialmente el principio de la bienaventuranza.

Rama significa “Aquel que agrada”, “Aquel que llena de bienaventuranza”, “Aquel que es la fuente de felicidad en cada corazón”. Así, cuando repiten el nombre de Rama, están tocando la propia fuente de la alegría suprema, el Atma-Rama. Lo mismo que ustedes han venido aquí por distintas rutas y varios pueblos y ciudades, todas las personas tienen que llegar a esa fuente; sólo entonces podrán obtener la bienaventuranza sin la cual no hay paz.

Prashanti Nilayam, 19-IV-65, Ramanavami (1) La joya suprema del discernimiento, obra de Shankara.

(2) Eras del mundo; la última, la actual, se caracteriza por la declinación del bien y el ascenso del mal.