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Discursos dados por Sai Baba

31. 22/05/65 Las ruedas : externa e interna

22 de Mayo de 1965

Mallesvaram

Es una señal feliz que tantos miles de ustedes que están atrapados en las ruidosas olas de las ocupaciones mundanas en esta ciudad, abundante en distracciones y diversiones que halagan el gusto de los sentidos, hayan venido aquí hoy para escuchar las deliberaciones de esta Gran Asamblea de Sabios de Prashanti. Es un mar de rostros anhelantes lo que veo. Anhelan descubrir el faro que les mostrará dónde se encuentra el puerto, para refugiarse del tormentoso mar. Esta luz es la luz del alma que los sabios proclaman que existe en cada ser. Algún profundo defecto visual ha escondido esa luz de los hombres y ellos se debaten en la oscuridad.

No es suficiente que uno tenga la forma humana e incluso el equipo humano básico en lo físico, mental y emocional. Con la ayuda del intelecto discernidor, uno debe llevarlo a la perfección, como lo hace un escultor después que desbasta la piedra. El hombre debe tomar conciencia de su relación con Dios, de la divinidad latente en él, de su inmensa potencialidad. Esto puede conocerlo mediante el ejercicio de su discernimiento y su desprendimiento. Sólo él entre los animales es capaz de hacerlo.

El camino real hacia esta concientización lo muestra el gurú; no todos los quinientos mil sadhus que reclaman esta condición tienen derecho a ella. Porque la palabra gu-ru significa "aquel que no tiene oscuridad en él" (gu, oscuridad; ru, sin). La mayoría de los gurús actuales responden sólo al otro significado de la palabra, que quiere decir peso, pesadez. La mayoría de ellos, por su peso, son una carga para la tierra; éste es el efecto que producen con su existencia. Son una carga también para sus discípulos, porque continuamente extienden sus palmas para recibir dinero y no tienen iluminación con la cual aligerar la carga de los demás. Dejen solos a estos gurús y concéntrense en la tarea de autoelevarse. Si están ansiosos de lograrlo, el propio Señor los guiará, ya sea desde adentro o desde afuera, mediante alguien que él enviará o por iluminación desde el interior. No se desesperen: marchen valientemente hacia adelante. Traten de llenar cada momento con pensamientos de Dios, en una forma u otra.

Repitan "Yo soy" o Soham con cada aliento: So cuando inhalan y ham cuando exhalan. So significa él y ham significa yo y cuando completan la inhalación y la exhalación, sientan que So o sea el Señor y ham, o sea yo, son uno. Más adelante, después de larga práctica, la idea de Él y yo como dos entidades separadas desaparecerá y no habrá más So ni ham. Estos sonidos quedarán reducidos a O y M, es decir, serán el Om o Pranava. Repitan ese sonido a partir de entonces con cada aliento y esto los salvará de la esclavitud de la cadena de nacimientos y muertes, porque es la Adoración del Sonido Primordial (Pranavopasana) que recomiendan los, Vedas. Esta recitación del Soham es un buen medio para refrenar la mente para que no huya de ustedes. Dejen que la mente esté siempre unida al Señor; entonces no huirá como se le antoja en todas las direcciones. Éste es el significado de la exhortación de Krishna: "Renunciando a todas las demás actividades, ríndanse plenamente a mí". Coloquen a la mente completamente a su servicio. Entonces el los salvará de la caída.

No dediquen más atención de la necesaria al mundo exterior; más bien concéntrense en las fuentes internas de la alegría. En un carro las ruedas que están debajo son las ruedas externas; pongan más atención a la rueda interior; la rueda que guía y hace girar las ruedas externas. El conductor del vehículo está adentro; ustedes también deben cuidar más al motivador interno. Si son los amos de sus sentimientos e impulsos pueden estar en cualquier parte, ocupados en cualquier profesión. Tendrán paz. Una vez alguien visitó a Kabir en su casa y le preguntó si la vida de jefe de familia promovía el desarrollo espiritual. Kabir no contestó. Llamó a su esposa y le pidió que trajera una lámpara, para que él pudiera arreglar un pedazo de tela rota. Era alrededor del mediodía y la habitación estaba bien alumbrada, pero la esposa no hizo preguntas, no dudó ni desobedeció. Trajo la lámpara bien encendida y la sostuvo para que Kabir reparara la tela. Luego él le pidió que se marchara. Entonces Kabir se volvió al que había preguntado y dijo: "Si tienes una esposa como esta mujer, que se adhiere estrictamente a su dharma, la vida de jefe de familia será el mejor campo de entrenamiento para el desarrollo espiritual".

Había un hombre que tenía una esposa y un hijo que no veían con simpatía su carácter caritativo y hospitalario. Un día, cuando él llevó a un huésped a casa y se preparaba para alimentarlo, la esposa y el hijo idearon una estratagema. Cuando el hombre salió a la tienda de la esquina para buscar un plato de comida, la esposa aterrorizó al huésped diciéndole: "¡Qué lástima que usted, entre toda la gente, caiga en la trampa hoy! Mi esposo trae diariamente a algún pobre hombre para el almuerzo, pero lo que hace es dar a cada uno una buena golpiza con un palo, justo cuando se preparan para comer la comida que yo les sirvo. Él cree que esto lo compensa de alguna injusticia que alguien le hizo en otros nacimientos". El huésped pensó que lo mejor era alejarse corriendo de su destino, y mientras huía dando la vuelta a la esquina el hombre llegó a la casa con la comida. La esposa le dijo que el huésped era un hombre muy extraño, porque quería un palo para ir al pozo a lavar sus pies y antes que ella pudiera traérselo, se enojó y salió furioso. Así, el dueño de casa buscó un palo y con él en la mano, persiguió al huésped y lo llamó: "¡Detente, detente!" Esto confirmó la impresión del huésped de que lo iban a apalear y corrió más y más rápido y pronto desapareció. Las mujeres hoy en día no aprecian la bondad en su pareja o no la alientan a la buena vida. Resultan ser obstáculos más bien que compañeras o ayudantes. Deben promover la meditación sobre Vasudeva (Dios) en la familia y desalentar la adoración de la riqueza.

El ministro les estaba diciendo que debían asistir a la exposición del Gita, pero de nada serviría eso si van y se apoyan en un pilar del salón para dormir. No es el sonido sino el significado lo que importa; no es el oído sino el corazón el que debe absorber el Gita. El ministro quería que ustedes buscaran y disfrutaran de la buena compañía (satsanga); pero además de esto, debe también haber algo de autoexamen de cuánto han logrado escapar a los sentidos y acercarse al Señor. La mente es ciertamente la causa tanto de la esclavitud como de la liberación para todos los hombres, de modo que deben adiestrarla y ganarle la batalla. Es como un elefante salvaje que puede ser domado con el estímulo del Soham ("Dios Soy"). No lo alimenten de orgullo, odio, envidia y codicia. Dejen que el nombre del Señor suene siempre en su oído y así la mente será domada.

Cuando se inició esta reunión, y por cierto tiempo después, temieron que cayera un aguacero que llegó muy cerca de este lugar amenazando, pero déjenme decirles: las oraciones y la gracia combinadas lo ahuyentaron. Mañana, también les daré el alimento que sostiene y salva.